Tema: Dream

Advertencia: Alternative Universe. Posiblemente lacrimógeno.

Aclaración: Cuando algo está escrito en cursiva es un flashback o recuerdo de un personaje, cuando algo está en negrita y cursiva es un sueño.

Contenido adulto: [×]

Canción: Fly on the Wings of Love - Olsen Brothers (remix by DJ Richard & Johnny Bass de la Cruz)

Resumen: «Verse en sueños era lo único que podían hacer, aunque al despertar no recordaran nada y mucho menos se conocieran.»

El sueño siempre empezaba igual.

Kuroko nunca recordaba su rostro o su voz, solo su tacto: cálido, reconfortante, amable, cariñoso...

El inicio era hermoso: un lago oculto en las profundidades de un bosque, lleno de luciérnagas y donde se reflejaba la luna con una gran belleza.

Un paisaje digno de un sueño junto a una persona desconocida que lo hacía sentirse amado.

Pero el despertar era amargo: debía volver a su monótona y agria vida.

* * *

Sus sueños nunca empezaban igual, pero siempre llegaba al mismo lugar.

Akashi no entendía cómo ni por qué, pero una voz muy dulce y calmada siempre le guiaba hasta ese lago, donde se encontraba cada noche con la misma persona.

¿Quién era esa persona? No lo sabía, pero sus encuentros lograban llenar su corazón de paz, amor, comprensión...

Despertar lo odiaba: nunca recordaba sus sueños, no podía saber quién era esa persona.

Solo le quedaba seguir con su vida llena de lujos, pero completamente vacía a la vez.

* * *

Nuevamente el mismo horrible día.

Tetsuya estaba harto de las penurias por las que su madre le obligaba a pasar.

No era su culpa haber nacido con poca presencia, no era su culpa tener amor por la literatura.

Él simplemente quería crear, seguir soñando incluso despierto, lograr que la gente se perdiera en las palabras que su boca no era capaz de decir pero que sus manos se encargaban de escribir.

Pero eso solo podía hacerlo en sus sueños gracias a esa persona que no conocía ni recordaba: era el único que lo apoyaba, el único ser de su vida que le daba un sentido a la misma.

Aunque claro, Tetsuya no podía asegurar que fuera alguien real, pero su corazón se lo decía.

* * *

La presión por ser el único heredero de su familia era demasiada.

Estaba harto de que le obligaran a hacer algo que él no quería.

¿Por qué debía heredar un negocio que lo único que hacía era que la gente sufriera?

Quería huir de ahí, irse lejos, muy lejos, y nunca volver.

Quería escapar de ese lugar, salir de aquella jaula de oro en la que su padre lo mantenía encerrado.

Pero aquello solo podía hacerlo en sua sueños, sueños donde había encontrado una persona con la que escaparse, sueños donde tenía a alguien que llenaba ese vacío que siempre tuvo en su interior.

Él quería soñar y nunca despertar.

* * *

La noche era el momento favorito de ambos: podían tener la libertad que tanto ansiaban.

Pero la noche no es eterna, y el sueño tampoco: siempre llegaba el amanecer, la hora de dejar el sueño atrás y olvidar a la otra persona, pero no su presencia.

¿Por qué el destino los juntaba en sueños si en la realidad era casi imposible que se toparan?

¿Por qué no podían estar juntos a pesar de su fuerte deseo de escapar junto a la otra persona?

Tantas preguntas sin respuesta que el mismo tiempo se hacía, pero el destino tenía claro lo que quería.

Después de todo, que dos corazones se junten en sueños no implica que no lleguen a juntarse en la realidad.

* * *

Finalmente llegó a su límite.

Había aguantado 15 años siendo el esbirro de su madre.

¿Por qué de un día a otro ella cambió?

Kuroko aún puede recordar como, cuando solo tenía cinco años, hubieron unos días en los que su madre le sonreía con cariño y no con el odio y desprecio que poco después empezó a profesarle.

Ahora, con sus 20 años, al fin había roto las cadenas que lo aprisionaban: había apostado todo por sus sueños, había apostado por las únicas palabras que fue capaz de recordar de su último sueño de parte de la persona con la que había estado soñando durante diez años:

«Escapemos, Tetsuya.»

* * *

Fue casi un milagro lograr burlar toda la seguridad de aquel lugar que era, supuestamente, su hogar.

Pero él no sentía ese lugar como su casa, sino como una prisión, una linda jaula de oro en la que estuvo durante veinte años.

Había roto los barrotes.

Recordaba haberle dicho a la persona de sus sueños que escaparan juntos. Al principio dudó, pero ahora ya no.

No al saber que al fin podría conocerlo.

No tras haber escuchado su nombre con aquella dulce y monótona voz por primera vez en diez años:

«Está bien, escapemos, Seijuro.»

* * *

El destino había sido cruel con ellos en un principio.

No sabían el rostro del otro, pero sintieron una conexión, algo que guiaba sus pasos hacia la otra persona, hacia quien lograría darle la felicidad al otro.

Fue una simple mirada de reojo, pero fue suficiente para reconocerse.

Estaban corriendo en distintas calles, en la dirección contraria, pero solo ese pequeño cruce de miradas fue necesario para saber que la persona que había estado a su lado cada noche en aquel lago estaba ahí, y que no necesitaban soñar para verse.

Los sueños a veces pueden hacerse realidad.

Los sueños muchas veces conectan personas, y esas dos almas fueron salvadas gracias a dichos sueños.

Akashi corrió hacia Kuroko, tomándolo de la mano para seguir huyendo.

No sabían a dónde ir, pero a ninguno le importaba el lugar, porque al igual que cuando dormian, al igual que cuando soñaban, mientras ellos estuvieran juntos sabían que podrían ser felices.

Ellos se complementaban, eran la otra mitad del contrario.

Los sueños unen personas, pero solo si sus corazones están dispuestos a correr e intentar encontrar aquella alma que tanto les hace falta.

17/04/2019 => Dream [√]

Y... ¡Cinna acabó! :"D

Pero mañana empieza la del 2020...

¡¡Esta vez Cinna lo hará a tiempo!! ;^;

Los prompts los subirá Cinna en un rato uwu

~Cinna fuera~