
9
Jeon aún estaba sentado en el piso en la habitación de su hija, paso dos días sin comer ni beber, se dijo que no había nada porque luchar en ese momento.
Fue cuando sintió la puerta principal abrir y su nombre en la voz de uno de sus mejores amigos.
Se quedó ahí, sin inmutarse, pensando dónde más podría estar su hijita, nuevamente una puerta fue abierta, está vez la del cuarto, sus dos amigos estaban ahí.
- ¿Que sucedió aquí?
- ¿Y las cosas de la casa?
- Anne desapareció, se llevó todo, cuando llegue ya no había nada.
- Quizás hace cuánto planeo esto -dijo uno con real molestia- esa bruja, Yung está sensible, las cosas que le dijo, además, se siente culpable de no detenerla de llevarse a Amel.
- Jimin -susurro el otro- no creo que sea el momento.
- Jungkook, Amel no está con Anne -este miro con sorpresa a sus amigos.
- La noche en que viajaste llegó ese sobre a la casa de tu padre -estiro la prueba.
Jungkook lo tomo, no había remitente ni nada que se le pareciera, abrió el sobre espectante, lo primero que vio fue a su hija en una fotografía durmiendo tranquilamente, tenía en su labio una leve herida, su pómulo seguía con un morado casi invisible, y con aquel peluche a su lado, no había duda, era su pequeña bebé.
- ¿La secuestraron?
- Es lo que pensamos, pero no pidieron una recompensa -Jeon miro dentro del sobre y saco la nota.
Era clara y consisa, las palabras justas que ha cualquiera tranquilizaria, excepto porque no había firma y eso le causaba extrañesa.
Ella está bien, la cuidare unos días hasta que quiera ir con ustedes, por el momento, su madre la tiene amenazada y con temor,
por favor, respeten sus deseos, intentaré convencerla cada dia.
Extraño, dudoso, cuestionable.
- Rastrearon a quien la dejo.
- Lo hice My Friends.
- ¿Y?
- Las camaras captaron esto cuando dejo la carta en el buzón -mostro una fotografia.
- ¿Debería ver algo?
- Te dije que no se daría cuenta -murmuro Jimin y ambos amigos sonrieron.
- Ya díganme quién tiene a mi hija.
- Primero, promete que no irás a ver a esa persona.
- ¡Tiene a mi hija!, Podría hacerle algo.
- No le hará nada, Jungkook, la vigilamos un día entero, la cuida bien, jugaron en un parque, la niña se ve bien y sonríe mucho.
- ¿Cómo pueden confiar en alguien desconocido?
- Es desconocido para nosotros, más no para ti.
- ¿Que?
- Kook, te diremos quien es, pero primero, busca a Anne, divorciate, y que no se acerque a Pame, ya leíste la nota, la niña tiene miedo de todo lo que ella le ha hecho.
- Yung dijo que la amenazó con que jamás te volvería a ver. Está con miedo.
- Bien, lo prometo, hablen, ¿Quien tiene a mi niña?
Jimin tomo uno de los brazos de Jungkook, por un momento este creyó que sería como un agarre de palabra, pero al ver cómo deslizo su ropa sobre su tatuaje de mariposa, quedó viendolo fijamente, luego Hoseok tomo la fotografía, y mostró aquel brazo de la persona metiendo el sobre en el buzón, una parte de la ala se veía con claridad.
Solo ahí, cayó en cuenta.
- ¿Cómo puede ser posible?
- No lo sabemos, quizás fue mera coincidencia.
- O bien el destino quiere decirles algo.
- Tu padre la está vigilando día y noche -dijo Jimin metiendo su mano a una pequeña mochila y saco más fotografias- la niña se ve bien, y, digamos que esa chica disfruta mucho de tu hija.
- Incluso supimos que le compro ropa, y preparo un cuarto para ella.
- ¿Cómo lo saben?
- Las personas hablan, claro que a todos les ha dicho que es su hija.
- ¿Su hija?
- Escuchamos rumores, dió la explicación que su tía la cuidaba mientras ella trabajaba, pero como su familiar enfermo la envío de nuevo con ella y comenzó a hacerse cargo.
- La niña se presenta con otro nombre, para eso no tenemos una respuesta.
- Hobi Hyung, necesito que busques a Anne, tienes buenos contactos.
- Lo haré.
- Jiminssi.
- Deja de decirme así, soy mayor -los tres rieron.
- Disculpame con Yung, es una buena chica, me ha ayudado con Amel, y siempre ha estado en lo que necesito.
- Tu no tienes la culpa de lo que hace la bruja esa.
- Volvamos a Corea -tomo los hombros de sus amigos.
- Prometiste no ir a verla.
- Solo de lejos -caminaron juntos- saben lo ansioso que soy, más si se trata de ellas.
- Ajum -fijeron a la vez.
Le había vuelto el alma al cuerpo, tenía tantas preguntas por hacer, acciones que cumplir, tantos abrazos que dar, y saber que ambas razones de vivir estaban juntas por alguna razón, le calmaba en todo sentido.
En Corea, Melia se encontraba en la orilla de la cama de Minnie, la niña había tenido un mal día en comparación de los anteriores, casi no quiso comer, tampoco salir a dar una vueltecita, mucho menos ir al parque para jugar con los demás niños.
La mayor acomodo un termómetro en su frente, el que dió a conocer una alta temperatura, asustada por aquel hecho, tomo a la niña en sus brazos una chaqueta que cubrió la espalda de la niña y así, en zapatillas de descanso salió corriendo por la calle en busca de un taxi o algún alma caritativa.
Un auto color negro disminuyó notablemente la velocidad al ver el desespero de la mujer, bajo la ventanilla del carro y con solo cruzar miradas ella subió de inmediato.
- ¿Dónde la llevo?
- Hospital central de Busan -dijo viendo la pantalla de su teléfono y lo llevo a su oído- Jinnie Oppa, necesito que me esperes en urgencias -dijo con un tono entrecortado por la desesperación.
Al dar un poco de información por el teléfono corto la llamada, cruzando miradas con quién conducía.
- ¿Que edad tiene su hija?
- Llame a su jefe, Jungkook necesita dar información personal de ella, yo no sé nada.
Este no le quedó más, tomo el teléfono, acomodo un ouricular en su oído y espero la contestación de la llamada.
- Señor, la niña está enferma, vamos al hospital de Busan, envíen a Yung -y corto la llamada para luego acelerar la velocidad.
- Apresurece por favor -dijo ella y el hombre miro por el espejo, le asombraban las lágrimas que ella expresaba, solo fueron unos días que estuvo con la pequeña y ¿ya se había encariñado?
Escondiendo las preguntas y dudas aceleró un poco más, hasta que llegó al fin a la urgencia.
Un hombre de bata blanca esperaba con una camilla y dos enfermeras, La mujer bajo con prisa y con cuidado la recostó, acariciando su mejilla y besando su frente.
- Oppa -le dijo al doctor con una mirada suplicante.
- ¿Quien es? -comenzaron a caminar.
- La encontré hace unos días, en un callejón, tenía frío y un golpe.
- Por dios, Pame... ¿Taehyung lo sabe? -simplmente cruzaron miradas- Ese niño tendrá que escucharme... ¿Comió algo extraño? -reviso sus signos vitales.
- Comimos lo mismo, está mañana comenzó con vomitos, no quiso comer en todo el día y hace unos momentos comenzó la fiebre.
- Dijiste un callejón, quizás agarro algún virus, ¿Había algún bote de basura?
- Si, era tarde, no sé cuánto tiempo estuvo ahí, pero al llegar a casa, comió más de lo que creí que podría comer.
- Probablemente se alimento de algo por ahí, no dudaría que incluso haya bebido agua sin destilar.
- Oppa, debes salvarla, si algo le pasa...
- ¡Amel! -gritaron con fuerza y el corazón de ella casi de detiene, una muchacha paso por su lado directo a la camilla donde la nena se escontraba, acariciando su cabeza.
¿Esa mujer seria su madre?
¿Y si lo era, como reaccionaba de esa manera luego de todo lo que le hizo o dijo?
La razón de Melia se esfumó en ese momento y muy molesta agarro del brazo de la chica quitando a un lado e interponiendose con la niña.
- ¿Pam, que haces? -murmuro el doctor.
- Lo siento -dijo la muchacha- el señor Jeon me envió, mi nombre es Park Yung, soy amiga de Jungkook, lo ayudo con el cuidado de Amel.
- ¿Amel?
- Dijiste que su nombre es Minnie -volvio a murmurar el doctor, la chica saco documentos de su bolso entregándolos a los profesionales- Jeon Pamela -ella miro de reojo los documentos, Jk cumplió con su palabra, tuvo una hija y le llamo como ella, lastima, que era hija con otra
- Amel sufre de hepatitis A, ella no lo sabía.
- ¿Cómo la contrajo? -pregunto Jin.
- Su madre Anne también la tenía, imaginamos que la contagió -Melia camino saliendo de urgencias.
- Hereditario -confirmo el doctor
- Ella es... -miro a la chica como se iba con lágrimas en los ojos- es adoptada, se suponía que con medicamentos se mantendría a salvó pero...
- No los recibió porque estaba con Pam.
- Por favor -se inclino a el- su padre no está en el país, su madre mucho menos, pero tratela como es debido y será bien compensado.
- De todas maneras lo haría, mi amiga me necesitaba, ella la cuido bien.
- Lo sé, entre los papeles están los exámenes y todo lo que necesite.
- Le avisaremos cualquier cosa.
Cuando la conversación termino, Yung fue en busca de la chica, por más que vio en diferentes direcciones no la encontró, solo a los guardias que fumaban a la lejania de las puertas mientras hablaban entre ellos.
Pame tenía un nudo en su garganta que no quería soltar aún, en tan poco tiempo amo a esa niña, a la hija del amor de su vida, una hija que tuvo con otra mujer, una niña tan adorable que, una vez más, imaginaba un futuro con ella más extenso.
Ella no es así, nunca pensaba en un futuro, nunca se proyectaba, para ella, el pasado estaba muerto, el presente vivo y el futuro incierto, vivía cada día como único, pero...
Jungkook es un pasado que no podía morir, lo ama tanto que recuerda todos los días la manera en la que se conocieron, las promesas que se hicieron y como se amaron tanto que aún vivía ese sentimiento en su corazón.
Amel fue su presente que creyó poder sanar un dolor que la carcome.
Y con ambos, se veía en un futuro totalmente incierto que sabía nunca llegaría, pero con solo imaginarlo, era totalmente feliz.
Al llegar a su casa, miro la alcoba de la niña y al fin, se desvaneció su fuerza, no pudo más contener el llanto, jamás sería feliz como alguna vez le prometió a su madre, jamás sería feliz como Jungkook le prometió.
Maldito sea el destino, maldito el tiempo, malditas las circunstancias que la llevaron a ese entonces.
Maldita su existencia y las fuerzas con las que amo, maldito el hilo rojo que no entendía que su amor ya era feliz y no sé desahacia o cortaba como en las novelas o series.
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