- Esto es una locura, Papá.

- Es un matrimonio, Jungkook, todos deben casarse algún día.

- Si yo me caso será por amor, y creeme, si está en mis planes pero no con ella.

- ¿Con la niña de la heladería?

- ¿Me estuvieron siguiendo?

- Por supuesto que si, eres nuestro hijo, debíamos saber porque cambiaste tanto y en tan poco tiempo.

- Entonces sabrás que es con ella con quién quiero pasar mis días.

- ¿Eso tiene futuro?

- El futuro está en mis manos, lo amoldaré a lo que yo quiera.

- Bien... Ahora convence a tu madre, por mi no hay problema, aunque la chica sea de una clase social baja, es una buena chica.

- Lo haré, papá... Gracias.

Salió decidifo a entablar una conversación con su madre, ama a aquella chica y nada ni nadie lo haría cambiar de parecer.

- Mamá -la interrumpió en su despacho

- No está en discusión -advirtió ella.

- Mamá, esa niña no me interesa, que te quede claro, ni para algo pasajero ni para que sea permanente, soy el escritor de mi propio destino.

- ¿Y que?... ¿Te irás a caso con esa niña que no vale la pena?

- No te atrevas a hablar así de ella, soy capaz de...

- ¿De que... Jungkook? ... O pretendes trabajar con ella ahí para vivir el resto de tus días... Estás acostumbrado a otra vida, una que ella no te dará, una que tú no podrás alcanzar.

- El dinero no lo es todo.

- Pero tampoco se puede vivir de aire y amor. Quieres irte con ella, estás en toda la libertad, pero cuando te des cuenta que eres más que una carga yo no estaré para salvarte, no has querido estudiar, te la pasabas de fiesta en fiesta, nunca te dijimos algo contra ello, pero, mientras vivas bajo mi techo harás lo que yo diga y lo que te digo, es que te casarás con Anne, viajaras a España y estudiaras.

- ¡Esto es una locura!

- Locura o no, sabes que tengo razón, o en este momento estarias empacando tus cosas -se levantó con calma y camino hacia su hijo- Repitelo Jungkook "Esa niña no te interesa, no es un amor verdadero solo algo pasajero y sexual, te casarás con Anne y te irás de Corea"

Jeon miro los ojos verdes de su madre asombrado de sus palabras, empuñó sus manos y soltó las lágrimas dolorosas, un nudo se formó en su garganta, y no espero a que su madre entendiera.

- Amel no me interesa, es solo algo pasajero y sin futuro, solo la quería tener para mis deseos y lo cumplí, me casare con Anne y me iré de Corea -un silencio incómodo se formó entre ellos, la verdad, su madre no espera oír esas palabras, Kook dio un paso atrás- Pero la verdad, madre, es que amo con locura a esa niña, y si lo dije es solo para que vieras y escucharás el dolor que causa en mi. No me separas de ella, si es necesario me iré de casa, buscaré un trabajo en lo que sea sin tu ayuda ni la de papá, y la haré la mujer más feliz de este mundo... Que te quede claro.

La presencia imponente de su hijo dejo el salón en el que se encontraban, creció y todo por aquella chiquilla con la que salía, ya no era su bebé al que podría manejar a su antojo y su vida se repetía en la vida de Jungkook.

Si esposo entro al despacho y sonrieron juntos, este la abrazo con cariño y beso su frente.

- Se parece a ti -dijo ella recibiendo el cariño.

- Te convenció.

- No le haremos lo que hicieron tus padres y los míos Yeobo, si quiere ser feliz con esa niña lo dejaremos.

- ¿Segura?

- Mi hijo no puede pasar la desdicha que tuvimos, y si se equivoca estaremos ahí para él.

- Hablaremos con los Coven mañana en la cena -caminaron hasta la puerta y y salieron de la oficina.

Para la mala suerte de ellos, Anne estaba escondida en el baño privado de esta sala, oyendo toda la conversación de principio a fin, no solo eso, por alguna razón, grabo cada palabra.

La sangre le hervía, no permitiría que alguien le arrebata a tan hermoso muchacho, mucho menos que el la rechazara de esa manera, no había hombre en la tierra que le dijera un "No".

Jungkook miraba atento el edificio de Amel, su ventana, no sabía cómo sacaría de esa situación, lo único claro era que nada ni nadie lo separaría de su chica, el la eligió para amar, la eligió como amor de su vida, como su destinada y sus sentimientos le correspondían a cada promesa.

- Kookssi -escucho detrás de él, al girarse ella venía llegando con una bolsa y muy abrigada.

- ¿Que haces afuera tan tarde, amor?

- Me dieron ganas de comer Ramen picante -Kook sonrió esperando como se acercaba a él

- Tu no soportas el picante -la tomo de sus mejillas.

- ¿Que haces aquí?

- Quería verte, cada día siento que no puedo estar más sin ti.

- ¿Quieres quedarte?

- Compraste Ramen suficiente.

- Tengo de pollo en casa, podríamos mezclarlo.

- Es una buena idea -beso sus labios delicadamente y juntos caminaron al interior del edificio.

Amel noto algo extraño en su rostro, una molestia que no podía ocultar, o un brillo que faltaba en sus ojos, incluso podría ser el silencio que estaba en la casa mientras cocinaban juntos, se perdía en sus pensamientos y eso ella lo noto, aún así, no quiso hacer preguntas, respetaba mucho al muchacho y si era necesario le contaría que le pasaba.

Cuando sirvieron los fideos, Jungkook miro su plato mientras ella comía viéndolo, no le gustaba verle así, fueron pocas las veces y la mayoría de ellas era por causa de sus padres.

Sin que se diera cuenta, Amel se levantó de la silla y lo abrazo de su espalda, sobre sus hombros, Kook acarició sus brazos y beso su mano.

- Amel -murmuro.

- Dime

- Cásate conmigo -aflojo un poco el agarre de su pecho- Te amo, me amas, y como ya dije, no soporto la idea de tenerte lejos de mi

- Jungkook, debes saber que...

- Pero -interrumpio- si nos casamos, no tendremos nada más que al otro, mis padres... Ellos no nos apoyan -se giro a ella- Nunca en mi vida he trabajado, nunca en mi vida he tenido que sobrevivir solo, iré a una empresa de cazatalentos, cantaré y te mantendré, será difícil al principio, pero si nos amamos podríamos.

- Jeon -Kook se detuvo con miedo- ¿Crees que estoy contigo por el dinero? Digo... cuando te conocí no sabía de la corona sobre tu cabeza -ella comenzó a llorar y bajo su mirada- nunca te he pedido nada, nisiquiera conocer a tus padres, aunque las ganas de que me presentarás como tu novia nunca faltaron, sabía que ellos me rechazarían pero... Que me estés diciendo esto, me dice que te hicieron dudar de mis sentimientos hacia ti.

- No, amor -levanto su mirada- ellos no saben de tu existencia, solo soy yo y mis complejos de niño infantil y muy inseguro -limpio sus lágrimas- lamento no darte el lugar que mereces.

- Mejor comamos y olvidemos lo dicho, es mejor así -volvio a su lugar y comenzó a comer sin levantar la vista.

Jungkook hizo lo mismo, no decirle lo sucedido, era lo mejor en el momento, o todo se complicaría.

Recostados en la cama uno abrazado al otro pensaban en las palabras fichas, ojalá y esa propuesta fuera cierta, ojalá y ella hubiera respondido afirmativamente.

Por la mañana Amel se levantó en silencio, preparo el desayuno, comió y dejo el resto servido en la mesa para cuando Kookssi despertara comiera, lo dejo dormir y se fue al trabajo

- Buenas tardes, mi nombre es Pame, está tarde tomaré sus pedidos, ¿en qué puedo servirles? -sonrio a aquella chica que la miraba fijamente- disculpa...

- Te odio -le dijo mientras sacaba su teléfono del bolsillo.

Pronto escucho la voz de la que era su novio por las bocinas.

- Amel no me interesa, es solo algo pasajero y sin futuro, solo la quería tener para mis deseos y lo cumplí, me casare con Anne y me iré de Corea -escucho con claridad, su corazón era roto en mil pedazos, la vista se nublo por las lágrimas y simplemente quería desaparecer de ahí, trago el nudo y sonrió falsamente.

- ¿Eres Anne?

- Soy la novia de Jungkook, te metiste entre nosotros y solo eres algo pasajero, ya lo oíste.

- ¿Que quieres?

- Solo quería que supieras la verdad y dejes de meterte entre nosotros.

Ambas se vieron fijamente, la modelo sonrió ante las lágrimas que no puedieron sostenerse más tiempo en sus ojos y se alejó de la fila en la que estaba, Pam limpio su rostro y siguió trabajando como si nada pasaba, con un corazón dolido y lleno de odio.

Cayó tan fácil en esa mentira, las promesas solo fueron un paso para cumplir el propósito de Jungkook, todo parecía tan real, y el castillo en el que se sentía con Jungkook fue derrumbado en solo unos segundos.