Sus días siempre fueron monótonos y pacíficos. Viviendo dentro de su fantasía decidió ignorar el exterior, sin embargo, desde el día que tuvo aquella charla su propia utopía se distorsionó. El mundo exterior llamo su atención y sus interacciones con el diablo se volvieron mas comunes al punto de conversar siempre que la venia a ver. Aprendía cosas nuevas y llego a conocer el mundo mediante el propio Kcalb.

Este le enseño a leer y escribir y el hecho de que ella jugara a adivinar las palabras de los libros desde antes hizo el proceso mas rápido y facil de digerir. Decidió comenzar con leer los libros que poseía pero nunca llego a usar correctamente; estos contenían fabulas, descubrimientos e historia. Gracias a estos logró aprender mas a fondo sobre tanto su mundo como los demás. A pesar de que estos tuviesen muy escasa información (siendo esta solo lo básico) era suficiente para hacerle sentirse satisfecha.

Silhouette nunca fue una niña caprichosa. Crecio siendo conformista, llegando a vivir e apreciar ese aspecto de ella. Sin embargo, entendía que eso no podría considerarse sano por mas desinteresado que pareciera. Así que por su propio bien, decidió educarse a si misma para poder dar mas de si.

Cuando ella leyó todos los libros que poseía, no hubo necesidad de pedirle a Kcalb por más. Pues antes de que la idea cruzara por su cabeza,  Kcalb ya iba un paso delante de ella. Le regalo mas libros, e incluso había veces en las cuales Kcalb leia para ella y sus amigos, incluso llegando al punto en donde los papeles se invertían y Kcalb se volvía el espectador.

Su deseo por saber más fue lo que le motivo a seguir investigando y explorando más a fondo. Descubrió leyendas, aprendió sobre la jerarquía, investigo sobre las criaturas e imagino las villas. Estuvo tan centrada en aprender mediante libros que olvido la alternativa de poder vivir la experiencia en lugar de depender de su imaginación. 

Las personas ya sabían sobre la pequeña, sin embargo, el que nunca haya sido vista fue un gran contradecimiento. Incluso se llegaron a crear disparates tomando la existencia de la pequeña como un simple mito.

Nunca se le vio dejar el castillo y los que trabajaban dentro de este afirmaban no haberse encontrado con un infante. Sin embargo no podían simplemente tachar a la pequeña de ser solo una creación, pues el simple hecho de ver a su dios viviendo en el mismo castillo que el diablo era cosa difícil de creer y debía de existir una razón.

Nadie nunca se atrevió a preguntar sobre si tenían un hijo u hija. Pues siempre que el mínimo detalle relacionado con ese tema se era expuesto, el diablo no reaccionaba tan amigablemente y su dios simplemente ignoraba el tema.

A pesar de que su monocromática vida dio un notable cambio para bien, esto no quería decir que las cosas lo fueran. Afuera de su cuarto el escándalo era cada vez mas estruendoso. Desde simples gritos a ahora disputas y lo que parecía ser destrucción del castillo.

Por este tipo de situaciones, agradecía estar bajo la protección de sus negras paredes. Podía escuchar explosiones, gritos, jadeos e infinidad de cosas no tan agradables.

Incluso podía afirmar que había logrado escuchar claramente la palabra "guerra" múltiples veces, y según los libros, eso no daba buena señal.

Haciendo oidos sordos del escándalo fuera de su cuarto,  Silhouette leia en voz alta para sus amigos, su voz resonado dentro del cuarto. Los animales de felpa junto con las muñecas de los angeles y demonios se encontraban sentados frente a ella, siendo únicamente Dialo la excepción, pues esta se encontraba su regazo. Todos ellos hacían compañía a la peli blanca jugando el rol del público

Su relato sobre las estrellas fue interrumpido por un par de suaves golpes a su puerta, la pequeña bajo el libro para recibir a su visita. El diablo entro al cuarto, esta vez con manos vacias y una peculiar capa negra sobre sus hombros. Eso era curioso.

— Buen día señor Kcalb – saludo cordialmente, con Dialo ahora entre sus brazos y el libro descansando en su regazo. El contrario saludo de vuelta — ¿Porque lleva esa apariencia? ¿Ocurrió algo afuera? – Kcalb suavizó su mirada y se mantuvo en silencio.

—Necesito que respondas algo.– Mencionó, Silhouette quedo en silencio. —¿Tu deseas... salir al exterior?– La pequeña parpadeo incrédula para poco después bajar la mirada por un momento, confundida. Eso definitivamente le había tomado desprevenida. Se tomo su tiempo de pensar sus palabras antes de responder mientras que el contrario guardo silencio, esperando pacientemente.

— He de admitir que llama mi curiosidad sin embargo no... creo estar lista. –Declaro la menor cerrando el libro para después dejarlo de lado, clavando la mirada en la muñeca que descansaba en su regazo espero que su respuesta fuese coherente, el diablo solo observo por un corto tiempo para después cerrar sus ojos, asintiendo suavemente.

— Entiendo. – Silhouette levanto su mirada, dirigiéndola al mayor, y no puedo evitar sentirse nerviosa de la posibilidad de haber cometido un error. Kcalb notando eso añadió; — No hay de que preocuparse, solo era curiosidad. – Intento consolarle, finalmente entrando a la habitación y , asegurándose de cerrar la puerta, se dirigió hacia donde la peliblanca. Al llegar junto a ella se sentó en el suelo junto a ella y tomando a Froze entre sus manos le acomodo en su propio regazo.

— Ya veo.– Hablo ya mas tranquila. Kcalb alcanzo el plato de galletas acercandolo mas hacia ellos, Silhouette aprovecho esto para tomar una. — Ah, – Exclamo, justo antes de poder morder el bocadillos, bajando su mano con lentitud observo al diablo — Froze estaba ayudando a Yosafire a reunir manzanas para el pay de Dialo, ¿le gustaría saber que ocurrió?– Curvando sus labios, Kcalb asintió.

—No omitas ni un solo detalle.