7- "Nostalgia"
——Narra Alya——
—Ya deben de estar al llegar. Compré papitas —dice Edgar acomodando la sala para los invitados.
—¿Por qué te esmeras tanto? —cuestiono al salir de la habitación con mi pijama y todo el pelo alborotado.
—¿En serio dejarás que te vean así? Jesucristo. Quítate la pijama y anda a ponerte algo decente —su mirada de sorpresa me hace fruncir el ceño. ¿Qué? ¿Está viendo a un demogorgon?
—Ni que ande desnuda, es ropa cómoda —le resto importancia y dirijo mi vista a la mesita frente al sofá llena de confituras y bebidas. ¿Esto es un cumpleaños o qué? Solo falta el payaso, ah, si, tenemos un Edgar que es más o menos lo mismo. Un payaso religioso.
—Dime ¿tú te harías amiga de una tipa que te recibe en pijama y toda desaliñada? —responde sentándose.
En contra de mi orgullo siento algo de vergüenza, haciéndome bajar la cabeza para observar mi pantalón negro con estrellas. Así que voy a la habitación a ponerme algo más decente y recoger mi cabello en una coleta. Miro mi reflejo en el espejo.
Me pongo un pullover morado, dejando descubiertos mis brazos llenos de cicatrices que sanaban. Miro mi muñeca izquierda, la más afectada, tenía una marca que nunca sanó, de la primera vez que lo hice...
4 años antes
Acurrucada entre mis sábanas mirando al techo, me puse a pensar, ¿esto me hace feliz? No.
Mi vida era una puta partida de ajedrez, y yo estaba constantemente poniendo a los demás en jaque, negando rotundamente que la primera que estaba en tal posición era yo.
Jaque; amenazada a morir, pero aguantando para no hacerlo.
Mi pecho dolía, me dolía cada vez que pensaba en lo miserable que era todo. Dolía cada vez que dejaba llorando a alguien que perdía, dolía cada vez que el profesor me miraba con su sonrisa espeluznante, dolía cada vez que agarraba una pieza.
Entonces... ¿cómo compenso este dolor?
Sin pensarlo más me levanté y busqué el cutter con el que sacaba punta a mis lápices. Miré el brillo de la cuchilla y luego mi muñeca izquierda.
¿Podría ese dolor hacerme olvidar?
Me senté en una esquina de mi habitación, el piso frío helaba mis pies, pero sin molestar tanto. Seguí observando la cuchilla y pensé:
«A los soldados en las guerras cuando le sacaran una bala le dan un pedazo de madera a morder para que el dolor de los dientes presionando compense el dolor de sacar la bala.»
Solo que aquí el ajedrez era la bala, y la cuchilla el trozo de madera.
—Agh —mordí mi labio observando cómo la cuchilla abría mi piel lentamente, dejando salir gotitas de sangre. Una lágrima se escapó de mi ojo.
Esto es una locura.
Solo empeoraré las cosas.
Duele.
¿Por qué no puedo rebelarme?
Porque soy cobarde.
Duele.
Al final sólo busco la aprobación de mis padres.
Mi muñeca duele.
Arde.
Ya había terminado el corte y me di cuenta de que mi objetivo se lograba. El dolor de la muñeca me hacía olvidar el dolor de mi pecho.
Pero por poco, porque si hay una prisión de la que no se puede escapar; es la mente.
—¡Bienvenida! —sentir la voz de Edgar me hace reaccionar y rápidamente me coloco un suéter a rayas grises y blancas para cubrir los brazos y por encima el pullover morado.
Toda una e-girl, pf.
—¡Hola! —veo a Rosario desde la puerta —¿Ustedes son novios? Es genial que puedan vivir juntos.
—Somos primos —digo por inercia tomando un refresco de la mesa. Edgar me lanza una mirada juzgadora. Oh, ya veo, mentir es un pecado en su religión. Seguro que es el típico santo.
—¿En serio? Pues no se parecen en nada —dice Rosario haciéndome escupir un poco del refresco que bebía de vuelta a la lata. ¿Tan rápido descubrió la mentira?
—Ella es un tarro en la familia —me señala el chico. ¡Pillo! Santo un pepino, aunque acepto su venganza.
Sentimos el timbre sonar y Edgar va a recibir probablemente al pelinegro que falta. Entonces Rosario se acerca a mi lo suficiente como para susurrarme algo al oído:
—¿Me ayudas con tu primo?
¿Qué?
—Está flaco, pero tiene buen culo, me gusta —susurra entre risitas. Oh demonios, ¿ahora yo trabajo de Cupido? ¿Y quién se fija en el culo de los chicos?
Rosario.
—Buenas —saluda con su voz ronca afectada por las hormonas el chico de cabello negro. Walter se llama, creo.
Edgar se tira en el suelo recostando su espalda contra el sofá y el otro chico se sienta en un butacón.
Rosario trastea su celular atrayendo mi atención. Todo en ella grita glamour, pero no del tipo extra elegante como millonaria especuladora, no, hay algo en Rosario que te obliga a verla como una modelo de Gucci. Y yo, mientras tuviera tres prendas oscuras para disimular los rollitos al sentarme todo perfecto.
Ella parece ese tipo de chica que se vería bien hasta con una bata de su abuela si posa, y yo, era ese tipo de chica que si se ponía la bata de la abuela la acusarían de ser Sadako, la niña del pozo de la película de terror japonesa.
—¿Ideas? —pregunta Edgar sorbiendo de su lata.
—Una obra de tea...
—Una coreogra...
—Teatro —interrumpió Rosario a Walter como venganza de que él la haya interrumpido antes.
—¡La canción de Mateo! —exclama Edgar burlándose y no puedo evitar contener la risa.
—¿Vamos a aprobar cantando una canción de una polla voladora? —Rosario intervino meneando la cabeza de un lado a otro y la increíblemente aceptable voz de Edgar me sorprende.
—Mateo, uhh, Mateo, uoh, ¿quieres volar? Uhh, oh, uoh, ¿Crees que no puedes? Oh Mateo, no importa el tamaño...
—Chicos concentrémonos — Walter regaña haciendo bufar a la morena, ella lo estaba grabando con su celular para un estado de WhatsApp.
—Veamos Joker , he estado esperándola desde hace mucho. Parece ser interesante la película. —propone Edgar encendiendo la televisión.
What? ¿Y el proyecto?
—Okay —acepta Rosi.
Busco la mirada de Walter para ver si al menos alguien está en desacuerdo cómo yo. Pero parece importarle poco ver una película en vez de hacer el proyecto.
—Ehm, lamento ser la aguafiestas pero, ¿no deberíamos ponernos a escribir un borrador?
—Necesitamos inspiración hermana, somos artistas —se excusa Edgar pasándome un paquete de papas y cierro la boca. Bueno no, porque la abro para comerme una papita, pero se entiende.
Me paso todo el rato pegada a un paquete de papas que se terminaron a los dos minutos de la película cautivándome con el exagerado contenido de aire.
En serio, si juntáramos cinco paquetes de papas tenemos suficiente aire como para hacerle competencia al ventilador de La Rosa de Guadalupe. Que te sale con brillito y todo.
Miro a mi lado y Rosario no se despega de su celular, ¿esa es la emoción que tenía por ver la película? Me di cuenta de que de vez en cuando tomaba fotos a la pantalla y los ponías de estados en WhatsApp tipo: "Mood" "Pobre Joker, lo amo" "Típica de martes" ¿En serio? ¿Todos los martes ve la misma película?
Al finalizar el filme Edgar enciende las luces y comienza a recoger los paquetes de chucherías, lo ayudo por cierto, como buena anfitriona.
—¿Se inspiraron? —pregunto.
—Si, ya se de que haremos el proyecto —dice Walter acaparando toda la atención. Suelta con ironía —. Nos disfrazaremos de payasos y disparamos a los jueces. Pero bailando y cantando como un musical.
—Me gusta —comenta Rosario haciéndome soltar un "¿Eh?" — Pero quitando lo del payaso y el disparo.
—Podemos contar una historia haciendo cada uno lo que le gusta —dice Edgar con una mano en su mentón pensativo —. Puedo comenzar cantando el inicio de la historia, luego entra Rosario y actúa como la protagonista, Walter sale bailando y actúa junto a la chica mientras que de fondo Esperanza irá pintando y al final de todos muestra su pintura.
Bueno, el cerebro del Santo vengativo trabaja.
—Díganme Rosi—añade dicha chica— Me parece bien eso, pero debemos organizarlo. No tendremos un escenario. ¿O si?
—¡Preguntemos eso al profesor mañana! —dice Edgar —Listo, el repaso de terminó, descansemos.
—¿Descansar? Si lo único que hemos hecho es ver una película —se queja Walter y agradezco a Tutankamón que exista una persona racional entre nosotros.
—Pero yo generé la idea del proyecto y con eso es suficiente por hoy, mis talentosas neuronas se estropearán si las uso muy seguido —se justifica el del cabello pintado de rubio, rascándose la cabeza. ¿Tendrá piojos?
—Que pocas neuronas tienes entonces —ataco y me retracto al milisegundo. Edgar me ignora. A veces me siento como un fantasma, lo que sea que digo pasa por alto casi siempre.
—Me encargaré de crear la trama de la obra. —dice Rosi colocando una mano en su cintura —. Soy bastante buena creando historias, tengo una cuenta de Wattpad, síganme como...
— Si la historia es acerca de Mateo te amaré.
—Oferta tentadora, pero no. No será de una polla voladora. —Rosi le guiña un ojo y cambia la vista a su celular nuevamente —¿Qué es esto? —todos la miramos confundidos y ella parece notarlo porque explica —En el Instagram de la Academia hicieron una publicación enorme en contra del suicidio, espera... —desliza su dedo por la pantalla. —oh, al parecer está en modo campaña preventiva, un chico se mató hace meses al parecer. —Walter suspira.
Un escalofrío recorre mis entrañas. Suicidio. Esa idea nunca había pasado por mi cabeza y nunca pasaría. A pesar de haber vivido emociones horribles, de haber cometido el error de auto dañarme añorando alivio, nunca me suicidaría. Eso sería algo increíblemente egoísta.
Los chics se marcharon, antes intercambiamos números. Eran como las ocho de la noche, por lo que me vuelvo a poner la pijama y me acuesta en la habitación con mi celular.
Abro Instagram queriendo verificar la publicación que había comentado mi compañera. Y efectivamente, allí se encuentra.
Habían un montón de frases motivadoras en contra del suicidio. Leí los pedazos que captaron mi atención.
«Fija tus ojos hacia adelante en lo que puedes hacer, no hacia atrás en lo que no puedes cambiar.»
«Lamentablemente miles de jóvenes a diario se rinden en la batalla de la vida, teniendo todo un camino por delante. Tal como expresó Ramón Gómez de la Sierna: Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.»
«Si sufres depresión busca ayuda inmediata, no te estanques. Por muy larga que sea la tormenta el Sol siempre sale entre las nubes.»
«Bla bla bla...»
«Citemos a Pablo Neruda: No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro. Acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.»
¿Qué tan horrible fue la muerte de este chico para poner a toda una academia a reflexionar?
Nota de autora:
Una pregunta: ¿Con cuál personaje te sientes más identificadx?
Y si no te sientes identificado con ninguno, vete de aquí. Pd: (NOOO NO TE VAYAS SI TE VAS EL AYUWOKI TE VA A APARECER EN SAN VALENTÍN Y SE VA A DECLARAR A TU CRUSH Y TÚ CRUSH LE VA A DECIR QUE SI)
Y si se aparecieron aquí nada más que por el misterio, awanta, falta poquito. Tienes que conocer a mis bebés primero y tienes que leer detalles que vas a ignorar y al final de la historia dirás WHAAAAAAAT?!
Publicaré este cap y el siguiente :3. Baia baia es que no puedo esperar por llagar al misterio.
Avances:
La vida a veces no es como queremos, pero aún así, debemos de quererla.
¡Hagamos THE BEST FIESTEICHON EVER!
¡No se pierdan el capítulo 8- "Euforia"!
Si se lo pierden Pepa Pig los va a violar.
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