2- "Adiós, infierno"
——Narra Alya——
—Rápido, rápido —susurra Dante desde la puerta de mi habitación —. Ya es tarde. ¡Recuerda que son casi cuatro horas de viaje y no llegarás tarde a tu primer día!
—¡Shh! Baja la voz —le recrimino —. Te pueden escuchar. —cierro mi maleta con todo lo necesario dentro.
Pongo una almohada debajo de mi sábana para que mis padres piensen que soy yo y gane un poco de tiempo. Salgo corriendo detrás de Dante cerrando las puertas con seguro y al estar fuera de casa la observo por última vez.
—Adiós, infierno. —hice un gesto de despedida con la mano y me subí al auto de mi mejor amigo con la maleta.
Suspiro profundamente con la adrenalina corriendo por mis venas. Esto es una locura. Es una maldita locura. Saldría de mi zona de confort, algo que me aterra, pero cuando pienso en que si me quedo de brazos cruzados nada cambiará, me motivo.
Igual, si me atrapaban, no tenía nada que perder.
Dante enciende la radio y comienza a sonar "Señorita" de Camila Cabello y Shawn Mendes. Doy una pequeña sonrisa, respirando abiertamente.
—¿Cómo te sientes? —pregunta el chico sin desviar la mirada de la carretera.
—Bien, supongo. —respondo desde el asiento del copiloto. Apoyo mi cabeza en mi brazo recostada a la ventanilla del auto. Las luces de la calle pasan a una gran velocidad, siendo lo único que resalta en la vista de madrugada.
Hoy mismo llegaría a instalarme para ir a la academia, no teníamos mucho tiempo a favor, se nos acumularon las cosas. Así que cierro ligeramente mis ojos, dispuesta a descansar, pero la voz de Dante me lo impide.
—I love it when you call me Señorita. —canta el chico cuando llega el estribillo.
—¿Tú, Señorita? —le interrumpo bufando.
—Canta conmigo, Beyoncé— refunfuñó. —. But every touch is oh la la la.
—Is true la la la. —continúo con una leve sonrisa.
—Ohh I should be running, ohh you keep me coming for ya. — cantamos al unísono.
Al darme cuenta había pasado poco más de media hora y nosotros cantando como borrachos por el camino. Pongo en modo avión mi celular para evitar todo tipo de llamadas, pero caigo en cuenta de que podrían rastrearme.
—Debo romper el chip del celular, ¿no? —preguntó sacando la tarjetita del móvil. Él asiente y hago fuerza intentando partirlo en dos, pero es muy duro. ¡Madre mía! ¡¿A quién se le ocurre hacer estas cositas tan duras?! Tal vez para evitar que la gente se fugue fácil, oh Dios mío. ¡Me van a encontrar!
Me sobresalto cuando Dante quita de mis manos el chip y lo lanza por la ventanilla.
—¡No! Si no se rompe pueden rastrearlo. —le reprimí.
—Se romperá en cualquier momento, hay muchos autos pasando ahora por la carretera. Además si llegan a rastrearlo está a tres horas de camino de ti. —dijo y decido confiar.
Cierro los ojos recostándome al asiento. Son las tres y algo de la madrugada y no he dormido nada, debo hacerlo si no quiero parecer zombie en la academia.
Si me decías que estaría viviendo esto días atrás me hubiera reído en tu cara y te haría bulling por el resto de mi vida, pero es real.
Dante es lo mejor que me ha pasado, desinteresadamente me lleva a cumplir mis sueños. El pobre se tendrá que regresar una vez me deje, casi ni dormirá.
—Por cierto, esta será la última vez que nos veremos en mucho tiempo. —dijo sacándome de mis pensamientos. Me restriego los ojos y caigo en cuenta abriéndolos como círculos.
—¿Qué? ¿No vendrás a visitarme?
—No puedo, se supone que estoy en Estados Unidos rodando una película, ayer debía viajar pero se me hizo tarde. Ya hoy iba a la capital para salir de viaje y de paso te traje. — ¡Maldito matapasiones! Yo aquí pensando que era importante para él sacrificarse por mis sueños y solo me trajo porque estaba de paso. Igual no me iba a quejar en alta voz aunque quisiera, por lo que solo asiento. Probablemente me mande a la mierda si me revelo.
Miro por la ventanilla resignada. Esta vez nada interrumpe que me entregue en los brazos de Morfeo cayendo dormida.
—¡Vampira! ¡Vampira! —siento a Dante tocando mi hombro y abro los ojos de golpe. —¡Ya estamos en la capital! Y acercándonos a la
AISA, que está muy cerca del aeropuerto para mi conveniencia.
Me froto los ojos y rápidamente miro por la ventana. Mala idea, la luz del Sol me torturó.
—¡Ahh que asco! ¡Sol! —dramatizo haciendo muecas.
—Vampira.
—¡Vampiresa! —le grito. Ya harta de corregirle, tiene que hacerlo para molestarme porque no creo que alguien sea tan tonto como para no recordar cómo se dice.
Una vez recupero mi visión puedo observar lo deslumbrante que era la capital. Los edificios tenían un aspecto moderno, miles de personas caminando de un lugar a otro. Cuando avanzamos un poco más vi una enorme edificación color gris casi negro.
—¿Ves ese edificio? Es la academia de artes. —lo señala Dante haciéndome brincar de la emoción. Pude ver que un gran letrero ponía "AISA" en el frente.
—¡Qué hermoso! —grité— ¡Es colosal!
—Si, en la misma academia están los edificios correspondientes a cada manifestación del arte. Las siete están ahí, desde cinematografía hasta literatura. —me explica ilusionándome más todavía. Ya habíamos pasado la academia e íbamos camino a mi nuevo hogar.
Dante se adentró en el estacionamiento de un edificio que quedaba a sus cuadras aproximadamente de la escuela. Podía llegar caminando.
—¿Es aquí? —pregunto.
—No, es solo que vine a estacionarme a contemplar las marcas de moho del techo. —dijo con sarcasmo haciéndome bufar.
El edifico era bastante rústico comparado con los demás que vi. La decepción, pero bueno peor es nada. Era de color amarillento, en el interior una pequeña recepción donde Dante saludó a la señora que allí estaba y escaleras a ambos lados, al igual que ascensores. Las estatuas de criaturas o demonios o lo que sea que sean esas que cosas lucían bizarras, adornaban. Subimos al ascensor y Dante marcó el piso cuatro, era la última planta del pequeño edificio.
—Sé que estás desilusionada pero mi departamento está en buen estado. Así que no te preocupes por eso. —dijo mientras subíamos en el ascensor.
—Sacaste en efectivo el dinero de mi tarjeta de crédito ¿verdad?
Mi madre me había dado una tarjeta de crédito donde depositaban dinero para mis "emergencias", pero como nunca realmente me fue necesario logré ahorrar suficiente, además de que cuando ganaba una competencia me "premiaban" con dinero.
—Sí, de nada, aquí están. —saca de su billetera un bulto de dinero. —Tres mil dólares exactos. Con eso te alcanzará para vivir unos meses con comida barata, y ahorra la luz y electricidad para que tus deudas no sean altas. Pero tienes que conseguirte un trabajo de medio tiempo para sobrevivir. —me entregó el dinero en efectivo.
—Espera espera espera, ¿trabajar?
—Si, tienes que salir de tu burbuja antisocial. —estuvimos en silencio por unos segundos, siento que su mirada pasa a preocupación —No trajiste ningún cúter, ¿cierto? —me pregunta tomando mi brazo y observando mis cicatrices que ya iban desapareciendo.
—No, te prometí que no volvería a hacerlo. —aparto mi brazo mirando al suelo —Ya va un mes sin que lo haga, y espero nunca más cortarme — mi voz se quebró, una pequeña lágrima rodó por mi mejilla y él la limpió con su pulgar.
—Hey, todo estará bien. Cumplirás tu sueño, esfuérzate que conociéndote lograrás todo lo que te propongas. —Sonríe y él me devuelve el gesto. Mira su reloj y abre los ojos como platos— ¡Dios mío que es tardísimo! Se irá mi vuelo. —me abraza, entrega una llave y sale corriendo.
Que despedida más inoportuna, extrañaré a este tipo, pero bueno para algo existen las redes sociales.
Respiro profundamente y sonrío con ganas, no iba a recibir mi nuevo hogar deprimida.
Observo que la blanca puerta tiene un letrero que decía 404, era la que estaba final de pasillo. Cuando tomo la manecilla me doy cuenta que está abierta. Eso es muy extraño.
¿Habrá un ladrón? ¿Y si me secuestran? ¿Y si piden dinero por mi rescate? ¿Y si a mi madre le importa un comino? ¿Y si me matan por chillona? ¡Oh! Debo dejar de ver películas de narcos.
El miedo me invade. Intento controlar los nervios, a lo mejor es un empleado limpiando la habitación. Dante me dejo aquí, debe ser seguro. ¡Demonios! Ya este edificio me daba muy mala pinta.
Al final me armo de valor y abro la puerta, tomo mi celular y lo pongo a grabar, esto me serviría como evidencia para un futuro juicio si es un ladrón. Loca, paranoica. Cállate conciencia, ya me agradecerás.
En puntitas de pies veo a mi alrededor, a mi derecha hay una pequeña cocina con refrigerador gris, a mi izquierda hay una sala de estar con una televisión y un sofá beige al frente de espaldas a mí, encima del sofá hay una caja de pizza que aún tenía una rebanada. ¿Qué demonios?
Habían migajas esparcidas por el suelo. A un lado de la sala había un una puerta donde supuse que estaba la habitación y a mi frente había otra puerta que podría ser el baño. Las paredes están pintadas de blanco y el suelo alfombrado beige. Por las paredes estaban colocados cuadros de colores oscuros. Dante tiene buen gusto, esta habitación no parece ser del macabro edificio.
Siento un ruido y por mi cuerpo corre un escalofrío. La puerta a un lado de la sala se estaba abriendo. Con mi móvil grabando espero en silencio. Sale un chico comiendo pizza y ¡en calzones!
—Ah, holi. —saludó cómo si fuera lo más normal del mundo.
—¡Ahhh! —grito con el celular deslizándose de mis manos hasta el suelo —¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? —los nervios recorrían mi interior.
—¿Qué haces tú aquí? —preguntó él— ¿Por qué grabas? ¿Eres influencer? —se terminó de comer el pedazo de pizza que tenía.
—Este es mi nuevo... departamento. Es d-de un amigo y me lo p-prestó. Dante—dije en baja voz mirando hacia otro lado por las pintas del chico. No estoy acostumbrada a interactuar con personas y no sabía bien cómo hacerlo. Mis mejillas ardían de lo sonrojada que estaba. Bajé mi celular y lo aprecié. Cabello tintado de rubio, las raíces oscuras, alto, delgado, de ojos marrones y lleno de pecas.
—¡Oh! Cris tenía razón. —se rascó la cabeza — ¿Eres novia de Dante?
—¿E-Ehh? —me ruborizo toda, eso me toma desprevenida —No, somos... amigos.
—Ya veo, "amigos" — dice haciendo comillas y entra a la habitación con el pedazo de pizza que había en el sofá.
—¡Oye espera! —corro hacia la habitación. Juego con un mechón de mi cabello hecho trenza para tranquilizarme mirando al suelo.—¿Qué haces aquí?
—Soy primo de Dante. —se puso un short. — vine aquí porque es cerca de la AISA. Allí estudiaré música. —sacó un pullover negro y se lo colocó. —por cierto me llamo Edgar — me extiende su mano y vacilo, no la tomo, pero no parece importarle.
Él camina fuera y entra mi maleta. ¿Espera? No voy a vivir con este chico. Dante no me avisó. Lo mejor será llamarlo.
Tomo mi cel y me di cuenta de un pequeño detalle: no tengo chip. No me queda otra opción.
—Edgar, pues, me prestarías tu... ¿celu...lar? —pregunto con timidez e incomodidad ante la rara situación.
—¿Para qué? —pregunta mientras dejaba la maleta a mi lado.
—Para llamar a... Dante. —di una sonrisa inocente.
—¡No! Espera, no hagas eso. — de repente su calmado semblante pasa a preocupación. — Te suplico que no le avises, él no sabe que estoy aquí. —junta sus manos como rogando. ¿Pero qué se cree este?
—Pero esto no está bien, Edgar yo, no voy a vivir con... —mi voz se quiebra. ¿Cómo lo mando a la mierda sin que se moleste? — no quiero vivir con un desconocido.
—¡Oh, vamos! — se arrodilla en el suelo poniendo carita triste. Que tierno y ridículo a la vez — ¡Te lo suplico! No tengo a dónde más ir. Mis padres dijeron que viniera al departamento de mi primo. ¡Demonios! Entiende que no tengo a donde ir, que no me pueden comprar un departamento.
Por favor, que alguien me mate.
—P-pero, yo no... —sin dejarme terminar de hablar agarró mi pierna y se pegó a mi como un niño pequeño a su mamá para que le compre algo —¿Qué estás haciendo?
—¡Por favor! No seas mala. ¡Soy cristiano, virgen e inocente! ¡No te haré nada!
Miro mi celular, eran casi las ocho de la mañana ¡Debo llegar a las ocho y media! Sin más rodeos lo mejor sería apresurarme a cambiarme e ir a la academia. Después hablaría con Edgar.
—Mira, voy a llegar tarde a mi primer día de clases. Me tengo que preparar, después hablamos ¿si? —suelto muy rápido y Edgar se levanta con una carcajada.
—Está bien, yo también tengo que ir. Eres rara, me agradas. Podemos ir juntos si quieres. —me sonrojo un poco por su comentario, no soy rara.
Entro mi maleta a la habitación, tomo una ducha y comienzo a prepararme.
Hoy sería mi primer día en la academia, quiero causar una buena impresión para darme a respetar. Esta será mi universidad, tengo diecisiete y soy consciente de que las personas pueden ser crueles a esta edad, así que prefiero no interactuar con nadie más que los profesores, y Edgar inevitablemente. Me concentraré en mis estudios y en convertirme en una gran artista. Todo se lo debo a Dante.
Por otro lado, este chico, Edgar, realmente me preocupa. ¿Cómo quiere que viva con él? Está loco. Pero me da lástima dejarlo sin hogar. Tal vez podríamos acomodarnos aquí. ¡Demonios! ¡Mi plan de privacidad se está estropeando!
Nota de autora:
Hola.
Quienes leyeron "Cosas Del Mar" ya deben conocerme y mi tipo de notas, y quienes no pues...
Holaajabageknehwjhdje
¿Qué les parece? ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Yo amo este libro y le estoy poniendo todo mi amoooor porque realmente significa para mi (*'-').
¿Y que opinan de Alya, Dante y Edgar?
Por cierto, Ayralia es mi propio país jaja. Pues es que quería un toque de originalidad y crear lo que quiera en la isla. Si se dieron cuenta en "Cosas Del Mar" también están en Ayralia, en todos mis libros estarán allí ;). Aquí tienen el mapa que dibujé de la isla:
Pd: No soy cartógrafa así que me lo inventé todo en la isla, si conocen de cartografía y ven algún error, por favor, díganmelo y lo modificaré.
Pd#2: Una provincia se llama Ocaso ( ͡° ͜ʖ ͡°) solo quienes leyeron "Cosas Del Mar" entenderán.
¡Busquen mi Instagram! Mi cuenta es Airis_18, allí publico spoilers, fotos de los personajes del libro, dibujos y otras cositas. ¡Así que los espero!
Bueno, eso es todo por ahora. Besos y dejen su voto si les gustó y comentario ;) no les cuesta nada pulsar la estrellita.
Pd: si no lo hacen los perseguiré en sus peores pesadillas para que la culpa los mate :) okno.
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