-Qué piensas hacer Saga..-preguntó convaleciente el Géminis menor, sentado al lado de su hermano quién ya llevaba rato en silencio.

-No sé, todo esto..ella no me aceptó. Me siento terrible. Y con lo ocurrido con aioros, ¿qué hago?-cuestionó colocando su mano en un puño y llevándolo sobre sus labios con detenimiento.

-Ya di la verdad.-susurró serio.- te gusta Aioros y te juntaste con ella por que era su viva imagen pero en diferente género. ¿O me equivoco?

-Kanon, cómo podría ser esto así?.-cuestionó con pesar, estirándose sobre el asiento como si no tuviera nada de energías, cambiaba de posición a cada instante y casi pasaba todo ese nerviosismo a su gemelo.

-Pues..haber, a mi también me gustaba la chica, en cambio a ti te gustaba sagitario, podrías haber confundido las cosas dentro tuyo. He vivido demasiados años contigo como para darme cuenta de tus gustos...y no es que me moleste, no podría obligarte a cambiar solo porque yo quiero.

-No podría cambiar por más que lo intente, he tratado de hacerlo a escondidas y no saqué ningún resultado más que asimilar todo esto, además, ella me trató de una forma que..siento todo mi corazón herido. Tal vez podría odiarla.-pensó suspirando.

-Eh...tal ves, pero aquí mismo, teniendo esta charla de hermano a hermano.-se aproximó sobre su asiento.- te digo que él también tiene sus gustos algo..fuera de lugar. Los de afuera pueden ver esto con desaprobación, sin embargo es cosa de ustedes el salir a la luz con su relación o quedarse a vivir una vida falsa.

-¿De verdad él, tiene los mismos gustos?.-se incorporó.

-Si..-masticó sus palabras por un momento.-
Bueno, me enteré hace poco, no lo sabía. Pero él también está confundido, no sabe qué hacer, tiene los mismos problemas que tú. Si la chica aparece nuevamente, qué harás?

-La dejaré ir.-dijo escondiendo su molestia-Voy a intentarlo con Aioros, pero primero tengo que hablar con Aioria, sé que me odia.-habló con más decisión.

Kanon dejó la silla y se frotó la frente rebuscando algunas palabras para no hacer que su hermano se rinda ante algo como eso.

-Aioria no te odia, lo que ocurre aquí, es que el leonsito te vio con SU hermano. Entiendes ¿No?
Sobre protección, posesión, celos de que alguien le quite su cariño acumulado en años..-agitó sus manos mientras lo decía

-Podrias estar equivocado.-soltó de pronto.-Acaso no viste la forma en que lo trató? Nosotros no sabemos cómo es Aioria con su hermano, no es que pasen todo el tiempo juntos para decir que son muy cariñosos entre sí.

-En eso tienes razón, sin embargo, piénsalo un poco, a Aioria le gustaba Marín a los quince años, pero en este periodo de tiempo, ha estado cerca de shaka más de lo normal. Según mi propio criterio, digo que Aioria está enfadado porque Aioros se acercó a tí cuando fuiste el que lo mandó matar hace mucho. No te imaginas todo lo que pasó, y en parte quiso desquitar su enojo con la aptitud de su hermano al verlos a ustedes dos juntos haciendo..esas cosillas. Olvida todo lo malo, empieza de nuevo, date nuevas oportunidades por más complicado que sea, y por favor, límpiate el rostro, ¡eres un Géminis! Y en este momento te pareces a la llorona.-se burló para tratar de animar un poco el ambiente.

Vieron a sagitario dormitar sobre la cama por unos minutos más, cubierto por unas sábanas y despojado de su armadura. Y no fue saga quién lo desvistió de su protección, sino que Kanon lo hizo con la escusa de que tendría una venda en los ojos. (Pero todos sabemos que no hubo ninguna venda aunque saga realmente no lo sabe xd )

Recuperó energías por al menos dos horas, en ese lapso de tiempo, Saga se debatía internamente, por un lado, se decía a sí mismo que descargara toda la frustración acumulada en las misiones, pero por otra parte, que intentara actuar con valentía al declarar su amor e ignorar a los demás.  Debía hacer lo que le dijo su hermano, darse nuevas oportunidades.

Y pensando un poco..

La chica, ¿Por qué se parecía tanto a Aioros? ¿Por qué Aioros apareció justamente cuando ella le dijo que se alejara? Preguntas como estas le dieron vueltas en la cabeza mientras se daba un baño. De todas formas, cuando sintió el Shampoo entrarse a sus ojos olvidó por completo todo lo que andaba preguntándose y gritó al instante a Kanon que le pasará una toalla o algo.

-Kanooon!!

-Queee!!

-Me entró shampoo a los ojos!

-Jajajajajajs

-¡No te rías! Ven y dame una mano! ¡Pásame algo!

-Ya voy, ya voy!

Mientras tanto, en el templo de leo Aioria estaba recostado al lado de su cama en el suelo, levantó la vista por un momento y miró el desastre que había hecho. Resopló de mala gana, presionando lo lados de su cabeza con los ojos presionados con fuerza, una migraña era muy recurrente en su persona.

-Aioria..-llamaron fuera.

-¿Qué quieres Alde?.-contestó al reconocer la voz.

-Quieres un pastel?.-se asomó por la puerta.

-¿Qué sabor..?

-Chocolate.

-Si, también quiero cianuro para beber

-Si clar..
¿estás bien?.-le preguntó el toro colocándose de cuclillas a su lado con expresión relajada.

-No..-admitió con la tez pálida.-Traté mal a mi hermano, primera vez que me pasó esto, y por eso me siento mal. No quiero que esa persona se acerque a él, por el simple hecho de haberle mandado a matar.

-Eso fue hace tiempo.-recordó.

-Lo se, pero no podría olvidarlo. No pienso permitir que lo lastime.

-Tu eres el que tiene miedo, miedo a no ver de nuevo a tu hermano. ¿No es así?

Por un momento, Aioria se quedó callado, al instante inclinó un poco la cabeza para mirarlo.

-Alde..-gimió con pesar.-extrañaba a mi hermano porque no lo veo hace semanas y cuando lo busco, lo encuentro besándose con Saga! No es justo..-se tendió una vez más al recibir el trozo de pastel y dar un mordisco.

-Debes saber que la decisión es de tu hermano, si quieres que sea feliz tienes que aceptar esto.

-Parece ser un tema tan natural para ti.-murmuró.

-Tienes razón, incluso Mü me contó cosas para relajar sus ánimos, él también es joven al igual que tú, también está Shura, o Docko. Aunque siendo  sincero, con Docko fueron más tragos que palabras, de igual forma todos necesitan hablar y despejar la mente. Anda, sientate a comer, ya te embarraste el cuello.-lo sujetó por la espalda amable, sonriendo para no hacerle sentir peor de lo que ya estaba.

-Eres tan buen amigo.-agradeció.-Por qué shaka no me trata como tú? ¿No puedes convertirte en shaka por una semana o algo? Me sentiría tan bien.

-Jajaja tranquilo, cada uno es como quiere ser, además shaka es más bueno que yo, tiene un alma mucho más limpia, practíca la abstinencia en todo ámbito.

-es por eso que quiero que te conviertas en shaka.-estiró sus labios como un niño.-Shaka me evita, sus creencias no le permiten tener más que amistad conmigo. ¡Hasta Sidharta tuvo un hijo con alguien! Entonces por eso me siento de tal forma.

-No digas esas cosas, nadie podría cambiar de cuerpo, aparte el destino sabe lo que hace. Tú solo ponte a hacer tus deberes, relájate, diviértete con tus amigos y te sentirás mejor.

-Tal ves..-Mordió otro trozo de pastel mirando hacia la pared.-Aun así siento que es difícil para mí aceptar que mi hermano se fije en él, no es malo que su pareja sea hombre, solo quiero que al menos busque a alguien más.

-Olvida eso, si su relación jamás funcionaria, entonces será claro a primera vista, en cambio ahora apenas empiezan, solo déjalos ser.

-¿Tienes veneno?

Aldebaran negó.

-Solamente jugo de naranja.-dijo el toro.

-Ya, da igual, me ahogaré con un jugo de naranja y mi muerte al menos será dulce en cierto modo..

Una horas más tarde, Aioros despertó en la habitación de Saga, el sol se escondía y emitía colores rojizos. Miró al techo, no recordaba lo que había pasado, no se acordaba de la cantidad de distancia que había caminado para lograr ingresar al santuario. Tenía la mente en blanco.

-¡Aioros! Por fin despiertas, mira, te traje un sándwich y un refresco, debes tener hambre, déjame atenderte.
Con lo ocurrido esta mañana, solo no te angusties.

-¿Que pasó?

-No te acuerdas? El beso..cuando..no, mejor es que no te acuerdes.

-Hice algo malo kanon? Por qué tengo la sensación de que me escondes algo? Además, tu rostro.-apuntó viendo el hematoma que traía en la frente el peliazul, tratando de esconder con parte de su cabello.

El peliazul tenía la sonrisa congelada en su cara, instantáneamente dejó las cosas que trajo a un lado y se sentó también.

-oh, bien, no pasó nada malo.-expresó tratando de no decir algo que empeorara las cosas.- simplemente hubo una pequeña discusión entre tu hermano y tú. Y yo me tropecé en un escalón, y en vez de colocar las manos pues puse la cabeza.-sonrió suspirando.-Saga te extrañó, al menos eso vi. Y Aioria se fue enfadado, te desmayaste, debiste estar exhausto.

-Saga debe haber extrañado a la chica, no a mí.

-Te equivocas. Mi hermano puede que sienta algo más que compañerismo contigo.

Aioros ignoró aquello, decidió dar un salto a esos pensamientos que le hacían doler la cabeza.

-Aioria debió de haberse enfadado por mi ausencia. No sabía nada de lo que estaba haciendo a sus espaldas. De todas formas creo que no es nada grave.

-En realidad...-estuvo a punto de decir algo y se arrepintió al instante.-Nah, no es nada que no puedan arreglar con unas palabras y abrazos. Antes que todo, dime Aioros, ¿Por qué regresaste a ser un hombre? Pensé que te quedarías así por más tiempo. Hasta a mí me afectó verte en esta condición, te ves pálido.

-Ah..No fue algo planeado, Dionisio me regresó a la normalidad por el simple hecho de que los dioses estaban enterándose.  También me duele esto..no quiero hablar más del tema.

-Vale. Es aburrido tener que depender de un Dios, siempre cambian de parecer. Come, porque el sándwich en ves de que se enfríe, me lo voy a comer.-bromeó.

Hablaron un rato más sobre cómo era ponerse ropa de mujer, qué se sentía ser mirado por muchos hombres, como era ir al baño..(?) Correcto, lo último obviamente Aioros lo esquivó de forma estratégica, colocando una papa en la boca del peliazul.

En cambio Saga, se encerró en la habitación de kanon, y kanon no tuvo otra opción que dormir en el suelo de la sala con una toalla enrollada y sábanas.
Aioros por alguna extraña razón, sintió el cuerpo entumecido. Adormecido hasta los huesos y quizá sería por regresar a su forma natural. Extrañamente, se percató de que le gustaba más estar como mujer que estar como un hombre. No podía negarlo, ciertamente era acogedor y más cómodo.

A mitad de la madrugada en la cual sagitario ni siquiera cerró los ojos, alguien había aterrizado sobre la ventana, mirándolo atentamente, como si verificará que primero esté durmiendo.

-¿Dionicio?.-susurró aioros mirando con cautela la sombra, su cuerpo ya se sentía más ligero, por lo tanto pudo sentarse de forma rápida y en alerta.

-Si, soy yo.-Ingresó sin hacer ruido.- vi todo lo ocurrido, cuanto lo siento.-se disculpó encendiendo las luces.-Te he traído algo.

-Es lo que creo que es?-frunció levemente las cejas. Ciertamente, quería desistir a la tentación de volver a cambiar de género.

-Correcto. Pero en esta ocación, convencí a unos amigos que eres el mejor candidato para demostrar los resultados de mi nuevo vino. Claro, nadie más sabe de la existencia de esto. En cuanto a los problemas causados, no te preocupes, actuaré detrás de esto para apoyarte. Estoy tan orgulloso de mi propio invento que quiero festejar, lástima que estamos pasando por ciertas remodelaciones en el Olimpo.

-No lo quiero.-murmuró con la cabeza gacha.

-¿Qué dices? No puedo creer esto.-fingió indignación.-Bueno, de todas formas puedo encontrar a alguien más. ¿Estás seguro de que no lo quieres?.-volvió a insistir moviendo el líquido frente al rostro de Aioros, quién casi tuvo el impulso de golpearlo en la cara.

-...

-No te cobraré nada, dejaré esto sobre esa mesa por si decides utilizarlo.-curvó sus labios hacia arriba.-es justo para unas tres veces y estaré al tanto. Su duración es limitada.  Hasta pronto caballero de athena!

-Espera! Yo..

Solo quería decirle que aún estaba enojado por lo anterior, eso sí se acordaba.

No pudo decir más, el dios había desaparecido en frente de sus ojos mientras se despedía con una de sus manos.
Ese frasco estuvo quieto durante toda la noche. Sagitario lo miraba con duda, incertidumbre. Así que cuando el sol salió, dejó una nota a Aioria y una carta al patriarca informando su partida sin autorización.

Una flecha disparó a lo alto y cayó incrustada en un tronco. En ese tiro, había delicadeza y a la vez una fuerza que atravesaría a cualquiera. Era Aioros, la chica que presumió esas habilidades estando incluso en ayunas. Era divertido disparar siendo una mujer, al principio parecía complicado, pero después, a disfrutar de mayor gentileza en tirar la flecha.

Los vítores no se hicieron esperar, las personas se amontonaban y admiraban, entre todas esas personas, apareció de pronto saga. La vió con indiferencia y quizá, un halo de tristeza circundante en su mirada.

Dejó el arco a un lado con las flechas restantes, notó esa cabellera azul perdiéndose en aquel tumulto que él mismo había provocado. Sin embargo, no lo encontró.

-Oye tu! ¡Eres muy bonita! ¿Cómo te llamas?.-se le acercó un caballero de plata, y con esa cara, podría decirse ya, que no parecía para nada un caballero, ni siquiera de bronce. Aioros notó su proximidad y lo empujó con una mano, pero no esperó que este caballero de plata le sujete dicha mano.

-Déjame en paz.-dijo apartando su brazo.

-Te pregunté tu nombre!- se le acercó amenazante,trayendo consigo un aura obscena y sin ningún indicio de ser una buena persona, no tenía idea de cómo su propia armadura podría aceptarlo.

-¡y yo te dije que me dejaras en paz!.-exclamó agarrándolo de su cuello y lanzándolo varios metros contra el suelo, dejando una figura humana en el fondo de la tierra. Cierto era decir que Aioros no soportaba esa clase de personas, además estaba desesperado tratando de encontrar esa cabellera, la cual representaba al caballero de Géminis.

¿Algo raro en esto? El viejo maestro vió a la amazona que empezaba una pelea fuera de una batalla formal.(dentro de la arena y respetando las reglas)

El gran Docko salía aveces disfrazado como cualquier otra persona, escondiendo su rostro y observando la actitud de las personas a las que tenía que proteger o entrenar ya que era en parte su deber de maestro y amigo del patriarca, sin embargo, dado el caso en que era una discusión entre caballeros y amazona, dejó pasar este momento con una sonrisa, el ver la pelea no significa que no haya llegado a tiempo para ver la actitud del caballero de plata.

Docko traía un Sake en la mano, lo bebió sintiendo el alcohol quemar su garganta y siguió a Aioros disimuladamente. Vió algo en esa mujer, por un lado: su apariencia demasiada familiar. Por el otro lado: la extraña energía que emitía no era propia de una mujer o amazona, allí había algo más.

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La inspireishon me vino a estas horas escuchando la radio tropical jajajaj
Raras veces escuchó la radio, pero la música me obliga a quedarme y oirla a full volumen.😎;-)