040.
Jungkook estaba teniendo un déjà vu. Parado en el pórtico de la casa de Minji, nervioso porque tenía mucho tiempo sin ir a una fiesta... En compañía de Mimi y Taehyung. La verdad es que se sentía como un intruso en esa casa; después de todo lo que había pasado los últimos meses, Jaerin seguro lo esperaba con una mirada desaprobatoria del otro lado de la puerta.
Jaerin era como la mamá leona de sus hermanas y no ocultaba su desagrado hacía las personas que las lastimaban. Por suerte, Hoseok la tranquilizaba de vez en cuando.
— ¡Te extrañé!— Exclamaron un segundo después de que Kook había tocado el timbre. La pequeña Nari lo esperaba con una sonrisa coqueta.
Jungkook palmeó su cabeza con delicadeza.
— Yo también, Nari.— Sonrió con diversión.— ¿Puedo pasar?
La chiquilla asintió y tiró de él, haciéndolo entrar de manera brusca. Jungkook sintió a la leona asechando por ahí cerca.
— ¡Minji es muy tarde!— Gritó saliendo de la cocina, Hoseok tras de ella, bebiendo un jugo. Jaerin notó a Jungkook y sin esperarlo, ella sonrió.— Hola, Kook. Puedes esperar en el sillón.
Jungkook pasmado por la buena bienvenida de Jaerin, asintió y caminó lentamente. Hoseok le guiñó el ojo, asegurándole que todo estaba bien.
— ¡Aún falta Taehyung por llegar!— Exclamó Minij.
Jungkook se giró rápido en dirección a la escalera al escuchar su voz. No podía resistirlo, sonrió como idiota al verla con ese lindo vestido ajustado, haciendo contraste con botas de combate. Las mismas que él portaba. No importaba que sólo tenía la mitad del cabello ondulado y la otra esponjado, estaba hermosa para Jungkook.
— Dios...— Jaerin se frotó las cienes.— Fantástico, llegaremos en tres días a la fiesta.
— Hola, Kook.— Minji lo saludó.
Jungkook balbuceó, pues seguía admirándola.— ¿Qué hay?
Y de fondo se escucho a Hoseok ahogar una risa burlona. Jungkook lo mató con la mirada.
*
Taehyung no dejaba de pedir disculpas por haber llegado tan tarde.
— Ya basta, Tae.— Jaerin pidió.— Hemos llegado ya.
— Wow, ¿esta es la casa de Mina?— Preguntó Hoseok admirando la linda casa y a su vez buscando donde estacionarse, pues no había casi nada de espacio libre ya.
— La casa de su tío.— Aclaró la pelirosa.— Que es genial y rico. Como regalo de cumpleaños le prestó la casa para la fiesta.
— Mi tío más cercano siempre me regala cupones para el supermercado.— Mencionó Tae, Minji y Kook lo voltearon a ver.— No me quejo, pero una casa prestada estaría bien.
Minutos después de que Hoseok encontrara un buen lugar donde dejar el auto, los cinco bajaron de éste y se dirigieron a la buena fiesta que tenían enfrente. Hoseok y Jaerin iban tomados de la mano frente a los tres menores. Por su parte, Minji iba entre ellos, abrazándolos de los hombros, por lo que casi sus pies no tocaban el piso.
La puerta principal estaba abierta al público, en cuanto entraron reconocieron que no todas las personas presentes eran de su instituto.
Toda la casa estaba repleta, la música era alta, personas de todos los grados y mucho alcohol de por medio. Además, la decoración era perfecta, tal como Mimi y Mina lo habían planeado. Mina se llevaría el premio a la fiesta del año, no había duda de eso.
— ¡¿Dónde diablos estabas?!— Una hermosa y despampanante Mina apareció frente a Mimi y sus dos guardias. Jaerin y Hoseok ya habían desaparecido.— ¡Dos horas, Kwon Minji! ¡¡Dos horas!!
— En mi defensa, fue culpa de Taehyung.
— ¡Mentira!— Se defendió el chico, recibiendo una mirada furiosa de Kook y un golpe de Minji.— Okay, sí.— Confesó.—¡Pero! Fue porque la secadora no servía, tuve que secar mi ropa al aire libre.
Mina suspiró, bebió de su vaso rojo y terminó asintiendo.
— Bueno, los perdono sólo por Taehyung.
Los tres sonrieron.
— Por cierto.— El culpable se acercó a ella para abrazarla.— Feliz cumpleaños, Mina.
Jungkook y Minji hicieron lo mismo, aunque esta última le había llevado un regalo a casa esa misma mañana y la llenó de abrazos. Después de la sesión de abrazos, la cumpleañera les ordenó que fueran a buscar algo de beber y que se pusieran a bailar.
Y como ellos eran muy obedientes, así lo hicieron.
— Esta noche los tres vamos a beber tequila.— Sentenció Minji al entrar a la cocina, ya buscando las botellas.
— Nos acabamos de reconciliar, Mimi.— Jungkook sonrió.— ¿Acaso nos quieres muertos?
— No. Peeero, el tequila es lo indicado para nuestra celebración.
— Yo apoyo eso.— Taehyung dijo, pasándole los vasos rojos a Minji para que empezara a preparar los tragos.
En la cocina se encontraba un ventanal de puertas corredizas que daba al patio trasero, donde otro bonche de personas se encontraban ahí. Algunas bailando, otros jugando y unos cuantos simplemente charlando y compartiendo risas. El trío de remolinos ya con sus bebidas en mano se dirigieron para allá.
Fue entonces, que la canción que sonaba se le hizo muy conocida a Minji y sus ojos fueron directo al chico que estaba bailando arriba de una mesa con una botella de vodka en mano, casi vacía. Cantaba Funky Town a todo pulmón.
— ¿Jimin?— Taehyung preguntó sorprendido.
— ¡Minji!— Gritó el pelinegro en la mesa. Minji se quedó estática, con miedo por como Kook podía reaccionar a su lado.— ¡Mimi!— Le volvió a llamar.— ¡Ven acá, tenemos que bailar esta canción! ¡Es nuestra canción!
— Eh, yo...
— ¡Mimi, por favor!
Entonces, la pelirosa sintió un empujoncito por parte de Jungkook. Confundida lo miró, él mostraba una pequeña sonrisa pero no podría descifrar el mensaje de ella.
— Anda, ve.— Hizo un ademán con la cabeza.— Sabes que ama esa canción y si lo rechazas será imperdonable.
— Jungkook...
— Lo sé, es molesto con su música disco.
— Kook.
Jungkook sonrió a lo grande esta vez.
— Ve.— Insistió.— De todas maneras ya casi acaba.
Dudosa Minji empezó a caminar en dirección a Jimin. Ya a centímetros de él, el pelinegro le tomó la mano y le ayudó a subirse. La chica riendo ya, anticipando una buena caída de ambos de la mesa, empezó a cantar junto a él. No podía negarlo, amaba esa canción por culpa de Jimin.
Jimin de verdad parecía estar ebrio. Minji no dudaba que él solito se hubiera hecho cargo de la botella de vodka que tenía en mano.
— Fui el primero en llegar.— Le leyó la mente.— Así que Mina me regaló la botella para mí solo.
Minji le sonrió.
— Dame una hora y te alcanzaré.
Jimin alzó los puños en festejo, pero entonces el equilibrio le falló y lo siguiente que supo es que se encontró con el césped y se llevó a Minji consigo, por suerte para ella cayó sobre él y no se llevó ningún golpe.
El chico reía mientras pedía disculpas, Minji no tuvo la oportunidad de decir algo cuando Jungkook ya la estaba cargando.
— Eres un idiota, Jimin.— Le dijo Kook. Minji aún en sus brazos.— Tae, ayúdalo a ponerse de pie.
Taehyung ya se encontraba con Jimin.
— Mimi, ¿estás bien?
— Sí, Jimin.— Se apresuró a decirle.— Tú te llevaste todo el golpe, lo mejor es ir a checarte.
Con ayuda de Taehyung, los cuatro se dirigieron al primer baño que encontraron en la gran casa del tío de Mina. El cuál era un baño más grande de lo normal, a Taehyung le importaba más eso que los golpes de Jimin.
Minji le ayudaba a Jimin a lavarse la cara y limpiarle el césped de su ropa, Jungkook sentado desde el borde la bañera le señalaba los lugares donde estaba manchado de verde. Taehyung había bajado a la cocina para conseguir algo de hielo.
Jimin chillaba, Jungkook rodaba los ojos, Minji se reía.
— Nunca había visto que el alcohol te afectara así.— Le comentó la pelirosa. Jimin se encogió de hombros y sonrió.
— Siempre hay una primera vez.
— Ya tienes una nueva anécdota que contar.— Ella le palmeó el hombro en ánimo.— Por mi parte he hecho todo lo posible.
— ¿Ya podemos irnos?— Preguntó con pesadez Jungkook.— El teatro de Jimin me está cansando.
— ¡Jungkook!
El pelinegro hizo caso omiso ante el grito de regaño que recibió de Minji, se puso de pie, acercándose a ella y le tomó la mano.
— Vámonos.— Pidió. Minji se derritió por dentro ante todo eso.
— Está bien, vamos que tengo ganas de bailar.— La chica se giró a ver a Jimin, él seguía de pie en el lavabo.— Estaremos abajo, llama si nos necesitas, ¿de acuerdo?
— Sí, Mimi.— Le sonrió él de vuelta.— Gracias por bailar conmigo y por esto. Esperaré a Tae.
La pelirosa asintió y ya estaba lista para volver a la fiesta con Jungkook, pero éste le soltó la mano y se alejó a ella, caminando en dirección a Jimin. Tanto Jimin como Minji miraron confundidos a Jungkook, pero cuando éste le soltó un buen puñetazo al pelinegro, la atmosfera cambió completamente.
— ¡Jungkook!— Minji se exaltó, ya estaba corriendo en su dirección para detenerlo de cualquier otro movimiento.
Él se mantenía de pie a poca distancia de Jimin.
— ¡¿Qué mierda, Jeon?!— Le gritó él, tomando la mejilla que había sido golpeada.
En ese momento Taehyung llegó al baño y no sabía qué es lo que pasaba en ese instante, pero sabía que era algo malo.
— Jungkook, está ebrio.— Recordó Minji.— Ese golpe le puede afectar más de lo normal. Además, ¡¿por qué lo golpeas?!
— ¡No está ebrio, Mimi!— Dijo él.— Jimin puede beber una tonelada de alcohol y nunca se pondría ebrio.— Aseguró, pues aunque no eran cercanos lo conocía mejor que nadie.— No le hubiera dolido el golpe entonces.
— ¡¿Qué está pasando?!— Taehyung se unió a la alteración.— ¡Aquí está el hielo!
Jimin sin decir nada se acercó a Tae y le arrebató la bolsa de hielo, se la puso rápido en donde Jungkook lo había golpeado y aplicó presión.
— ¿Por qué me golpeaste, idiota?— Jimin se dirigió a Jungkook, Taehyung estaba alerta por si tenía que detenerlos.— ¿A caso fue por Jibyul?
Fue lo primero que se le vino a la mente pues no sabía si descargar su coraje del pasado era parte del proceso de la emancipación de Jungkook.
— Creo que es hora de olvidar lo que pasó con Jibyul.— Dijo Jungkook.— No, no te golpee por culpa de ella.
Y aunque no era el momento, Minji sonrió pues le aliviaba que Jibyul ya no estaba en los pensamientos de Jungkook.
— ¡¿Entonces?!— Jimin gritaba.— ¿Sólo por gusto?
— En parte.— Kook hizo un mohín. Jimin lo mató con la mirada.— Pero eso fue porque besaste a Minji.
Minji dejó de respirar, Jimin se quedó pasmado y de pronto el puñetazo también tuvo una muy buena justificación, y Taehyung se quedó en shock.
— ¡¿Qué carajos?!— Taehyung se alteró.
— Kook...— Minji se acerba a él.
La expresión furiosa de Jimin de pronto cambió por una culpable.
— Es verdad, ganaste el amor de Jibyul de manera limpia. Me dolió, pero ya lo superé. No hay rencor por ello.— Jungkook suspiró.— Pero aunque se hayan besado y no tiene nada de malo, ya que yo estaba siendo un idiota en ese momento, no me importa.— Fue firme.— No podía quedarme con los brazos cruzados.
Jimin se quedó en silencio y después de un rato asintió. Es verdad, que él y Minji se hayan besado no tenía nada de malo, sin embargo, aunque ya no era amigo de Jungkook, en su momento se sintió como una basura, pues sabía que Kook estaba enamorado de Minji.
Había sido un buen beso, pero también había caído bajo como persona. De nuevo.
— A este punto, la verdad es que puedes darme todos los golpes que quieras.
— Jungkook no lo hagas.— Se adelantó Minji.— Deja esto por la paz y vámonos, tenemos que hablar.
Kook se giró a la pelirosa con una sonrisa cálida en su rostro. Se acercó a ella y tomó sus manos.
— No tenemos nada de que hablar, Mimi.— Dijo.— Estabas en una fiesta, con los sentimientos dañados pero sin ningún compromiso, está bien. Lo entiendo.— Se acercó más para abrazarla.— Sólo fue una excusa para golpear a Jimin.
— Un golpe que querías dárselo desde el año pasado.— Murmuró Taehyung.
— Exacto.
— ¡Oye!— Jimin se quejó.
Jungkook se giró a verlo.
— Lo merecías.
— Como sea.— Jimin suspiró.— Taehyung, ¿podrías llevar a Minji por otro trago? De hecho, Jungkook y yo sí tenemos que hablar.
Minji se alejaba de Jungkook para ir con su mejor amigo a la puerta.
— Pero yo no quiero hablar contigo.
— Kook, sólo háganlo.— Insistió Minji.— Lo necesitan.
— Así es.— Afirmó Jimin.— Deja de ser un bebé llorón, es hora de hablar como hombres.
Y de fondo se escuchó la risa de Minji y Taehyung.
— ¡Hey!— Jungkook y Jimin expresaron ofendidos.
— Estaremos abajo chicos.— Se despidió la pelirosa.— No más golpes, por favor.
Una vez que Minji y Taehyung se fueron, el cuarto de baño se quedó en total silencio. Jungkook con la vista en todas partes menos Jimin y Jimin con los ojos clavados en su ex mejor amigo.
El momento había llegado, era hora de que Jimin se disculpara con Jungkook. Y tenía ganas de hacerlo desde el momento que su relación con Jibyul empezó. Sí, tuvo su tiempo de oro con la que solía ser su novia, pero nunca se comparó ni un poco con la vida que Jimin tenía al lado de su mejor amigo. Las locuras, las aventuras, los viajes, las cenas con toda la familia, las buenas risas y sobre todo esas ocasiones en las que eran un apoyo emocional mutuo.
Con Jibyul la pasaba genial y de verdad la quería, pero de alguna forma estar a su lado era superficial comparado a como solía ser antes.
Y sí, Jimin se sentía culpable y sabía que pudo haber luchado por su amistad con Kook, pero no tenía cara para plantarse frente a él y pedirle perdón. Además, muchos otros factores le impedían hacerlo, entre ellos su relación y el hecho que Jungkook se había alejado de toda la sociedad.
— No tengo justificación.— Habló Jimin.— Y ni siquiera tengo un buen discurso para pedirte perdón...
— Entonces no lo hagas.— Interrumpió Jungkook.
— ¡Kook!— Jimin gritó.— Recuerda que soy mayor que tú.— Le dijo.
Jungkook bufó. Desde que eran niños, Jimin siempre le soltaba esa excusa para imponer poder y superioridad en él. Nunca funcionaba, Kook terminaba burlándose de él o le decía que no le importaba en lo absoluto, que la estatura era lo que realmente importaba.
— Nunca te funcionó eso, mucho menos lo hará ahora.
— Lo sé.— Jimin suspiró.— Pero sinceramente no sé cómo hacer esto. Desde que nos alejamos, pensé todos los días en cómo te pediría perdón cuando llegara el momento y nunca supe cómo, no pude siquiera formular mis palabras porque lo que te hice es imperdonable.— Jimin se puso de pie.— Dios, tal vez sólo debería callarme.
— Eres un idiota.
— ¡Estoy intentándolo! De verdad, estoy intentando que tú entiendas que...— Jimin suspiró pesadamente.— Estoy diciendo un trabalenguas, ¿no?— Jungkook sonrió divertido y asintió.
— Jimin, olvida a Jibyul.— Le dijo el pelinegro.— De verdad, estoy harto de esa historia y de todo lo que pasó.
— Es a lo que voy. Jibyul quedó en nuestro pasado, la hemos borrado del mapa... Yo sólo quiero volver a estar en buenos términos contigo, eso es todo.
Jungkook suspiró, la disculpa de Jimin era mediocre pero sabía que se estaba esforzando. Nunca había sido bueno para expresar sus sentimientos. Ciertamente, Kook no podía negar que extrañaba a su mejor amigo, pues fue la persona que más lo apoyaba en aquellos días.
Era estúpido que se hayan peleado por una chica. Y sí, Jimin tuvo la culpa por haberla escogido, sin embargo Jungkook no estaba del todo limpio, pues él también se había alejado menospreciando a todos. Si tan sólo hubieran hablado, ahora estaba seguro que Jimin pudo haberla dejado desde el principio.
¿Valía la pena volver a ser amigo de Jimin?
— La verdad es que no sé si podamos a volver al punto en el que estábamos antes, pero sí...
— ¿Sí qué?
Jungkook sonrió por la exasperación de Jimin.
— Hay que olvidar todo y hacer las paces.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro