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029.

— Todo parece indicar que nuestro plan no está funcionando.

Taehyung resopló y se sentó al lado de Minji, ella mantenía su vista en aquellas dos personas sentadas en una de las mesas del jardín. Ella y Tae estaban sentados bajo un gran árbol del jardín, lo suficientemente alejado de donde estaban situadas las mesas de almuerzo para no escuchar el murmullo, pero lo suficientemente cerca para darse cuenta de todo lo que pasaba por allá.

La última semana habían optado que ese sería su nuevo lugar de almuerzo, estaban cansados del escándalo en la cafetería.

— Es un idiota.— Espetó Minji, viendo enojada a Jungkook y Jibyul, mientras comía una varita de apio de manera brusca.

— ¿Por qué comes eso?— Preguntó Taehyung cambiando de tema.— Pareces conejo.

— Cuando me estreso, como apio.

El pelinegro la miró con una mueca y negó con la cabeza.

— No puedo creer que desde que comenzó la semana se sienta con ella y sus amigos.— Comentó Taehyung, poniendo sus ojos de nuevo sobre la mesa donde Kook estaba sentado.— ¿Qué dirá Jimin de eso?

— Jimin prefiere ignorarlo.— Minji se encogió de hombros.— Él sigue sentándose con Hoseok y los demás en la cafetería.

Taehyung negó con la cabeza mientras se despeinaba su melena, muy estresado la verdad.

— Extraño esos días en los que no estábamos pasando por todo este jodido drama.— Chilló.— ¡Estoy harto! ¿Puede Jungkook abrir los ojos, ya?

Minji suspiró y cuidadosamente se recostó sobre el césped, pensando y analizando todo lo que había pasado esos últimos días. El plan que mantenían ella y Tae, era alejarse de Jungkook un tiempo para que él mismo se diera cuenta lo manipuladora y mala persona que era Jibyul. Todo estaba yendo lo contrario a eso.

Después de las olimpiadas escolares, ellos se habían mostrado muy cercanos por los pasillos de la escuela y ahora compartían mesa en la hora del almuerzo. Lo único que habían conseguido es que Jungkook se cegara más con esa chica.

Mierda... Maldijo Minji.

Y aunque con Taehyung y Jimin podía actuar perfectamente y mostrar su lado fuerte, cuando llegaba a su casa, subía directo a su habitación, se tumbaba en su cama, escuchaba el álbum Icarus Falls de Zayn en repetición a todo volumen y no paraba de pensar en el día anterior a la competencia, cuando ese maldito beso estuvo a punto de suceder. Jeon jodido Jungkook.

Además, antes de que Jungkook empezara a relacionarse con Jibyul de nuevo, le dolía verlo solo en las clases y por los pasillos. Sabía que él estaba sufriendo y no le gustaba para nada.

— ¿Y si hemos hecho todo mal, Tae?— Preguntó triste.— Quiero decir, tal vez no fue lo correcto dejarlo solo, pudimos haber hablado con él...

— Difiero un poco.— Taehyung apretó los labios.— Mimi, faltó a tu día especial. Si hubiera sido mi caso, no le vuelvo a hablar nunca...

— Lo sé, pero,— Suspiró.— Jungkook es un tarado.— Concluyó.— Me refiero a que, estuvo solo por todo un año, es por eso que se ha hecho tan dependiente de las personas.

— Bueno, eso es verdad...

— Y ahora que sabemos cómo es Jibyul, es obvio que hizo todo lo posible para quedar como la victima en la situación que pasaron ellos tres.— Miró a Tae.— No la puede odiar... Ella fue su primer amor.— Le dolía admitirlo, pero esa era la verdad.—Tal vez si nosotros le hubiéramos dicho sobre lo que esa rata planeó, tal vez ahora ya sabría la verdadera persona que es.

Taehyung miró de nuevo en la dirección de Jungkook, él reía por algo que había dicho una persona de la mesa en la que estaba. Sin embargo, sabía que esas risas y sonrisas estaban algo vacías. Soltó un suspiro. Tal vez fui muy duro con él...

— Bueno, nunca es demasiado tarde, ¿o sí?

Minji miró entusiasmada a Taehyung.

— ¿Deberíamos hablar con él?

Taehyung le sonrió a su amiga y asintió.

— Creo que sí.

*

La pelirosa y el pelinegro estaban sentados en la parte final del salón en la clase de literatura, viendo a escondidas en el celular de Taehyung un episodio de Peaky Blinders, cuando Jibyul llegó y le pidió permiso a la maestra para que Jungkook se uniera con ella en la dirección en diez minutos.

Minji miró de reojo a Kook, él estaba guardando algunas cosas en su mochila.

— Es hora.— Le susurró a Taehyung, el chico le puso pausa a la serie.

Taehyung de igual manera le echó un vistazo a Jungkook.

— Maestra.— Llamó el chico.— Terminé la actividad, ¿puedo ir a la dirección ahora?

La maestra observó a Jungkook a través de sus anteojos, lo analizó un segundo y terminó asintiendo, haciendo un ademán con la mano, indicando de que se podía retirar sin ningún problema.

Jungkook agradeció y salió del aula de clases.

Minji se puso de pie rápidamente un segundo después de que Jungkook se fuera.

— Señora Kang,— Habló la pelirosa, a la vez que jalaba el uniforme de Taehyung para que se pusiera de pie.— nosotros también somos parte del comité del baile de primavera, ¿nos permite ir?

— ¿Terminaron sus ejercicios?

— Claro.— Afirmó Taehyung, echándole una rápida mirada a sus hojas de ejercicio en blanco. Le sonrió a la maestra.— Por supuesto.

La maestra Kang suspiró cansada y los dejó ir también.

— Ustedes dos han estado involucrados mucho en los eventos...— Les comentó cuando pasaron frente a ella. La comisura de sus labios se elevaron.— Me agrada.

Minji le guiñó el ojo, justo para después salir corriendo con Taehyung del salón del clases. Fueron cuidadosos cuando llegaron al pasillo que conducía a la dirección, pues no querían que Jungkook los viera, y ahí estaba él, caminando lentamente, como siempre con los audífonos en sus oídos.

— Okay, nos iremos con el plan B.— Minji le susurró a Tae.

Iban caminando de puntillas a unos seis metros de distancia de su presa.

— ¿Qué? Ni siquiera planeamos un plan A.

— ¡Sólo hay que secuestrarlo!— Y se echó a correr por el pasillo, Taehyung no tuvo más alternativa que seguirla.

Jungkook estaba tan adentrado en su música, que nunca se dio cuenta que lo estaba siguiendo y casi le da un infarto cuando sintió a una persona sobre su espalda y como la misma cubría su boca para que no gritara, a su vez, Taehyung estaba frente a él, tomando sus manos para que no las pudiera usar.

El chico inclinó su cabeza, encontrándose con la pelirosa y su gran sonrisa traviesa.

Y con empujones y tirones, lograron meterse con Jungkook a un pequeño cuarto de intendencia.

— ¡¿Qué mierda les pasa?!— Jungkook explotó cuando por fin pudo zafarse de esos dos.

Minji parada frente a él, Taehyung bloqueando la puerta.

— Jeon, escúchanos por favor.— Minji rogó.— Estamos cansados de verte con Jibyul, no eres feliz con ella y sus amigos.

El pelinegro bufó.

— ¿Cómo estás tan segura de eso?

Minji se cruzó de brazos, Taehyung negó con la cabeza cansado.

— Porque te conozco.

Jungkook apartó la mirada y Minji se atrevió a buscarla de nuevo.

— Sólo escúchame, ¿sí?— Pidió ella.— Jibyul hizo todo lo posible para que tú no asistieras a mi competencia y lo logró.— Lo miraba a los ojos, rogando que de una buena vez Kook se diera cuenta.— Por su culpa es que estamos pasando por todo esto.

— Es verdad.— Taehyung apoyó.— Jimin nos lo confesó, ella ideó todo, no necesitaba ir al hospital.

Jungkook puso los ojos en blanco al escuchar el nombre de su ex mejor amigo. Rascó su nunca mientras reía burlón y negaba con la cabeza. Minji y Taehyung no lo entendían, ¿qué diablos significa esa reacción? Pensó Minji.

— Esto es exactamente lo que Byullie me dijo que pasaría.

— Oh Dios no...— Minji se dio una bofetada mentalmente.— ¡Ahora te puso en nuestra contra!

— ¡No, Minji!— Jungkook estaba furioso.— Ustedes mismos lo hicieron. Me dejaron solo, de verdad que sufrí los últimos días.— Confesó dolido.— Los necesitaba y sólo me ignoraban, la única que estuvo ahí fue ella...

Minji negó con la cabeza, intentando sostener sus lágrimas.

— ¡Te está manipulando!— Gruñó Taehyung.— Y te recuerdo que le fallaste a Minji en su día, ¿crees que eso puedo perdonarse tan fácil?— Preguntó.— Jungkook, no eres la víctima, ella te está haciendo creer que lo eres...

— Aquí no hay victimas.— Dijo Minji.— Sí, me dolió que no me apoyaras ese día, pero a fin de cuentas estaba bailando por mí, no por ti.— Miró a Jungkook a los ojos.— El único problema aquí es que dejas que esa arpía te manipule.

Jungkook negó con la cabeza, sentía como si las paredes de aquel pequeño cuarto se estuvieran haciendo más pequeñas. No podía pensar claramente, estaba harto que fuera catalogado como una persona manipulada. Necesitaba un respiro. De todos.

— ¿Y si los que me están manipulando son ustedes?

Taehyung casi se queda sin cabello de tanto que estuvo pasando su mano por la cabeza, de tanta impotencia que sentía en ese momento.

— Amigo, ¿cómo quieres que te ayudemos, entonces?

Minji se encontraba caminando de una lado a otro, procesando sus palabras para que Jungkook las entendiera.

— Sólo sé que hace unos días estuve a punto de caer en la misma depresión de hace un año...

— Depresión que ella causó.— Taehyung lo interrumpió pero Jungkook lo ignoró.

— Y ella fue la única que procuró que no cayera.

La pelirosa lo miró como si Jungkook estuviera diciendo una clase de broma pesada.

— No debes estar hablando en serio.

Jungkook se encogió de hombros.

— La semana pasada no compara el dolor que sufrí por un año.— Confesó.— Perderlos a ustedes fue peor que perderla a ella el año pasado.

— Kook...

— Ustedes lo quisieron así.— Caminó a la puerta, Taehyung no se movió, pero cuando vio que Minji estaba dolida, prefirió ir a su lado.— No se preocupen, estaré bien.

Y salió del pequeño cuarto, Minji tras de él y Taehyung tras de ella. La chica no podía evitarlo, sus ojos estaban húmedos por las lágrimas que amenazaban en soltarse y sabía que si intentaba hablar, el nudo en su garganta no se lo permitiría.

Odiaba llorar por enojo e impotencia, era el peor tipo de llanto para ella.

— ¡Eres un imbécil!

Por fuera, Jungkook se burló de su insulto, pero por dentro se murió, pues Minji se había escuchado tan desgarrada.

De uno de los pasillos que estaba conectado con ese corredor, salió Jimin hecho un diablo, los tres lo miraron sorprendido, incluso Jungkook, pues sabía que cuando Jimin estaba en ese estado, algo grave había pasado. Minji rápido se limpió sus lágrimas, porque sabía que si élla miraba así, algo malo se iba a desatar, aunque para ser sinceros, en ese momento Jimin parecía estar en trance.

— Jimin...— Minji se apresuró a seguirlo.

— ¡Hey, Jimin!— Taehyung también empezó a caminar.

De pronto el enojo de esos dos hacia Jungkook, se transformó en preocupación por Jimin.

— Oh, fantástico...— Exclamó con ironía mientras miraba a sus amigos yendo con Jimin.— Como sea, de seguro ese idiota peleó con Jibyul.— Debería ir con ella.

*

— Hey, hey, tranquilo.— Taehyung se apresuró a detener a Jimin, quien entró pateando todo en el salón de práctica.

Minji se acercó a ellos dos y lo primero que hizo fue buscar una mano de Jimin, tomarla y darle un apretón. El pelinegro la miró y ella sonrió, asegurándole que estaba para él.

— ¿Qué pasó?

— Jibyul me canceló su asistencia al evento más importante de mi familia.— Confesó.— ¡Porque tendrá una noche de películas con sus jodidas amigas!

La pelirosa y el pelinegro la miraron sin entender.

— ¿Tan grave es para que estés así de alterado?— Preguntó Taehyung.

Jimin asintió.

— La familia Park, es decir, la familia de mi padre, me odia.— Suspiró.— Y yo los odio a ellos también.— Confesó después de un rato.— Son dueños de una cadena restaurantera, cada uno está a cargo de un respectivo restaurante o cafetería, como es el caso de mi padre.— Explicó, Minji y Tae lo escuchaban atentos.— Este año tomé mi decisión y no seré parte del negocio familiar, pues ustedes saben, yo quiero ser abogado... Casi me queman vivo.

— Diablos...— Maldijo Minji, cada vez más enojada por las situaciones innecesarias que vivía Jimin.

— Cada año hay una cena, todos los Park asisten, es por eso que este año más que nada necesitaba a Jibyul de mi lado.— Su frustración era evidente.— Ella más que nadie sabe el infierno que es pasar con esa familia.

— Me supongo que siendo tu acompañante, tu familia se limitaba a hacerte pasarla mal.— Minji suspiró y Jimin asintió.

Y no podía faltar, su padre se enojaría con él y quería todo menos eso. Era el único que había aceptado que su hijo no fuera parte del consorcio familiar y también el único que lo defendía ante el nido de víboras que era la familia Park.

— Así es.— Jimin se tumbó en las colchonetas.— Y me ha dejado solo por una estúpida pijamada.— Murmuró enojado.— Yo siempre la acompañé a todos sus eventos, por más insignificantes que fueran... Siempre actué como la pareja perfecta cuando lo necesitaba y ahora me deja plantado.

Minji negó con la cabeza, enferma de Jibyul y de la relación que tenía con Jimin. Jungkook no era la única persona que necesitaban salvar de las garras de esa chica, a Jimin también le urgía ser rescatado.

— Bueno, no te compliques tanto.— Taehyung se tumbó arriba de él.— Yo puedo ser tu cita, nene.

La pelirosa empezó a reír por la broma de Taehyung, pero rió aún más fuerte cuando Jimin lo miró como si esa fuera la respuesta a la solución de todo y Tae lo miró asustado.

— ¡Sí!

— ¡¿Qué?!— Taehyung saltó con pánico, Jimin altiro se reincorporó.— ¡Era una broma, Jimin!

— A lo que me refiero es que, ustedes dos pueden ser mi cita.— Sonrió y ahora miraba a Minji también.— ¡¿Pueden?! ¡Díganme que sí, por favor!— Y de pronto se encontraba de rodillas en el piso.— Por favor, por favor, por favor...

Minji y Taehyung se miraron mutuamente y sonrieron.

— ¿Qué día es?

*

Minji miró con una sonrisa a Taehyung, el chico no había parado de modelar su traje rentado por cinco minutos, estaba emocionado pues había encontrado uno en la tienda de estilo inglés, justo como los trajes de los personajes de su serie favorita del momento, hasta una boina del mismo estilo había conseguido.

— ¡Muy guapo, Tae! De verdad que te miras muy guapo.— Minji dijo con una sonrisa.— Pero siéntate ya, me estoy mareando.

Estaban esperando a Jimin en la casa de Minji.

— ¿Debería ponerle cuchillas a mi boina también?— Preguntó mientras inspeccionaba el accesorio.— Sería el Tommy Shelby de Corea.

Minji rió y negó con la cabeza.

— ¿Planeas atacar a alguien?— Cuestionó ella y el chico negó con la cabeza.— Entonces está bien así.

El timbre de la casa retumbó por todos lados y antes de que Minji o Tae se pusieran de pie, Nari bajó corriendo las escaleras muy emocionada.

— ¡Es él, es él!

— ¡Nari, ven aquí!

Pero fue demasiado tarde, pues Nari ya había hecho que Jimin pasara. Minji sonrió al verlo, pues el traje que llevaba le quedaba muy bien y su peinado también le quedaba de maravilla.

— ¿Quién te peinó?— Preguntó Minji.

— Mamá.— Jimin sonrió mientras se sonrojaba.— ¿Por qué?

— Te queda muy bien.— Dijo Taehyung tras de él.— ¿Pero yo qué tal? Voy a enamorar a todas tus primas.— Sonrió mientras presumía su traje.

— Estoy seguro de eso, Taehyung Shelby.— Jimin le guiñó un ojo y después miró a Minji.— Lindo vestido, pero tú estás hermosa.

Minji se quedó congelada sin saber cómo reaccionar o qué responder ante eso. Jimin era un conquistador de chicas pese a que no lo intentara, era tarea fácil para él ser un chico encantador y coqueto.

Aunque Minji sólo lo quería como amigo, no podía evitar sentir algún desliz por Jimin de vez en cuando.

Hasta Taehyung los tenía.

Todo el mundo, de hecho.

— ¿Nos vamos?

Minji se despidió de sus hermanas, pues sus padres no se encontraban en ese momento. Se montaron en el auto de Jimin, para iniciar marcha a la famosa fiesta de la familia Park. No sabían que esperar y tampoco cómo iba a terminar el día, pero Minji y Taehyung tenían una misión: que Jimin tuviera una velada a salvo.

El consorcio Park se había encargado de alquilar un lindo jardín de eventos donde se llevaría a cabo la cena, que era más una fiesta elegante. Minji y Taehyung no tenían ni idea que el evento sería tan refinado, por suerte, iban vestidos perfectos para la ocasión.

Además de los integrantes Park, había invitados, conocidos y cercanos de la familia.

— ¿Es la cena de la reina, a caso?— Taehyung estaba asombrado, recién tomaban asiento en la mesa donde se les fue asignados.—Jimin, tu familia es tan elegante y tú...

— ¿Yo qué?— Le miró rápido y Taehyung sonrió apenado.

— Lo que él quiere decir,— Minji se unió a la conversación, se encontraba sentada entre ellos dos.— es que no lo presumes, eres humilde en la escuela y con las personas.

— Mi padre es el rebelde de los Park.— El chico mostró una sonrisa llena de orgullo.— Mientras mis tíos son unos estirados de mierda, papá no se deja guiar por los aires de grandeza.

Minji y Taehyung sonrieron, pues Jimin tenía un gran ejemplo a seguir. En varias ocasiones, incluyendo esta, la pelirosa y el pelinegro habían cruzado palabras con el señor y la señora Park, Jimin era una combinación de ellos dos y ambos eran personas humildes, honestas e incluso divertidas.

Cuando se tiñeron el cabello, la madre de Jimin estaba al teléfono dando instrucciones.

Eso había sido otra conexión entre Minji y Jimin, pues sus dos madres estaban en la industria de la belleza.

— ¿Ustedes se habían dado cuenta que sus nombres son los mismos pero al revés?— Taehyung preguntó antes de llevarse su copa de champán a la boca.

Era la tercera y sí, aunque eran menores, les habían dejado beber alcohol.

— Sí.— Dijeron al mismo tiempo.

— ¿Tú no lo habías notado?— Minji hizo una mueca.— Es obvio.

Tae negó con la cabeza.

— Como sea, MinMin.— Se refirió a ambos.— ¿Dónde está el baño? El champán ya hizo efecto.

— En el lobby que está en el interior.— Jimin señaló tras de él.

Conocía bien el lugar, pues siempre los eventos organizados por el consorcio eran ahí. Antes solía quedarse en el baño o en los sillones del vestíbulo, sólo para matar tiempo y no convivir con su fastidiosa familia. Ahora entendía por qué Jibyul se llevaba tan bien con ellos.

Aunque Jimin no era cercano a su familia paterna, a Jibyul la apreciaban.

Las miradas y comentarios que ella recibía, eran totalmente lo contrario a lo que Minji y Taehyung habían obtenido esa noche. Jimin intentaba que ellos no se dieran cuenta de aquello y le estaba yendo realmente bien; era eso o que a aquellos dos no les importaba.

Así que Jimin estaba feliz. De hecho era la primera vez que se divertía en eventos de ese tipo, y todo gracias a Mimi y Taehyung.

— ¿No bailas?— Minji preguntó, sus ojos en la pista de baile donde varias personas compartían de un lento baile.

— En eventos así no.— Confesó con una sonrisa divertida.— Jibyul dice ser la mejor bailarina del mundo pero la verdad es que tiene dos pies izquierdos.— Y Minji luchó para no ahogarse con su trago de champan.— Siempre me pisaba.

— Oh vaya... ¿Y esa chica tiene loca a Kook?

Jimin asintió.

— Como sea, al comienzo era tierno, después no soporté los pisotones.

Minji esta vez rió y Jimin se le unió a las risas.

— No sé qué comentar al respecto. Un baile lento es como gatear para mí, lo más fácil del mundo, sencillo y sin mucha ciencia. Izquierda, derecha, vuelta y de nuevo.

Jimin que en ese momento miraba la pista de baile, puso sus ojos sobre Minji.

— ¿Ah sí?— Cuestionó el chico, Minji lo miró con una sonrisa y asintió.— Bueno, entonces bailemos.

La pelirosa miró la mano de Jimin que esperaba ser correspondida para ir a bailar. Hace meses, le negó más de una vez el bailar con él, por respeto a su novia. Bueno, en ese entonces no sabía la realidad de Jibyul.

Lentamente se puso de pie y tomó la mano de Jimin, aceptando su invitación a bailar.

Jimin sonrió a lo grande y rápido se puso de pie.

— Puedes estar seguro que yo no pisaré tus pies.— Minji le dijo cuando llegaron a la pista de baile.

Estaban frente a frente, Jimin fue el primero que tomó iniciativa, pegando más su cuerpo al de ella, tomando su mano derecha y colocando su mano izquierda en la cintura de Minji.

Ambos eran bailarines, nada podía salir mal.

— Estamos a punto de bailar un asombroso tango con este lento vals.

Minji sonrió al escuchar a Jimin y asintió, lo siguiente que pasó fue que se dejó llevar por él y la forma en la que manejaba su cuerpo al ritmo de la canción. Sí, Minji había bailado con muchos chicos, en pareja, conjunto, separados y juntos, pero nunca un vals.

Bailar un vals era algo personal.

— Me siento como Cenicienta.

Sangre de Viena de Johann Strauss Orchesta estaba en ese momento.

— ¿Así que yo soy el Príncipe Encantador?

La pelirosa negó con la cabeza mientras reía sutilmente. Le estaba siendo cómodo bailar ese vals con Jimin, estaban de aquí para allá por toda la pista de baile, disfrutando del danzón, fluyendo con la canción.

— Sí.— Comentó alguien a su lado. Taehyung apareció, bailando con una prima de Jimin.— Pero el de Shrek.

Minji y Jimin rieron, Taehyung igual, alejándose de ahí con la chica.

— ¿Y ella quién es?— Preguntó Minji.

Jimin sonrió mientras veía a aquella pareja.

— Bueno, es la única prima que soporto.

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les actualicé ayer y aquí ando hoy!! esto pasa cada dos siglos jajsjsj

ANYWAYS BLACKPINK COMEBACK EN UNOS HORAS, STAY TUNEDDDDD

a continuación los outfits de minji, jimin y tae:

kinda hot

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