028.
Habían pasado tres días desde el lunes y la situación sólo había empeorado para Jungkook.
Minji y Taehyung seguían sentándose del otro lado del salón, incluso ahora tenía nuevos vecinos de asiento y los detestaba. Eran callados, muy aburridos. Sus ex amigos actuaban como si él no existiera; cuando cruzaba miradas con Minji, ella se apartaba rápido, mientras que si lo hacía con Taehyung, él lo miraba enojado un par de segundos y después volteaba a otra parte con indiferencia.
Pero lo peor para Jungkook es que ahora todos los ojos de la escuela estaban sobre él y no precisamente de buena manera. Había pasado desapercibido que no asistiera al evento y tampoco a la fiesta, sin embargo, en el transcurso de la semana, las personas notaron que Minji y Tae se habían alejado de Kook. Ahora eran dos bandos.
— Oye.
Jungkook se quitó los audifonos rápido al escuchar la voz de Taehyung. El pelinegro estaba parado frente a su asiento. Kook sonrió inconscientemente, emocionado que le estuviera hablando.
— ¿Qué pasa, Tae?
Taehyung, por otra parte, seguía siendo serio y la sonrisa entusiasmada de Jungkook no lo conmovió en lo absoluto.
— Necesito mis carteles, ¿todavía los tienes?
— Oh, ¡claro!— Jungkook asintió.— Mañana los traeré.
— Sí, gracias.
Y se dio la vuelta, alejándose de esa fila de asientos. Jungkook un poco desilusionado, se colocó nuevamente los audífonos en sus oídos y antes de retomar la reproducción de la canción que escuchaba, observó como Minji llegó al aula, acompañada de Jimin. Jimin le dijo algo a Tae, ambos chicos rieron y después se fueron juntos del salón de clases. Minji fue a sentarse a su nuevo asiento, ignorando la mirada de Jungkook sobre ella.
Estaban en hora de estudio, es decir, ningún maestro a cargo, pues era una hora dedicada que los estudiantes estudiaran o hicieran tareas. Obviamente la mayoría no la utilizaba para eso.
Pero, Minji en ese momento lo hacía, estaba terminando una tarea de Matemáticas. Jungkook desde su asiento estaba en un dilema, si ir a donde ella o no.
Iba a hacerlo, pero cuando estuvo a punto de ponerse pie, tres chicas, que no eran de ese grupo, entraron al salón de clases, liderando el séquito iba Jibyul.
— Hola, chicos.— Saludó la castaña en voz alta para que todos le prestaran atención. Sutilmente, sacudió su mano sólo a Jungkook y moduló un "hola" para él.— Venimos a darles un anuncio.
Jibyul se había peinado y maquillado más de lo normal ese día, Kook lo notó y asumió que era porque iba a dar anuncios en todos los grados. Se veía hermosa, no podía negarlo; ella sólo estaba de pie entre medio de sus amigas sin sostener nada en comparación de las otras dos que sujetaban un afiche cada una del evento que estaban promocionando, y seguía siendo el centro de atención.
— Como ustedes saben, en dos semanas tendremos nuestro receso primaveral de dos semanas.— Sonrió y la clase festejó.— Y el último día de clases, por primera vez en esta escuela, ¡habrá un baile de primavera!
— ¡Buuu!— Exclamó alguien, todos miraron rápidamente a la responsable de aquella expresión.
La flamante pelirosa, que estaba recargada de manera vaga en su asiento, al sentir la mirada de todos, levantó sus pulgares, sólo para después girarlos y mostrar desaprobación.
— Minji,— Jibyul le sonrió como siempre lo hacía, falsamente.— si no te interesa, puedes retirarte.
— ¡Perfecto!— Festejó la chica, tomando su cuaderno de ejercicios y lapicera. Dando felices saltitos, pasó frente a Jibyul y le guiñó un ojo.— Gracias por liberarme de la tortura.
Jungkook estaba pasmado en su asiento por ese repentino comportamiento.
*
— ¿Qué haces aquí?— Le preguntaron Jimin y Tae a Minji, parándose frente a ella.
La pelirosa les sonrió y los invitó a tomar asiento en el piso. No había encontrado un lugar para seguir haciendo sus ejercicios de matemáticas, por lo que no tuvo más opción que sentarse frente a su casillero. Taehyung y Jimin se sentaron; ellos habían estado en la dirección, pues tenían que dejar listo el trámite de su servicio social ya completado.
— La fastidiosa de tu novia llegó a nuestro grupo a dar un anuncio, así que me fui.
Taehyung sonrió orgulloso y Jimin negó con la cabeza.
— ¿Sobre el baile de primavera?
Minji asintió.
— ¿Habrá un baile de primavera?— Preguntó Tae emocionado, Minji y Jimin asintieron.— ¡Genial!— Exclamó, pues él siempre había querido que hubiera algo así en la escuela. Tae miró a Minji.— ¿Me acompañarás, cierto?
— Si tanto quieres asistir, sabes que sí.— Le sonrió la pelirosa y Taehyung dijo "yes", alzando su puño.
— Qué envidia.— Murmuró Jimin.— Ese día tendré que estar al lado de Jibyul como un muñeco de plástico con una sonrisa congelada.— Bufó.— Maldición.
— Taehyung y yo estaremos todo el tiempo en la pista de baile.— Minji le guiñó el ojo.— Ya sabes dónde encontrarnos si te escapas.
Jimin sonrió y asintió. Sin duda ese día haría lo posible para unirse con Minji y Tae, por lo menos algunas canciones.
— Amigo, deberías de alejarte ya de esa chica.— Insistió Taehyung.— Sólo digo.
Desde el primer momento que esos dos entablaron una buena conversación, la química surgió. Jimin confiaba en Tae, Taehyung confiaba en Jimin. Hablaban casualmente, tiraban bromas, como si hubieran sido amigos desde siempre. Hace unos días, Jimin le había confesado a Taehyung la verdad de su relación.
*
Taehyung esperaba afuera del gimnasio mientras Jimin entretenía a Minji adentro. Jungkook apareció en el pasillo con los carteles que Tae le había hecho a la pelirosa. Kook se acercó a él con una expresión apenada y se los ofreció sin decir nada.
— Gracias.— Pronunció el pelinegro y se giró para volver dentro.
— Tae, espera.— Jungkook lo detuvo.— ¿Los quieres para las olimpiadas?— Preguntó y Taehyung asintió.— ¿Minji participará?
Taehyung lo miró como si fuera obvio.
— Todos lo haremos.— Afirmó.
— Es verdad...
— Adiós.
Y Jungkook ni siquiera tuvo el tiempo de despedirse de vuelta, Taehyung ya había entrado por la puerta del gimnasio.
Todos los años, se llevaban a cabo lo que eran las "olimpiadas escolares". Simples juegos y algunos deportes, cada grupo era un equipo y era obligatorio participar, sino, bajaban puntos de tu calificación. Además, el grupo que recibiera más medallas, ganaba puntos extras y un desayuno.
— ¿Kook?— Llamó Jibyul tras de él, aún no había ingresado al gimnasio.— ¿Qué haces aquí afuera? Ya es tarde.
— Cierto.— Vaciló Jungkook. Miró a Jibyul, ella sonreía sutilmente.— Lo siento.
— ¿Por qué?
Jungkook suspiró, miró la puerta del gimnasio, después a Jibyul y así por tres veces. Soltó otro suspiro, uno grande esta vez.
— No quiero participar en las olimpiadas este año, ¿me acompañas?
Jibyul lo miró sorprendida, pues no esperaba que Kook le pidiera eso. Sin perder más tiempo, ella asintió y fue rápida al tomar el brazo de Jungkook para retirarse de ahí.
Se encontraban ahora en el salón de tutorias.
— Entonces... ¿Por qué te disculpaste hace un momento?
— Porque en las asesorías de esta semana digamos que no he sido de mucha ayuda.— Ladeó su cabeza mientras hacía una mueca, apenado.— Y porque desde aquel día, no te pregunté por tu bienestar.
La castaña sonrió.
— No te preocupes, Kookie.— Aseguró ella.— Estoy perfecta, he comido bien.
— Me alegra escuchar eso.— El chico se permitió sonreír.— De verdad que sí...
El silencio se apoderó de la habitación, Jibyul prefirió mantenerse en ese estado pues conocía a Jungkook. Necesitaba silencio para pensar y además le daba tranquilidad, ella sabía que entonces en ese momento era lo correcto no hablar.
Jungkook tomó su teléfono y como era de mala educación en ese momento ponerse los audífonos para escuchar música, no tuvo más opción que reproducir la canción sin ellos. Fix You de Coldplay se filtró en la habitación y mientras él cantaba en voz baja, ella sonreía sutilmente, escuchándolo susurrar su canto.
Cuando la canción terminó, Jibyul decidió que era momento de hablar.
— Escucha, Kookie.— Dijo con cuidado.— Sé que en este momento, Minji y Taehyung ya no te hablan...— Jungkook lo siento como una apuñalada en el corazón.— Pero yo sí.
—Jibyul...
— Yo sí estoy contigo.— Aseguró ella, buscando su mano para tomarla.— Y antes de tenerla a ella como amiga, me tuviste a mí...
Jungkook la miró a los ojos, ella sonrió y de no ser porque en ese momento de verdad se sentía solo y extrañaba a sus amigos, no hubiera abrazado a Jibyul.
— Gracias, Byullie.
••••
está cortito ya sé, no me maten jsjsjssj, actualizaré pronto, don't worry!!!!
quién notó la referencia que puse?? jajaja i mean es súper obvia
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