— ¡No contesta!— Taehyung se quejó por quinta vez. Estuvo marcando a Jungkook desde que bajaron del autobús.

Pasaban de las siete de la tarde, era viernes y estaban yendo a la escuela; Jimin le había llamado hace un par de horas, pues había conseguido que le abrieran las puertas del auditorio de la escuela pues tenía que hacerse cargo de la decoración y el equipo de sonido, la competencia estaba cada vez más cerca, como sea, se había comunicado con Minji para invitarla a ensayar en el escenario.

Ella encanta aceptó y le dijo que iría acompañada de Taehyung y probablemente Jungkook también, pero él estaba desaparecido.

— No te preocupes, Tae.— Dijo ella, empujando la puerta de la escuela.— Además, no se ha perdido ninguno de mis ensayos.

— Tienes razón, uno no hace daño.

Jungkook y Taehyung habían estado apoyando a Minji al cien por ciento; ella practicaba y ensayaba todos los días, a veces lo hacía sola, otras les pedía a ellos dos que estuvieran presentes y ahí estuvieron.

Minji empujó la gran puerta del auditorio, consiguiendo llevarse algo de aire y esfuerzo pues estaba muy pesada. Taehyung reía mientras observaba su lucha, cuando estuvo a punto de abrirse por completo, él la ayudó. Ella lo miró mal y le soltó un leve golpe en el pecho. Lo siguiente que pasó es que ella saltó a su espalda y Taehyung empezó a caminar por todo el sendero entre butacas en dirección al escenario. El telón estaba abajo, pero tras de éste estaba una sombra de una persona corriendo de un lado a otro, Minji supo que era Jimin por su silueta.

— Así que...— Minji iba a cambiar de tema.— ¿De verdad planeas hacerlo?

— Yup. Necesito algo diferente en mi cabello, es aburrido ahora.

Minji en ese momento acariciaba algunos mechones rubios de Taehyung. Su cabello estaba largo a comparación de los diferentes looks de antes, además ya no era lacio.

— ¿Y por qué lo tienes ondulado?

Taehyung soltó una risita inocente.

— Lo que pasa es que, sin darme cuenta empecé a usar el shampoo de mamá, el cual es también un tratamiento para su permanente, así que... Eso.

Minji sonrió divertida. Ahora entendía todo.

— Es por eso que ahora lo traes largo, ondulado y sedoso. Diablos, tu cabello está más cuidado que el mío.— Dijo algo ofendida con ella misma.— Te envidio, Tae.

— Claro, como debe de ser.

— ¡Oye!

La persona que estaba tras del telón salió de éste, efectivamente era Jimin y miraba a ambos con una sonrisa en su rostro. Estaba feliz, aunque lucía agitado.

— ¡Están aquí!

Taehyung y Minji lo miraron, el pelinegro sacudía su mano.

— Hola, Jimin.— Minji fue la primera en saludar. Saltó de la espalda de Taehyung y subió al escenario.— ¿Estás solo?

— Síp. Soy el único organizador.

Minji hizo un puchero y asintió.

— Es mucho trabajo para ti solo, ¿no crees?— Preguntó Taehyung, quien a diferencia de Minji, él había tomado asiento en la primera fila de butacas.— Hola, por cierto.

— Hola, Taehyung.— Jimin saludó al mismo tiempo que se sentaba en el piso. Necesitaba un respiro.— Lo es.— Corroboró.— Pero ya estoy dentro y no puedo dar vuelta atrás.

— ¿Y por qué lo haces solo si sabías que sería mucho trabajo?— Preguntó Minji.

— En un principio mi novia y yo éramos los organizadores, pero ella renunció porque consiguió una nueva forma de liberar su servicio social.

— Eso es un golpe bajo de parte de Jibyul.— Comentó Taehyung y Minji le disparó una mirada autoritaria. Ese pudo haber sido un comentario fuerte hacia Jimin.

Jimin sonrió derrotado y terminó bufando.

— Puede ser, pero la verdad prefiero que se haya ido a seguir discutiendo por todo.

Los tres se quedaron sin decir nada un largo rato. Hablar de Jibyul siempre terminaba incomodando el ambiente de alguna manera. Minji había decidido evitarla lo más posible, por lo mismo ni siquiera lo preguntaba a detalle a Jungkook sobre las asesorías. Taehyung hacía lo mismo. Esa chica ya no le daba buena espina.

— Escucha, sé que es algo tarde, pero faltan dos semanas para la competencia y aún no hay publicidad y promoción...— Taehyung se puso de pie.— Minji y yo no hemos empezado con nuestro servicio social, podríamos ayudarte.

— ¡Oye, eso es buena idea!— Apoyó Minji.— Mientras más poco falte, más ajetreado y estresado vas a estar.

Jimin se quedó pensado un rato. La verdad es que se había convencido ya así mismo que podía con todo solo, pero no era así; la ayuda de esos dos le vendría muy bien.

— Estaría bien...— Dijo.— Pero Minji, ¿qué pasa con tus ensayos? No quiero que te distraigas.

— ¡No te preocupes por eso! La coreografía ya está lista, es cuestión que la practique dos horas diarias y todo estará bien.— Sonrió.— Tengo entendido que las recaudaciones del evento serán donadas a diferentes casas hogares, ¿no es así?— Jimin asintió.— Bueno, yo soy buena con los números, seré la contadora del evento y me encargaré de patrocinios, como también asegurarme que las recaudaciones sean completadas.

— Y no es por presumir pero toda la escuela me ama y tengo muchos amigos.— Taehyung sonrió a lo grande.— Yo estaré encargado de la promoción del evento como de la publicidad en redes sociales.

Jimin sonrió emocionado.

— ¡Y yo seguiré como el organizador y estratega del evento!

Taehyung subió al escenario de un impulso y se acercó a ellos dos.— Juntemos las manos, somos el nuevo Dream Team de la escuela y haremos que éste sea el mejor evento del año.

— ¡Claro que sí!

*

Las horas pasaron, Minji había estado practicando la coreografía en el escenario todo ese tiempo; la primera vez que la bailó, Taehyung y Jimin estuvieron atentos, Jimin se quedó anonadado y no paró de decirle lo genial que había sido por diez minutos. Después de los halagos, Minji siguió ensayando mientras los otros dos estaban de arriba a abajo por todo el auditorio, asegurándose que el equipo de sonido estuviera en buenas condiciones, que el telón no tuviera problemas al bajar o subir y Taehyung le daba ideas a Jimin sobre como decorar el día del evento.

Se habían entendido muy bien.

— Diablos, estoy exhausta.— Exclamó Minji y de un segundo a otro ya se encontraba desplomada en el piso.

Pero había sido un buen ensayo; el piso del escenario estaba en buenas condiciones y no había sido problema al bailar o deslizarse, además ya estando arriba en la plataforma, pudo medir las dimensiones entre el escenario del público, ahora sabía que tan grande necesitaba hacer los pasos.

— ¡Terminamos por hoy!— Jimin festejó.— Por suerte todo está en buenas condiciones.

— No entiendo por qué hacen las asambleas en el gimnasio y no aquí...— Dijo Taehyung.— Muy pocas veces utilizan este recinto.

— ¡Como sea!— Jimin tomaba sus cosas.— Es viernes, deberíamos ir a cenar algo y tener nuestra primera reunión como equipo.

Minji y Taehyung se miraron mutuamente, ellos ya habían quedado en ir a cenar hamburguesas. Terminaron encogiéndose de hombros y asintieron.

— De acuerdo.

— Mis padres salieron de la ciudad, podríamos ir a mi casa y ordenar algunas pizzas, además ahí tengo mi computadora y la planificación del evento.

Taehyung sonrió.

— Wow, Jimin... Ni siquiera para las clases más importantes eres así de dedicado.

Jimin sonrió, en un acto de nerviosismo se rascó la nuca y después despeinó su cabello.

— Es la primera vez que organizo algo por mí mismo y soy el líder de ello.

*

La casa de Jimin era bonita y grande, él le había comentado a Minji y Tae que su madre amaba la decoración y la belleza, pues era dueña de un salón de belleza.

— ¿Y tus padres?— Preguntó Taehyung, se encontraban en la sala de televisión y juegos.

— Suelen pasar los fines de semana en Busan.— Respondió el pelinegro, en sus manos tenía todo el papeleo y carpetas del evento.— Mi hermano menor estudia allá.

— Ya veo...— Taehyung ya se encontraba acostado en un sillón puff.

— Minji, ¿podrías acompañarme? Aún quedan más documentos y la computadora.— Pidió.— Taehyung, ¿puedes ir pidiendo la pizza?

— Claro.

Jimin empezó a caminar y Minji lo siguió, no sin antes arrojarle a Taehyung un cojín sólo por molestar. Iban escaleras arriba, en el corredor de la segunda planta se encontraba una pared llena de fotos familiares, como también de amigos.

— Linda foto.— Minji se refirió a una de Jimin y Jibyul, ambos muy felices en lo que aparentaba ser un evento social.— Lucen muy bien juntos.

El pelinegro dio un vistazo vago a la foto, soltó un bufido acompañado de una pequeña sonrisa ladeada.

— Odié ese día.

Minji lo miró sin entender y sin poder creerlo, pues la foto mostraba totalmente lo contrario a un día que podía ser odiado.

— Así que...— Minji siguió caminando.— Eres bueno fingiendo.— Aseguró.

Otra sonrisa de Jimin.

— No tienes idea.— Cruzó la puerta de su habitación.— Pero ella es mejor.

¿Qué carajos? Se cuestionó Minji. Pero de nuevo se recordó así misma que no le importaba Jibyul y mucho menos la relación de ellos dos. Ellos eran una pareja feliz, por lo menos ante toda la escuela y así se quedaría hasta demostrar lo contrario frente a todos.

Mimi sonrió al echar el primer vistazo a la habitación de Jimin; era totalmente diferente al estilo de la casa. El chico le señaló donde estaba la laptop, ella la tomó y se aventuró a mirar los posters que estaban colgados. Diferentes bandas, artistas y también deportistas, había de todo un poco. Más allá, en el escritorio había algunas fotos, la principal era de él con Jibyul, otra de la familia Park y al fondo, había una que estaba algo obstruida por los lapiceros y cuadernos, sin embargo... Puedo reconocer esa nariz donde sea que la vea, pensó Minji. Era una foto de Jimin y Jungkook.

¿Por qué la tiene todavía?

— Esto es todo.— Jimin la sacó de sus pensamientos.— ¿Vamos?

— Oh sí, claro...

Y ella fue la primera en salir de la habitación.

*

Taehyung se estaba encargando de habilitar un perfil en Instagram y Facebook, como también de hacer diferentes imágenes publicitarias. Jimin estaba organizando todo el papeleo y permisos, a parte hacía una lista de pendientes. Minji había estado todo ese tiempo en la computadora, editando una hoja de cálculo donde llevaría toda la contabilidad y también había estado buscando posibles patrocinadores.

— ¡Por fin llegó la pizza!— Minji saltó del sofá.— Yo voy por ella.

Jimin le dio el dinero y ella sin demorarse más fue a la puerta mientras tarareaba UN Village de Baekhyun. Estaba hambrienta, por lo que ahora su felicidad era extrema. Ansiaba sus rebanadas de pizza.

— Hola.— Saludó al chico de la pizza, él le sonrió. Minji tomó el pedido y le tendió el dinero.— Aquí tienes, gracias.

— Que tengas bonita noche.

Minji le sonrió y el repartidor se fue. La pequeña salió corriendo con los chicos.

— ¡A comer!

Y reunidos los tres empezaron a cenar, Jimin encendió la televisión y se apresuró a poner una película.

— Oye, Jimin.— Taehyung lo llamó y después le dio una mordida a su rebanada.— Así que tu mamá tiene un salón de belleza...

— Así es, ¿por?

Minji miró a Taehyung tratando de deducir lo que cruzaba por su mente en ese momento, el rubió le regaló una sonrisa grande a su amiga. Oh Dios...

*

El celular de Jungkook había muerto cuando estaba en el centro comercial, por suerte ya había conseguido un cargador. En el momento que el aparato se prendió, una gran cantidad de notificaciones se hicieron llegar, eran tantas que ni siquiera podía desbloquear su celular.

Todas eran de parte de Minji y Taehyung, mensajes y llamadas perdidas.

Desde la bandeja de notificaciones lo único que pudo rescatar era: ensayo, auditorio, hamburguesas.

Logró desbloquear la pantalla y mensajes seguían llegando, por lo que se equivocó al entrar a la app de Kakao Talk y presionó el icono de Instagram. ¿Qué mierda? La primera publicación que le salía en el inicio era de Taehyung; una foto de él con tinte negro en la cabeza, a su derecha Minji lanzando un beso y a la izquierda Jimin haciendo la señal de amor y paz.

Y el lugar donde estaban, él lo conocía sin duda alguna. Están en la casa de Jimin.

— ¿Pasa algo?— Preguntó su acompañante mientras cruzaba la puerta, venía con botanas.— Parece que viste un fantasma, Kookie.

Ah sí... Se había encontrado con Jibyul en el centro comercial.

Y yo estoy en la casa de Jibyul.

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