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021.

La maestra de literatura había faltado porque tenía resfriado y la dirección había mandado a un suplente, sin embargo, Minji había convencido a Jungkook y Taehyung de escaparse, pues de todas maneras era el último periodo del día y lo más probable es que el suplente les encargaría como trabajo leer por toda la hora la lectura de esa semana.

— Deberíamos de pedir un deseo...— Comentó el rubio, él y Jungkook recién se tiraban al piso mientras Minji encendía el equipo de sonido del salón de práctica.

— ¿Por?

— Es la primera vez que Jungkook no se pone pesado e intenta detenernos para no saltarnos las clases.

— Oye es verdad.— Apoyó Minji.— Ya no es taaan amargado.

Jungkook exasperó y los miró mal, pero al cabo de unos segundos sonrió.

— Bueno, tal vez está volviendo el Jungkook del pasado.

Al Jeon Jungkook del primer año no le importaban las clases si no eran las de Historia. Solía escaparse siempre con Jimin o Jibyul. Después del "incidente", como se había alejado de todo y de todos, no había a qué prestarle más atención que a sus clases, nunca faltaba y aunque no era un alumno de calificaciones excelentes, tampoco estaba bajo del promedio.

Entraron a la sala de práctica, Jungkook y Taehyung fueron directo a la torre de colchonetas y tomó una de ellas cada uno para utilizarlo como colchón, sus mochilas serían sus almohadas. Minji estaba en  el equipo de sonido, sincronizándolo con su celular. Practicaría su coreografía, además era la primera vez que se las enseñaría a los chicos.

Había pasado un poco más de la semana desde que Jungkook fue a su casa y hablaron. Esa plática la motivó de alguna manera y en el momento que entró a su habitación esa noche, había empezado a montar la coreografía para el concurso pues la inspiración había llegado de golpe.

En el transcurso de la semana había agregado y cambiando algunos pasos hasta terminarla por completo. Ya la tenía lista, ahora lo que haría el resto del tiempo sería grabarse y perfeccionar cada segundo, reforzando la técnica de los movimientos y metiéndole el estilo que quería transmitir en cada paso. A esto le llamaba "análisis time" pues además de practicar, analizaba y modificaba hasta conseguir su meta.

— ¿Y... qué les pareció?— Preguntó la pelicorto cuando terminó la música.

Jungkook estaba boquiabierto; Taehyung ya se encontraba al lado de Minji y la cargaba.

— ¡Mimi!— Gritó Tae sin poder expresar sus palabras.— Eso fue jodidamente... ¡genial! Por supuesto que mis expectativas eran altas, pero tú las llevaste a la siguiente galaxia.

Minji sonrió por las palabras de Tae. De todas las coreografías que le había mostrado antes, esa vez tuvo la mejor reacción y de verdad se le notaba el gusto y emoción en el rostro.

Se sentía satisfecha.

Ciertamente nunca había hecho una coreografía con tanto entusiasmo y como ésta era su primera competencia en solitario, eso lo explicaba todo. Los pasos de bailes habían fluido de manera natural y propia.

— Es que me cuesta creerlo...— El anonadado de Jungkook decidió hablar.— ¿Cómo es posible que la chica más vaga del colegio sea la mejor bailarina también?

— ¡Oye!

— A lo que voy, Mimi... Es que tu baile ha sido el mejor.— Sonrió.— ¡Ni siquiera puedo ponerme de pie! Eso fue simplemente genial.

Minji sonrió.

— Bueno, tengo que dar lo mejor de mí... A fin de cuentas mi contrincante es Hoseok y antes de eso él ha sido mi mentor por años.

Taehyung volvió a dejarla en el piso y pasó a abrazarla por los hombros.

— El alumno supera al maestro.

— No lo creo cuando el maestro es Hoseok.— Dijo ella con una sonrisa. No es como que tuviera miedo, la verdad es que eso la motivaba a hacer mejor las cosas y dar todo su esfuerzo.— Pero maldición, deseo patearle el trasero a ese gusano.

— Y lo harás.— Jungkook dijo confiado.

La chica sonrió mientras asentía.

— Como sea, gracias chicos.— Expresó feliz.— ¡No pueden decirle a nadie sobre mi coreo!

— Lo sabemos, Mimi.

Dicho y prometido eso, Minji y Tae se sentaron con Jungkook en el piso para hacerle compañía. Para matar el tiempo, jugaban Ludo en línea, Minji había ganado todas las partidas, Tae hacía berrinche y Jungkook no podía con su coraje porque ni siquiera había estado cerca de ganar. La hora había llegado, Kook tenía que irse a las aulas de asesoría; Taehyung había invitado a Minji a su casa a comer pues ella le ayudaría con la tarea de Matemáticas y Biología.

— Mimi, ve con Jungkook.— Pidió Tae.— Tengo que ir a la biblioteca por el libro de Biología.

— De acuerdo.— Minji se encogió de hombros.— ¡Jungkook, carreras!— Gritó y salió corriendo.— El que pierda compra el almuerzo de mañana para los tres.

Jungkook sonrió divertido mientras la veía correr, le daría gran tiempo de ventaja pues era fácil alcanzarla en cuestión de segundos.

— ¡Minji, no te rindas!— Gritó Taehyung antes de tomar el camino contrario. Sea como sea, él comería gratis.

Una vez que Tae había desaparecido por el pasillo, Jungkook se echó a correr. Sus pasos retumbaban en los azulejos, Minji giraba su cabeza para ver que tan cerca se encontraba Kook. Estaba cerca, pero ella igual estaba a metros de pisar el salón.

Tan cerca, pero entonces sintió como sus pies se despegaban del piso. Jungkook la tenía en sus brazos, cargándola el estilo de princesa. Minji empezó a maldecir en su mente mientras intentaba bajarse, aunque eso implicara caer al suelo y darse un buen golpe en el trasero.

— Dios, ¡te detesto!— Alegó Minji, se encontraban afuera del aula, Jungkook la bajó de sus brazos y de un rápido movimiento entró al aula, ella seguía afuera.— ¡De verdad te odio!

Jungkook le guiñó un ojo, inclinándose a ella se puso a su altura.

— No apuestes si no sabes perder, bebé.

Y se giró para empezar a preparas todas sus cosas para la tutoría, entonces, sintió un peso extra en su espalda. Minji había saltado arriba de él.

— ¡Te dije que no me llamaras así!— Dijo ella y empezó a despeinarlo.

Jungkook sólo reía, apenas y sentía el peso de Minji; él seguía acomodando su material como si nada estuviera pasando. Minji finalmente se rindió, pues Kook era inmune, así que en lugar de seguir despeinando su cabello, lo empezó a peinar de nuevo.

—  A veces deseo ser igual de grandota que tú para darte una buena paliza.

— Bueno, no es mi culpa que seas una enanita de jardín, Mimi. Eres una hormiguita.

— Tiene sus pros, ¿sabías?— Ella sonreía. Era frustrante a veces, pero había aprendido a lidiar y amar su estatura.

— El único pro aquí es que mañana tendré mi almuerzo gratis.

— Ashh, ¿tenías que recordarlo, no?

Jungkook empezó a reír. Le gustaba molestarla, era tierna cuando hacía sus rabietas.

— ¿Interrumpo algo?— Preguntaron desde la entrada. Kook se giró en dirección a la puerta, por ende Minji también, pues seguía en su espalda. Era Jibyul.

— Jibyul...— Jungkook habló.— Fuiste la primera en llegar. Adelante, pasa.

La chica entró en silencio, se sentó donde siempre y después de dar una gran bocanada de aire sonrió. Minji ahogó una risa al presenciar aquel extraño proceso, Jungkook en ese momento buscaba algo en su mochila y no lo había notado.

— Hola, Jibyul.— Saludó Minji, Jibyul agrandó su sonrisa, a lo que la pequeña no pudo más que sonreír de manera incómoda, pues de nuevo intentaba retener su risa.

— ¡Hola, Mimi!— Saludó con entusiasmo.— ¿Qué haces aquí? Creí que sólo está permitido que los del programa de tutoría estén presentes.

— Oh... Eso no lo sabía.

— La asesoría todavía no empieza.— Jungkook dijo.— Y yo quise que me acompañara mientras espera a Tae.

— Ya veo...— Jibyul asintió con esa sonrisa de The Joker suya.

— ¡Y él ya está aquí!— Minji saltó de la espalda de Jungkook al ver a Taehyung por la ventana.— Nos vemos mañana, chicos. Suerte.

Jungkook la miró y asintió. Jibyul levantó su mano y la sacudió en forma de despedida.

— Hey, Mimi.— Jungkook le habló antes de que saliera por la puerta.— Te llamaré cuando termine.

Ella lo miró con los ojos entrecerrados y negó con la cabeza para al final sonreír con burla.

— Ya para qué, Jeon.

Jungkook rió y negó con la cabeza. Lo que antes había causado un problema entre ellos, ahora era una broma interna.

Y eso era lo que reforzaba su relación.

Tae asomó su cabeza por la puerta.

— No vayas a dormirlo con tus clases, bobo. Nos vemos mañana.

— Adiós, Tae. Hasta mañana.

Finalmente Minji y Taehyung se fueron, como era de esperarse haciendo escándalo por todo el pasillo, hasta que el ruido fue cesando hasta desaparecer, Jibyul se animó a hablar.

— Minji y Taehyung se llevan muy bien, ¿no? Parecen almas gemelas.

Jungkook se quedó pensando y terminó asintiendo.

— Los tres nos llevamos de maravilla, somos el trío dinámico... se podría decir que nos complementamos.

— Sí, pero especialmente ellos dos.

— Pues... Sí, como sea.— Se encogió de hombros.— ¿Cómo estuvo tu día?

Jibyul borró la sonrisa de su rostro y soltó un suspiro.

— Las cosas con Jimin están empeorando...— Dijo, su mirada evitando la de Kook.— Estoy cansada.

— ¿De él?

La chica tomó una gran bocanada de aire.

— De nuestra relación.

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and i oop

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