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011.

Otro sábado más y Jungkook no sabía que camisola usar, la morada o la azul.

Dejó ambas sobre la cama, sin quitar la vista de Naruto, pues lo estaba viendo en la TV. Entró al baño de su habitación y se duchó lo más rápido posible, había dormido de más y ahora estaba retrasado. Cuando salió del baño, sonrió, ya que el episodio que estaban dando en ese momento era uno de sus favoritos y nunca se cansaba de verlo: la pelea de Shikamaru y Temari.

Ya se había puesto uno de sus muchos jeans negros raspados, como también sus Timberland, esta vez negras también. Se había perfumado, cepillado el cabello y andaba de aquí para allá en su habitación sin una camisola puesta aún. Se plantó frente la cama y observó con cuidado cada prenda, como si realmente fuera el dilema del siglo. Se rascó la cabeza, apretó los labios y sin pensarlo más, tomó la camisola azul claro que parecía de mezclilla, se vistió con ella y se echó un poco más de perfume.

— Mamá, ya me voy.— Gritó mientras bajaba las escaleras, su madre estaba en el comedor, bebiendo un poco de té y trabajando en su computadora.

— Cuídate.— Dijo con una sonrisa, cuando Kook estuvo a punto de salir por la puerta gritó:— ¡No vuelvas muy tarde!

— Okay.

Apenas eran las 8:oo PM, su cita era a las 9:00 PM, aunque viajaba tan sólo media hora en metro, le gustaba ser puntual, incluso llegar más temprano lo hacía sentir más cómodo. Bajó del vagón y subió a la superficie, era Hongdae, había muchas personas, más porque era sábado en la noche. Jungkook caminó lo mismo que recorría todos los sábados y como siempre, saludó a la señora del puesto de pulseras al aire libre, dos calles más allá, al señor que vendía brochetas. Se metió por un callejón llenó de tiendas, en su mayoría de música, al final del callejón se podía ver el letrero neón muy grande que ya le era familiar: Bohemian Notte.

Bohemian Notte era un bar subterráneo, su temática era artística, pero se centraba más en la música. Jungkook terminó encontrando ese lugar por mera casualidad y por su cuenta.

Todo fue gracias a Jibyul.

O mejor dicho, todo fue gracias a que le rompieran el corazón.

El día que Jibyul escogió a Jimin, o mejor dicho, los descubrió en pleno beso y después en la cara le dijeron que iban a estar juntos sin importar qué, Jungkook se echó a perder. Apagó su celular y empezó a caminar sin rumbo alguno, era de esperarse que su instinto lo llevara a Hongdae, su lugar favorito en toda la ciudad. Ese día se aventuró por más calles y fue como dio con ese colorido callejón que al terminar tenía como hogar a Bohemian Notte, un bar con una temática diferente.

En la ciudad había muchos bares Stand Up, de esos donde los comediantes voluntarios o a veces ya programados, se suben al bar y dan un divertido show. Bohemian Notte adaptó esa idea, sólo que en lugar de dar un show de comedia, cantabas una o varias canciones. No importaba si tenías una voz hermosa, o si supieras cantar o no, era valido participar con el hecho de que quisieras hacerlo y expresar tus sentimientos. O bueno, eso era entre semana, porque los sábados y domingos, los cantantes frecuentes del bar estaban programados para esos dos días, cada uno daba un show de una hora, podían ser covers o composiciones originales.

Jungkook terminó ahí un jueves, subió sin pensarlo y cantó tres canciones que lo representaban muy bien en ese momento. Las personas que estuvieron ahí lo amaron y elogiaron su hermosa voz. Aunque seguía dolido y no había nada que sanara por completo la herida que su mejor amigo y su primer amor le habían causado, el haberse subido al escenario lo ayudó un poco. El día siguiente, viernes, él volvió; su intención era sólo escuchar y beber algo si se lo permitían, pues era menor de edad, pero al final, terminó arriba del escenario otra vez. Cuando bajó del taburete, el gerente lo estaba esperando, tuvo miedo que lo sacaran por su edad, pero fue todo lo contrario.

Le había ofrecido trabajo, así es, lo quería en la alineación del sábado, que era cuando más personas iban. Kook sin pensarlo dos veces aceptó y al mismo tiempo, lo guardó como su gran secreto.

No estaba haciendo nada malo, todo lo contrario de hecho, pero no quería que nadie lo supiera.

El cantar los sábados era algo suyo y así quería que se quedara.

— Llegas temprano.— Saludó el chico de la barra, Jinho. Jungkook tomó asiento.

— Estaba aburrido en casa.— Sonrió mientras sacaba su celular, miró rápido al escenario y sonrió al ver y escuchar a Junhoe una canción de Alicia Keys.

Así era el horario: de 8 a 9, cantaba Junhoe. De 9 a 10, lo hacía Jungkook. De 10 a 11, le tocaba a Taeil y para cerrar, de 11 a 12 lo hacía Youngjae. Esa era la alineación de los sábados, a veces se rotaban con los chicos del domingo, pero siempre eran cuatro horas de música en vivo.

En ese momento había personas en el bar pero no lo suficientes para llenarlo, Jungkook no quería sonar presumido, pero su hora era la que más chicas tenía. Ya tenía varias fans, todos en el bar le hacían burla por eso y lo llamaban "Jungkook el de las mil novias". Ni siquiera les hablaba, sí las saludaba y recibía pequeños detalles, a veces se tomaba una que otra foto, pero no más.

— ¿Me puedes dar una cerveza?— Pidió Kook.

— ¡No!— Se negó Jinho.— Nunca las pagas. Ya basta, Jeon.— Jungkook se empezó a reír.

— Me las descuentan de mi sueldo.

— Mentira.

— Agh, mierda...— Negó con la cabeza y mientras sacaba dinero de su billetera, los puso sobre la barra.— Quiero una corona muy helada.

Jinho arrastró el dinero y lo miró con ironía.— ¿Sabes que puedo llevarte a la policía, verdad?

— No lo harás.

Claro que no lo haría. El chico de la barra se dio la vuelta y fue a buscar la cerveza mientras Jungkook desbloqueó su celular, en ese momento un mensaje llegó al grupo de chat que tenía con Minji y Taehyung, el cual se llamaba "Powerpuff Girls" por culpa de la chica, quien precisamente era la responsable del mensaje, nada escrito, era una selca de ella y Tae.

¿Están juntos? Pensó Jungkook. No le sorprendía, en eso habían quedado ayer.

¿Qué hacen? ¿Dónde están? Texteó Kook.

Estamos en el centro comercial, ayudé a Minji a escoger su outfit para su próximo vídeo. Contestó Taehyung.

Y justo ahora estamos yendo al cine. Agregó Minji.

¿Qué película verán?

ANT-MAN AND THE WASP!!!!!! Escribió Taehyung y Jungkook hizo una mueca por su emoción.

Tae es Ant-Man, yo soy The Wasp y tú eres el Dr. Pym ;). Envió Minji.

¿Quién es ese?

Se muere. Puso Taehyung y Jungkook bufó, en ese momento Jinho le dio su cerveza.

Okay, adiós.

Bloqueó el celular y un pequeño sentimiento de enojo por no estar con ellos en ese momento lo invadió, pero logró hundirlo con el trago que le dio a la cerveza. Nada era más importante que los sábados para él.

*

Era lunes, Jungkook no volvió hablar con sus amigos desde el sábado. Su hermano lo había llevado a la escuela esta mañana y gracias a ese detalle es que estaba un poco feliz, no sólo eso, hoy terminarían el documental en la clase de Historia y por suerte era la primera hora. El día estaba empezando bien, después de todo.

— Hola, Jungkook.— Dijo alguien desde atrás, el se detuvo y quitó los audífonos de sus oídos.

Antes hubiera ignorado eso y simplemente hubiera seguido caminando, pero Minji le dijo que no debía tener esa actitud; ella tenía razón. Sin embargo, cuando Kook se giró y encaró a la persona que le había hablado, deseó con todas sus fuerzas haberla ignorado como el Jungkook de antes lo hubiera hecho. Era Jibyul. Ella estaba parada frente a él ahora, sonriendo y con sus brazos entrelazados tras su espalda, luciendo jodidamente linda. Jungkook no supo qué sintió, pero una mezcla de sentimientos se revolvió en su estómago y ahora estaba paralizado.

— Ehh...

— Buenos días.— Sonrió más y por poco el corazón de Kook se derrite. Ella le hablaba y sonreía así cuando eran amigos.

¿Qué diablos quiere?

— Hey.

Jibyul rió por lo bajo y negó con la cabeza, dio un brinquito y terminó ahora a su lado. Sus brazos chocaban y Kook sintió su garganta cerrarse.

— ¿Vas a tu salón?— Preguntó y el pelinegro no hizo más que asentir.— Yo también, ¡vamos!— Y tiró de él para que se moviera, entonces lo notó.— Uh, ¿para quién es eso? A ti no te gustan las naranjas.

Jungkook llevaba en sus manos una naranja perfectamente pelada, lucía tan exquisita.

— Es para Minji.— Contestó Jungkook, Jibyul no supo qué cara hacer.

— ¡Claro, Minji!— Sobreactuó du reacción y Kook se percató de eso, sin pensarlo hizo una mueca.— Adoro a esa chica.

— ¿Por qué?— Cuestionó él.— No son amigas.

— Perooo, ambas amamos el baile y bailamos. Además, he hablado con ella un par de veces.

Perfecto, entonces dile a tu novio que le quite los ojos de encima.

Y todo llegó como una bomba para Kook en ese momento. Jimin había estado intentado algo con Minji los últimos días y ahora de la nada Jibyul venía a él. ¡¿Qué mierda?!

— Me tengo que ir.

— Podemos ir juntos, nuestros salones son vecinos.— Ella insistió.

— No quiero ir contigo.

Jibyul se pasmó, ese comentario le había llegado de sorpresa y sin esperarlo en lo absoluto. Tal vez, Jungkook tenía una muy buena autodefensa, o, tal vez la estaba olvidado finalmente. La chica reaccionó cuando Kook empezó a caminar de nuevo, pero no se midió y por su movimiento, a Jungkook se le cayó la naranja.

— ¡Ah, perdón!— Dijo rápido, intentando tomarla del piso pero Jungkook la detuvo, ya estaba estropeada.

— Sólo déjalo, ¿sí?— Pidió molesto.

El se bajó para tomarla, ahora la tendría que tirar. Justo cuando él se estaba reincorporado, aceleradas pisadas se escucharon tras de él y volteó para ver quién era la persona que corría tan desesperada.

Oh no...

Era Minji, venía corriendo por el largo del pasillo, riendo divertida y Jungkook supo que había hecho algo, además, llevaba su mano escondida dentro del saco del uniforme, probablemente escondiendo algo.

— ¡Yah, Kwon Minji!— Jungkook alzó la voz y Jibyul se sobresaltó ante eso, pero se sorprendió más al ver que Minji sólo le sonrió.— ¿Ahora qué hiciste?

— Nunca me viste.— Fue lo que dijo y nunca frenó, dobló en las escaleras y las subió corriendo.

— Mierda.

Alguien más venía corriendo. ¡¿Una cocinera?!

— ¿No han visto a una chica súper chiquita y de pelo corto? Se ha robado una miel de maple de la cocina.— Preguntó apenas con aliento. Jungkook suspiró, ¿por qué una jodida miel?

— La vi salir corriendo al jardín.— Señaló el lugar opuesto a las escaleras.

— ¡Gracias!— Y se fue, en ese momento la campana sonó y las personas que estaban en el pasillo empezaron a moverse.

— ¿Por qué se robaría una miel?— Jibyul estaba muy confundida.

— Justo por eso era que le traje una naranja.— Dijo Jungkook irritado.— Minji tiene ámbitos de desayuno muy malos, siempre come algo dulce.

— Vaya... Cuidas mucho de ella, al parecer.

Jungkook se quedó callado y asintió.

— Tengo qué.

Y sin más, salió corriendo para alcanzarla, dejando a Jibyul sola en el corredor. Había profesores esperando en el elevador, por lo que tomó el camino de las escaleras, subiendo de dos en dos y corriendo, el pasillo donde estaban los salones de clases ya estaban vacíos, pues todos ya estaban dentro. Su salón era el único con las luces apagadas y una gran luz proyectándose: el documental.

Tocó la puerta.

La maestra sonrió al verlo, disculpándolo automáticamente por su retraso, con un ademán lo invitó a pasar, Kook se quedó parado en la puerta, viendo en dirección a su asiento, dándose cuenta que Taehyung estaba en él. Lo fulminó con la mirada y Taehyung le pidió que se sentara en su asiento, dio un gran suspiró y fue al lugar de su amigo.

Nada estaba fuera de lo normal, Jungkook los estaba estudiando con la mirada. Ambos, Taehyung y Minji, tenían recargada su barbilla en su mano y fingían ver el documental, porque seguramente en su mente había algo completamente diferente, además, la miel no estaba a la vista. Kook se quedó más tranquilo, preguntándose en qué momento se convirtió en el papá de esos dos, antes hubiera sido el líder de las travesuras, el creador del desastre.

Pasaron 3 minutos y el pelinegro ya estaba adentrado en el documental, disfrutando cada segundo como si fuera la primera vez viéndolo. De la nada, sonidos raros que trataban de ser ocultados empezaron a distraerlo, como si estuvieran quitándole la envoltura a algo, lo ignoró. Entonces, el peculiar olor a jarabe de maple llegó a sus fosas nasales y volteó a ver a sus amigos, casi quedándose sin cuello por la manera brusca que lo hizo. Su quijada cayó y no podía creer lo que veía... Esos son ¡¿panqueques?! Taehyung tenía una montaña de ellos sobre un aluminio y Minji estaba echándoles miel.

— ¿Qué demonios?— Susurró enojado.

Minji y Taehyung lo miraron.

— ¿Gustas?— Ofreció Minji, Kook la miró como si estuviera loca y negó.

El documental se pausó, Taehyung tapó la comida con el papel y los metió a su mochila rápidamente, Minji hizo lo mismo con la miel y se sentaron correctamente.

— ¿Alguien está comiendo?— Preguntó la maestra y encendió las luces para inspeccionarlos, Jungkook tragó duro como si él fuera el culpable.— ¿Por qué huele a miel?

Nadie contestó, todos se veían entre todos y las personas que estaban alrededor de Minji y Taehyung sabían que no debían delatarlos. Como la maestra no vio nada, volvió a apagar las luces y puso el documental. Estuvo un rato viéndolos, el olor seguía pero no había nada, se rindió, tomó asiento en su escritorio y miró el documental también.

Los dos diablillos se pusieron en acción. Jungkook los miró como si fueran unos cínicos.

— Me van a volver jodidamente loco.

*

— Entonces nos vemos mañana.— Minji empezó a alejarse de sus amigos. Jungkook y Taehyung asintieron.

— ¡No olvides hacer la tarea!— Recordó Jungkook, gritando porque ella ya casi estaba en la salida.

— ¡Mira quién lo dice, el que no hizo su tarea de Matemáticas!

Los dos chicos rieron y sacudieron su mano en el aire, ella también y finalmente se giró, uniéndose con Seunghoon en la puerta. Hoy era día de grabación y esta vez era una coreografía de ella, estaba muy emocionada.

— Tengo que irme a casa ya, tengo que cuidar a los demonios.— Taehyung habló.— ¿Qué dijiste que tenías que hacer en la biblioteca?

— Buscaré dos libros de historia, la maestra me ofreció hacer un ensayo por puntos extras y bueno, tengo que aprovechar.

Taehyung sonrió divertido.

— Nunca creí escuchar a Jeon Jungkook hablar así.— Kook lo empujó.— Como sea, suerte y hasta mañana.— Empezó a caminar.— Adiós.

Jungkook se despidió con la mano y se dio vuelta para ir a la biblioteca. Ya estando allá, mostró su credencial escolar y fue directo a la sección de Historia Universal; el ensayo que tenía que hacer era sobre el Fascismo, ya que ese, y otros tipos de gobiernos/dictaduras que existieron, serían el tema siguiente, justo después de terminar el de la Revolución Rusa.

Sólo ocupaba dos libros, uno sobre el Fascismo y otro sobre la Historia de Italia, eso sería suficiente para elaborar el gran ensayo que tenía en mente, además de sus conocimientos en el tema. Encontró rápido los libros, estaba listo para irse y pasar toda la tarde haciendo el ensayo.

— ¡Jungkook!

¿De nuevo? Pensó al ver a Jibyul frente a él.

— Jibyul.— Empezó a caminar, la chica se inclinó para ver los libros que llevaba.

— Historia, eh.— Sonrió.— ¿Recuerdas que en primer año siempre decías que ya ansiabas por estar en segundo para esa materia?

— Sí, lo recuerdo muy bien.— Suspiró.— Como también recuerdo muchas otras cosas que pasaron, ¿se te ofrece algo?

— De hecho sí.— Lo miró con ojos brillantes.— Tengo que estudiar más Física y no alcanzo el libro que tengo que llevar.

Jungkook la miró como si fuera una broma, pero ella iba en serio. Resopló y asintió, no supo por qué, su instinto fue el que accedió. Jibyul sonrió a lo grande, tomó su mano y tiró de él, Kook miró el agarre sorprendido y una corriente eléctrica pasó por ese mismo brazo. Uh...

— ¿Es aquel?— Jungkook preguntó, señalando el único libro de Física en el cuarto nivel de ese estante. Jibyul asintió.— Aquí tienes.

— Gracias.— Y sin planearlo, empezaron a caminar juntos hacia la salida.— Esto me recuerda a los viejos tiempos, siempre me ayudabas en todo.— Soltó una risita.

— Sí...— Jungkook empezó a sentirse incómodo. En ese momento, una persona pasó frente a ellos, los miró como si acabara de descubrir un gran chisme. Era Donghyuck, el mensajero de Taeyong.— Mierda.— Jibyul miró a Kook, pero él miraba a Hyuck, quien precisamente fue a una mesa donde estaba Taehyung y empezó a hablarle al oído, el chico miró en la dirección de Jungkook y Jibyul, su sonrisa no pudo ser más pícara.— Mierdaaaa. Jibyul, me tengo que ir, a la otra pide ayuda a otra persona, ¿sí?

La chica se quedó de pie, lo miró confundida pero no dijo nada, ya era tarde, Jungkook había huido de la biblioteca.

*

Después de cuatro horas, Jungkook por fin había terminado en el ensayo, el cual era perfecto. Estaba orgulloso, cansado, pero muy satisfecho. Se lanzó en el sofá, tomó su celular e inconsientemente abrió el chat de Minji, el cual estaba vacío porque nunca había hablado con ella por privado. Ya era tarde, por lo que supuso que su grabación había terminado.

Hey, ¿cómo estuvo la grabación?

Minji estaba en línea y en menos de un segundo, ya indicaba que ella estaba escribiendo. Jungkook frunció el ceño al ver que tardaba mucho y rodó los ojos cuando recibió un mensaje que no era tan largo como esperaba por el tiempo que pasó.

Me fue genial, gracias por preguntar Kook.

Pasó por alto que Minji escribía más lento que su abuela y sonrió.

Estoy seguro que bailaste genial.


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hellOOOOOOOOOOOOOOO, como pueden ver, este capítulo fue más centrado en kook y ahora saben qué es lo que hace los sábados, lo cual no es malo pero pues es su secretito jsjs

song;
IKON - Don't Forget

foto;

ok es gif pero BITCH we stan rm flow jAJKAJAJAJA vean qué hermoso hoseok atrás ashhhhhhh lo amo

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