Parte única.
Doyoung se había mudado con Jaehyun por petición del mayor, que sostenía que en cinco años de relación ya no quería vivir en lugares distintos.
La madre del menor, con lágrimas en los ojos frente a su hijo, accedió dándole un fuerte abrazo porque mi pequeño, haz crecido tanto, te extrañaré mucho y cuando Doyoung se dió la vuelta la señora Kim miró a Jaehyun dándole una advertencia por si le hacía algo a su pequeño bebé.
Las cosas no habían cambiado mucho, salvo que Doyoung ahora tenía un trabajo en una veterinaria/tienda para mascotas y ya no limpiaba donde Jaehyun. O bueno, en realidad si, porque su novio es un desordenado y un distraído.
— Yah, Jae, sueltameeee~ —Doyoung reía mientras intentaba deshacer el abrazo de su novio— Debo bajarme del auto, voy a llegar tarde...
— Pero yo quiero más tiempo contigo~ —habló escondiendo su cara en el cuello del pelinegro— Dodo~ —besó cariñosamente la zona.
— Amor, me haces cosquillas... —rió— Ya, luego vienes por mi ¿Si? —el mayor asintió— Nos vemos.
— Nos vemos luego bebé. —lo besó y seguidamente Doyoung salió del auto— Que te vaya espléndido.
El menor salió sonriente del auto y entró al local, poniéndose la camisa manga corta con el logo de la tienda en ella.
— Buenos días, Doyoung. —saludó su compañero de trabajo, Johnny.
— Buenos días, John. —se dieron un ligero abrazo— ¿Qué tal todo?
— Si te contara, hace una semana que... ¡Estoy oficialmente saliendo con Mark! —le contó tomándolo por los hombros y comenzando a sacudirlo.
— Por fin. —le respondió Doyoung carcajeándose mientras le tomaba por las manos— Deberías usar crema... Están ásperas.
— ¿Y eso que importa? —dijo Johnny.
— Mark no querría tomar esto. —el más alto se sonrojó levemente y asintió.
— Tienes razón... Ahora cuéntame de ti, algo interesante. —sonrió.
— Pues, vivo con Jaehyun y he aprendido a hacer muchos postres. —respondió— Un día de estos podría invitarte a comer, si quieres.
— Suena bien... —dijo y continuaron hablando en lo que esperaban clientes, ya que era temprano.
Mientras tanto ellos se veían muy melosos ante la vista que tenía Jaehyun desde el auto. No, no estaba espiando a su novio, pero lo habían llamado de su empresa segundos después de que Doyoung se bajara del auto y contestó. Así que ahora respondía con la mandíbula tensa las preguntas que uno de sus empleados le hacía.
Su puta madre, ¿Quién mierda es ese y qué hace tan cerca de mi novio? pensó Jaehyun colgando el teléfono y arrojándolo al asiento trasero. Arrancó a toda velocidad hacia su empresa para ayudar con unas cosas, quizá eso calmará el enojo que sentía en esos momentos.
Doyoung no lo engañaría ¿No? No, él no es así.
Doyoung es demasiado inocente, tanto que quizás si lo engaña ni se entera y piensa que regalarle besos a los demás no es malo si tiene pareja.
nO PUEDE SER, pensó el castaño cuando entró a su oficina y por distraído se tragó el dispenser de agua.
— Entiendo que la oficina sea tuya, pero ten cuidado pedazo de animal. —la voz de su empleado menos favorito, Taeyong, se escuchó detrás.
— Tu puta madre. —le respondió mirándolo mal— Ya dime qué pasa con esos porcentajes de ventas.
— Deja de hablarme así, te acusaré por maltratador de empleados.
— Si, le diré a tu marido que eres un imbécil.
— Anda, ve a decirle a mi hombre que soy un imbécil. —retó el empleado y Jaehyun sonrió, tomando el teléfono para llamar a la casa de su trabajador y amigo.
— Nonono, era bromita, que luego se enoja y me deja en abstinencia. —Taeyong le arrebató el teléfono para colgar después.
— Así me gusta. —soltó una carcajada.
(❀)
— Amor, ya salí... ¿Vienes por mi? —se escucharon risitas de parte su bebé y un 'Johnny basta, me haces cosquillas'.
— Si. —respondió secamente y colgó el teléfono.
Así que Johnny era el nombre de ese infeliz. ¡Maldito estúpido! pensó Jung pateando la pared y luego tomándose el pie porque le dolía. Estúpida pared de oficina, te voy a demoler.
Tomando su saco y las llaves del vehículo, fue al ascensor y allí saludó a su contadora, Hyuna. La mujer de labial rojo le contestó amablemente y segundos después la puerta del piso dos se abrió, donde ella se bajó.
— Bien, Johnny, si te cruzo en el camino perdón por arrollarte con mi auto. —se dijo a si mismo comenzando a conducir.
No tardó más de diez minutos en llegar al trabajo de su pequeño novio, bajándose rápidamente del auto y yéndose hacia dentro del local.
— Cara feliz, cara triste. —las manos de Johnny estiraban a su gusto las regordetas mejillas de Doyoung y Jaehyun sentía un tic en su ojo derecho.
A paso lento se encaminó hacia ellos hasta que estuvo frente al chico más alto. Suspiró y segundos después estrelló su puño contra la cara del chico pelirrojo, dejándole medio atontado y con la nariz sangrando.
— ¡Jaehyun! ¿Qué te sucede? —pataleó Doyoung sobre los fuertes hombros de su novio en los cuales iba siendo cargado— ¡Oye, suéltame!
Protestó de la misma forma cuando el mayor lo subió al auto y luego se subió él, arrancando a toda velocidad hacia casa.
— ¡Suéltame! —gruñó el menor mientras el otro lo arrastraba a la habitación.
Y cuando se cerró la puerta de la habitación, Doyoung se sintió desnudo sin siquiera estarlo. Aún.
— Eres mío, solo mío. —pronunció contra el cuello del contrario para luego arrojarlo a la cama.
Se posó encima y no dió tiempo a que Doyoung respondiera pues los labios de Jaehyun ya estaban devorando los suyos, quitándole cualquier palabra de la boca en cuestión de segundos.
La verdad, no entendía nada. ¡Johnny no había hecho nada! Ahora deberá visitar a Mark con un moretón en la cara.
— J-Jaehyun espera... —habló el pelinegro, queriendo preguntarle a su novio qué le sucedía. Mas él no le hizo caso y continuó con sus besos hasta llegar a su cuello.
Realmente necesitaba preguntarle el por qué de su golpe hacia Johnny, necesitaba tener respuestas pero realmente los húmedos besos en su sensible cuello lo estaban dejando sin pensamiento, perdiéndose poco a poco entre los encantos de su novio.
La remera de Doyoung voló hacia la alfombra y sus pantalones ajustados también hicieron el mismo recorrido, dejándolo solo con un bóxer ajustado color negro. Jaehyun se relamió los labios ante tan preciosa obra de arte para luego volver a abalanzarse sobre él, devorando su boca una vez más.
— A-Aah Jae~ —la mano del mencionado estaba dentro de su ropa interior y la otra toqueteando sus botoncitos.
Su ropa interior fue retirada y al mismo tiempo el mayor comenzó a retirarse la suya. Y vaya que se mantenía para ser treintañero. Doyoung se mordió el labio, sonrojado cuando su novio quedó completamente desnudo.
— ¿Te gusta lo que ves, amor? —el menor se sonrojó aún más, pero asintió levemente.
Volvió nuevamente sobre él, tomando sus muñecas entre una de sus manos y poniéndolas sobre su cabeza, comenzando a devorar nuevamente esos dulces labios que tanto llamaban su atención. Bajó su otra mano al miembro de Doyoung y comenzó a moverla, bebiéndose todos los gemidos que él soltaba y hacían eco dentro de su boca.
— N-o hagas tantas m-marcas~ —jadeó Doyoung.
El aún enojado empresario, gruñó e ignorando nuevamente a Doyoung hizo algunas marcas más. No quería sonar tan posesivo, pero Doyoung es mío de mi.
— Jaehyunie~ —murmuró el menor, dos dedos rozando su entrada con insistencia— P-Por favor... —lloriqueó, queriendo obtener más de su novio.
Sonrió para seguidamente darle lo que pedía, introduciendo un dedo previamente lubricado con el presemen del pelinegro. La espalda de Doyoung se arqueó levemente y soltó un gemidito.
Esperó unos segundos para comenzar a moverlo dentro y fuera a un ritmo lento, que al parecer a Doyoung le gustaba pero no era suficiente, por lo que adentró otro dedo más a su vaivén y lo hizo más rápido. Los gemidos no tardaron en hacerse más altos en el momento en el que los falanges de Jaehyun comenzaron a rozar la próstata del pequeño pelinegro.
— Nggh~ ¡Ah! —agregó un tercer dígito y las manos de Doyoung estrujaron las sábanas con fuerza.
Con su mano libre el mayor comenzó a juguetear con sus pezones, logrando que la espalda del chico se arqueara nuevamente reflejando el placer que estaba sintiendo. Una de las manos de Doyoung se encontraba dentro de su boca, siendo mordida en un intento de detener los gemidos que amenazaban con salir.
— P-Por favor... —pidió con los ojos cerrados.
En un hábil movimiento por parte del empresario, dejó a Doyoung sobre él con las piernas a los costados, logrando que sus erecciones se frotasen y gruñó ante el contacto.
— Anda bebé, muéstrame lo que tienes. —la ronca voz de Jaehyun hizo eco en sus oídos y se sintió más pequeño.
Con vergüenza, tomó la erección de su novio y la alineó con su entrada como Jaehyun le había dicho una vez. Lentamente fue bajando hasta que el miembro del empresario estuvo
completamente dentro, luego se quedó unos segundos quieto hasta que se sintió listo para moverse.
— Joder... —jadeó cuando Doyoung comenzó a mover sus caderas en círculos— Te ves hermoso desde aquí. —Doyoung esbozó una pequeña sonrisita.
Minutos después comenzó con la verdadera acción, apoyando sus manos el pecho de su novio y levantando un poco su cuerpo, se dejó caer de golpe.
— ¡Ah!
El menor hizo su cabeza hacia atrás al sentir como la dureza del castaño llenaba por completo su interior, dándole una oleada de placer que lo recorrió hasta la punta de los pies.
— Eres hermoso, bebé. —un muy sonrojado Doyoung comenzó a moverse un poco más rápido.
Las manos del mayor se enredaron en la cintura del más bajito, haciendo que él choque fuese más intenso entre ambos cuerpos que hasta ahora se encontraban ligeramente bañados en sudor. El cuerpo de Doyoung saltaba sobre el miembro de su novio como si su vida dependiese de ello, gimiendo el nombre de Jaehyun con cada autopenetración que daba justo en su punto dulce.
— J-Jae~ —el pequeño cuerpo de Doyoung comenzaba a tener pequeños espasmos— A-Aah mmhn...
— Te mueves asombroso, cariño. —en un sólo movimiento Jaehyun los giró a ambos— Pero la verdad, es que me encanta verte retorcer bajo mi cuerpo. —con sus manos tomó las muñecas de Doyoung, apoyándolas a los costados y embistiendo de golpe.
— Ah, J-Jaehyunie~ —la espalda del pelinegro se arqueó mientras soltaba un gemido tan alto que casi pareció un grito.
Sin esperar más tiempo, comenzó a mover sus caderas rápidamente, casi robándole el aliento ante tan salvajes movimientos. Los gemidos que el menor soltaba comenzaron a volverse más agudos con cada vez que el empresario arremetía sin delicadeza su pequeño cuerpo. Doyoung mordía cada tanto sus labios en un vano intento de acallar lo agudos que se habían vuelto sus gemidos.
— No te calles, amor. —Jaehyun se adueñó de su cuello una vez más, pasando su lengua y mordiendo levemente— Gime para mi, bebé. —salió una vez más y entró con fuerza.
— ¡A-Ah! —sollozó con algunas lágrimas corriendo por su rostro, sintiendo su débil cuerpo temblar de placer.
No cabía duda de que Jaehyun era un maldito salvaje, sin embargo, no era como si a Doyoung le disgustase. Era rudo, sí, pero las palabras tiernas que susurraba a su oído mientras le embestía con fuerza lo hacían sentirse completamente suyo y amado.
Sus piernas temblaban y por la comisura de sus labios se escurría un pequeño hilo de saliva, mantenía los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás. Tenía el rostro húmedo debido a las lágrimas que rodaban por sus mejillas y ahora sus manos estaban aferradas a las sábanas con fuerza.
— Me haz puesto muy celoso hoy, bebé. —las embestidas de su novio se hicieron más fuertes y con rapidez tomo el miembro de Doyoung, no dejándolo correrse— Ese tal Johnny no me agrada.
— P-Pero... Yo, t-te... Ah... Quiero s-sólo a ti~ —balbuceó como pudo, con unos deseos enormes de liberarse— Jae, por fa-vor...
— ¿Qué mi amor? —respondió para luego morder él lóbulo de su oreja.
— L-Lo siento... —murmuró con la voz quebrada— N-No lo haré de nuevo... —soltó un agudo gemido.
Su pene dolía horrores y Jaehyun seguía arremetiendo con fuerza su próstata, haciéndole temblar por completo en lo que su espalda se arqueaba.
— Mmm...
— N-No seas cruel... —sollozó— Yo... Ah... T-Te amo sólo a ti. —el mayor liberó su erección y se dejó ir con un sonoro gemido, enterrando sus uñas con fuerza en la espalda de su novio.
Segundos después pudo sentir como Jaehyun terminaba en su interior.
— Créeme, yo te amo aún más. —respondió saliendo con lentitud del interior de su pequeño y recostándose a su lado, tapándolos a ambos con una colcha.
Con la poca fuerza que le quedaba, Doyoung se dió la vuelta y se recostó sobre el ahora rasguñado pecho de Jaehyun.
— ¿Realmente te pusiste celoso de Johnny? —cuestionó con los ojitos cerrados.
— Sí, mucho. —bufó Jaehyun.
— Quiero que le ofrezcas una disculpa...
— No lo haré.
— Amor...
— No, no lo siento. —respondió— Seguro él quiere apartarte de mi lado.
— Jaehyunie~ —se carcajeó— Johnny tiene un novio al que no dejaría ni en mil años.
— ¿Cómo sabes que no lo engañaría contigo? —inquirió.
— Porque él ama a su novio tanto como tú me amas a mi. —respondió Doyoung con una sonrisita mientras se acurrucaba más entre el cuerpo de Jaehyun y el acolchado.
— Que conste que yo te amo más de lo que él ama a su novio. —rodeó su pequeño cuerpo con sus fuertes brazos y seguidamente ambos cayeron dormidos ante el cansancio.
Al día siguiente, Jaehyun se disculpó con Johnny y estrecharon las manos, luego se llevó a Doyoung en el hombro mientras éste saludaba a su amigo y éste le sonreía en señal de que todo estaba bien.
Porque todo estaba bien, Jaehyun ama con locura a Doyoung y viceversa. Mientras ellos se amen, todo estará bien e incluso mejor.
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