Abrazó al cuerpo cálido de la misma manera en la que estaba siendo abrazado, lo estrechó entre sus brazos con tanta fuerza que dolía, pero necesitaba saber que esa calidez que sentía y que ese aroma que estaba aspirando era real, era para él.

Se quedó de esa forma durante varios segundos, hasta que levantó la mirada y se encontró con una imagen que le estrujó el corazón.

Su ex-pareja no se había ido, seguía ahí viéndolo desde la distancia con una sonrisa amorosa en los labios. Inmediatamente Hyungwon se separó del abrazo y avanzó en su dirección sabiendo que podría desaparecer en cualquier momento.

Wonho se sorprendió de que él también pudiera notar algo como eso, pero suponiendo lo que ocurría no se movió de su sitio y se mantuvo un paso atrás de Hyungwon en busca de respetar ese momento íntimo.

—Sigues aquí... —susurró Hyungwon acercándose.

El alma personificada alzó su mano e intentó tocar la mejilla del delgado con delicadeza, y aunque el alma sólo era similar a una niebla con forma de humano, Hyungwon pudo sentir levemente su tacto y cerró los ojos con una sonrisa debido a la caricia, mientras de sus ojos se escapaban las lágrimas.

—Estoy muy feliz de verte aunque sea un momento. —se sinceró tratando de tocar sus manos. —Han pasado muchas cosas desde que te fuiste, pero estoy bien. —le sonrió con tristeza. —No sé qué es lo que te detiene, pero si estas preocupado por mí, puedes descansar tranquilo. Y también quiero pedirte perdón porque si no me hubieras conocido, tú no... —su voz se quebró y no pudo continuar con sus palabras debido al nudo de su garganta.

El alma lo observó durante mucho tiempo, como si quisiera seguir viendo durante toda la eternidad el rostro sonriente del chico que amó en vida. Él no se podía comunicar con Hyungwon aunque quisiera, ni siquiera para expresar las palabras que nunca dijo, pero hizo lo posible por demostrarle que lo amaba incluso después de la muerte, y que no debía culparse de las circunstancias de la vida que siempre estuvieron fuera de su control.

Una mano suya tocó su pecho donde antes estaba un corazón latente y ahora sólo había silencio, y señaló al delgado con una sonrisa.

Recordó que mientras moría, tirado en el suelo, no podía hacer nada más que ver a Hyungwon llorando desesperadamente y pidiendo ayuda. Le partió el corazón ser la causa de su dolor, y además dejarlo solo, porque sabía que Hyungwon había tenido una vida difícil y nunca confió en Nana porque aunque Hyungwon no se lo dijera, él pudo observar algunas injusticias y quiso separarlo de ella a toda costa, aunque eso sólo lo condujo a su propia muerte.

Su mayor arrepentimiento en la vida era dejar solo a Hyungwon en una vida tan caóticamente cruel, sin embargo había visto hace rato que después de haber sufrido en su último encuentro con Hana, alguien lo esperó con los brazos abiertos y confortó su corazón en gran manera. Entonces sintió la paz que necesitaba.

Miró a Wonho con una sonrisa y le pidió acercarse, a lo que él obedeció amablemente, y casi por inercia las manos de Wonho y Hyungwon se unieron de forma inconsciente tan sólo con estar de pie uno al lado del otro, eso demostraba que su afecto era especial y él ya no tenía que preocuparse por nada más.

Entonces se acercó a Hyungwon con la intención de dejar un beso simbólico en sus labios, ya que realmente no podía besarlo. Quizá sólo quería recordar la sensación de poder probar sus labios una última vez, y después de hacerlo se separó.

Hyungwon supo que él estaba listo para irse, así que apretó la mano de Wonho con más fuerza y suspiró profundamente.

—Encontrémonos en otra vida... —le pidió con un hilo de voz, tratando de mostrarle una sonrisa.

Él sonrió y asintió, después miró a Wonho y también le regaló una dulce sonrisa.

El labio inferior de Hyungwon temblaba tanto por el llanto contenido, que tuvo que morderse a sí mismo para poder soportarlo, y también extendió su mano hacia su ex-pareja con la palma abierta y él hizo lo mismo justo antes de empezar a desaparecer, junto a su tacto en la mano del delgado.

Cuando la sensación de vacío llegó y el alma desapareció por completo, Hyungwon no lo soportó más y rompió en llanto, cayendo de rodillas al suelo inmediatamente y soltando un grito de frustración que no había podido soltar en esos años.

Tenía mucho dolor contenido y dejarlo salir tampoco era cosa fácil, así que lloró por mucho tiempo tirado en el suelo, gritó tanto que su garganta ardía y su voz se quebró. Su pecho se sentía increíblemente estrujado, como si estuviera siendo aplastado por la fuerza de la gravedad, sin embargo había una mano cálida acariciando su espalda en busca de darle un poco de consuelo.

Así que después de unos minutos se dejó envolver en un abrazo reconfortante de parte de Wonho, quien aprovechó a darle un montón de besitos para calmarlo.

—Ya terminó... —le susurró en el oído. —Todo lo que dolía, ya se acabó. A partir de ahora todo será diferente.

Mientras escuchaba los susurros de Wonho sus pesados ojos empezaron a cerrarse, y su respiración se ralentizó, reemplazando el llanto por sollozos, y los gritos por suspiros, hasta que finalmente se dejó caer en la inconsciencia.

Acumuló tanto dolor por tanto tiempo que cuando lo soltó, el vacío que quedó fue asfixiante. Pero quería creer en Wonho y en lo que le había dicho.

«Ya se acabó» Era todo lo que necesitaba oir.

Por fin se ha resuelto el problema
de nuestro protagonista que ya
sufrió bastante durante muchos años.

Nos leemos en el próximo capítulo
con el final de esta historia.

Gracias por seguir aquí.