💵Extra💵
Conducía tranquila mientras cada tanto miraba por el espejo retrovisor a Nate. Ese es el nombre que le habíamos puesto al pequeño.
Nathan Kambe.
Por suerte en el parto no tuve ninguna dificultad naciendo natural y ahora nos dirigimos hacia un supermercado para comprar unas cosas que a Suzue se le habían antojado.
Si, lleva casi ocho meses de embarazo y los médicos nos dijeron que debía de hacer reposo absoluto, pero los antojos no faltaban.
Por lo que aproveche y estando en verano, salimos con el pequeño.
-Mami, ¿cuando volveremos a ir a Japón?- pregunto el pequeño azabache.
- No lo se, primero tu padre con tu tío deben de hacer unos asuntos, pero estoy segura que luego de que nazca tu primita iremos- le conteste.
Lo vi sonreír y asentir.
- El tío Kato me llevo al cine la semana pasada- me contó- dijo que no debía de decírmelo a papá ya que se enojaria- hizo un puchero con los labios.
Aparque el auto y me desabrocho el cinturón y mire a mi pequeño de cinco años, acaricie su cabello y le sonreí.
- Aún que no lo creas, tu padre y tu tío tienen por así decirlo una rivalidad un tanto rara- dije tranquila.
Baje del auto y le abrí la puerta a él para que también bajará, mire la entrada del supermercado y luego al pequeño quien miraba un carrito para las compras con ilusión.
-¿Quieres conducirlo tu?- pregunté divertida, el asintió y fue corriendo a tomar uno, se lo pidió formalmente al chico que los repartia y este se lo dio con una sonrisa.
-Aqui estoy mamá.
Sin más nos adentramos al super y pedimos lo que Suzue quería. También tomamos unos dulces para nosotros el camino, luego de pagar salimos y empezamos a guardar las cosas en el vehículo.
- Oh, pero miren que encantadora me encontré caminando por aquí-dijo un voz que me resulto conocida, si media vuelta y me encontré con la señora de la biblioteca a la que concurrirá seguido.
- Hola señora Stril- salude tranquila, pero el leve apretón en mi pierna no se hizo esperar, mire hacia abajo y acaricie la melena azabache.
- Ya era hora de que algún día me preguntarás al protagonista principal de tus historias-hablo la mujer- Hola pequeño...
-Nathan, Nathan Kambe- se presentó asomándose un poco de mi costado pero aún aferrado.
Hable un rato con la señora hasta que el grito del pequeño nos hizo salir de nuestro pensamientos.
-¡Papi!- grito feliz, di media vuelta y allí vi al idiota de Daisuke agachandose un poco con una sonrisa para luego tomar al pequeño.
Si, podía ser que estaba casada con él hacia cinco años, pero aún así seguía siendo un completo invesil en algunas circunstancias. Sonreí de lado al ver la escena de ambos azabaches sonriendole y haciendo caras.
-Tienes una hermosa familia- me dijo la señora, yo sonreí y asenti.
- Si, la tengo.
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