💵Capítulo 8💵
Juro que moria de la vergüenza, era demasiado para mi, sus ojos azules me penetraban, pareciera que sólo éramos él y yo, no habían nadie más, todo a mi alrededor es blanco. Me miraba fijamente sin apartar sus ojos de los míos.
Pero aún así, las cosas no podían salir como uno quisiera. Se escucho una risa sarcástica en medio de todo el silencio, haciendome caer en la realidad, miramos en aquella dirección por la que provenía la risa, y se trató de nada menos que Helena.
- Por favor- dijo sarcástica- está chica te quiere sólo por él dinero- empezó hablando mientras se acercaba- hace un rato la vi coqueteando con un hombre Kambe, y te aseguro que no eras tú. Es sólo una remera cualquiera- la mire con duda, ¿ con quién estuve?- tengo un vídeo como prueba- explicó levantando con su mano su celular.
Estaba pérdida en mis pensamientos, ¿ con quién estuve en la fiesta, que era hombre?. Todos los presentes me miraban con desapruebo, yo no les preste atención y seguí pensando, ¿con quién me comporto aveces divertida?.... Kato. Mi hermano.
- ¿Eso es cierto?- me pregunto Daisuke, a lo que sonreí de lado y mire a Helena, sin contestarle a Kambe.
- Bueno, ya que tienes pruebas- comencé a hablar- pon el vídeo- le rete, a lo que la mujer se desconcerto ante mi petición repentina, ¿ querías undirme para quedarte con Kambe? Quiero ver tu reacción al enterarte de que tu plan improvisado fallo, al ver que el hombre con el que jugaba y reía se trataba de nada más y nada menos que mi hermano mayor.
El azabache me mando una mirada de no entender, a lo que con la mirada señale a una dirección contraria, me hizo caso y creo suponer que vio a Kato ya que bajo su cabeza hacia el suelo con una pequeña sonrisa.
- De acuerdo- empezó el azabache- si tienes pruebas las veremos, todos- dijo siguiendo el juego, lo estaba disfrutando, la haría pasará vergüenza delante de personas poderosas, bueno, por lo menos para quitarme los nervios de hace rato sobre el matrimonio.
Sin más, el vídeo fue reproducido, y allí podía notarse perfectamente que yo me encontraba con un hombre, y si, se podía ver perfectamente el rostro de aquel hombre, y lo cerca que estábamos el uno del otro. Cuando el vídeo se cortó Elena volvió a hablar.
- No ves, está zorra te estaba engañando- dijo señalandome- y ahí está el hombre con el cual te engaña- dijo señalando atrás de nosotros, con Kambe nos dimos la vuelta y vimos a Kato.
- Es una muy buena forma para tratar de separarme, pero, Elena- hablo Kambe, miro a Kato y luego a ella- él es su hermano.
- Un placer- dijo un tanto incómodo mi hermano- soy Kato Haru- hablo en voz alta- y ella es mi hermana, perdón por el mal entendido- dijo por último para luego hacer una reverencia. Todos en la sala se rieron un poco, seguramente nadie se lo creía, sin mas miraban a Elena divertidos, mientras que esta se tapaba el rostro de la vergüenza y trataba de irse de allí.
Cuando todo volvió a la "Normalidad", alguna que otra persona importante de los que allí se encontraban, venia y nos felicitaba, yo no sabia que responder, solo me quedaba callada un tanto incomoda y nerviosa. Daisuke me tenia siempre al lado suyo, no se separaba de mi, hasta que mi hermano se nos acerco. Ambos lo miramos.
-Sigues cayéndome mal, así que cuando me convenzas- hablo firmemente, me tomo de la muñeca y me separo de el azabache, abrazándome protectoramente- y seas no tan...tu... te dejare casarte con mi hermana, obviamente si es lo que ella quiere.
-De acuerdo- sonrió el azabache.
Así pasaron unos minutos hasta que llego la hora en la que todos se iban, ya me había cansado un poco de estar rodeada de lujos, por o que le dije a Suzue que me iría con Kato, ella acepto, y lo mejor de todo es que estudio del millonario no lo sabia, así que sin mas, salí corriendo a escondidas junto a mi hermano entre risas, nos subimos a su auto, y empezó a conducir hacia nuestro departamento.
Llegamos y nos despojados de toda aquella ropa incómoda y nos colocamos nuestras pijama de baja calidad bien cómodas, aprendimos la tele y tomamos comida chatarra que había guardada. Mientras estábamos concentrados mirando la televisión, siento mi celular sonar, mire de quien se trataba y solté un pequeña risita.
Lo tome y apague el aparato, no quería volver por ahora, sólo quería pasar tiempo con Kato, mire al anterior nombrado y lo encontré mirándome con intriga.
-¿Por qué no contestas?- pregunto, a lo que lo mire con duda.
- ¿Qué te paso?- pregunté- antes ni querías al idiota y ahora me cuestiona el porque no le contestó- me aleje un poco- eres raro Kato- este sólo soltó una carcajada y volvió su vista a la pantalla.
- Por cierto, necesito que me acompañes mañana por la noche a un lugar- explicó, yo con algo de duda acepte- es como una fiesta en la que irá el tipo de las drogas, quiero ver si averiguo algo más- volví a asentir pero no tan confiada con su plan.
- ¿Iremos nosotros solos?- pregunté, a lo que asintió con la cabeza. Di un bostezo cerrando los ojos un poco y me levanté del sillón- bueno, mañana me explicas el resto, ahora sólo quiero dormir, además de que mis pies no dan a basto por las cosas esas que llaman tacones- me queje mientras señalaba a donde se encontraban.
Me acerqué a mi cama y me tire sin importarme nada más, cerrando los ojos para caer en brazos de Morfeo.
...
Ya vestida me dirigí hacia afuera del departamento, justo donde estaba Kato en el auto para así poder ir a las oficinas, me subí sin más en la parte del copiloto y el vehículo empezó su marcha.
Enseñado mi celular el cual estuvo apagado toda la noche, y vaya sorpresa que me esperaba, muchas llamadas perdidas al igual que mensajes. Note como Kato miraba de reojo la pantalla de mi móvil, para luego volver la vista hacia el frente con una mueca en su rostro.
- Al parecer si se preocupa por ti- susurro más para el que para mi, pero solté un risita ante aquello- aún sigue sin convencerme- hablo. Asenti ante aquello.
- A mi también no me convence- hable, a lo que él frenó de golpe el vehículo haciendo que fuera hacia adelante, que bueno que tenía el cinturón, como dicen " La seguridad primero"- ¿Oye que te pasa?
- Si no te convence, ¿por qué vas a casarte con él?, además apenas se conocen- hablo un tanto enojado e intrigado.
- Como si pudiera haberle dicho que primero me invitará a un café, el idiota en medio de la fiesta sólo me colocó el anillo en mi dedo- dije alzando la mano derecha, mostrando el dedo anular, donde se encontraba la joya- luego le pregunté a Suzue por que se reía, y ella me dijo que me había propuesto matrimonio- le explique.
- ¿Es enserio?- pregunto, a lo que yo ingle mis cachetes cruzandome de brazos mientras asentía, haciendome la ofendida.
- Sabía que los millonarios eran estúpidos, pero no crei que tanto- dije, luego de aquello sentí un golpeteo en la ventanilla de mi puerta, mire y allí se encontraba el azabache.Baje la ventanilla e hice una de mis mejores sonrisas- ¿Se le ofrece algo señor " Oh soy millonario y puedo hacer lo que se me plazca"?
Este sólo me miro seriamente y abrió la puerta, para luego asomarse y quitar mi cinturón para luego quitarme del auto, para colmo me alzó y colocó en su hombro como si de un saco de papas me tratará. Kato se desabrocho el cinturón y trato de abrir la puerta de su vehículo, lo cual por alguna extraña razón no abría.
- Oye, ya bajame- deje golpeando su espalda, a lo que me bajo, pero en los asientos cómodos del auto de la primera vez que nos conocimos- hay no otra vez- dije y trate de salir del vehículo, pero el azabache arrancó y nos alejó de alli.
Me crucé de brazos y no hable, no sabía a donde íbamos, tampoco me interesaba. Tome mi celular luego de colocarme el cinturón de seguridad y le mande un mensaje a mi hermano.
El señor "Firmó cheques en el aire" volvió a secuestrarme... 7-7
Perdón, la puerta se abrió justo cuando ustedes se fueron y allí pude salir de vehículo. •~•
Suspire y deje el celular en mi bolsillo, para luego mirar en donde estábamos, ya se notaba que nos encontrábamos lejos de la ciudad.
- ¿ Cuantas veces vas a secuestrarme?- pregunté con desinterés, lo escuche reírse un poco, a lo que gire mi cabeza para mirarlo- ¿te parece gracioso?
- Voy a secuestrarte las veces que sean necesarias para enamorarte- contestó, los ir yo bufe.
- ¿Es enserio?, secuestró para enamorar y para colmo las propuestas de matrimonio que tiene tu familia son un asco- dije sin más, a lo que él azabache me miro con algo de intriga pero una media sonrisa.
- Entonces, ¿ cómo puedo enamorarte?- pregunto, a lo que solté un risa no tan fuerte mire al frente.
- Primero aún que sea invitame un café- dije como si fuera lo más obvio del mundo- aunque no se si los millonarios como ti saben que es el café- hable divertida, mire al azabache quien hizo una mueca.
- Si, se lo que es un café- contestó- y quería hablar sobre lo que sucedió anoche- dijo tranquilo- esa mujer se llamaba...
- Elena- le interrumpi, a lo que este me miro con algo de sorpresa- la conocí ese mismo día mientras estaba con Suzue- dije sin más- ¿ Por qué canselaste su compromiso entre ustedes?- pregunté mirándolo.
- Es demasiado arrogante y obsesiva con el tema del dinero- dijo, a lo que me largue a reír, este me miro- ¿ de que te ríes?- yo entre risas me seque alguna que otra lágrima que había en mis ojos por tanto reír.
- Como si tu no lo fueras- hable, en el transcurso del viaje no hablamos, tampoco sabía a donde nos dirigimos, a los minutos habíamos entrado a lo que era el terreno de su casa, no me acordaba que él camino hasta aquí fuera tan largo.
Y como si el azabache hubiera leído mis pensamientos hablo.
- Tome otro camino- sólo asenti ante aquello- buscaré unas cosa y luego iremos a la oficina- hablo para luego bajar del auto. Mientras esperaba, pude ver como una señora mayor se acercó hacia donde yo estaba.
- Oh, Hola pequeña- hablo la mujer amablemente, a lo que yo sonreí, me baje del vehículo e hice una reverencia.
- Buenos días-sonrei, la mujer me miro y examinó con la mirada, no dije nada.
- Eres muy hermosa, y se nota que eras una buena chica- hablo la mujer a lo que mis mejillas se volvieron un poco rosadas, no acostumbraba a que me dijeran cumplidos- por cierto, perdón si le hablo, soy una de las jardineras de la mansión- hablo.
- No, claro que no me molesta- conteste yo, en eso sale Daisuke de la casa y para de golpe al ver con quien me encontraba, sin más noto como la mujer de avanzada edad le sonríe un poco al azabache y luego se va.
Volvimos a subir al auto y empredimos marcha.
-¿ Qué te dijo?- pregunto Kambe a lo que me resultó raro.
- Me dijo que parecía buena chica- conteste, luego de aquello, note como el contrario sonreía un poco, no dijo nada más y siguió conduciendo.
*****
Volví con esta historia yei uwu..
Las actualizaciones serán una por semana, no habrá día fijos, pero aún así espero que la disfruten :D
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