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💵Capítulo 5💵


Seguía procesando la información que me había dicho Daisuke, quería que me convirtiera en su esposa, y ahora era su novia. Quería contradecircelo pero si me lo hubiera preguntado en otro momento le hubiera respondido de todas formas que si.

Me había enamorado de este millonario demasiado rápido, muchos dirían que fue por sus muchos millones, pero la verdad es que no.

Si me preguntan, diría que de sus ojos, esos azulados que te penetran el alma, y peor sabiendo que tenía o tiene el poder de undirte.

Ahora que me lo pongo a pensar, nunca lo odie, sólo quería contradecir los sentimientos que estaban surgiendo en mi interior. Pero lo que más me enamoro, fue su carácter arrogante y divertido que siempre tiene.

Lo que si odiaba es como derrochan dinero y no era la única, Kato también odiaba eso, pero él es muy fan de la justicia, así que no se le puede hacer cambiar de opinión.

Una vez en la oficina, el jefe saludo muy alegremente como siempre a Kambe, quien sólo asintió como saludo para luego tomar mi mano y llevarme a su escritorio donde él se sentó y me puso arriba suyo.

-- Oye, ¿Qué haces?-- le pregunté en un susurró ya que todos nos miraban extraño. Y no me gustaba ser el centro de atención.

-- Sólo les hago ver a quién le perteneces-- contestó con su típica sonrisa arrogante.

-- No soy un objeto como para que le pertenezca a alguien-- le dije enojada para luego bajar de su regazo y sentarme en mi silla de escritorio.

Justo a tiempo como para ver la puerta de la oficina siendo abierta por mi hermano, quien al verme allí se acercó a mi sin dudarlo.

-- ¿ Te encuentras bien?¿ no te hizo nada este hombre?-- Me pregunto señalando al azabache quien me miraba esperando mi respuesta.

-- Estoy bien, y no me hizo nada baka-- le dije con una sonrisa divertida golpeando levemente su brazo a lo cual también río. Luego se alejó para decirle algo al jefe, yo lo miraba para no prestarle atención al tarado de primera a mi lado. Pero este tarado me enamoro y eso me fastidiaba a mil.

Mi mente no quería, se negaba, en cambio mi corazón cada vez que me mandaba siquiera una mirada, se aceleraba con o si fuese a correr una maratón. Y eso ni mencionar cuando se me cercaba y me besaba, ahí si no me controlaba en esos momentos, seguro me daba un infarto.

-- ¿Escuchaste?-- me quito de mis pensamientos al escuchar a mi hermano frente mio mirándome con insistencia. Al parecer me estuvo hablando pero no le preste la mas mínima atención por estar centrada en el azabache.

-- Perdón, no escuche, ¿Que decías ?-- le volví a preguntar con una sonrisa a lo cual me miraba interrogante y con preocupación, se agacho a mi altura para tomar mis manos y mirarme.

-- ¿ Oye te encuentras bien? Estuviste mas distraída todos estos días-- me dice dulce para acariciar con una mano mi mejilla mientras sonreía con ternura, y si, me trataba como si fuera un bebe pero me encantaba esta faceta suya, te cuidaba como si fueras lo único en el mundo que valiera la pena.

-- Si, si-- le conteste cerrando los ojos durante unos segundos, disfrutando de su dulce tacto-- solo estaba pensando en unas cosas sin importancia, ahora te presto toda la atención del mundo, dime.

-- De acuerdo  te decía que o mejor dicho te preguntaba si me acompañabas con Mita y el bastardo millonario a vigilar al sospechoso de vender las drogas-- dice tranquilo a lo cual yo asenti y me pare de la silla-- bien, ¡Bueno jefe nosotros nos vamos !-- aviso Kato a lo cual el jefe ni lo vio y siguió armando su barco, no terminaba mas.

-- ¡Diviertanse!-- nos grito desde su escritorio suma vez que estuvimos salir do de la oficina, tenia una mano levantada de despedida pero aun con sus ojos clavados en su construcción . 

-- Muy bien, vamos -- dijo mi hermano volviendo a su semblante entre cansado y desinteresado del mundo exterior, lo cual me causo cierta gracia. Mientras caminaba unos metros delante nuestro siento como alguien me agarra del brazo de teniéndome, ya sabia quien era sin voltear.

-- Perdón por lo de hace un rato-- se disculpo, ¿Se disculpo? No me la creo, al parecer dejo su orgullo de niño rico al darse cuenta que ha veces su comportamiento arrogante molesta a las personas.

-- De acuerdo, no paso nada-- le respondí sin voltear pero con una ligera sonrisa en el rostro, tal vez podría hacer que cambie su actitud, ya que si quiere que me convierte en su esposa deberá cambiar, no tanto, pero algo.

Esperen, ¿por que pienso en eso?, como si estuviera aceptando su propuesta no tan propuesta, mierda, es que no puedo resistirme a la tentación de sus ojos, que cuando se clavan en los tuyos te dan escalofríos. Y sin mencionar sus intentos por conquistar me, lo cual ya caí en su juego, pero no lo admitire, no se lo dejare tan fácil al niño rico.

Pero creo que ya fui muy obvia al seguirle el beso hoy.

Al salir de edificio de la policía nos subimos al automóvil de la ultima vez, como siempre Mayo de conductor, El millonario en el asiento del acompañante y yo atrás con Mita.

Llegamos al edificio de donde salían los modelos, yo vigilaba la entrada mientras los tres hombres hablaban sobre el sujeto. Íbamos siguiendo a la camioneta roja delante nuestro. En la entrada del edificio me percate de que había tres modelos, a dos las conocía por haberlas visto en alguna revista pero a la tercera era...¿ Suzue?

Iba a hablar pero miro como Kambe me hace una señal para que guarde silencio, al parecer estaba planeado, o por lo menos él lo planeo, no seria raro que su hermana trabaje a en cubierto, total nadie la conocía, quitándome a mi claro.

-- Es otra chica de Millennium Entertainment.-- hablo Mita refiriéndose a la de pelo negro-- pero te gustan las chicas que se ven mas puras e inocentes, ¿verdad?.

Eso me desconcertó, no conocía ese gusto tuyo hermanito ahora ya tengo con que burlarme de él. Podía ver como el tipo del auto le coqueteaba a Suzue, Kambe seguía serio como si no estuviera pasando nada.

Ahora estábamos en otro lugar, Kambe se encontraba en los asientos traseros del auto junto a mi, Mita sacaba fotos de lo que pasaba, nuestro criminal estaba a punto de tener sexo con Suzue y Kato se encontraba asqueado.

Sentí como una mano agarró la mía para luego entrelazan nuestro dedos, sabía de quien era, así que como si no hubiese pasado nada, volví mi vista hacia el vehículo rojo donde se encontraban ambos modelos.

Mientras las personas en aquel vehículo se besaban, sentí un apretón en mi mano, seguramente lo hacía para no ir en cualquier momento y partirle la cara a aquel narcotraficante que estaba besando a su hermana.

En eso llegó otro auto, al parecer otro drogadicto que fue a comprar droga obvio daa. Mi hermano quería ir a detener la venta pero Daisuke se interpuso empezando a darle una explicación un tanto rara.

Tal vez porque tenía un plan y no quería que Kato lo arruinase. Ya estaba cansada, así que salí para ver si había algún hotel cercano o algún lugar y comer.

Pero mientras iba caminando siento como unos brazos rodean mi cintura parando mi andar.

--Tienes habré y sueño,¿ no es cierto?-- Me hablo en un tono bajo y cálido, pude sentir como dejaba un beso en mi nuca. Sólo podía sonreír.

-- Tal vez-- le contesté en un susurró, por suerte estaba lo suficientemente lejos como para que Kato no vea la tremenda función que su hermana se estaba mandando.

-- Te llevaré a casa-- hablo para luego separarse de mi y tomar mi mano, arrastrándome hacia su auto. ¿ Qué carajos hace su vehículo allí?¿ casa?¿ A qué se refería con llevarme a casa?

-- ¿Casa? No te entiendo-- a lo cual luego de preguntar sonrió, pero no de manera arrogante, sino, dulce. Una sonrisa que nunca había visto antes.

-- A partir de que nos besamos-- empezó hablando para luego parar y girar en mi dirección-- todo lo mío se volvió tuyo-- Me susurró levantando mi lento para que lp viera a los ojos.

No me miraba con arrogancia, me miraba como viendo el más grande tesoro que haya podido encontrar, me miraba con ternura y ....amor.

-- Oye no hagas..-- No me dejó terminar ya que me beso sin previo aviso, callandome.

-- No arruines el momento-- dijo luego de separarse de mi. Una vez que nos separamos me abrió la puerta del acompañante para que subiera. Ver que me estoy enamorando cada vez más.

El vehículo empezó a andar, no hablamos en todo el camino, simplemente me dedicaba a mirar el paisaje hasta que llegamos, pero valla sorpresa al ver a mi hermano parado en la puerta. Bajamos y nos miro extrañado.

-- ¿Qué hacen aquí?-- pregunto Kato yendo a mi dirección, pero Daisuke me tomo de la mano para empezar a caminar dentro de su casa.

-- Esa sería mi linea-- hablo el oji-azul, íbamos entrando y Kato nos venía siguiendo extrañado mirándonos a ambos, por qué le había avisado que iría a un hotel a dormir.

-- ¿Esto es un restaurante u hotel?-- pregunto mientras miraba para todos lados impresionado, no lo culpo, la primera vez que estuve aquí miraba todo con la misma cara.

-- Es nuestra casa-- respondió con simpleza el pelinegro. Pero lo golpee un tanto fuerte en el brazo, por lo cual simplemente río arrogante.

-- ¿Nuestra? ¿A qué te refieres?-- pregunto haciendo que paremos de caminar, o mejor dicho pare por qué el millonario me paro.

-- ¿No lo sabías?-- ahora tenía tantas ganas de golpearlo, se supone que cuando me animará le avisaria a mi hermano. Ya sabía que diría el bastardo-- Tu hermana esta saliendo conmigo-- aviso con una sonrisa.

Pude ver la expresión de sorpresa y enojó de Kato, quien me miraba con resignación pura, como diciendo, "yo no lo apruebo". Ya lo sé Kato, no te agrada el bastardo, pensé para mi.

-- Kato-- lo llame-- puedo explicar...

-- Estas invitado a la boda-- Me interrumpió el millonario mientras se acercaba al mayordomo pidiéndole seguramente algo para comer.

Ya la cagó, pude ver como mi hermano empezó a irse por donde había entrado, yo lo seguí sin más no sin antes ir hacia el azabache.

-- No era necesario decirlo, yo misma le avisaria cuando estuviera lista-- le recrimine.

-- Ya te ahorre el trabajo, además de que si tiene hambre, dile que ya se pusieron a cocinar-- Me aviso. No le dije nada, solo lo vi como desaparecía por las escaleras para ir al segundo piso.

Sin decir nada me dirigí hacia donde se fue Kato, al llegar lo pude ver apoyado en el barandal de la mini terraza que allí había.

-- Oye...

-- ¿Por qué de todos los hombres en el mundo tenía que ser él?-- Me pregunto interrumpiendome, se dio vuelta mirándome, esperando un respuesta.

-- Yo...

-- No, nos iremos ahora-- Me aviso tomándome del brazo empezando a arrastrarme fuera de la mansión.

-- No, Kato...-- empecé a hablarle en un susurró, Pero no me hacía caso y seguía arrastrándome para salir de alli.-- Kato ya basta.

-- No, te dije que nos iríamos y eso haremos-- Me tomo más fuerte del brazo, ya me dolía su agarré así que sin más me solté con brisquedad. No quería irme, y mi hermano no era nadie para decirme que hacer.

-- Yo no me iré-- le dije alejándose de él un poco, solo paro su andar y se giro mirándome.

-- ¿Por qué?

-- Me enamoré, ¿si?...ni yo se como paso, pero sólo lo hice, y no quiero separarme de él, aun que no te agrade-- le dije firme con mis palabras.

Kato, por más que lo intentes no puedes hacer que mi corazón deje de latir como loco cuando el azabache aparece. Por que aunque en algunos momentos tengo ganas de matarlo, hay otras en los que simplemente quiero besarlo. 

Pude ver como Kato simplemente empezó a alejarse de donde yo estaba, lo mire irse, no iría tras él. Siempre lo apoye en todas sus decisiones, y siempre hice los ir él quería. Ahora era mi turno de elegir y hacer lo que quería.

Sentí como unos brazos me rodean la cintura atrayendome y abrazandome por detrás.

-- Perdón por haber echo que tu y tu hermano se pelearán -- Me hablo en susurros.

-- No te preocupes, ya era tiempo de que me soltara y empezará a tomar mis desiciones-- le contesté aún mirando hacia la dirección por la que se fue Kato.

--¿Y que desicion tomaste?

-- Quedarme contigo.

-- Me alegra escuchar eso, y por cierto, la cena está lista y mi hermana quería hablar contigo-- aviso.

-- Claro.

Di media vuelta para verlo a la cara, miraba sus ojos azules como la noche, un color que me ipnotizaba, se acercó a mi y me beso, primero de una forma dulce, para luego pasar a una más apasionante.

Me alzó haciendo que mis piernas rodee su cintura, mientras que me agarraba de los muslos para que no me caiga. Seguimos el beso hasta que él aire se nos fue de los pulmones.

-- Vamos antes de que tu hermana venga a buscarme-- le dije con una mini sonrisa, la cual me devolvió, poniéndome en el suelo otra vez.

Me mostró el brazo para que lo tomará, lo cual hice sin rechistar soltando una pequeña carcajada, no me acostumbrarnos nunca a este tipo de cosas.

Pero me encantaba que cuando estábamos solos me tratará de esta manera, eso es lo que me enamoro desde el principio, no me trataba como a las otras personas.

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