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Era de noche, ella miraba con una sonrisa divertida la foto en sus manos, su hermano quiso hacerla reír y sin que nadie se enterará se saco una foto con el mini albino.
Ai tenía manos habilidosas para la costura, caminó aún mirado la foto y cuando levantó la mirada sus ojos se pusieron serios, estaba en el lago.
Ella guardo la foto con cuidado y camino a la orilla del lago.
-a pesar de estar muerta sigues atormentando a mis hermanos.
Miro la luna, era de madrugada algunos de sus hermanos estaban durmiendo, ella no podía dormir así que decidió caminar.
Su caminata siguió y llegó al mausoleo de la persona que la educó cuando era niña.
Entró y miro el lugar con nostalgia para luego suspirar y acostarse en uno de los asientos de ese lugar.
Miro el techo y sintió sus ojos cerrarse poco a poco.
《Sueño》.
Ella estaba en brazos de la hermosa mujer rubia de ojos color cielo, la rubia la llevó a ese mausoleo, las dos ahora estaban delante de 3 puertas.
-cuando no veas la salida ni la luz de ningún túnel recuerda que siempre hay una llave que te ayuda a encontrar tu camino, no siempre los caminos que están visibles serán tus caminos, solo sigue tu instinto.
-mi instinto? -susurro curiosa.
-ienes un instinto mucho más sensible que el de muchos -dijo la rubia mirando las puertas.
Ai miro las puertas con atención.
-cuál eliges?.
Guardó silencio para luego levantar la mano señalando algo.
-esa...
《Fin del sueño》.
Ai abrió sus ojos de golpe al soñar eso.
-éste lugar es donde encontrarás todas las respuestas, esta persona será quien te ayudará.
La oji marrón sonrió con burla hacia ella misma y miro hacia la pequeña fuente de agua de ese lugar.
-tú y tus trampas -susurro parándose para caminar hacia la fuente, arremango su uniforme y metió la mano en el agua, tocó el fondo de la fuente y encontró un orificio.
-qué haces? -pregunto un rubio perezoso haciendo que mire hacia la puerta, allí estaba shu con las manos en los bolsillos.
-shu, dime -dijo sacando la mano del agua -beatrix jamás te dio alguna llave o algo? -el rubio la miro con neutralidad pero cerro los ojos.
-no...creo que le dio una pulsera a reiji -dijo bostezando haciendo que ai abra sus ojos sorprendida para luego sonreír.
-ella sabía que recurriría a él.
-de qué hablas? -pregunto el rubio con el ceño fruncido.
-debo hablar con reiji -dijo desapareciendo.
-tch -el rubio chasqueo la lengua irritado y se acostó en uno de los asientos esperando a ai.
El azabache estaba durmiendo tranquilo en su cama sin embargo su ceño se frunció.
《Sueño》.
Su trabajo estaba hecho, con seriedad la miro agonizar en el suelo de ese lugar descampado, ella abrió sus ojos.
-sabía que tu podrías matarme -dijo sonriendo a shock del oji fucsia.
Ella con poco fuerza arrancó una pulsera de su mano.
Con un diamante.
Ella estiró su mano hacia él.
-alguien vendrá a buscarlo a futuro, eres el indicado para tenerlo, contigo estará seguro -dijo sonriendo para luego cerrar sus ojos y caer en la oscuridad.
El azabache frunció el ceño.
-no....no permitiré que mueras sonriendo!.
《Fin de sueño》.
Aún dormido chasqueo la lengua, pero su rostro se relajó al sentir una mano en su mejilla, un olor a jazmines inundo sus fosas nasales y al reconocer ese aroma fue abriendo lentamente sus ojos.
Fucsia con borgoña chocaron, sus miradas serenas y frías pero llenas de calidez al mirarse.
Él cerró sus ojos dejándose mimar pero volvió a abrir sus ojos y se sentó.
-ai?.
-reiji, necesito de tu ayuda.
.
.
.
-por qué me trajiste aquí? -pregunto el azabache con seriedad.
Cuando ai lo fue a buscar, él se cambio y los dos se transportaron al mausoleo donde estaba shu.
-cuando beatrix murió te dio una pulsera con un diamante, no? -pregunto haciendo que reiji la mire serio y se ajuste los lentes.
-para qué lo quieres?.
-necesito descubrir cómo es que soy una sangre pura si provengo de personas que no lo son -dijo estirando su mano para que reiji le dé la pulsera.
El oji fucsia sacó la pulsera de un estuche que guardaba en su saco, ai la agarró y se dirigió a la fuerte de agua.
Se arremango y con la pulsera en mano sumergió su mano en el agua, encontró el orificio interior y puso el diamante, éste brillo color celeste y se escuchó como si algo se abriera.
Ai sacó el diamante y se alejó unos pasos al ver que la fuente de agua se descendencia hacia abajo dejando ver una puerta.
La puerta se corrió y los 3 vieron todo oscuro, al parecer si saltaban a ese lugar estarían rodeados de oscuridad.
-qué es esto? -pregunto el rubio con seriedad.
-cuando era niña su madre me llevó a un lugar oculto, el cual mucho no recuerdo, pero sé que allí hay una persona que fue como yo, nadie sabrá que estuvimos aquí.
Miro de reojo hacia la salida y viendo un campo que distorsionaba la vista de quienes estuvieran afuera.
Nadie sabría quién está ahí adentro, nadie sentiría sus presencias.
Por algún motivo ese campo se activó cuando ella insertó el diamante.
Antes de decir algo, ai saltó seguida de los dos vampiros.
Descendieron unos metros hasta llegar a un lugar antiguo, todo estaba oscuro pero el diamante volvió a brillar y de la ventana de ese lugar se prendió una luz como si desde afuera entrara la luz del sol, algo que era imposible ya que era de noche y estaban bajo tierra.
-y ahora?.
-ella me dijo que debía de seguir mi instinto pero....eso nunca funciona -susurro haciendo que los otros dos la miren con una gotita.
-tal vez debamos de ir por separado y si no encontramos nada o incluso si encontramos algo debemos volver aquí -dijo shu, los otros dos asintieron y cada uno se fue por un camino.
Los caminos eran largos y oscuros, pero a la vista de los vampiros la oscuridad no era impedimento, llegaron al final del pasillo y no había salida, cada uno miro con irritación la pared frente a sus ojos, tocaron la pared con el mismo pensamiento.
Cuando tocaron uno de los ladrillos, éste se hundió y la pared se elevó hacia arriba dejando le paso a los tres vampiros, ellos siguieron el camino y al pasar se detuvieron.
-los ductos de agua? -dijo con curiosidad viendo a sus hermanos.
Los tres caminos llevaban a los ductos de agua.
-tal vez haya que descifrar algo -el segundo quedo pensativo mientras el rubio miro para otro lado.
Era demasiado perezoso para pensar.
Ai hizo frunció el ceño molesta, no le gustaba esperar cuando se trataba de sus cosas.
Pasaron los minutos mientras ai seguía pensando.
-2...7...1 -susurraba mientras caminaba de un lado a otro y sus hermanos la seguían con la mirada -reiji cuántas cuadras ocupa este lugar?.
-más de 200.
-estamos en la numero 20 -señaló shu unos números que estaban en cada esquina.
Ai asintió y los agarró a los dos de las muñecas, se transportaron a unas cuantas cuadras más.
-busquen un oficio o algo por el estilo -dijo mirando las paredes y los techos.
-cómo sabes que estamos en el lugar correcto? -pregunto shu.
-beatrix siempre me decía que debía estudiar cálculo ya que me servirían a futuro.
Ella siguió buscando algún orificio mientras shu la miraba curioso.
-ella siempre decía eso -le restó importancia haciendo suspirar a la menor.
Ahora sabía por qué la rubia le dejó la pulsera a reiji.
-ella dejó la llave a reiji, que es el hermano número 2, esa llave debía de serme dada a mi, que soy la número 7.
Cada uno de nosotros estamos divididos por madres, si dividimos 2 y 7 sería 3.5.
Sin embargo beatrix siempre dijo que sin importar que seamos de diferentes madres somos hermanos del mismo padre, por lo tanto la sangre nos une, uniendo los números forma el 35 y esta es la cuadra 35 de este lugar.
Termino de explicar mientras reiji entendió el plan de su madre.
Ella siempre les decía a shu y ai que estudiarán mucho cálculo, no era solo porque era algo esencial sino que los números los ayudaría en algún momento para hablar entre códigos o dejar mensajes.
-...tiene sentido -dijo shu mirando hacia otro lado somnoliento, tantos números, tanto caminar, tanto misterio daba demasiado sueño.
Ai miro hacia la pared de enfrente y saltó hacia allí, tocó la pared hasta que notó otro orificio en forma de diamante, puso el collar allí y una puerta se abrió.
Los tres entraron y escucharon la pared volver a su lugar, al mirar hacia adelante vieron otra puerta.
-cuantas puertas "ya me estoy cansando, dentro de poco romperé algo, quiero dormir" -pensó con fastidio la princesa caminando hacia la puerta, al abrirla sintió un aire frió haciendo que cierre los ojos.
El lugar era frió, las paredes estaban cubiertas de hielo.
-quién es? -susurro reiji mirando hacia adelante.
-no lo se, ella me dijo que esta persona es igual a mi, sé que ese hombre oculta muchas cosas pero...creo que beatrix era quien ocultaba más cosas aun mayores.
Caminó hasta llegar al gran cristal en el centro del lugar, lo tocó con suavidad y notó que era cálido.
-una mujer? -susurraron los dos hermanos.
-eso parece.
De pronto el cristal comenzó a brillar haciendo que los dos vampiros pongan detrás suyo a su hermana, sin embargo los dos sintieron sus energías irse y ai hizo un campo frente de ellos dos.
El cristal estaba absorbiendo la energía de ellos dos.
-debemos de irnos de aquí, ustedes no son bienvenidos por esta persona, mi caso y el de beatrix fue distinto ya que nosotras sí somos bienvenidas.
-cómo...lo sabes? -pregunto reiji con dificultad.
En cuestión de segundos casi toda su energía se esfumó.
-es lógica reiji, ahora vamos, ya sé cómo entrar a este lugar sin necesidad del cristal -dijo al ver el diamante que estaba en suelo se elevó y ahora formaba parte del diamante mayor.
Ai tomó las manos de sus dos hermanos y desaparecieron de allí.
Los tres estaban nuevamente en el mausoleo, ai se arrodillo ante ellos dos que estaban sentados recuperando sus energías.
-beban de mi sangre -dijo haciendo que la miren con sorpresa -háganlo -los miro con seriedad al ver que se estaban por negar.
Ellos tragaron saliva con dificultad, estaban por beber de la sangre de la única mujer que les importó, de su hermana pequeña, de una sangre pura.
Ai los abrazó por los hombros y ellos corrieron su cabello con suavidad.
Pasando sus lenguas por el cuello de la princesa, tragaron saliva ante su dulce aroma y abrieron sus bocas dejando a la luz sus colmillos y sus ojos rojos, al morderla abrieron sus ojos sorprendidos por el delicioso sabor.
Se exaltaron un poco al sentir el temblor de la menor, la miraron de reojo y ella estaba sonrojada con los ojos cerrados, sintieron su orgullo despertar y acostaron a su hermana en el suelo quedando encima de ella.
Sus cuerpos aprisionaban a la joven vampiresa, la abrazaban por la cintura y bebían con gula de su deliciosa sangre.
-"malditos se aprovechan que es mi primera vez el ser mordida" -pensó con enojo y avergonzada.
-que mujer pervertida -dijo el rubio separando del cuello de ai con una sonrisa divertida y un hilo de sangre en su boca.
Ella lo miro sonrojada mientras reiji se separó de su cuello y le sonrió con sadismo.
-al parecer somos los primeros -comentó divertido.
-si ya terminaron aléjense -susurro sonrojada hasta las orejas.
-aún no terminamos -dijeron apresurados y volviéndola a morder.
-sean más suaves, pervertidos! -se quejó al sentir las bruscas mordidas de esos dos, ellos rieron por lo bajo y siguieron bebiendo de ella.
Era un acto pecaminoso pero excitante.
Ella temblaba por la pérdida de sangre y ellos aprovechaban a pasar sus manos por lugares que no debían de tocar.
Sin despegar de su cuello empezaron a desabrochar sus ropas a punto de desvestirse entre los 3.
-reiji san, shu san?! -exclamó una voz molesta que hizo gruñir de enojo a los dos mayores.
Los cuales con sus ojos rojos de furia y sus colmillos a la luz con sangre en sus bocas, miraron a la puerta del mausoleo y vieron a yui la cual los miraba en shock y con miedo.
Ella miro a la vampiresa la cual estaba sonrojada y con el cuello ensangrentado.
-tch -chasqueo la lengua ai levantándose con ayuda de sus hermanos, que limpiaron la sangre de sus bocas y vieron como el cuello de ai se curaba.
-siempre siendo una molestia -dijo shu con el ceño fruncido y despeinando su cabello.
-que malos modales -dijo con enojo el oji fucsia acomodando sus anteojos.
-p-perdón -susurro con miedo pero con curiosidad, ai se acercó a ella ante la mirada de sus hermanos y la miro con seriedad.
-mantén esto en secreto si no quieres perder la memoria.
-s-sí! -dijo sonrojada.
Sin saber por qué al ver esa faceta de ai y tenerla tan cerca de su rostro se avergonzó, los hermanos notaron eso y chasquearon la lengua celosos, ai suspiro y acomodó su cabello tras su oreja.
-me iré a dormir, tengo sueño -anunció para luego caminar lejos de allí.
La pérdida de sangre la dejo agotada, era la primera vez que bebían de ella, reiji solo desapareció de allí en silencio.
Tuvo que compartirla con su hermano, el cual no le agradaba, pero por otro lado fue positivo el estar cerca de shu ya que bebió de ai.
Al quedar solos los dos rubios, shu estuvo por pasar al lado de yui.
-shu san -lo llamó con un poco de miedo, él la miro de reojo un poco irritado -q-quiero saber acerca del despertar, hace días vengo oyendo la voz de una mujer y....
-eso pregúntale a él -los dos miraron hacia el frente donde estaba un hombre peli verde -richter, nuestro tío -dijo para pasar al lado de él e irse a la mansión dejando solos a esos dos.
El despertar estaba cerca.
See you...
I'll also show you a sweet dream, next night...
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