La sangre pura mitad regius estaba con el ceño fruncido sentada al borde de una piscina con los pies en el agua y al parecer haciendo un muñeco de trapo.

-que complicado es todo, maldito albino mujeriego que me complica las cosas -refunfuño enojada, al terminar el muñeco soltó una risa divertida -un mini subaru.

Los minutos pasaban y ai estaba aburrida.
Sus hermanos y la humana estaban en la academia nocturna, ella se quedó ya que no tenía nada que hacer en esa academia.

No volvería a una academia si hace 2 días salio de una, en la cual estuvo 5 siglos sin poder salir.

La oji borgoña estaba acostada en el suelo mirando el techo aburrida mientras tenía el muñeco a su lado, lo miro de reojo y sonrió.

-vamos a visitar a tu yo más grande.

Bajo de la limusina y miro la academia, entró y empezó a recorrer los pasillos sin que nadie la note, al parecer todos estaban en sus cursos o al menos la mayoría.

Ella dobló en una esquina y alguien choco con ella.

-p- perdón -escuchó la suave voz de alguien, miro hacia abajo y vio a yui -ai san?.

-yui san, qué haces aquí? -pregunto curiosa.

-m-me pregunto lo mismo de usted -sonrió con una gotita ante su mente olvidada.

-vine a visitar a subaru -dijo mirando los alrededores.

-por lo que sé está en la enfermería.

-ya veo, gracias -dijo dándole una palmadita en la cabeza y siguiendo su camino, yui tocó su cabeza sonriendo.

-es muy amable, pero....la enfermería está del otro lado -susurro desconcertada.

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Se recorrió todo el colegio sin saber dónde estaba la enfermería hasta que entró a un lugar.

La sala de música.

-no es la enfermería -susurro con el ceño fruncido.

Ai era muy mala para orientarse en los lugares desconocidos.

-sigues siendo tan mala como siempre para orientarte -miro a uno de los bancos y vio una cabellera rubia, caminó hacia el banco y vio a su hermanastro mayor.

-shu, dónde está la enfermería? -pregunto sin preocuparse por el motivo que el rubio estaba allí.

-ni siquiera saludas -suspiro sentándose y mirando la cara neutral de su hermana, algo cruzó por su cabeza y sonrió ladino -qué gano si te digo dónde está la enfermería?.

Ai guardo silencio y lo miro aburrida.

-ganarás algo muy bueno shu - dijo agachándose a la altura del rostro de su hermano aún sonriendo.

-en serio?.

-sí~.....que no te mande a volar por la ventana.

Su rostro oscuro hizo que el rubio mire para otro lado.

-que aburrida -suspiro y se levantó tomando su mano de ai -vamos, de seguro te pierdes.

-c-claro que no! -dijo sonrojada haciendo reír al rubio. 

Su hermanita verdaderamente era muy mala orientándose. 

.

.

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-vaya sakamaki san otra vez se metió en peleas -dijo el doctor de la enfermería mientras vendaba el brazo del albino.

-tch -el albino solo chasqueo la lengua mirando para otro lado.

El albino se metió nuevamente en una pelea ya que alguien comentó "disimuladamente" cómo sería si los sakamaki tendrían una hermana.

Los chicos se la imaginaron y entre comentarios pervertidos, subaru se enojó ya que sentía que se lo decían a su gemela y no se pudo resistir.
Siendo así el resultado de una pelea.

El albino resultó ileso con algunas heridas pero los otros fueron a un hospital, ya que terminaron con algunas costillas rotas y uno que otro inconsciente.

-tch, malditos humanos -susurro el albino al recordar los comentarios que dijeron esos chicos.

-aquí es -dijo una voz aburrida abriendo la puerta de la enfermería, haciendo que los dos miren al rubio oji celeste.

-acaso viene por su hermano? -pregunto el doctor reinhart con sorpresa para luego sonreír.

-no, alguien quiere verlo.

-nii sama, otra vez peleando -subaru chasqueo la lengua.

La peli marrón miro al doctor aburrida mientras éste se ponía nervioso por su mirada, pero siguió sonriendo.

-mucho gusto, soy el doctor de la escuela, reinhart.

.  .  .

-"se dio cuenta?" -pensó el doctor con una gotita de nerviosismo ante la mirada de su hija.

-hmp -ai miro para otro lado con desinterés y caminó hacia subaru golpeando su frente con sus dedos -nii sama tonto.

-no molestes -susurro el albino sonrojado mirando para otro lado.

-que molestos, no la dejes sola es mala orientándose.

-claro que no! -le grito sonrojada haciendo reír al rubio.

-lo sé, ya largo -dijo con mala cara el albino.

Era muy celoso de su hermana.

El rubio sonrió de lado y caminó hacia ai que lo miro curiosa.

-nos vemos -tocó su mejilla y besando su frente haciéndola sonrojar como tomate, sonrió divertido mirando a subaru que gruño enojado.

El mayor se fue dejando a los gemelos y al doctor solos, el cual miro toda la escena divertido y atento.

-vamos nii sama -dijo ai tomando la mano de subaru.

-a dónde?.

-quiero ver la ciudad y tengo hambre  gracias por atender a mi hermano reinhart san -dijo sonriendo con falsedad.

El peli ceniza se quedó un momento en silencio pero sonrió.

-no hay de que ai san -dijo viendo como los gemelos salieron del lugar, el vampiro se quedó en silencio y sonrió falsamente -odio esa sonrisa -susurro tapando su rostro.

Esa sonrisa falsa, sin sentimientos, le recordaba tanto a la de ella.

Él creó esa sonrisa sin sentimientos.

Cuán arrepentido estaba.

Pero no podía volver al tiempo atrás.

Los gemelos estaban en la ciudad, mejor dicho en el festival de la ciudad.

Ai tenía una mirada brillante como la de un niño, era la primera vez que iba a un festival, que veía tantas cosas que le provocaban emoción.
Subaru miraba con una sonrisa a su hermana, si ella era feliz él también lo sería. 

-quieres uno? -pregunto viendo que su gemela miraba un algodón de azúcar como si fuera la cosa más valiosa del mundo.

Ella apretó su mano sonrojada y asintió como si fuera una niña tímida que quiere pedir algo pero no puede por su vergüenza.

Eso era lo que le gustaba de ella.

Por más elegante, por más adulta, por más poderosa que sea, muy en el fondo esa pequeña inocente y tímida salía a la luz cuando menos lo esperabas, y eso enamoraba al albino.

Los dos demostraban su lado infantil cuando estaban juntos.

Durante las horas que pasaban en la hermosa noche, los gemelos se divirtieron y por unos momentos olvidaron quiénes eran, de dónde provenían y el pasado oscuro que los atormentaba. 

Por unos momentos ellos se sintieron normales como todos los humanos que estaban allí.

Los dos estaban en la rueda de la fortuna disfrutando el momento y viendo la hermosa luna.

-ai -la llamó su hermano.

Ella lo miro y quedó sorprendida al verlo estar a centímetros de su rostro, toco su mejilla y fue cerrando sus ojos igual que ella.

*Pum!*

Los fuegos artificiales empezaron dando fin al festival.

Fue una vista perfecta y un momento perfecto para el beso de ellos dos.

Sus mejillas estaban sonrojadas y al mirarle sus ojos brillaban de alegría.

El albino miraba con tanto amor a ai, que ella jamás se imaginó que una mirada tan especial fuera para ella.

-aishiteru -susurro el albino pegando su frente con la de ella.

-aishiteru -susurro sonriendo la vampiresa.

Él sabía que ella no entendía sobre el amor, que solo sentía amor como hermanos, pero.

Se conformaba con el amor de hermanos.
Solo por ahora, porque el albino estaba 100% seguro y estaba determinado a que.

Enamoraría a esa bella mujer ante sus ojos.

Todos estaban en silencio, un silencio muy incómodo para las chicas de la mansión.

La mayor lo disimulaba pero la menor estaba un tanto nerviosa, las dos estaban sentadas juntas y mirando a los 6 vampiros del lugar se miraban fijamente.

Mejor dicho.

Se estaban matando con la mirada.

Resulta que laito anduvo por el festival con algunas "conocidas" y justo al final del festival, cuando estaban mirando los fuegos artificiales, miro para la rueda de la fortuna y vio algo muy desagradable.

《Flashblack》.

Laito estaba con dos vampiresas colgadas de sus brazos sonriendo perversamente como siempre.

-que hermoso -dijo una sonriendo y mirando los fuegos artificiales.

-es cierto, es tan romántico~ -chillo la otra abrazando aún más el brazo del peli marrón contra sus pechos igual que la otra.

-es muy romántico, no laito kun?~ -el nombrado rió coqueto y a punto de decir algo pero su mirada fue a la rueda de la fortuna al sentir unas presencias conocidas.

Sus ojos se abrieron en shock al ver la escena.

Ai y subaru besándose a la luz de la luna para luego el albino mirarla con amor y ella sonrojada.

Su rostro se puso serio.

-que la guerra comience subaru kun -susurro a confusión y curiosidad de las chicas.

《Fin flashblack》.

-eso estuvo muy mal subaru kun~ -dijo el oji verde sonriendo aunque esa sonrisa era más falsa que el amor de su padre por ellos 7.

-tch, no les interesa.

-oe hime sama es de ore sama!, cómo te atreves a besarle?! -dijo ayato con el ceño fruncido y enojo.

-ella no es tuya, no es de nadie, ella sera mía -declaró la guerra el rubio con seriedad y mirando con frialdad a los hombres presentes.

-como si un bueno para nada pudiera ganar, aunque....acepto la guerra -dijo reiji ajustándose los lentes y sonriendo con superioridad.

-teddy también participara, ella será nuestra.

-hime sama será de ore sama.

-ara~ no creo que ganen, ella merece a alguien que la complazca en todos sentidos -dijo sonriendo pero mostrando seriedad en sus ojos el trillizo mayor.

-ustedes no la conocen, no tienen posibilidades de ganar.

Los 6 se miraron con seriedad, cada uno estaba decidido a ganar.

-están...- ai dijo dudosa llamando la atención de todos, ella ladeo la cabeza con el ceño fruncido -están peleando por el amor de yui san?.

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-ai chan -sollozo el pervertido de la familia en una esquina emo, sin poder creer que ella sea tan inocente como para no darse cuenta que ellos la amaban como mujer.

-maldición ore sama no puede creerlo -susurro el pelirrojo en otra esquina con un aura oscura y apoyándose en la pared con un brazo.

-no puedo creer que la mujer más poderosa de nuestro clan sea tan inocente -susurro el de anteojos tapándose la cara con vergüenza ajena.

-teddy..ai chan es muy inocente, pobre.

-esto será un problema -bufo el rubio al ver que tendría un trabajo muy largo y pesado para enamorar a ai.

-n-no entiendo -dijo incomoda ai al ver la depresión de sus hermanos.

Yui rió con una gotita al ver en ese estado a los vampiros sádicos y a la vampiresa con una inocencia tan grande.

-no te preocupes, no le hagas caso a ninguno -dijo subaru acariciando la cabeza de una confusa ai.

-no entiendo -susurro con el ceño fruncido.

Ella jamás entendería los coqueteos de esos vampiros.

A pesar de ser una vampiresa poderosa, elegante, seria e inteligente.

Era muy inocente en el ámbito amoroso.

See you...

I'll also show you a sweet dream, next night...