En una habitación color lavanda con detalle negros, la pequeña peli marrón dormía en la gran cama.

Aunque luego de segundos se removió inquieta y respiro con aceleración al no poder abrir los ojos.

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Estaba en un desierto, el cielo estaba oscuro.

Miro a su alrededor hasta que su mirada paró en un hombre adulto con el cabello marrón, tenia una hoz en la mano y en su cintura portaba un arma color plata.

Su cabeza estaba gacha, no podía acercarse a él, presentía que él estaba triste y recordando a alguien.

-señor.

Lo llamó pero él no la miro.

La escena desapareció y de pronto el mismo hombre apareció pero besando a una mujer y tocado su mejilla con suavidad.

-tú amas a los humanos, debes de luchar por la paz -dijo la mujer, era hermosa sus ojos eran amatistas y su cabello plateado.

De pronto ella estaba muerta y el hombre a unos pasos de ella.

-cumpliré tu sueño.

Escuchó la voz del hombre para luego solo ver como se iba.

-"qué es todo esto?" -pensó la pequeña confusa viendo que todo a su alrededor se oscurecía.

Hasta que de pronto delante de sus ojos apareció el símbolo de algo y éste se llenó de sangre haciendo que se asuste e intente retroceder pero no se podía mover.

-pequeña heredera cambia el destino de nuestra raza -la mujer de ojos amatista apareció delante suyo estirando sus brazos hacia ella, se quedó hipnotizada por esa mujer y todo a su alrededor se hizo blanco.

-cambia el destino.

Escuchó a lo lejos mientras sus ojos se nublaros y se cerraron de golpe.

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Ai despertó y parpadeo confusa ante lo que soñó.

-"quienes eran?" -se pregunto confusa y sentándose en la cama, al notar que no estaba en su cama miro a su alrededor y recordó los sucesos de ayer.

Cerró sus ojos y suspiro, estaba en su nueva casa, con sus hermanastros y desde ahora viviría ahí con su madre y hermano.

Bajo de la cama con su camisón blanco, descalza abrió las puertas del balcón, era de noche, miro la luna llena y cerró sus ojos sintiendo el viento bailar a su alrededor.

Miro el reloj en su habitación eran las 11 pm, durmio 4 hs.

Se acercó al barandal y con agilidad se subió a éste, se sentó y balanceo sus pies mirando el cielo y oliendo la naturaleza.

Le gustaba esos momentos de tranquilidad, se olvidaba de todo, de quién era, de lo que pasaba, de las reglas vampiricas, que tenía que ser una niña educada ante todos por ser un vampiro especial y la princesa de su clan.

En esos pequeños momentos de paz era solo Ai, una pequeña normal que disfrutaba de su soledad y de la tranquilidad que le proporcionaba la noche.

*snif*

Dejó de balancear sus pies y agudizó sus oídos al escuchar un sollozo conocido, cerró sus ojos y el viento atrajo una imagen a su cabeza.

-madre -susurro abriendo los ojos apresurada y mirando a la dirección que su instinto le decía que estaba su madre.

Una torre cerca del jardín.
Ai miro hacia abajo del balcón, no estaba tan lejos del suelo, solo era un piso, miró hacia la puerta de su cuarto para luego saltar del balcón y caer con lentitud en el suelo.

Corrió rápido hasta la torre, al llegar miro hacia la ventana del lugar.
Caminó hacia la puerta y sus ojos miraron la cerradura, sus ojos brillaron por un momento color rojo y la cerradura se rompió.

Abrió la puerta y entró a la torre, subió las escaleras hasta llegar a una puerta de hierro, podía ver la habitacion ya que la puerta de hierro eran rejas. Agarró las rejas con sus manos y apoyó su cara entre ellas tratando de divisar algo.

*snif*

Otra vez los sollozos.

-madre? -su voz se escuchó por la habitación haciendo que el sollozo se detenga.

Se escuchó unas cadenas moverse y la luz de la luna ilumino a la persona que estaba ahí.

-Ai -susurro christa con lágrimas en sus ojos.

La pequeña la miro con tristeza, tenía cadenas en su tobillo, estaba encerrada y atada como un animal, aún así su belleza iluminaba el lugar.

Era una hermosa rosa en medio de un oscuro desierto.

-te sacaré madre.

-no! -grito asustadola -si lo haces onii sama¹ se enojara -sonrió con suavidad haciendo que ai apreté las rejas con tristeza.

-q-qué quieres que haga?.

-cuida de subaru y de onii sama -dijo sonriendo amable.

-sí...

-no dejes de ese monstruo se acerqué a mi -su voz sonó oscura y llena de odio -es un monstruo!, nunca debió nacer!, solo arruinó mi belleza no te acerques a él!.

-madre -susurro con lágrimas al borde de sus ojos, tragó saliva y apretó sus labios -subaru no es un monstruo! -grito con enojo.

A veces olvidada que su madre estaba mal mentalmente y su lado protector salía sin importarle nada.

-Ai -susurro con sorpresa la albina, para luego sonreír derramando lágrimas -cuida de subaru, mis dos hermosos capullos, algún día se convertirán en hermosas rosas, procura que tanto tú como subaru sean las dos rosas más hermosas del mundo.

Ai asintió y su madre le sonrió de manera amorosa.

-nos vemos luego mamá -le sonrió aunque le salio una mueca ya que estaba triste y con ganas de llorar.

-cuídate Ai chan.

Las dos se miraron por largos minutos hasta que la peli marrón se dio la vuelta y empezó a bajar las escaleras.

Cuando quedó sola la bella mujer apretó los labios y dejó derramar sus lágrimas.

-AH! -grito llorando y golpeando el suelo, Ai se estremeció ante su llanto y cerró la puerta con rapidez corriendo hacia su cuarto.

Luego de darse una ducha y quedarse un rato en la bañera, se cambió para luego salir de su habitación.

El pasillo era oscuro y tenebroso, pero una princesa que es un vampiro no le debe de temer a nada, ya que ellos son seres oscuros.

Caminó con lentitud oliendo los aromas a su alrededor, hasta que un olor a libros viejos con hierbas la hizo detener, vio a uno de sus hermanastros caminar por los pasillos con un libro en manos y mirando el suelo pensativo.

Él se detuvo al sentir su presencia.
Los dos se miraron, sus miradas eran frías y neutras, una expresión que todos los vampiros tenían.

Ellos eran educados para jamás mostrar sus debilidades ante los demás.

-no nos hemos presentado -dijo el azabache ajustando sus anteojos, se acercó y se agachó a su altura tomando su mano besando el dorso de su mano -mucho gusto soy reiji, el segundo hijo de karlheinz -la saludó con educación y alejándose de ella.

Lo analizó y agarró los bordes de su falda para hacer una reverencia.

-mucho gusto reiji sama soy Ai, la última y única hija de karlheinz -dijo con educación, cosa que al azabache le agradó.

Los dos se habían mirado por unos segundos hasta que ella apretó los bordes de su falda nerviosa y miro hacia un costado sonrojada.

-sabe dónde...dónde está mi onii sama? -nunca estuvo cerca de otras personas que no sean su hermano, su madre, su padre o las sirvientas.

El azabache la miro atento y sonrió de lado ante su sonrojo, quería que ella lo llame onii sama.
Aunque por fuera no lo aceptará muy dentro suyo quería que sus dos hermanos menores lo reconozcan y aprecien como el digno hermano mayor que será.

-ven -estiró su mano enguantada, ella miro su mano y la tomó con lentitud, el niño de 7 años empezó a caminar de la mano con la niña de 5 años.

Los dos iban caminando en silencio pero mirándose de reojo y analizándose mutuamente.

Bajaron las escaleras hasta llegar al comedor.

-es la hora de la cena -susurro reiji dejando ver a todos los integrantes del clan sakamaki sentados y esperándolos, al parecer solo faltaban ellos dos.

En la cabecera estaba karlheinz, a su costado izquierdo estaba shu, al lado de él había un asiento vació, ahí se sentaría reiji.

Los tres lugares restantes estaban sentados los trillizos, en el lado derecho al asiento del rey, éste estaba vació, ahí se sentaría ai.
Al lado de ai subaru, al lado de subaru estaba el asiento vació, los otros dos asientos estaban ocupados por beatrix y cordelia.

-princesa por fin llegas -dijo el albino con una copa en la mano y sonriendole a su hija, que hizo una reverencia normal.

-perdón por el retraso padre -el rey solo le sonrió, reiji se fue a sentar al lado de shu y ai se sentó en el lado derecho de su padre.

-espero que hayas dormido bien pequeña ai -le sonrió con amabilidad cordelia.

Ai la miro junto a subaru, el pequeño albino apretó los puños bajo la mesa y su gemela sonrió.

-muchas gracias por su preocupación y sí, dormí muy bien -contestó con suavidad, el ojo derecho de cordelia tembló por un momento al ver que la niña no se inmuto en nada.

La cena comenzó, solo se escuchaba el ruido de los cubiertos.

Subaru miraba el plato de comida pensativo, ai tomó un poco de agua y cerró sus ojos.

-'Ella dónde esta?'.

Pregunto subaru a través de su lazo con ai. La pequeña dejó el vaso de agua y miro su cena.

-'Ella...no te mentiré onii sama, pero debes de guardar la calma, tú no lo sentiste ya que tus sentidos aún están en desarrollo...madre está...está en la torre del jardín'.

Ai le respondió con dificultad y subaru quedó en shock, su flequillo tapo sus ojos y ella tomó su mano por debajo de la mesa.

Karl notó que algo le sucedía a los gemelos, los miro de reojo pero siguió comiendo, las mujeres no sintieron nada, los trillizos seguían comiendo igual que shu y reiji.

Nadie notó que los gemelos habían dejado de comer y estaban superando ese momento los dos juntos.

《Luego de la cena》.

Estaban todos en el living.

-es hora de presentase -dijo el rey con una sonrisa de lado -niños, ella es beatrix mi segunda esposa, madre de shu y reiji -la rubia miro a los trillizos y a los gemelos que miraron a los recién presentados.

-mucho gusto -la vampiresa les sonrió levemente, shu les sonrió alegré y reiji solo los miro serio.

-ella es mi primer esposa cordelia, madre de los trillizos, laito, kanato y ayato -dijo mientas la peli lila sonrió con arrogancia y se cruzó de brazos, laito solo sonrió como siempre, kanato escondió su rostro tras teddy y ayato sonrió con orgullo.

-"ninguno de ellos tiene modales" -pensaron los demás hermanos y la mujer rubia.

-finalmente ellos son los gemelos, subaru y ai, su madre es christa mi tercer esposa -todos miraron a los gemelos.

Que estaban tomados de la mano, al recibir la mirada de todos se pusieron incómodos.

-dónde está su madre? -pregunto shu con curiosidad.

El silencio inundó la habitacion y los gemelos apretaron sus manos mientras sus miradas se pusieron oscuras, sus hermanastros miraron atentos y, muy dentro suyo, preocupados por su reacción.

-christa estará viviendo en la torre del jardín, su estado mental no es muy bueno, así que decidí que ella viviera ahí desde ahora.

El rey siguió sonriendo como si nada pasara mientras Cordelia sonrió de lado mirando com burla el enfado de los gemelos.

-tch -subaru chasqueo la lengua irritado -ella está así por tu culpa! -miró com odio a su padre.

El cual lo miro de reojo y sonrió ante su odio pero se puso serio, subaru mantuvo su rostro en alto y ai lo miaba preocupada.

Los niños se mantuvieron atentos y un tanto asustados por el rostro de su padre, las mujeres se mantuvieron a un costado de la situación.

*PLAF!*

Subaru tenía la cabeza ladeada y su mejilla estaba roja, sus ojos se cristalizaron por el dolor pero apretó sus puños y apretó los dientes con enojo, los demás quedaron sorprendidos, menos cordelia que sonrió con maldad.

-no te atrevas a levantarme la voz -miro con frialdad el albino al niño de 5 años.

Se acercó unos pasos a subaru pero ai se puso delante suyo con los brazos abiertos y con la mirada tapada por su flequillo.

-ai, hazte a un lado -ella tembló ante su voz pero apretó sus puños y levantó la mirada, sus ojos estaban rojos. 

Los demás, menos karl y subaru, que éste ultimo estaba tratando de no llorar por el dolor en su mejilla, se sorprendieron ante sus ojos rojos.

-aléjate, no te atrevas a tocar a mi hermano karlheinz! -lo miro con enojo.

Karl la miro y levantó su mano hacia ellos pero los cristales de las ventanas se rompieron asustando a los demás,  los colmillos de ai se alargaron, karl se detuvo y bajó la mano.

Miro por unos segundos a su hija que le seguía mostrando los colmillos y sus ojos brillaban de enojo.

La tensión se sentía en el ambiente, el último príncipe abrazó por la cintura a la pequeña y ocultó su rostro en el hombro de ai.

-estoy bien -susurro el pequeño albino, ai bajó los brazos, sus ojos y colmillos volvieron a la normalidad pero seguía mirando a su padre con enojo.

-vaya a sus habitaciones, no salgan hasta la hora del desayuno -los miró con seriedad el albino, subaru tomó la mano de ai y los dos salieron de ahí.

-karl!, cómo puede dejar que esa niña te falte el respeto?! -cordelia lo miro con reproche, el albino la ignoró y los miro a los 7 con seriedad.

-nunca se atrevan a hacer enojar a mi hija, ella los podrá convertir en cenizas con tan solo mirarlos -avisó ante el shock de las mujeres y la curiosidad de los niños.

Ellos 5 no sentían nada extraño en ai, ella normal, era como ellos, no?.

-onii sama no estés mal -abrazó a su hermano con suavidad.

Los dos estaban en la cama de ai, Subaru abrazándola y ella en medio de sus piernas, los dos estaban tristes por su madre.

-no dejaré que ese hombre le haga daño a madre o a ti -ai lo miro curiosa ante su abrazo fuerte y sus ojos decididos.

Pero sonrió y se alejó haciendo que subaru la mire curioso, tocó su mejilla roja con suavidad la cual se curaba con lentitud, él hizo una mueca de dolor y ella lo miro preocupada.

-no te preocupes estaré bien, me curare -sonrió ante la preocupación de su gemela.

Ella estrechó los ojos con tristeza pero acercó su rostro al sonrojado subaru y besó su mejilla, ésta brillo color violeta y se curo.

-ai -susurro sorprendido ante su poder.

-es uno de los poderes que descubrí hace poco -susurro sonrojada pero luego cambio su rostro a uno de tristeza.

-qué sucede? -pregunto preocupado.

-nii sama², yo no soy igual a ustedes, controló a las personas con mis ojos, rompo las ventanas con mi poder, sano a las personas con un beso y no necesito beber sangre ya que...absorbo la energía vital de las personas con tan solo besar su mejilla...nii sama por qué soy diferente? -susurro con lágrimas al borde de sus ojos.

Se sentía un fenómeno, nadie de su familia era igual a ella.

Su cabello y ojos eran marrones, sus poderes eran raros, se sentía rara al ver que era distinta a su hermano y padres.

Incluso las personas murmuraban al verla cuando estaba con su hermano, ella no se parecía a sus padres o hermano.

Subaru la miro preocupado ante sus lágrimas pero sonrió y tomó su mano haciendo que ella mire sus hermosos ojos rosa.

-eres Ai, mi hermana, mi gemela, mi otra parte, mi rosa roja, la persona más amable del mundo, la persona que siempre se preocupa por los demás antes de que en ella, por eso eres especial...no me importa cuáles sean tus poderes o tu apariencia, eres mi gemela y mi hermana.

Le sonrió levemente sonrojado para luego juntar sus frentes y cerrar sus ojos.

-onii sama -susurro sonrojada y sonriendo, los dos tenían sus manos entrelazadas y los ojos cerrados.

-aishiteru³ -susurraron los gemelos. 

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.

.

Una persona los espió por la puerta, que estaba entre abierta, al escuchar las palabras de los gemelos sonrió de lado y cerró la puerta con suavidad sin ser escuchado.

-"creo que será mejor no hacerle nada a subaru o tendré un enemigo poderoso en mi contra" -pensó el rey al recordar la mirada llena de furia de su hija. 

See you...

I'll also show you a sweet dream, next night...

¹significa 'respetado hermano mayor'.
²significa lo mismo que onii sama, otra manera de dirigirse hacia un hermano mayor.
³significa 'Te amo'.