45 "31 October"
Todo era un desastre, el olor a muerte te invadía las cosas nasales, sangre y miedo podían persivirse sin necesidad de abrir los ojos. No se si estaba mejor el que estuviera con los ojos vendados a que no.
Podía sentir perfectamente que alrededor el desespero de las personas, pero no podía hacer nada.
-Bien, ya es hora- dijo Getou a mi lado, sentí cuando se acercó a mi y quito la venda de mis ojos- disfruta el espectáculo.
Quise gritar luego de unos minutos cuando vi como la prisión tomaba a Satoru el cual había dudado al ver a Getou, preguntando lo mismo que yo. Pero cuando quise darme cuenta ya era tarde.
El sello estaba completo aún así, no podían moverlo hasta luego de un rato. Sólo era cosa de tiempo para que el resto se enterara de lo que sucedía y vinieran por la pequeña caja.
Entonces como si fuera una discusión de niños escuche a Jougo y Mahito hablando de sus diferentes planes. Uno quería asesinas a Itadori mientra que el otro quería traer a Sukuna devuelta dándole los dedos.
Cuando empezaron ese juego absurdo a mi parecer mire a Getou, o bueno su cuerpo era controlado por un usuario maldito.
-Ahora el balance de poder está en tus manos pequeña- hablo para matar el tiempo- ¿qué se siente ser la única esperanza restante para los humanos y no poder hacer nada al respecto?
No dije nada, de todas formas no podía hacerlo teniendo una soga en la boca que no me permitía hablar. Cuando la maldición de rango bajo a mi lado me la quito este volvió a hablar.
-Y pensando en Sukuna, creo firmemente que aunque su amada este del lado humano, el no se rebajaria a tal grado- hablo.
-Hay tantas cosas que no conocen de él, ustedes las maldiciones e inclusive hechiceros lo único que saben el del monstruo, de la criatura despiada y orgullosa que sólo se preocupa nada más por el sin importarle el resto- dije cuando me cansé de su estúpidas palabras- en cambio yo conozco al niño atrapado dentro del monstruo que lo único que quiere es amor.
-Ja, absurdo- dijo riéndose- tu eres la que no lo conoce- se burló- sólo te mostró algo que querías con el hecho para luego dejarte embarazada y tener a ese bebé el cual con entrenamiento será el más poderoso del planeta.
-¿Estas seguro que me equivoco?- pregunté con diversión, me miro con duda. Perfecto. Lo que quería y mi cometido esta funcionando.
Lo vi abrir la boca para decir algo pero en eso sentimos perfectamente cuando uno de los velos se desintegró. Fruncio levemente el ceño. Habrá sido la que no permitía que ningún hechicero pasará.
Mire la caja en el suelo. Esa prisión la había visto antes, en alguna de mis anteriores vidas. Creo, si no recuerdo bien habían liberado a alguien que necesitaron por un momento.
Aún así el hechizo para revertirlo y poder quitar a la persona sella era borrosa en mi cabeza y muy pocos sabían el como. Sólo debía esperar el momento justo para liberarme y tomar el sello cuando antes para poder llevarmelo.
El resto no debía de tardar mucho en llegar, seguramente la que más rápido comenzaría a avanzar sería Mei. Sólo esperaba que el resto estuviera bien y que luego de esto todos podamos volver a la preparatoria. Vivos.
Sentí como no muy lejos había alguien peleando, al parecer Getou también lo sintió ya que se levantó sin decir nada y fue en una dirección proveniente por las vías del tren.
No volvía, por lo que aproveche eso. Mire a la maldición a mi lado la cual me tenía observada sin parpadear, debía usar algo para liberarme, no lo se...Tal vez....
-Liberame- mande mirando a la criatura, está mi miro y se rió- ¿No lo harás?- pregunté a lo que ella negó, ladee mi cabeza a un costado- levantame la camisa un poco, hay algo que quizás te guste, no lo se- trate de provocarlo, y funcionó ya que se acercó.
Levantó está y retrocedió de golpe asustado al ver la marca en mi vientre, sonreí de lado, tal vez era lo suficientemente estúpido o inteligente dependiendo de lo que hiciera a continuación.
- Si me liberas le diré a Sukuna que te de un puesto alto, ¿quieres? Se que me escuchara luego de que le diga que me liberaste y protegiste y no sólo a mi- puto chantaje. Yo por primera vez presumiendo el que era ahora la reina de las maldiciones. Irónico.
Esta asintió feliz y con una sonrisa me libero. Me paré de mi asiento y acomode la ropa. Me acerqué a donde estaba el sello de Satoru e intente levantarlo pero no pude.
- Tu me protegerás hasta que encuentre a Sukuna, ¿de acuerdo?- mire a la maldición y está asintió- bien.
Mire fijamente la caja con ojos en el suelo. Trataba de recordar como era que podía abrirse y liberar a Satoru. Aún así en mi estado actual no podría hacerlo. Necesitaba tiempo del cual no tenía.
En algún momento aparecería Getou y no podría pelear, además de que la maldición a mi lado no tenía demasiado poder.
-Mierda Satoru, juro que cuando te saque de allí te mato yo misma- dije mirando la caja en el suelo.
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