32 "Only with you 1/3"
Narra Tn
Abrí los ojos cuando las energías volvieron a mi cuerpo, no sabía muy bien que es lo que había hecho o pasado. Mi mente estaba un tanto borrosa.
Pareció un deja vu cuando salí de la cama estando en un lugar desconocido para mi, podía apreciar perfectamente aún así el que estába en un apartamento de edificio.
Esta vez, por suerte nadie entró y tenía más habré que descubrir que sucedía, por lo que con la ropa que ya llevaba puesta luego de levantarme, fui directo a la cocina.
Mire en la encimera de esta una carta de parte de mi hermano hacia mi, la leí rápidamente y me sorprendí al enterarme de lo que sucedía. ¿Entonces estaba aquí ya que Sukuna romperla la maldición que yo poseia?
Suspire relajandome y ahora si, me dispuse a hacer un desayuno sin dudas de donde estaba. A los minutos sentí perfectamente como dos manos me tomaban de la cintura y me alegaban a un cuerpo músculoso.
-Buenos días, Reina Mia- dijo ricamente en mi oído. Reí ante aquello y si media vuelta apreciando sus facciones, eran diferentes notoriamente. Pero aún así en lugar de ver al adolescente miraba al hombre del cual me había enamorado hacia mil años.
- Buenos días- dije sonriendo, unió sus labios a los míos en un dulce beso para luego separarse. Se acercó a un mueble donde tomo un vaso y una botella de vino que allí había- ¿cómo es que estamos aquí?¿No asesinato a nadie no es así?- pregunté curiosa.
- ¿No lo explicó el idiota en la carta?- pregunto con una mueca para llevar el vaso a sus labios tragando el líquido rojizo.
Una imagen que Me había dejado embobada. Mientras tomaba el líquido no apartaba sus ojos rojos de los míos. Además de que las marcas en su rostro más la camisa blanca con la corbata descolocada y un poco suelta, era...no te ni palabras.
- Si me lo dijo, aún así, quería saber como conseguiste esto- dije con simpleza alzando mis hombros.
- Un trato, sólo eso diré- hablo juguetón, rodee los ojos y volví mi vista a él, debía admitir que la camisa quedaba un poco ajustada a su cuerpo dejando ver perfectamente su anatomía musculosa- ¿qué tanto miras?- pregunto divertido.
- Que, es raro verte de traje- susurre. Soltó una carcajada para luego acercase y acunar mi mejilla en una de sus manos, cerré los ojos ante su tacto cálido.
- Eres hermosa- susurro bajo, me acerco más a su cuerpo y me abrazo por la cintura, le correspondía mientras acariciaba si cabello y el India su rostro entre mi cuello u rostro- me hiciste mucha falta- volvió a susurrar.
Su voz sonó diferente, más entrecortada. Sonreí y también con lágrimas acumulansose en mi rostro sólo pide suspirar.
Ahora ya entendía cual había sido ese sentimiento como atrapada que tuve en todas las veces que volví. Lo había extrañado de sobremanera aún sin acordarme de el o conocerlo siquiera.
- Ahora ya estoy aquí- susurre para que se Callara un poco cuando comencé a sentir mi cuello húmedo. Sabía perfectamente que no era por besos ya que soltó un leve sollozo.
No fue hasta luego de un rato en la misma posición que él se separó y entre en la realidad. Mi mente volvió hasta los sucesos pasados en donde yo estaba con Jumpei.
- ¿Qué pasó con Jumpei?- pregunté con preocupación. Me analizó y suspiro.
- ¿No te acuerdas de nada?- pregunto a lo que negué- de alguna forma anulaste la transformación de aquella maldición y lo volviste a su estado humano vivo- explicó.
- Y esa debe de ser también una de las razones por la que debo de estar aquí, ¿No?- pregunté- para descubrir que hice y como- lo vi asentir- bien, entonces tenemos cuatro días para descubrir eso y para romperlo maldición, ahora dime como romperla- pregunté al separarme yendo a hacia la habitación para buscar algo que colocarme.
Era incomo andar por la casa con ropa interior y sólo un camisón que no termina de cubrir casi mi trasero.
- Debo embarazarte- respondió a lo que pare mi andar. Sentí como la sangre bajaba de mi cuerpo y me había mareado ya que todo me empezó a dar vueltas.
- ¿Qué?-pregunte encarandolo, este sonreía de diversión y asintió mientras se acercaba a paso lento hacia mi.
- Como escuchaste- afirmó- debo embarazarte para que te conviertas en la reina de las maldiciones de forma inmediata, eso anulara el hechizo- explicó.
- Yo...- no sabía que decir. Sinceramente en mi mente la idea de engendrar a un hijo suyo no era mala, pero no se si estaba lista para entrar al roll de madre.
Entonces como arte de magia la excusa perfecta entró en mi mente, de paso también se resolverán varias dudas que tenía con respecto a un hecho que involucraba también a Itadori.
- Pero si me embarazas, el pequeño también será de Itadori- dije con duda, hizo una mueca lo cual me provocó una leve risa astuta en mis adentros, pero esta se borró al ver como él sonreía con arrogancia.
- Si te preocupa eso, no debes de hacerlo, ya que cuando el mocoso cambia conmigo el control del cuerpo, el ADN y las células también lo hacen- explicó- sólo es un recipiente, lo único que estoy usando suyo es el cuerpo.
- Pero...y-yo...
- Si quieres tiempo para pensarlo, te lo daré sin problema princesa- dijo mientras acariciaba mi mejilla- aún así acuérdate que tenemos cuatro días, seguramente si no lo hago no se en que momento tu hermano me dejará volver a estar a solas contigo- susurro y beso mi frente.
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