Por desgracia, el sujeto de cabeza volcánica había escapado, o bueno, lo rescataron. Caminaba tranquila ahora por las calles del centro, planeaba fijarme que habría en la cartelera del cine antes de volver e invitar a los de primero y segundo para ver.

No creí ver aquello obviamente, el lugar estaba rodeado de oficiales, había cámaras de noticieros y personas chismosas, suspire e iba a irme, pero la energía maldita que desprendía aquel lugar me daba intriga y....atraccion.

Horas antes. Lugar desconocido.
Narrador Omnisciente.

-Sigo sin saber para que quieres a la chica- dijo Getou mirando a el mitad humano mitad maldición, este sólo se dedicaba a leer un libro en sus manos- aún que, hay muchas cosas que traería ventaja.

- Quiero convertirla en mi reina- respondió simple el de cabellos largos- quitarle la maldición del anterior Rey será fácil, es un hechizo simple pero con sus sacrificios- explicó.

- Creo que sólo habían dos hechizos para romperla- dijo el de cabellos oscuros con duda, aún que si fuera por él, la tentación de convertirla en suya a la joven Gojo era de gran cantidad.

- Necesitaré...dos niños, si son menores de cinco años mejor- dijo pensando el de ojos de distinto color- serían en total dos corazones, uno para que ella consuma, y el otro para hacerla inmortal.

- ¿Nada más?

- Por el momento no- contestó levantándose- iré a ver una película.

Presente. Cine.
Narra Tn

Me acerqué a la escena e hice a un lado a las personas, dos oficiales querían detenerme pero les mostré mi placa hecha exclusivamente para la policía.

Me dejaron pasar y así entre. Fui a la sala donde había ocurrido, al parecer el asesinato. Entre mirando como había personas investigando la escena mientras miraban los tres cuerpos allí.

- Cargo uno categoría especial- dije en voz alta  levantando la placa, todos los presentes filtraron a verme- necesito que salgan unos momentos de la escena, por favor- pedí.

Ninguno pudo objetarse y cumplieron lo que dije; cuando no hubo nadie me acerqué a los cuerpo para examinarnos con mis propios ojos. Sus rostros estaban más que desfigurados.

La energía que salía de los cuerpos era densa, no había sucedido hace más de una o dos horas máximo. Mientras miraba a mi alrededor deje pasar a los paramédicos quienes se llevaron los cuerpos.

Mire el suelo por mera curiosidad pero fue justo, marcas de pisadas había en el. Las seguí hasta que llegue a un callejón, no pude seguirlas más ya que una llamada entrante de Satoru llegó.

- Hola- conteste mirando el suelo.

-Hola hermanita de mi corazón!

- Que quieres?- pregunté haciendo una mueca, cuando me llamaba así era por que algo quería.

-Solo quería decirte que ya llegaron los alumnos de Kioto y necesitábamos unas cosas de tu parte para la prueba de intercambio.

-Esta bien, iré, pero manda a alguien a uno de los cines del centro- dije. Comencé a explicarle lo que tenía hasta ahora y el afirmó que mandaría personas de confianza.

En el camino de vuelta. Me crucé con un chico de aproximadamente la edad de Itadori. Su cabello era negro y tapaba la mitad de su rostro. Lo que me llamo la atención fue la cantidad de energía maldita que desprendía.

Iba a acercarme para hablarle pero el teléfono volvió a sonar.  Suspire hastiada y seguí mi camino nos sin antes ver de reojo hacia atrás notando como el chico se metía en un callejón.

Cuando llegue a la preparatoria, fui resivida por Panda quien no se aguantó y abrazo, sonreí ya que era muy suave, después siguió Toge con el cual chocamos los cinco y por último Maki.

Estuvimos un rato hablando hasta que aparecieron los de Kioto, los salude ya que era mi obligación hacerlo, aunque no me molestaba. Pero aún así, pude sentir una miraba intensa en mi espalda.

Mire de reojo notando a uno de los viejos, este me miraba intensamente. Lo más seguro es que quisiera deshacerse de mi, lo cual no era raro. Seguro me tachaban de traidora para la raza humana.

-Oh, al fin llegas- dijo una voz ya conocida para mi, mire hacia la derecha viendo al albino- ven, debo explicarte unos detalles.

Lo seguí sin más, fuimos caminando por varios pasillos hasta llegar a la sala donde estaba Itadori viendo el plan que tenía para poder hablar con alguien. Hice una mueca al ver la fotografía del chico de hoy.

-¿Le asignaste el caso a él?- pregunté mirando al de ojos vendados, este asintió con una sonrisa- ¿quien más está?

- Nanami- asenti más relajada- bueno, tengo que explicarte unos detalles sobre el evento de intercambio, y no podemos hablar aquí ya que Itadori participará- comenzó a bañarme para salir de allí luego de que tomo unos papeles.

- Espera, Itadori, cuando vayas a ver al chico de la foto, dime que los acompañare- dije antes de terminar de salir de la sala-ahora si, explícame.

- Participaras en el evento- dijo, lo mire con duda- si, lo se, también me resulto raro ya que no eres una alumna pero el viejo desgraciado insistió.

- Seguramente tendrá algún plan entre medio-murmure.

- Lo más probable, pero, de cierta forma me tranquiliza, así podrás vigilar al envace de tu novio- dijo con burla pero también seriedad. Le peque un codazo para que se callara.

A la mañana siguiente me vestí como si fuera una alumna más de la preparatoria y acompañe a Itadori para hacer lo del plan contra el azabache que según las pistas, estuvo en el cine donde ocurrió la escena desagradable.

Por suerte el plan salió bien, hasta lo salvamos de un viejo que había empezado a hablarle, notamos el gesto del muchacho por lo que se nos ocurrió un plan divertido. Le quitamos los pantalones y salimos corriendo, yo mientras arrastraba conmigo al joven.

- Eso estuvo gracioso- dije entre risas mientras para para respirar después de correr, el hacia lo mismo mientras me miraba.

-¿Por qué lo hicieron?- pregunto mirándome, debía admitir que me parecía tierno y amigable.

- se notaba que no te agradaba- dije con simpleza- un gusto, soy Tn Gojo- dije con una sonrisa mientras extendía mi mano, no nos pudimos saludar antes ya que debía atrapar esa criatura que se nos escapó.

- No hay problema, soy Jumpei Yoshino- me dijo, asenti con una sonrisa. A los minutos llegó Itadori y comenzamos a caminar mientras hablábamos de diferentes temas. Podía notar como perfectamente el azabache sería un buen hechicero.