Llegué a donde me dijo el pelinegro que estaba. Era un hospital, me acerqué a la puerta pero esta fue abierta rápidamente por Fushiguro junto con el chico.

- Tn- dijo Megumi- tenemos que volver a la preparatoria- dijo apurado, lo mire con duda sin entender.

- ¿Qué?¿por qué?- pregunté mirando a manos chicos.

- Un gusto, soy Yuuji Itadori y debemos volver, ya que si es cierto lo que ustedes saben mis amigos morirán y no quiero eso- hablo apurado.

- ¿A qué se refiere Fushiguro?- pregunté ahora un poco más enojada.

- Sus amigos abrirán el sello- dijo rápido, no lo pensamos ni dos veces y comenzamos a correr hacia la preparatoria, Itadori iba con nosotros y podía verse la preocupación en su mirada.

Tomamos un atajo que nos dijo el pelirosa y llegamos un poco más rápido, aún así paramos en el portón del lugar y podía verse como la inmensidad de energía maldita salía de arriba del edificio.

- ¿En qué puso están?- pregunté mientras Itadori se quedaba impresionado por la presión ejercida de la energía. Muerte, eso transmitía.

- En el cuarto piso- murmuró. Asenti y salte la reja comenzando a correr hacia adentro del edificio, abrí la puerta de entrada a la escuela y una corriente de energía pura paso por mis costados como una ráfaga de aire queriendo salir del edificio.

Casi no podía respirar y sentía que en cualquier momento me iba a desmayar. Con todas las fuerzas que me quedaban seguí corriendo.

- ¡Ave Fénix!- dije uniendo mis manos, enseguida se formó un ave de color rojo a mi lado.

Seguí corriendo hasta que doble una esquina, donde otra vez mi corazón golpeó contra mi pecho dos veces. La un dolor punzante en mi cabeza comenzó a aparecer junto a más imágenes.

El mismo ser que había aparecido antes se mostró, pero era diferente. Era como si yo me encontrará arrodillaba y él haciendo lo mismo al frente mío mientras me entregaba una copa con sangre.

La imagen cambio a una en la que me encontraba caminando con la misma persona pero está vez sin las marcas negras ni los cuatro brazos.

- Ya basta- dije arrodillandome y tomando mi cabeza que seguía punzando. El ruido de una maldición de grado menor se escuchó acercándose a mi dirección, comenzó a correr en dirección a mi con intenciones de comerme.

Me levanté rápido y fui en dirección a la pared de mi lado la cual rápidamente corrí y levantando mis piernas como si fuera a caminar por ella se tratase, cuando llegue al techo me deje caer haciendo una vuelta mientras formaba una espada con energía maldita para posteriormente pasarla por el cuello de la criatura.

Cuando volví a tocar el suelo, aún con las punzadas, corrí llegando a las escaleras las cuales subí sin mucho esfuerzo, a los segundos se me unió Fushiguro con dos perros demonio.

Doblamos por un pasillo y paramos de golpe al ver a la maldición delante nuestro, este tenía a la compañera de Itadori y al parecer iba a comérsela.

- Llegamos tarde- dijo Megumi- si se la come a ella con el dedo de Sukuna se convertirá en categoría especial.

- Ya lo se- iba a atacar pero el vidrio a un costado rompiéndose, nos dio a ver como Itadori quien se abalanzó hacia la maldición sin una pizca de miedo. Se abalanzo hacia la maldición y le proporciono un golpe en el rostro haciendo que soltara un poco a su compañera, la tomo y de un salto se alejo. 

Megumi aprovechando que la chica ya no estaba con la criatura, mando unos hechizos hacía ella destruyéndola, deje que mi ave fuera a devorar a la maldición junto a los perros de del pelinegro. Nos acercamos caminando hacia Itadori quien aun cargaba a su compañera. 

Al parecer también podía ver a las maldiciones, y tenia potencial para convertirse en un chaman. Le diría a mi hermano sobre el. Del bolsillo de la falda del uniforme de la chica, se callo el objeto maldito pero antes de que tocara el suelo, Itadori lo tomo.  

-Que bueno que no se lo comio- dije soltando un suspiro.

-Oh, ¿Esto se come?¿Sabe bien?- pregunto Itadori mirando el dedo. hice una mueca de disgusto. Me acerque a Itadori para que me diera el dedo antes de que haga una locura como esa, cuando una mano gigantesca apareció del techo. 

Megumi me empujo hacia Itadori haciendo que callera junto con el al suelo, lamentablemente un escombro del impacto callo en mi pie. Sentí perfectamente cuando uno de los huesos se rompía por lo que me altere. 

-¡Itadori corre!- le dije mientras veía a Fushiguro pelear contra la maldición, esta devia de ser de clase tres y Megumi no tenia demasiada energía maldita controlada como para pelear contra esa.

Por suerte o desgracia, la maldición fue contra Megumi y no contra Itadori. El chico de cabellos rosas, al ver que la maldición se fue, dejo a sus amigos en un sitio seguro para luego acercarse a mi y quitar el escombro de mi pie. 

- Solo te habrás roto uno o dos huesos, vas a estar bien- dijo para luego salir corriendo hacia donde estaba el pelinegro.

-¡NO espera!- le grite para tratar de retenerlo pero este no me hizo caso. Bufe molesta y sosteniéndome de la pared me levante para empezar a caminar hacia la pared destruida frente a mi, me pare frente a este viendo el momento justo en el que Itadori se tragaba el dedo de Sukuna. 

Todo pareció en cámara lenta cuando el chico abrió los brazos destruyendo los de la criatura, esta se quejo y dispuesta a devorar al chico se abalanzo hacia el, pero de un simple movimiento de su brazo, la maldición se partió a la mitad para posteriormente desintegrarse en el aire.

-Mierda..