Una semana después estaba de vuelta en el consultorio del Dr. Ramírez, sentada, aunque más relajada que en la sesión anterior.

-Hola Lale, qué bueno verte hoy. Veo que estás un poco más tranquila que la última vez, pero aún siento cierta tensión en ti. ¿Hay algo en particular que quieras compartir?

- (Suspiro) Hola, doctor. Sí, la verdad es que sí. He estado más tranquila en estos días, he tratado de poner en práctica lo que hemos hablado, pero siguen habiendo situaciones que me afectan y que no comenté con usted la vez pasada.

-¿Quieres contarme qué ha pasado?

- (Asiento) Una vez intenté relajarme leyendo en la sala con mis padres, pero llegaron mi tía, mi primo y mis abuelos. Al principio todo parecía normal, pero luego empezaron a hacer comentarios que me hicieron sentir muy incómoda.

Relaté cómo fue la conversación sobre el libro, los comentarios de mi madre sobre la serie juvenil y las indirectas sobre embarazos y novios, incluyendo la reacción de mi padre y abuela. Mi voz y cuerpo se tensan a medida que avanzo en el relato.

-Esa conversación te generó mucho malestar, ¿verdad?

-(Con frustración) Sí, doctor. Me sentí como si todos estuvieran en mi contra. Como si estuvieran enojados conmigo y me estuvieran acusando de algo. Y lo peor es que ya no sé si es mi imaginación, si en verdad están enojados conmigo o si yo lo estoy interpretando mal. Me dolió mucho lo que dijo mi madre sobre esa muchacha. ¿Por qué dice eso? ¿Por qué me sigue llamando puta, aunque no lo diga directamente?

-Es como si estuvieran transmitiendo mensajes contradictorios: por un lado, quieren que estés tranquila y por el otro, te critican y te hacen sentir culpable. Parece que tu madre aún tiene dificultades para aceptarte y para superar esos prejuicios hacia la sexualidad. Pero hay algo muy importante: lo que te dice tu madre, es un reflejo de sus propias inseguridades y creencias, no es un reflejo de tu valor como persona.

- (Con tristeza) Lo sé, doctor. Pero aún así me sigue afectando mucho. Es como si estuviera en un círculo vicioso. Intento poner límites, pero siguen esas indirectas y acusaciones que me hacen sentir mal. Y me siento culpable de reaccionar mal.

-Es comprensible, Lale. Pero es importante que no te culpes por tus reacciones. Es normal sentirse frustrada y herida cuando te tratan de esa manera. Recuerda que mereces ser respetada y aceptada tal como eres.

-(Con un hilo de voz) ¿Pero qué puedo hacer, doctor? ¿Cómo puedo hacer que dejen de decir esas cosas?

-Es cierto que no puedes controlar las acciones y palabras de los demás, pero sí puedes controlar cómo reaccionas ante ellas. Puedes seguir practicando las estrategias de comunicación que hemos hablado, poner límites claros y asertivos, y retirarte de situaciones que te generen mucho malestar. También, es importante que sigas trabajando en tu autoestima y en tu autocompasión, para que no te dejes afectar por los comentarios de los demás.

- (Asintiendo) Sí, doctor. Trato de hacerlo, pero a veces me siento muy débil.

-Es normal, es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo, pero no estás sola. Estoy aquí para apoyarte y para ayudarte a fortalecer tus herramientas de afrontamiento.

- Me cuesta mucho manejarlo...

-Entiendo, Lale. Vamos a enfocarnos en trabajar en tu autoestima y en tu relación con Mateo. ¿Qué te parece si empezamos hablando de cómo te sientes contigo misma?

- (Suspiro) Pues... la verdad es que a veces me siento muy insegura. Siento que no soy suficiente, que no soy lo suficientemente buena o inteligente. A veces siento que necesito la aprobación de los demás para sentirme bien conmigo misma. Y eso me frustra mucho.

-Lo que me cuentas es muy común, muchas personas luchan con la baja autoestima. Y esa necesidad de complacer a los demás y de buscar su aprobación puede ser una forma de intentar llenar ese vacío que deja la baja autoestima. Pero es importante que aprendas a quererte y a aceptarte tal como eres, sin depender de la aprobación de los demás. Y recuerda, la baja autoestima puede hacerte más vulnerable a relaciones poco saludables.

- (Con la mirada baja) Ya creo que sé por qué no logro salir de este circulo vicioso con respecto a Mateo.

-Tú mereces una relación sana y respetuosa, donde te valoren y te quieran por quien eres, no por lo que haces por ellos. ¿Cómo te hace sentir tu relación con Mateo?

- (Con un tono de voz diferente) Pues... con Mateo es complicado, doctor. Me gusta mucho estar con él, pero a veces me siento confundida y utilizada. Me dice palabras bonitas, me hace sentir especial, pero luego se olvida de que existo. Y no me gusta que sea tan mujeriego. Él sabe que me gusta, que yo lo puedo ayudar con sus estudios y se aprovecha de eso.

- Entiendo. Parece que hay una dinámica poco saludable en tu relación con Mateo.

-No sé, a veces no puedo evitarlo. No puedo olvidarlo. Él me hace sentir especial aunque sé que no es verdad. ¿Sabe que a pesar de que una vez él me dijo que me podía tener cuando él quisiera no he logrado superarlo?

-Esa frase en particular es una señal de alerta muy grande. Es una clara falta de respeto hacia ti, y no es amor lo que sientes por él, sino una necesidad de validación y aceptación que tú misma no te estás dando. Es como si estuvieras buscando en él lo que te falta a ti, pero en realidad, debe venir de ti misma.

-(Con los ojos húmedos) Me hace sentir muy triste, doctor. Sentir que he pasado todos años con un sentimiento diferente al que pensaba.

-Necesitas aprender a priorizar tu bienestar, a valorarte y a amarte tal como eres. Y no te estoy diciendo que tienes que alejarte de Mateo, pero sí que es importante que definas qué tipo de relación quieres. Y también, que recuerdes que mereces ser tratada con respeto y amor, que tus sentimientos son válidos, y que nadie debe utilizarte o aprovecharse de ti. ¿Qué te parece si trabajamos en eso?

-Me parece bien.

-Perfecto Lale. Vamos a empezar a trabajar en tu autocompasión, a identificar tus fortalezas y cualidades positivas, y a desafiar esas creencias negativas que te hacen sentir insegura. Y también trabajaremos en cómo comunicarte de forma asertiva con Mateo y en cómo construir relaciones más saludables y respetuosas. ¿Te parece bien?

-Me parece perfecto.

-Entonces, te propongo que pienses en cuáles son tus cualidades positivas y en qué cosas te sientes orgullosa de ti misma. Y también, te invito a reflexionar sobre qué tipo de relación quieres con Mateo, y si esa relación te está haciendo feliz y te está ayudando a crecer como persona.

- (Suspiro) Pues... creo que la relación que tengo con Mateo es más platónica, de lo que a mí me gustaría que fuera. Lo quiero mucho, doctor, eso no lo puedo negar, pero él no me hace caso. Solo me busca para que lo ayude con cosas de la escuela, y cuando lo hago, después se olvida de que existo. Y eso me duele mucho.

-Entiendo. Parece que hay un desequilibrio en esa relación, donde tus necesidades no están siendo satisfechas.

-Y aun así no soy capaz de alejarme. Supongo que también me subía el ego llegar a estar con él, porque es el chico que todas quisieran tener. Hace unos años, cuando era más pequeña, me propuse como una niña conquistarlo. Y ahora no puedo dejar de cumplir esa propuesta.

-Esa necesidad de conquistar a Mateo y de sentirte validada a través de él parece estar muy ligada a tu baja autoestima. Pero ¿qué pasaría si te dieras cuenta de que no necesitas su validación para sentirte valiosa? ¿Qué te gustaría hacer?

-(Pensativa) Pues... me gustaría sentirme segura de mí misma, saber qué quiero y qué me gusta. Quisiera poder tomar mis propias decisiones sin depender de la opinión de los demás y sentirme bien conmigo misma sin tener que buscar la aprobación de nadie.

-Vamos a empezar por explorar cómo puedes elevar tu autoestima. Primero, es importante que identifiques tus fortalezas y cualidades positivas. ¿Qué cosas te gustan de ti? ¿En qué cosas te destacas?

- (Con un poco de duda) Pues... creo que me gusta aprender cosas nuevas. También creo que soy buena amiga, que me gusta apoyar a los demás.

-Esas son cualidades muy valiosas, debes recordártelas cada día. No tienes que ser perfecta para ser valiosa. ¿Qué más?

-(Con una expresión pensativa) Pues... me gustaría saber quién soy, qué quiero estudiar, qué tipo de relaciones quiero tener, cómo actuar en la escuela, pero ahora mismo me siento muy confundida con todo eso.

-Estás en un momento de autodescubrimiento, y eso requiere de tiempo y paciencia. ¿Qué te parece si hablamos sobre tus intereses y pasiones? ¿Qué cosas te hacen sentir viva?

-(Con una sonrisa) Pues... me está gustando mucho leer, salir a pasear a la playa, bailar. También me gusta escribir, me ayuda a expresar mis emociones. Y me gustan los idiomas, me encanta aprender sobre otras culturas. Creo que me gustaría mucho estudiar algo que tenga que ver con eso, pero...

-¿Pero?

- (Con incomodidad) Pero... es que en mi aula hay una chica que es como un loro, siempre quiere responder todo, siempre quiere ser la que más sabe. Y me da mucha rabia cuando hace eso. Y no quiero ser como ella, por eso no me esfuerzo tanto.

-Comprendo, Lale. Y esa comparación con tu compañera parece estar limitando tu potencial. Pero cada persona tiene su propio camino y su propia forma de aprender. No tienes que ser como ella para ser valiosa. Y el hecho de que ella sea así no significa que tú no puedas esforzarte y desarrollar tus propias habilidades.

-No quiero ser una copia de otra persona.

Siento que estoy hablando sobre todos los problemas de mi vida, es increible como todas mis dudas e inseguridades salen a la luz, una tras otra.

-Primero, vamos a practicar todo lo que hemos hablado hasta ahora. ¿Qué emociones reconoces que te están afectando?

-Pues, me da mucha rabia...

-Entiendo, puede ser rabia, frustración, molestia. Y no eres una mala persona por sentirte así, son emociones que son válidas al igual que la alegría. Acéptalas, dejalas estar. Reconocer lo que sientes es el primer paso.

-Pero doctor, a veces siento que mis emociones no tienen una justificación. Simplemente me atacan, y no sé la razón que causó que aparecieran.

-A veces, el comportamiento de los demás puede ser frustrante, especialmente en un aula donde sientes que no se está dando el espacio para que todos participen. Pero hay maneras de canalizar esa rabia.

-¿Cuáles?

-Poner tus pensamientos en papel puede ayudarte a canalizar lo que sientes. Puedes escribir sobre lo que te molesta e intentar pensar por qué. Cambia tu punto de vista, e intenta ver tus escritos como una carta de una amiga que necesita ayuda. ¿Qué le dirías? ¿Le dirías que sus emociones no son válidas?

-No, claro que no.

-¿Qué le dirías?

Me quedé en silencio, tratando de ponerme en el lugar de la otra persona... ¿Si Gabriel me dijera que tiene esa situación qué le diría?

-Si algo te afecta es por una razón, tiene que tener un sentido. Es verdad que esa compañera de aula resulta insoportable, no estás equivocado en eso. Estás viendo las cosas tal como son. No soporto a la gente que quiere toda la atención para ellos solos.

-¡Muy bien, Lale! Validaste tus propios sentimientos, ¿te has ddado cuenta? A veces, las personas que quieren acaparar la atención pueden estar buscando validación o reconocimiento. Practicar la empatía puede ayudarte a ver su comportamiento desde otra perspectiva y a no tomarlo tan personalmente.

-¿Practicar la empatía con ella? Doctor, no la soporto. Cuando empieza a hablar quiero taparme los oidos. Esto va en contra de lo que siento, me da asco pensar en ser como ella.

-Tienes razón, es completamente válido sentir esa aversión, especialmente si su comportamiento te resulta irritante o frustrante. La empatía puede ser un desafio en situaciones como esta. Reconoce la aversión que tienes, ese es el primer paso, no te juzgues por tus sentimientos, son una reacción natural.

Respiré más alivada, poner el practica lo que hemos hablado me resulta más sencillo es esa situación.

-Si es posible, intenta alejarte de esa persona cuando veas que la frustración aumenta. Tal vez no puedas escapar del aula, pero en cuanto suene el timbre, vas y das una vuelta por la escuela para relajarte.

-Ya lo he hecho, doctor, y esa aversión sigue estando ahí. Me parece que es una persona muy injusta.

-En lugar de concentrarte en lo que ella está haciendo en clase, concentrate en tus propias reacciones y en como mantenerte tranquila y centrada en ti misma. Puedes usar esa energía negativa para motivarte en otras areas de tu vida, como tus estudios o en la escritura. La escritura podria ser una buena opción, escribe en tu diario lo que sientes. Intenta verla como un individuo que está lidiando con sus luchas y desafíos, ella puede estar pasando por lo mismo que tú, lo que su manera de defenderse es llamando la atención de todos. Puede estar ocultando una baja autoestima, las personas que aparentan ser muy seguras pueden tener esa caracteristica.

Algo hizo click en mi mente, ¿podría Marley estar lidiando con baja autoestima igual que yo?

-Recuerda que es normal no llevarse bien con todos, permitete sentir sin culpa. Además, recuerda el objetivo final, mantén en tu mente para qué estás en un aula: para crecer y aprender. Intenta enfocar tu energía en tus objetivos y no en como se comportan los demás.

-Pero doctor, siento mucha presión aun por lo que ha pasado. Ahora siento que será más dificil, tengo que lograr sacar buenas notas en la escuela, así seré menos propensa al chantaje emocional al que me enfrento cada dia, a lo que me dijo mi profesora de secundaria sobre que todas las chicas que conozco se han buscado pareja han dejado los estudios... al final volvemos a caer en el mismo tema.

-Entiendo perfectamente como te sientes, es natural que sientas mucha presión después de todo lo que ha estado pasando. Es como si llevaras una mochila pesada con expectativas y temores, y eso hace que cada paso se sienta más dificil. Estás sintiendo que tus buenas notas son una forma de protegerte del chantaje emocional, es como si tuvieras que "demostrar" tu valía a través de calificaciones. La afirmación de tu profesora ha añadido una capa extra de miedo, sugiriendo que buscar una relación te llevará al fracaso académico. La generalización que ha hecho es una creencia limitante, es posible tener éxito en ambos ambitos: el académico y el personal. ¿Hay algo más fuera de sacar buenas notas hace que te motives a estudiar?

En ese momento, me di cuenta de lo mal que estaba. La respuesta era que no... ¡Era que no!

-No, doctor... -bajé la mirada y empecé a jugar con mis manos-. ¿Soy una tonta, verdad? Me siento ridícula.

-Entiendo perfectamente que te sientas así, y no, no eres "tonta" por sentirte de esa manera. Es bastante común sentir desmotivación cuando no encuentras un propósito claro en lo que haces. De hecho, es una señal de que necesitas replantearte las cosas y encontrar una conexión más profunda con tus objetivos. Analicemos esto un poco más: Lo que estás describiendo es una falta de motivación interna, es decir, no encuentras placer, interés o satisfacción personal en el acto de estudiar en sí mismo. En lugar de ello, sientes que es una obligación o una herramienta para evitar el chantaje, lo cual puede ser muy agotador. Depender únicamente de la motivación externa, como las notas, las expectativas de otros o evitar el chantaje, es como construir una casa sobre arena. Es una motivación frágil y, a largo plazo, puede generar aún más desmotivación y ansiedad. Es comprensible que te sientas "mal" al no encontrar esa chispa que te impulse a estudiar. Es una sensación de vacío, de falta de propósito, que puede ser muy desalentadora. Es importante que sepas esto: No eres la única persona que se siente así: Muchas personas pasan por momentos de desmotivación en sus estudios o en su trabajo. Es una experiencia humana común y no te define como persona. No tienes que forzar la motivación: La motivación no es algo que se pueda forzar. Es algo que surge cuando encuentras significado y conexión en lo que haces. Por lo tanto, lo importante no es obligarte a sentirte motivada, sino explorar formas de encontrar ese significado.

-¿Qué puedo hacer ahora?

-Podemos explorar tus intereses: pregúntate si hay algo que te guste hacer, que te haga sentir viva y apasionada. A veces, reconectar con nuestros intereses puede ayudarnos a encontrar el propósito en otras áreas de nuestra vida, como los estudios. Puedes buscar la conexión con el aprendizaje: ¿Hay alguna materia que te parezca más interesante que otras? ¿Puedes buscar formas de aprender que sean más atractivas para ti, como videos, proyectos prácticos o grupos de estudio? Conectar tus estudios con algo más grande que tú misma puede darles un nuevo sentido. En lugar de enfocarte en las notas, puedes fijarte metas que te importen más, como entender un tema a profundidad, adquirir nuevas habilidades o superar un desafío personal. Es importante que te hables con compasión y paciencia, no te juzgues por no sentirte motivada, es un proceso que requiere tiempo y autoconocimiento. Reconoce y celebra cada paso que das, por pequeño que sea; esto te ayudará a mantenerte motivada y a sentirte orgullosa de ti misma. No te preocupes si te sientes perdida ahora, es parte del proceso. Juntos podemos explorar estas ideas y ayudarte a encontrar ese propósito que te impulse a estudiar, no por obligación, sino por un deseo genuino de aprender y crecer.

-Siento que estoy renaciendo, que hay muchas cosas que hice en mi vida de forma mecánica. En la escuela: sacar buenas notas, haz tareas y participa en clase. En el amor: es obligado tener un novio porque es normal en la vida, sin embargo tener novio es malo. Doctor, quiero entender tantas cosas ahora. ¿Qué es un noviazgo? ¿Para qué sirve un noviazgo? ¿Para qué es la escuela? ¿Qué es una relación amorosa? ¿Qué gano con eso? Necesito que me hablen como a una niña pequeña, necesito reaprender.

-¡Me encanta esa energía de "renacimiento"! Es maravilloso que estés cuestionando todo y buscando un entendimiento más profundo de las cosas. Es una señal de que estás creciendo y reconectando contigo misma. Vamos a desglosar esas grandes preguntas con la claridad y sencillez que necesitas, como si estuviéramos hablando con una niña curiosa.

-¿Para qué es la escuela?

-La escuela es un lugar mágico donde puedes aprender muchas cosas interesantes, como leer historias fascinantes, resolver acertijos matemáticos, conocer cómo funciona el mundo y descubrir tus propios talentos. Es como un juego donde vas descubriendo cosas nuevas cada día. Sacar buenas notas, hacer tareas y participar en clase son las herramientas que te ayudan a cosechar las semillas que siembras. Las buenas notas te muestran cuánto has aprendido, las tareas te ayudan a practicar y la participación en clase te permite compartir tus ideas y escuchar las de otros; pero no es lo esencial, lo fundamental es aprender, fomentar tu curiosidad y convertirte en una mejor persona. Una buena o mala nota no te define, puedes tener malas notas y ser muy buena bailando, o puedes tener buenos resultados y no saber como comunicarle a los demás tus conocimientos, o expresarte, o saber arreglar una computadora, mientras otras personas que tienen notas inferiores a ti sí pueden lograrlo, así como también puedes ser mejor que muchas personas con promedios sobresalientes.

-Me está haciendo pensar bastante.

-Ahora, hablemos del amor, que es como un gran pastel con muchos sabores. Verás, una pareja es cuando dos personas deciden compartir sus vidas de una manera especial. Es como tener un amigo o una amiga, pero con un lazo aún más fuerte.

- ¿Más fuerte? ¿Cómo es eso?

- Bueno, una pareja se quiere mucho, se apoya, se cuida y comparte muchas cosas juntas. Por ejemplo, pueden ir a pasear, ver películas, reírse, hablar de sus sueños, y también se ayudan cuando están tristes o tienen problemas. Es como tener un compañero o compañera en la vida.

- Entonces, ¿es como tener un mejor amigo, pero que es más que un amigo?

- ¡Exacto! Es un amigo muy especial, al que le importas mucho y tú le importas mucho a él o ella. Es alguien con quien quieres compartir momentos especiales. Y también se dan mucho cariño, a veces con abrazos, besos, y otros gestos de amor.

- (Pensativa) ¿Y por qué algunas personas tienen pareja y otras no?

- Bueno, no todas las personas sienten la necesidad de tener pareja en un momento dado. Algunas personas prefieren estar solas, y otras prefieren pasar tiempo con sus amigos o familiares. Tener pareja es una opción, no es algo obligatorio. Y también es algo que puede cambiar a lo largo de la vida. Hay personas que tienen varias parejas y otras que están con la misma persona por muchos años. Lo importante es que cada uno esté feliz y se sienta bien con su elección.

- Entonces, ¿no es como en las novelas, que todos tienen que tener un príncipe o una princesa?

- (Ríe suavemente) ¡No! La vida real no es como las películas. No hay príncipes ni princesas perfectas. Lo importante es encontrar a alguien que te quiera tal y como eres, y a quien tú también quieras mucho. Que sea amable, respetuoso y que te haga feliz. Y eso puede venir en muchas formas diferentes. Una relación amorosa es cuando dos personas se quieren mucho y deciden compartir momentos especiales juntos. Es como tener un mejor amigo al que quieres mucho, pero con un sentimiento más fuerte y diferente.

-Wow, ¿entonces todo lo que siempre estuve rechazando es una forma particular de la amistad, pero más fuerte?

-Exactamente, Lale. Y un noviazgo es una forma especial de relación amorosa donde dos personas se eligen para ser pareja. Es como decir "quiero pasar más tiempo contigo porque me gustas mucho".

-¿Y para qué sirve un noviazgo?

-Un noviazgo puede ser un camino para compartir experiencias, divertirse juntos, apoyarse mutuamente y aprender a querer a otra persona. Es como explorar un camino lleno de emociones diferentes, algunas divertidas y otras no tanto.

-¿Qué gano con eso?

-Un noviazgo puede darte la oportunidad de aprender mucho sobre ti misma y sobre cómo relacionarte con otros. También puedes sentirte muy querida y acompañada. Pero ojo, un noviazgo no es la única manera de sentir amor y felicidad, que es como muchas veces nos hacen sentir las telenovelas. También está la amistad y la familia. Como todo en la vida, hay diferentes caminos: Algunas personas pueden tener malas experiencias en sus noviazgos, así como otras pueden tener experiencias maravillosas. Lo importante es que aprendas a elegir relaciones saludables, donde te sientas respetada, valorada y feliz. No hay un camino correcto para todos: Cada persona es diferente y lo que funciona para algunos puede no funcionar para otros. Si decides tener novio, es importante que lo hagas porque realmente quieres, no porque "es lo que toca" o porque otros te lo digan.

-Si me hubieran explicado eso antes, no estuviera pasando por esto, ni me sintiera tan mal conmigo misma.

-Por eso es importante la terapia familiar, muchos de los problemas pueden venir de la familia, y es necesario encontrar la raiz para cortarlo de una vez por todas. ¡Es maravilloso que quieras reaprender! Eso significa que estás abriendo tu corazón y tu mente a nuevas posibilidades. La vida es como un gran libro con muchas historias diferentes. No hay respuestas correctas o incorrectas para todo, lo importante es que tú misma explores, preguntes y encuentres tus propias respuestas. La importancia de escuchar a tu corazón: No te dejes llevar por lo que dicen los demás. Escucha a tu corazón y a tu intuición. ¿Qué te hace sentir bien? ¿Qué te hace feliz? Eso es lo más importante. Aprende a tu propio ritmo: No te presiones por aprender todo de una vez. Date tiempo para descubrir las cosas a tu propio ritmo. Disfruta del viaje de aprender y crecer. La escuela es un lugar para aprender y crecer, como un jardín donde cultivas conocimiento. El amor es una emoción hermosa que puedes compartir con otros de muchas maneras. Un noviazgo es una forma especial de relación, pero no es la única. Lo más importante es que te escuches a ti misma y elijas lo que te hace feliz.