Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-T5- Capitulo 92 Enemistad.

🍀 Capítulo 92 «Enemistad»

En plena mañana de un nuevo día, dando un suspiro para relajarse. Julia a penas había dejado dormida a Ángela. Así que apreciándola fijamente, comenzó a hablarle en un tono muy bajo, para despejar sus múltiples pensamientos.

—Mi pequeña Ángela, ya tienes dos meses y medio...
Y yo solo quince días para volver a la normalidad.
Las cosas van bien, ¿verdad?
También tendré que ir a presentarme a tus abuelos pronto.
Con mi verdadero cuerpo.

La sonrisa de Julia se tornó nerviosa.

—Bueno, todo no es perfecto mi pequeña. Tendré que estar preparado.
Muy preparado.
A tu abuelo no le dará un ataque al corazón, ¿verdad?
Él te quiere muchísimo, ¿qué más da saber que siempre fui un hombre?

...
Mínimo se va a traumar...

Cuando Hernán entró a la habitación, encontró a Julia mostrando un rostro de extrema concentración. Como si estuviera planeando algo secreto.

—¿En qué cosas extrañas estás pensando, Julio?

—El cómo enfrentarme al jefe final, sin matarlo –mencionó con seriedad, volteando hacia él.

—¿Qué?

Julia sonrió ocultando su preocupación.

—Nada que no se pueda solucionar.

Hernán solo suspiro, sonriendo un poco.

—Creo que tengo una idea a qué te refieres. Solo te digo que todo estará bien. –Julia relajó un poco su expresión.—¿Ángela... está por fin dormida?

—Es correcto, gracias por cuidarla en la madrugada.

—Estar con ella en la madrugada.
Es la mejor inversión de mi tiempo.

Dando una pausa, ella sonrió levemente.

—Una respuesta brillante. Digno de un CEO.
Pero...

Julia se dirigió de repente hacia Hernán, sin dejar de mirarlo al rostro. Incluso él reaccionó de forma nerviosa con aquella peculiar acción, que no tardó en preguntarle.

—¿Tengo algo en la cara?
¿Estoy despeinado?
Las ondas en mi cabello, no son fáciles de tratar.
...
Definitivamente esa mirada tuya, es porque quieres decirme algo.

—Sigue siendo frustrante.

—¿Frustrante ..?

Julia tomó de forma rápida su corbata, jalándolo hacia abajo con fuerza.
El beso que le dio a penas pudo estar cerca de él, fue rápido pero contundente, sin ser demasiado brusco.

Sin dejar de mirarlo, Julia de repente mostró una expresión emocionada.

—¡Sí! Lo logré. –Hizo un leve gesto de celebración, conteniendo hacer mucho ruido. —Hoy tuve la iniciativa.

Con un leve sonrojo, Hernán se mostró también emocionado por lo sucedido.

—Sigues siendo tan competitivo.
Pero podría acostumbrarme.

Él no pudo contener en pensar que Julia se veía bastante adorable en ese momento, incluso si ella trató de ser lo contrario. Así que no podía decir sus pensamientos en ese momento.

—Lo haría seguido si tuviéramos la misma altura. Incluso con mi verdadero cuerpo, solo soy unos centímetros más alto...

Al oír esto, Hernán mostró una expresión traviesa.

—No es necesario, cuando estamos juntos en la misma cama.
Prácticamente estoy a tu disposición.

Ya que la situación se estaba volviendo peligrosa, Julia mencionó una contundente verdad.

—Hasta que Ángela despierta.

—Exactamente... –mencionó rendido.—Entonces, tendré un buen comienzo de día hoy. Nos vemos en la noche. –Sonrió con buen ánimo.

—Claro que sí. Pero, primero cámbiate la corbata. Lo arrugue un poquito.

Aunque su corbata se encontraba arrugada, luego de ser tratado como un instrumento de fuerza. Hernán tenía demasiadas de ellas, que Julia no se inmutó en preocuparse por su estado. Pero probablemente, él aumentaría el número de ellas en el futuro, luego de experimentar lo de hoy.

Después de que unas cuantas horas pasaran, la tarde en la corporación de Hernán, era tranquilo como siempre, hasta que oyó que la peculiar solicitud de permiso de Laura.

—Me estás diciendo que...
¿Irás a la clínica que se atendió Julia?
No sabías que te preocupabas por tu salud.
Es más, a ti nunca te ha gustado ir a hospitales.

Laura se acercó a su escritorio, recostando sus manos sobre ella.

—Verás Hernán, ya que estoy a punto de cumplir los treinta años.
Siempre es bueno hacerse chequeos preventivos, aprovechando que hacen tratamientos dirigido a la salud de las mujeres.

—...
Tú nunca haces algo sin ningún objetivo de por medio. Y debo decir, que incluso ahora, no has cambiado esa parte de ti.

La mirada de frustración de Laura fue evidente, que no tardó en ser directa.

—Odio que me conozcas tanto.

—Lo sé. Suelo ser muy observador con las personas.

—Supongo que notaste que me hice un amigo en esa clínica. Después de mucho tiempo hay un hombre me cae bien, aunque sea más joven que yo. Y solo quería aprovechar la oportunidad de visitarlo.

—¿Sabes que también estuvo interesado en Julia? –mencionó aquello para molestarla un poco.

—Tiene buenos gustos, ahora me agrada más y tenemos algo en común. –Sonrió de forma malvada. —Lástima que estabas al medio de ellos.

—Fue Julia quien me eligió –mencionó un poco irritado.

—Lamentablemente.

—Lo siento, si te causa envidia.

—Tienes una familia tan bonita, ¿cómo no podría estar celosa?
Ojalá Julia pronto se reincorpore a la corporación, definitivamente tengo que visitarla uno de estos días. Y ver de nuevo a tu preciosa hija.

—Tal vez no la reconozcas, cuando lo haga.

—¿Qué tratas de decirme? –Lo miró de forma sospechosa.

—Lo sabrás después.

—No me gusta los secretos, Hernán.
Pero no me importa esperar. Porque no creo que tengas la intención de decírmelo.
Y sobre los chequeos, eso es verdad, ya saqué mi cita para hoy. Es suficiente prueba, ¿verdad?

—Después de los favores hechos a la empresa, te daré el permiso como una compensación extra.

Laura mostró satisfacción en su mirada.

—Sabía que eras un CEO generoso.
La paternidad, definitivamente cambia a las personas.

Hernán mostró una mirada orgullosa.

—¿Por qué debería negarlo?

—Tienes razón, bueno, me tengo que ir.
Tienes más visitas ahí afuera. –Señaló la puerta.

—¿Quién es? –Hernán mencionó en voz alta.

Una voz conocida resonó detrás de su puerta.

—Tus amigos, ¿no te habrás olvidado de nosotros, verdad?

—Eso es imposible. –Suspiró Hernán. —Entren.

Tanto como Vradli, Anderson y Caín, habían venido de visita. Por lo que algo nerviosos por la imponente presencia de Laura, la dejaron pasar a la salida de inmediato. Volviendo a su realidad a ver el rostro cansado de Hernán.

Caín no se contuvo en ser sincero.

—Ser padre es agotador. Pero tú hija es muy bonita. En el futuro no podrás ni dormir de la preocupación, después de ver cuántas personas están alrededor de tu hija.

Anderson intervino, mirándolo de reojo.

—Ni siquiera tienes hijos, no digas tonterías.

—¿Quieres pelear?

—Solo cállate, eres molesto.
Cada vez que abres la boca, salimos regañados.

—Si soy molesto, ¿por qué aún seguimos siendo amigos desde que éramos unos niños?

—Esto ya es costumbre... –afirmó Anderson.

—Opino lo mismo, por lo menos yo te conocí mucho después –agregó Hernán, sintiéndose Caín ofendido.

—¿Acaso ser directo y sincero me hace ser molesto?

Todos asintieron a la misma vez.

—Bueno, por lo menos ustedes no me abandonarán.
¿Verdad?

—...

Caín había sido ignorado exitosamente.

—Oigan ¡Digan algo!

—Maldición, que te cayes –Anderson apretó su cabeza hacia abajo, por lo que Caín casi pierde el equilibrio.

Pero de repente notaron que la expresión de Hernán, se había vuelto sombría.

—Entonces, solo vinieron a hablarme del futuro de mi hija y del pasado.
¿Cuándo estoy muy ocupado?

Vradli habló de inmediato para salvar la situación.

—De hecho es sobre una observación que encontramos, y queríamos tratarlo de forma directa contigo.
Ya que el jefe del departamento de sistemas, es muy obstinado en no hacernos caso. Porque cree que es un asunto menor. Es importante.

—Hubieran empezado por ahí, soy todo oídos.

Aunque había un largo día para Hernán y sus aún amigos.
Para Arcadio, la noche se había vuelto muy oscura.
Cuando tuvo que dejar pasar a su hermano menor, Cairo.

—Arcadio, te noto desesperado.
¿Aún sigues en contacto con ese experimento andante tuyo?
¿No hubiera sido mejor deshacerte de él?
Yo... casi lo logro.

—Si te dejé pasar, es porque simplemente quiero decirte algo. –Su mirada se tornó fría.—Ya no te metas en mi vida, tu odio hacia mi, tu fracaso como científico.
Eso no tiene nada que ver con esa persona. Me has perseguido toda tu vida, como una rata.

—Claro que tiene todo que ver, te importa.
Me hubiera gustado ver tu expresión, al ser eliminado uno de tus experimentos.

Arcadio no tardó en hacer énfasis en su respuesta.

—No es necesario, pronto todo volverá a la normalidad.
Yo mismo destruiré, lo que muchos años me tomó hacer. Así que no te metas en mis asuntos.

—Me pregunto, si te tomó toda una vida crear un experimento fallido como ese.
Cuando tenías a tu esposa muriendo por su enfermedad terminal.
Cierto, al final murió por tu abandono.

La expresión de Arcadio se tornó alterada.

—¡Tú no sabes nada!

—No hay nada que no sepa de ti, hermano mayor.

Cuando su mente fue lo suficientemente perturbada, Arcadio no dudó en usar la fuerza. Y lo empujó en dirección hacia su escritorio. cayéndose Cairo en una pila de hojas.

En vez de quejarse por el golpe, Cairo se rio de él.

—Oh tal vez... ¿Fallaste?

Calmándose un poco y reprimiendo sus emociones, Arcadio sonrió de forma sarcástica.

—Sí, es verdad. Fallé.
Ahora que lo sabes, lárgate de mi casa.
Y no vuelvas.

Manteniéndose aún en el piso, Cairo se arrodilló dándole la espalda, mostrándole que no se sentía afectado.

—Oh, cierto. Está bien. Después de todo tu mismo fallaste en ser reconocido, luego de obtener un resultado como ese, solo por su bien, abandonaste todo...
Es patético.

Su rostro se iluminó, al ver fijamente el contenido de una hoja. Fingiendo no poder levantarse, una sonrisa se plasmó en el rostro de Cairo.

—Conmovedor, lo es ciertamente.
Sé porqué lo haces.
No es difícil adivinar luego de "verla" algunas veces.
Pero, lo hiciste. Experimentaste con él en un principio, por tu propio beneficio. Sin embargo, la vida te dio una mala jugada.
Eso ya es un castigo para ti.

Arcadio lo miró con desprecio, aunque todo lo dicho por él era cierto.

—¿No te satisface, ya verme ser lo suficientemente miserable?

—Por supuesto que sí.
¡Por eso me voy feliz! –Se levantó de inmediato del piso. —Al contrario de ti, mi corazón no es sentimental.
Adiós hermano mayor.
Ten por seguro, que no me volveré a encontrar contigo.

Aunque Arcadio escuchó aquello que siempre había querido escuchar desde hace muchos años, sus palabras no fueron convincentes para él.
Y ese mal presentimiento perduraría sin dejarlo en paz.

Nota de Aru:

Por fin nuevo capítulo.
Espero que les guste ♥️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro