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-T4- Capítulo 89 La vida volvió a fluir

🍁 Capítulo 89 «La vida volvió a fluir.»

Los pasillos del hospital no habían sido tan silencioso como ese día.
Hernán pudo llamar a Andy para saber el estado actual de Julia a penas llegó, pero no lo hizo por miedo, no importa cuánto lo intentara.
Incluso cuando Andy lo llamó, él no contestó.
Hasta que se encontró con Meri en medio del pasillo, justo cuando iba rumbo a preguntar dónde estaba la habitación de Julia a una de las enfermeras.
Los ojos de ella estaban hinchados y casi pareciera que fuera desfallecer por el cansancio.

—Hernán... Mi hermana...
Ella... –Su voz paro cuando se acostó a un costado de la pared, al casi desmayarse.

—¡Meri!– La detuvo a tiempo, sosteniéndola de ambos hombros.—Siéntate por favor. Necesitas descansar.

Aún con sus ojos llorosos, Meri terminó lo que quería decir:

—Ella no abre los ojos.
Cuando la encontré en ese estado, ¡yo me quería morir!

Hernán estaba temblando cuando escuchó aquello, pero sintió esperanza cuando le mencionó que aún seguía viva.

—¡Meri! –la voz de André se escuchó de repente, sosteniéndola con fuerza.—
Esposa, por favor descansa. Yo la cuidaré Hernán. Gracias por sostenerla.
Creo..., que es mejor que veas la situación tú mismo.

Aunque André pareciera mantener la calma, sus ojos aún estaban rojos por también haber llorado.

—Sí...

Cuando se dirigía directamente a pedir permiso para entrar a la habitación de Julia, Andy también venía hacia su dirección.
Él era la persona que tenía más información de todo lo acontecido.
Y ahora mismo, estaba dispuesto a escucharlo.

Viéndolo con sorpresa, Andy habló de forma directa:

—Fue como lo mencionaste.

—Eso fue... –se mostró nervioso al no saber cómo explicarlo.

—Hernán, si no la encontrábamos antes, ella estaría muerta ahora.
No sé cómo lo hiciste para saber su condición, pero le salvaste la vida. –Su voz se trabó al estar aún conmocionado por lo acontecido.—Ella se arrastró en el jardín para pedir ayuda por el rastro de sangre, debió ser desesperante no encontrar a nadie. Incluso yo... sentí pánico y tristeza, cuando debía mantenerme firme.
Todo fue un caos, incluso cuando segundos después de encontrarla, apareció también su hermana.

Cuando Andy alzó su rostro hacia él se sorprendió de nuevo, ya que Hernán tenía una mirada de tristeza y dolor, con solo pensar cómo sufrió Julia cada segundo de desesperación. Imaginar aquello le dolía el corazón, hasta el punto de no soportarlo. Porque nuevamente, Julia había sufrido el mismo martirio de sus vidas anteriores.

Con la voz entrecortada, Hernán le suplicó.

—Por favor, quiero verla.
Y también... Mi hija...

—No soy la persona que debe informarle sobre la salud de ellas dos, pero sé que estás desesperado por saberlo ahora.
Su hija está viva, es muy pequeña y ahora está en una incubadora, porque nació antes de tiempo debido al peligro que estaba de sufrir ahogamiento, pero está recuperándose bastante bien.
Estoy seguro que Julia la protegió a pesar del accidente que sufrió.

Plasmándose en su memoria las terribles escenas que experimentó en su segunda vida, está vez estaba seguro, que su deseo había escuchado.
«Están vivas, realmente lo están.
¿No estoy soñando, verdad?»

Manteniendo la compostura nuevamente, el mencionó con determinación:

—Julia... Llévame primero con ella.

—Te llevaré hacia ella. El doctor encargado te dirá con detalles su condición.

—Gracias, por lo que hiciste.

Andy sonrió levemente al escuchar aquello.

—Si no fuera por ti, no podría haber hecho algo. En realidad, tú la salvaste.

Aquello último dicho por Andy, se repitió en la memoria de Hernán como un suave consuelo.

Después de tantas horas incertidumbre, por fin Hernán pudo estar a solas dentro de la habitación de Julia.

Viéndola recostada en aquella cama blanca, como si fuera solo un cuerpo sin vida, con el sonido de su ritmo cardíaco de fondo. Hernán sintió que en su garganta se formó nudo que lo dejó sin voz, se acercó a ella lo más rápido que pudo y tomó su mano derecha, sintiendo aún estar cálida.

—Por favor..., recupérate pronto.
Eres fuerte, siempre lo has sido.
Esta vez, tendremos la vida que siempre queríamos tener.
El árbol que plantaste está bastante grande, ahora nos cubrirá de sol como lo soñaste. Y nuestra hija, podrá jugar ahí de forma libre.

Pausó sus palabras al no poder contener sus emociones y siguió hablando:

—Sé que no lo recordarás, pero yo me haré cargo de cumplir todos tus sueños, que no pude cumplir en el pasado.
Tú no tienes que recordar nada, ya has experimentado mucho dolor en tantas vidas.
Lo único que sabrás, es que tienes una gran familia que te quiere mucho.

Apretó de forma suave su mano, sonriendo sin controlar sus lágrimas.

—Así que..., por favor, te lo ruego. Despierta, no quiero perderte de nuevo.

Pareció ser el destello de un milagro, cuando Hernán sintió ser apretada su mano derecha por la mano de Julia.
Con un rostro exaltado, Hernán alzó su mirada hacia Julia, notando que hacía gestos de dolor, hasta que de a poco abrió su ojos. Siendo lo primero en ver a Hernán.

Antes de que él pudiera decir algo, Julia habló primero como si aún no supiera de su realidad:

—Tú...
¿Incluso los ángeles se parecen a Hernán?
De verdad debo extrañarte mucho...
¿Acaso mi voluntad por vivir fue poca?
Después de todo él está lejos, ¿cómo puedo estar viéndolo ahora?

Julia sonrió un poco aún viéndolo.

—Entonces, incluso si es una ilusión.
¿No está mal apreciar la figura mi guapo novio un poco más?
...
Si me voy al infierno después, voy a ver cosas muy desagradables.
Será solitario, muy solitario...
Lo único que deseo decirle, es que no se sienta culpable de nada.
Yo...

Hernán estiró su mano sobre su mejilla de forma repentina, sorprendiendo a Julia.

—Eres la persona más tenaz que he conocido, mi voz y cuerpo son reales. –sus lágrimas cayeron, mientras una sonrisa melancólica se formó en su boca.—Así que cree que tu voluntad por vivir fue la más fuerte de todas.

Los ojos de Julia brillaron, como si hubieran cobrado vida al escuchar aquello.

—¿Yo... Yo... realmente...?

A penas sintió la calidez de su mano sobre su mejilla. Las lágrimas de Julia brotaron desbordando la felicidad que sentía en ese momento.

—Hernán.... ¡¿Hernán?! ¿Yo realmente no estoy muerto? Pero, entonces...

Como si hubiera adivinado sus pensamientos. Hernán agregó:

—Nuestra hija, también está viva.

Por primera vez Julia nunca sintió tanta fortuna que en ese momento de su vida.
Y a la vez, fue tanta su emoción que desfogó su corazón llorando por todos los sentimientos contenidos que no podía expresar en palabras.

Siendo abrazada por él, Julia no pudo contener expresar lo pensaba ahí mismo:

—Tenía miedo, tenía mucho miedo de perderlos.
Estoy feliz, ¡muy feliz!

Ese tiempo que se mantuvieron juntos, pareció ser eterno para ambos.
Incluso si solo fueron minutos, ambos sabían que la vida que quedaba, aún era larga.
Está vez, lo era.

Llegando de forma rápida al cuarto de Julia, Meri fue hacia ella a penas escuchó que se había despertado y ya había sido revisada por el doctor. Incluso si su rostro estaba hecho un desastre, en ese momento recuperó la poca energía que le quedaba, para llorar ahora de felicidad. Abrazando de forma cuidadosa a su hermana.

—¡Hermana! Dios mi corazón ya iba explotar de la angustia.

—Lo siento Meri por hacerte llorar de esta forma, pareces una niña pequeña de nuevo.  –Limpió sus lágrimas con su mano y la miró expresando una sonrisa genuina.—En el futuro, ya no te haré sentir triste.

—Siempre seré tu hermana pequeña.
Así que tú siempre serás mi familia.
Mi preciada hermana mayor, por favor, vive por mucho tiempo.

Julia palmeó su cabeza.

—Lo haré. Te lo prometo.

Mirando hacia arriba de Meri, Julia se exaltó de repente al ver el aspecto de André.

—¡¿André?! Tus ojos también están muy hinchados.

—Aunque no parezca, yo también te quiero y soy tu familia. ¿Sabes lo triste que estuve cuando me enteré de tu condición por Meri?– Se limpió los ojos de forma frenética.

Meri habló en un tono más tranquilo.

—Mi esposo me cuidó todo este tiempo. Aún así fue lo suficientemente fuerte para aguantar no llorar cuando estaba conmigo.
Hasta ahora...

Sonriendo de forma gentil, Julia le agradeció desde el corazón.

—Gracias André por preocuparte por mi y cuidar de mi hermana.

Viendo con sorpresa su expresión, él sonrió aliviado.

—¡Para eso está tu cuñado!

Percatándose de que alguien más faltaba, Julia volteó hacia Meri confundida.

—Acaso, ¿Mai aún no sabe sobre mi?

Meri tosió con brevedad.

—No le avisé... ¡Estaba ocupada pensando en tí! Además si él se entera, se pondrá como loco. Es mejor avisarle después, cuando te encuentres mejor. Aún estás adolorida por la operación.

Julia solo sonrió nerviosa.

De hecho, aún estoy anestesiado.
No quiero imaginar cuando se me pase la anestesia.

—Bueno, eso pasará tarde o temprano...
Mai es un chico enérgico.

—E impulsivo... –Agregó Meri.

Fuera de la habitación, en medio de una llamada que le hizo a Laura, ella le contestó a Hernán en modo triunfante, después de su acto suicida e inesperada de desaparecer en medio de una reunión importante. Pero su expresión cambió cuando se enteró sobre la situación de Julia. Saliendo de ese lugar casi de inmediato, después de haber terminado todo lo pendiente.

Mandándole Laura un mensaje de texto, minutos después su conversación. Hernán no pudo contener suspirar por lo que había hecho ella.

Pasó a la habitación de Julia con cautela, para avisarle de la noticia inesperada.

—Mi familia vendrá pronto, me contacté con Laura por el asunto que dejé pendiente y le avisé de tú situación por su insistencia, así que también le avisó a mi familia, ya que ahora estás bien.
Lo siento. Espero que no hagan ningún escándalo...

—Está bien si vienen después, estaré feliz de verlos. Seguramente, también quieren conocer a su nieta y sobrina.

Meri se levantó de la cama, cambiando su expresión de forma radical a una brillante sonrisa.

—¡Cierto! Mi sobrina es tan preciosa. La ví de forma rápida cuando la transportaron a otra habitación. Pero, ¡es demasiado hermosa!

Oyendo aquello, el deseo de Julia por conocerla incrementó aún más.

—Creo, que sé a quién se parece. –Sonrió levemente.

Cuando entró Andy, tuvieron que sacar a uno, siendo seleccionado André, ya que había un límite de personas que podían ingresar a la habitación. La curiosidad de Julia por saber el cómo sucedió su rescate. Hizo que se entere de todo lo que pasó, y quede sorprendida por lo acontecido.

—Así que fue Hernán quien te avisó que fuera por mi.–Julia levantó su mirada.—Pero Hernán, ¿cómo supiste que estaba en una situación crítica?

—¿Te acuerdas de las bolsitas rojas que nos dio Fátima?–Mostró el suyo.

—Sí, lo llevaba conmigo también.

—Se rompió en medio de la reunión.
Ella nos dijo que aquello era como nuestras almas, al romperse, sentí que algo terrible te había sucedido. No contestaste tu celular, mi desesperación fue mayor. Y actué siguiendo mi corazón.

—Eso es increíble, si no fuera por ti. Yo... –Apretó las sábanas de su cama.—Fue mi culpa, agoté completamente la batería de mi celular y no me agarré bien cuando subía las escaleras.–Su rostro mostró frustración.

Meri exclamó de inmediato.

—¡No fue tu culpa, hermana! Fue un accidente.

Hernán afirmó con el rostro.

—Así es, nadie te culpará, además mencionaste que algo te asustó ¿Qué fue exactamente?

Al recordarlo, Julia apretó su boca.

—Un hombre anciano, golpeó con fuerza la puerta de la salida. Me asusté y caí al pisar mal.
Pero... Cuando me di cuenta que él se había dado de mi estado crítico y mi pedido de ayuda, él simplemente huyó.

Meri expresó enojada.

—La puerta principal no tenía ningún seguro, ya que yo llegaría pronto y podría ingresar más rápido.
Ese cobarde creyó que lo denunciarías y huyó.
¡Él es el verdadero culpable!

Oyendo aquello, Hernán se mostró conmocionado al parecerle una situación sospechosa.
«Las personas que le hicieron daño en sus dos vidas anteriores, ¿acaso es la misma persona?»

Relajando su expresión, Hernán tocó la mano de Julia sonriendo de forma suave.

—Ya no pienses en eso. Descansa más.
Lo único que importa es que te mejores, al igual que nuestra hija.

Al por fin unirse a la conversación, Andy expresó de forma positiva.

—Sí, estoy seguro que tu recuperación será rápida.

—Así es hermanita.
Igual estaré aquí todavía por un largo tiempo, aunque sea fuera de aquí.
Mi esposo debe estar deprimido ahí afuera por irse así...
Iré a buscarlo.
¡Ya regresamos!

Julia vio aliviada la situación, el ambiente que se encontraba triste y sombrío, pasó a ser uno lleno de calidez y de paz. Las horas que pasaron, ahora fueron tranquilas.

Siendo visitada luego por la familia de Hernán, Julia se sintió muy querida al verlos estar muy preocupados por ella.
Así que en ese momento, ella contempló en que ya era parte de la familia de Hernán.

Después de algún tiempo, por fin Maicol llegó al hospital, un poco frustrado al ser el último que se enteró. Además de que esta noticia, fue oída también por Fátima y Sara. La reacción de él fue tal como lo esperó Julia, pero supo calmarlo al ser su hermana mayor.
Fátima también te sabía que lo peor había pasado, suspirando más relajada.
El hospital casi rompía el récord de las visitas generadas a un solo paciente en un día. Incluso Julia estaba sorprendida, pero a la vez muy contenta.
Ya que en tan solo menos de un año, había conocido tantas personas valiosas.

En ese instante también, ¡la familia de Julia y Hernán se conocieron oficialmente!
Fue un poco incómodo al principio e inesperado, pero de alguna forma pudieron entablar una conversación.
Y también se dieron cuenta que debían ser cuidadosos, ya que la familia de Hernán desconocía de la verdadera identidad de Julia. Excepto el hermano menor.

Pocas horas después, en medio del largo pasillo. Laura caminaba de forma rápida, siendo algo ruidoso el sonido de sus tacones. Mientras su cabello largo lucía algo desordenado.
Pero de repente vio a un hombre joven ayudando a uno de los enfermeros a ordenar algunos afiches. Aquella persona, era Andy.

Cuando Andy la vio se mostró sorprendido por su aspecto, así que se acercó a ella de inmediato.

—Señorita, ¿se encuentra bien?

—Hola, estoy bien no te preocupes. Busco a una paciente con este número de habitación. –Mostró una foto de su celular.

—¿Julia? ¿Eres un familiar?

—¿La conoces? ¡Excelente! Yo soy la amiga de Julia, llegué tarde, pero estaba muy preocupada.
Hernán casi me mata del susto con la noticia.

—Entiendo, no te preocupes. Ella está estable ahora. Yo también soy un amigo de Julia. –Andy señaló que se sentara, sonriendo de forma amistosa.—Descansa por un momento. ¿Quieres agua? Estás muy agitada por correr, te traeré un vaso con agua.

De alguna manera, ella se sentó de forma obediente.
Mirando fijamente a Andy de forma curiosa.

—Ah... Sí ¡Sí!
Eres muy amable.
Espera, antes que te vayas.
Cómo..., ¿cómo te llamas?

Él respondió de inmediato.

—Andy. Ese es mi nombre ¿Y el tuyo?

Ella sonrió satisfecha.

—Laura. Gusto en conocerte, Andy.

Con una atmósfera extrañamente amistosa, ese fue su primer encuentro.
De dos personas, opuestas.

(***)

La habitación de ventanas transparentes, estaba rodeada de bebés que habían nacido con una condición delicada ese mismo día y unos días atrás, pero había una pequeña bebé que destacaba entre todos. Por su cabello muy corto, algo ondulado y claro. Fue muy rápido para todos los presentes y sus padres, en reconocerla.

Un 15 diciembre, antes de que el año acabara. Su pequeña hija, de mejillas color rosadas y de apariencia frágil por su apresurado nacimiento.
Había venido al mundo ante la mirada de su numerosa familia.
Una escena que Julia nunca pensó contemplar meses atrás.
Y ahora tenía la dicha de experimentarlo.

Apoyó sus manos sobre el transparente vidrio, sentada en su silla de ruedas, viéndola aún más de cerca. No podía creer que realmente había dado luz a una bebé tan hermosa, cuando horas atrás pensó que su había vida acabado de forma tan abrupta. Un contraste que le hacía creer que todo lo que sucedió, fue para llegar a este punto de su vida, en donde solo podía sentir felicidad.

En un tono suave, Julia pronunció de repente.

—Ángela.

Hernán volteó hacia Julia.

—Nuestra hija ¿Se llamará, Ángela?

—Ella es nuestra pequeña ángel.
Y se parece mucho a tí.
Es muy hermosa, tal como esperaba de la poderosa genética de tu familia.–Rio un poco.—Ese nombre, le da perfecto.

Sonriéndole de forma dulce, Hernán asintió.

—Sí, es perfecto para ella.
...
También te tengo que dar las gracias.

Julia lo miró confundida.

—Por todo. Gracias por existir.

Mirándolo conmovida, las palabras que mencionó vinieron desde su corazón, sonriendo Julia de forma alegre.

—Hernán. Yo realmente te amo mucho.

Hernán no pudo evitar emocionarse, ya que era la primera vez que le decía aquellas palabras de forma directa.

—...
Me robaste las palabras.

Mirando sus ojos con nostalgia y cariño, su sonrisa expresó su felicidad.

Finalmente, el temor de su corazón había desaparecido.
«Y yo, por fin pude alcanzarte.»

Cuando Julia se dió cuenta de las numerosas miradas que provenían detrás de ella, se dió cuenta que había dicho aquellas palabras enfrente de todos. Sonrojándose de inmediato.

Julia se cubrió de inmediato su rostro con ambas manos por la vergüenza.
Mientras Hernán le daba palmaditas suaves en su cabeza.

¡Me había olvidado que todos nos estaban viendo!

Era muy evidente para todos.
Que ellos dos, era una pareja hecha para estar juntos.

(***)

Sentado sobre su viejo sillón, el anciano científico miraba el techo de su casa, como si quisiera encontrar una respuesta a sus problema ahí mismo.

El tono de su voz sonó nostálgico.

—Yo no merezco un trato cercano a ti
Sin embargo, incluso si soy un hombre detestable para tus ojos, algún día tendré que decirte todo lo que sé.

De repente su celular sonó, alzándolo con su mano izquierda. Vio con sorpresa el mensaje escrito ahí.

Apretando su mano con fuerza, su voz sonó enojada.

—Realmente te atreviste hacer algo terrible.
Hermano, tú eres una peor escoria que yo. Si no logras obtener algo a las buenas, lo destruyes a las malas.
Incluso siendo... –Miró una foto vieja que sostenía en su mano derecha.—Nuestra familia.

Fin de la temporada 4

Nota de Aru:

¡Doy por terminada la cuarta temporada!

Aún queda el quinto y último.

Fueron capítulos de muchas emociones y muy largos, espero que lo hayan disfrutado.

Gracias por seguir aquí. Aru les agradece ✨♥️☺️

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