-T4- Capítulo 86 La mejor elección
🍁 Capítulo 86 «La mejor elección.»
—¿Qué tipo de Koala eres Hernán?
Después de despertar, Julia sentía que el apego de Hernán por ella había aumentado el doble. Era como si en todo ese tiempo en el que durmieron juntos, se estaba conteniendo en mostrarle todo su afecto.
Y no es que tuviera queja alguno sobre ello, solo que asimilarlo en poco tiempo no eran tan bueno para su corazón y cuerpo.
Sobre todo para su cuerpo, porque la estaba abrazando muy firmemente.
—Hernán. ¿Cuánto tiempo estaremos en esta posición?
—Voy hacer que hoy sea feriado –murmuró aún con los ojos cerrados.
¡¿Estaba despierto?!
—¡Levántate, es tarde! Eres el CEO, tienes que dar el ejemplo.
—¿Vas a comportarte así conmigo? ¿Ya no quieres estar conmigo? —Fingió estar triste.
—Oye, me estás chantajeando sentimentalmente tan temprano. Que chico tan travieso– Apretó sus cachetes con ambas manos —Vamos a trabajar. A penas es lunes.
Hernán sintió arder sus mejillas por el fuerte pellizco, pero poco le importó y siguió hablando.
—Solo quiero abrazarte por más tiempo.
Lo único que logras abrazar es mi gran barriga...
—¿Y qué debo hacer para que dejes de hacerlo y vayas a trabajar?
—...
Creo que ni debí preguntar.
—Tu imaginación debe estar volando ahora mismo.
—Solo por el embarazo.... –suspiró.—Bien, te soltaré ahora.
—Termina lo que ibas a decir.
—También eres un adulto, debes comprenderme.
Julia lo miró con una mirada obvia.
—¿Solo por el embarazo te contienes en hacerme más cosas, verdad?
—No me tomes como un hombre lujurioso, también quiero cuidar tu cuerpo.
—Olvidé que eras del tipo que compraba condones a plena luz del dia...
Julia quería decir aquello de forma interna, pero terminó diciéndole en voz alta. Sintiendo un poco de vergüenza y pánico.
—¿Aún recuerdas eso? –mencionó Hernán sorprendido.
Julia se trató de reinvindicar.
—Creo que me impactó demasiado la escena, que aún lo recuerdo.
—...
Oh ¿No fue en realidad por la talla? –Sonrió de forma maliciosa.
—¡Señor CEO, ya es muy tarde!
—¿Señor CEO? A mi dime «cariño mio»
La expresión de Julia fue de desconcierto total.
—No seas tan cursi tan temprano en la mañana ...
—Sé que te gusta por tus gestos, aunque lo niegas. Ahora somos novios, no te contengas. –Se mostró confiado.
—¡Soy consciente de eso! Pero te recuerdo que recién estamos saliendo, dame tiempo de adaptarme.
...
¿Tal vez debo expresarlo de otra manera?
A Hernán le pareció una pregunta interesante. Ya que entendía un poco sus intenciones.
—¿Realmente lo harás?
—No me subestimes, puedo hacerte muchas cosas. Pero por ahora me será imposible.
¿No piensas tú así?
¿Porqué yo también no lo haría?
¿Realmente crees conocerme?
Hernán acercó su rostro a Julia, con una mirada peligrosa.
—No sé si es una especie de castigo, pero no voy a olvidar lo que me has dicho, hasta que lo hagas realidad.
Por un momento, Julia dudó de su determinación.
Creo que puse demasiada emoción en mis palabras.
—Entonces –se acercó un poco más a su rostro, haciendo creer a Julia que haría algo más. Pero solo le susurró poco después —Vámonos, es tarde, ¿verdad?
Sintiendo sus orejas arder, Julia se sintió un poco frustrada.
¿Lo hizo a propósito?
Estando boca arriba, Julia habló de inmediato. Cuando notó que Hernán ya se había levantado.
—¿No te olvidas de algo?
Porque no puedo rodar para levantarme.
Julia a penas podía dormir de costado, incluso para Hernán era difícil abrazarla. Por el gran obstáculo que tenían al medio.
Sin embargo, ¡para Julia levantarse de la cama era adrenalina pura!
Así que solo pudo levantar ambas manos, en señal de auxilio.
—Por supuesto. Ahora mismo.
La carga
—Me has cargado tantas veces así, que ya creo que voy a desarrollar un complejo de princesa de Disney.
—Entonces dalo por hecho.
Tal vez... ¿No te gusta que te cargue?
Julia sonrió levemente.
—...
Descubrirás mis gustos con el tiempo.
Dirigiéndose hacía el baño, Hernán la llevó hacia ahí con un poco de entusiasmo.
—Hernán.
¿No vas un poco rápido?
—Te ayudaré a bañarte. Te lo prometí.
Tragando saliva, Julia se dio cuenta la razón de su entusiasmo.
—¡Pero no corras!
—Ya es tarde~
(***)
Pasando algunos días después de disfrutar su momento de noviazgo.
Para Julia ya era incómodo notar la sorpresa de los amigos de Hernán.
Pero en realidad tenía que lidiar con algo más importante. Decirle sobre su relación con Hernán a Laura.
Y para ello incluso Hernán estaba presente para ese momento, ya que estaban dentro de su oficina.
—Tenías algo importante que decirme. Creo que tengo una idea. Así que... Está bien, estoy lista.
Su sonrisa está un poco forzada.
Ya me estoy arrepintiendo...
No, dilo. Lo prometiste.
Sin dar vueltas al asunto, Julia expresó de forma directa sus palabras.
—Yo, estoy saliendo de manera oficial con Hernán. Así que... Sobre lo que mencionaste. No será posible.
Una mirada sombría pareció reflejarse en su mirada, sintiendo Julia un leve escalofrío.
¿Está muy enojada?
Creí que lo tomaría mejor...
—Después de todo elegiste al idiota que lo único bueno que tiene es el rostro y el cuerpo.
Su dedo señaló delante de Julia, pero inesperadamente para ella. El dedo de Laura apuntaba arriba de su cabeza. Es decir, directamente hacia Hernán.
La expresión que hizo Julia, mostró estar totalmente desencajada de la situación.
¿Qué?
Hernán sonrió de forma sarcástica mostrándose un poco ofendido.
—¿Me estás insultando para sentirte mejor?
—Yo también podría haber sido una buena madrastra. –Lo miró desafiante.
—Sigue soñando.
¡¿Qué?!
—Mi pobre Julia, tendré que dejarte a un hombre así... –De inmediato Laura abrazó a Julia.
Hernán de inmediato acercó hacia ellas.
—Deja de tocar así a mi Julia –Apartó un poco a Laura de Julia. —Ten cuidado con ella, no te quiere solo como una amiga.
Espera Hernán, a penas estoy procesando la información.
—No quiero, ya me la quitaste.
Julia de inmediato estiró ambos brazos, para separar a ambos de ella. Dejando a ambos paralizados.
—Laura ¿Qué está pasando?
¿No te gustaba Hernán?
—Laura te mintió vilmente ¿Cómo le vas a decir eso? ¿Te volviste loca?
—¡Solo los ayudé! Aunque a la vez ni quería... ¿Sabes lo que me costó decir que me gustabas? Tengo buenos gustos, sabes.
Laura, yo estoy con Hernán...
—¿Ayudar?
...
Te recuerdo que alguna vez te fijaste en mi. Aunque eso en realidad no me interesa recordarlo ahora.
—Cuando uno es joven comete errores. Querido amigo.
—Definitivamente fue bueno solucionarlo a tiempo.
—Por lo menos agradece... –murmuró Laura. —Además este idiota ni siquiera será capaz de decir a toda la corporación que eres su futura esposa.
—Eso podría causarle problemas a Julia, pero en realidad yo la protegería si eso ocurriera.
No tengo problemas en decirlo.
—¿Entonces qué te detiene Hernán?
Hernán se sintió nervioso.
—Bueno eso...
—Yo...
—¿Tú?
Julia acomodó su voz.
—Yo... No tengo problemas con eso Laura, después de todo será mejor que sea después de que nazca mi hija.
Laura los miró fijamente, expresando de forma sincera.
—Me están ocultando algo.
Hernán y Julia pensaron lo mismo: «Es muy perspectiva.»
Suspirando con resignación, Laura habló en un tono más calmado.
—Si así resultaron las cosas. Entonces Hernán cuida bien de Julia, que si la descuidas. Yo todavía estoy aquí, querida Julia.
Hernán acercó un poco a Julia hacia él.
—Eso nunca pasará. Busca a otra persona.
¿Cómo es posible que estaba en un triángulo amoroso y recién me entero?
Para sorpresa de ambos, Laura se rio de repente.
—¿Qué pasa? –mencionó Hernán a la defensiva.
—Solo que verte ser un hombre tan abnegado, me hace sentir orgullosa de que creciste bien.
—No eres tan mayor que yo...
—Pero sé muchas cosas más que tú.
Lo único que podrías decir que me ganaste, es que tú sí encontraste a la persona indicada en tu vida.
—En eso te doy toda la razón.
Suspirando, Julia se dirigió a Laura con un semblante amistoso.
—Nunca será tarde para encontrarlo, Laura. Para ser sincera, incluso yo me hubiera fijado en ti, si no tuviera a alguien que me guste.
—¿Julia? –Hernán mencionó sorprendido.
Pensando un poco la situación, Laura preguntó de repente.
—¿Estás segura que te gusta Hernán?
—Laura...
Julia asintió con una sonrisa.
—Muy segura. Me gusta bastante.
—Entonces...
Besando el cachete de Julia, Laura se fue de la oficina con un rostro triunfante.
—Premio de consolación.
En ese momento, la molestia en el rostro de Hernán fue muy evidente. Aunque en realidad jamás podría odiarla en si y eso lo sabía Julia.
—Laura, realmente tienes agallas –murmuró Hernán.
—¿No es eso una de sus virtudes?
—...
Así es.
Julia expresó más tranquila.
—Por lo menos acabó bien.
Acaso ¿No fui convincente?
—... En realidad fue satisfactorio oír la parte de: Me gusta bastante. –Sonrió satisfecho.
Julia también sonrió por dentro.
Sabía que lo mencionaría.
Incluso si había un avance significativo en su relación y en el taller que iban. Julia había notado que en las semanas que habían pasado, su barriga había crecido más de lo pensado.
Tanto que pareciera tener ocho meses y no casi siete. Justo como lo mencionó Irina.
Lo único bueno que podría ser mencionado es que aquella peculiar y poco agradable pareja que conocieron la primera vez, no habían vuelto de nuevo ahí.
Solo por rumores, se habían enterado que dentro del hospital, aquella mujer ya había dado luz recientemente. Dado a que tenía una embarazo más avanzado que la de Julia.
En ese momento Julia también pensó que no le quedaba mucho tiempo y ya habiéndose dado de baja del trabajo por maternidad . Solo podía esperar pacientemente los meses faltantes, y con la celebración de un baby shower acercándose. En realidad sabía que el tiempo a esperar no iba a ser mucho. Incluso el joven laboratorista, el cual era cercana ahora, siempre trataba de subirle el ánimo mencionando que muchas mujeres se recuperan rápido después de la cesaría.
Situación que a Hernán no le quedaba de otra que tolerar, ya que había notado que Andy era muy profesional cuando se trataba de cuidar a una paciente. Y que estaba feliz con solo ser amigo de Julia.
Lo único que no podía sacar de su mente, era que por dos días Hernán iría muy lejos de la ciudad para una reunión urgente e importante.
Eso significaba dejar a Julia sola todo el día.
Para su alivio, Meri estaba dispuesta cuidarla por esos dos días y dormir con ella, para cuidarla incluso de noche.
Sin embargo, ese alivio no era suficiente para Hernán.
Nota de la autora:
¡Feliz año nuevo a todos!😊🎉
A poco de terminar esta temporada.
Solo me queda agradecer y felicitar a quienes llegaron tan lejos conmigo en esta travesía de Ahora soy Juli@🥳
Aru les desea un próspero año nuevo ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro