🍁Capítulo 49 «Bienvenida»

Julio se encontraba sentado en su cómodo mueble con un vaso lleno de agua fría en sus manos, hasta que el timbre de su casa sonó, sobresaltándolo de inmediato. Dejó su vaso en su pequeña mesa y fue de inmediato a abrir la puerta.

Cuando la puerta fue abierta en un chirrido, la boca sonriente de Sara se paralizó por un momento y sus manos se tensaron, apretando la pequeña bolsa que sostenía.

—Yo...–Trató de hablar Sara.

El aspecto de Julio, no era totalmente diferente al de Julia, sólo había un pequeño cambio en la altura y en las facciones delicadas que tenía Julia, como también su cabello algo largo cuando era mujer. Viéndolo fijamente, era imposible no reconocer que era realmente esa Julia.

—¡Te traje postre!–Estiró sus manos hacia él.

—Gracias, Sara.–Sonrió Julio aliviado de que su reacción fue bastante normal a lo que se imaginó.

Con un ambiente más calmado y ahora Sara con vaso de agua en sus manos, Julio rompió ese silencio.

—Como verás, este es mi verdadero aspecto. En realidad, soy un hombre de nacimiento.

—¿En serio? Pero, tú me pediste eso...

—Sé lo que tratas de decirme, sólo en la mañana mantengo esta forma, luego de las doce volveré a tener mi cuerpo femenino.

El rostro de Sara era una verdadera odisea en ese momento.

—¿Cómo...?

—¿Qué, cómo es posible eso? Soy víctima de un fracaso científico...–Suspiró.—Perdón Sara, no quise engañarte y espero que realmente no te sientas incómoda ahora que me ves de esta forma.

—¡No! Yo creo que Julio sigue siendo lindo aún como hombre.– Sara sonrió de manera honesta.

Julio en ese momento quería llorar, pero sólo sonrió también.

En simples palabras no parezco uno, ¿verdad?

—Igual yo te considero un amigo. A mi realmente me agrada Juli...–Lo miró fijamente al no saber que nombre decirle ahora.

—Soy Julio, mi verdadero nombre es Julio. Como verás no hay nada de complicado con la diferencia de nombres...

—¡Entiendo! Entonces, a mi aún me agrada Julio. Yo no estoy molesta en lo absoluto contigo.

Julio suspiró de alivio.

—Eso me tranquiliza mucho. Yo también pienso que Sara es un buena amiga. Me has sacado de muchos apuros, yo debería ser el agradecido.

—Yo sólo hice, lo que debía hacer...

La mirada nerviosa de Sara le hacia intuir que quería decirme algo más importante.

—Sara soy tu amigo, si se trata de Maicol me lo puedes decir directamente. Soy su hermano mayor. A estas alturas sólo te puedo explicar de que yo le gustara a Maicol, fue porque no me reconoció al principio.

Sara miró fijamente a Julio y habló tomando valor con sus mejillas coloradas.

—A mi gusta Maicol, me gusta mucho desde la primera vez que lo vi.

La expresión de Julio fue de sorpresa y una sonrisa tímida.

Sara tiene bastante valor, más de lo que yo creí.

—Entonces quería preguntarte, cómo puedo acercarme más a él.
Ha pasado tanto tiempo y yo sólo...

—Te seré sincero, yo no veo a Maicol desde hace mucho tiempo. Ha cambiado mucho desde la última vez que lo vi. Pero no creo que ignore las palabras de su hermano mayor ¡Yo haré todo lo posible por decirle todo lo positivo de ti!

—¿En serio? Pero yo..., no soy tan guapa ni madura como a él le gusta.

La expresión de Julio fue sería y vio directamente hacia ella.

Sara es muy guapa, tiene un buen temperamento, es responsable y también muy amable. Te estás perdiendo de una buena mujer, tú pequeño idiota Mai ¡No seas distraído como tu hermano mayor!

Julio volvió a sonreír.

—La verdad, estaría feliz si tú te conviertes en mi cuñada en el futuro. Te aprobaría de inmediato sin pensarlo.

Sara en ese momento se sonrojo como un tomate, apretó sus manos de forma nerviosa y sonrió contenta.

—Estoy feliz que me apruebes, yo haré lo posible por no defraudarte.

Siento que estoy vendiendo a Mai...
Este niño no se pondrá consciente si no le digo directamente. Pero sinceramente no creo que no se haya dado cuenta, ¿tal vez está ignorando ese hecho? ¡Este hermano mayor va refrescar tu cerebro!

—No te preocupes, te aseguro que tienes un buen futuro, aún si Maicol no cae por ti, se arrepentirá por el resto de su vida y yo seré su eco.— Esbozó una gran sonrisa.

—Sólo quiero una oportunidad, me rendiré si no me llega a querer, no quiero ser egoísta en forzarlo a quererme. Yo soy demasiado tímida para decirle directamente, por eso vine a ti. Ahora me siento feliz que tengo tu apoyo, aún si no me convierto en tu cuñada, estaré feliz ser tu amiga.—La sonrisa tímida y honesta de Sara, cegó los ojos de Julio.

Estoy siendo purificado por segunda vez.

Julio asintió reaccionando.

—¡Por supuesto!

Sara sólo sonrió.

—Por cierto, hace mucho he tenido curiosidad en algo.

—¿Ah? Dime, con confianza.

—Tu y Hernán, ¿están saliendo?

El vaso de Julio se derramó al inclinarlo, por el impacto de la pregunta.

—¡Lo siento! No debí ser directa en mi pregunta.–Se expresó nerviosa al darse cuenta de la reacción de Julio.

—No, estoy bien...–Con una servilleta Julio limpió en rastro de agua en su pantalón. Para luego alzar su mirada hacia ella.–Sara, ¿por qué pensaste eso?

—Hernán siempre te mira con mucho cariño, así que como siempre los veo juntos y son muy cercanos, creí que naturalmente ya habían comenzado a salir y querían ocultarlo. Perdón si me equivoqué.–Habló apenada.

¿Cómo llegó a esa conclusión?

—No estamos saliendo, como verás, en realidad somos dos hombres. Yo... Lo rechacé.

Sara se mostró sorprendida.

—¿Lo rechazaste porque es un hombre?

Julio de excusó de inmediato.

—En realidad fue por eso, pero también porque yo lo considero un amigo, no me gusta de esa forma romántica. Ya somos dos adultos, para no decir las cosas claramente.

Sara lo miró fijamente y asintió con la cabeza.

—Con razón veía a Hernán algo decaído, debes gustarle realmente mucho. Perdón por ser impertinente, pero creo que aunque ahora sé que eres un hombre, la química de ustedes dos ante mis ojos es muy natural y sincera. Como si hubieran sido cercanos desde hace muchos años.

Era la segunda vez que oía algo así, por lo que aquello fue un segundo deja vú en la conciencia de Julio.

¿Realmente nos vemos así?
Nos conocemos más de un año y recién este año comenzamos interactuar de forma cercana.
Sólo... Ha pasado muchas cosas que nos ha hecho depender de alguna manera entre nosotros...

— Supongo, que así nos vemos ante los ojos de los demás.– Julio bordeó una sonrisa tímida.

¡Pero debo evadir este tema de inmediato!

Julio se levantó de inmediato de su asiento.

—Cierto, ¡voy a cortar el postre que me trajiste! Será una pena que no lo pruebes.

—Gracias.–Sara contestó de forma amable a pesar de su repentina exaltación.

Al ir Julio a la cocina con el postre en la mano, de repente se percató del mensaje de su celular, al sacarlo de su bolsillo. Era el "científico loco", como lo nombró como contacto. No había duda de que era muy importante, por lo que lo leyó de inmediato.

«Está casi todo listo, sólo falta un poco más de tres semanas. Puedes venir mañana a comprobarlo. Este anciano tendrá éxito esta vez, porque soy yo.»

—Eso espero. Me preocupa, porque eres tú... –murmuró.

Aún con muchas cosas en mente y de lo que había acontecido con Hernán. Julio estaba seguro de una sola cosa, no se retractaría de ninguna manera a volver a su vida normal ¡Esta vez, el experimento se hará exitosamente en su cuerpo!

Nota de Aru:

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