🍁Capítulo 46 «Recuerdos amargos»

Tensión.

En el ambiente sólo podía sentirse eso.

Una batalla campal entre dos hermanos que se ven por primera vez después de mucho tiempo.

Y al medio Julio, recibiendo las palabras de cada extremo como si fueran flechas voladoras.

—No puedo creer que siempre estuviste en la misma ciudad. No, creo que es más increíble la historia que acabo de escuchar.
¡Te enamoraste de tu propio hermano! No, ¡nuestro hermano!

—¡Meri ya no lo repitas! Es vergonzoso oírlo. Ya le pedí perdón a Julio cientos de veces.
Nuestro hermano es compasivo, ¡ya me perdonó!

—Tú mocoso... ¡cómo no puedes reconocer a nuestro hermano!

—¡Tenía un cuerpo femenino! ¿Cómo voy a saber yo que es Julio?

—Julio siempre a sido tan lindo como una mujer, ¿crees que hay tanta diferencia en su rostro?
¡Cómo puedes ser tan ciego!

No había visto a Meri tan enojada en años. Todo el sermón que me faltó darle, ya lo completó Meri.

Aunque mi masculinidad está siendo pisoteada de manera tan letal... Hermana, eres demasiada sincera...

—¡Meri deja de gritarme! No nos hemos visto en años, ¿así me recibirás?

—Siempre serás para mi el mocoso llorón ¿Qué hay con ese porte de niño rico engreído?
Lo único bueno que veo es que te has vuelto más alto.

—¡No seas cruel!

Viéndolos ahora discutir, en realidad no me siento molesto o fastidiado.

Es todo lo contrario.

Meri volteó hacia Julio al verlo calmado y tranquilo viéndolos.

—Hermano Julio, ¿estás sonriendo? Es como si estuvieras muy feliz vernos discutir...

—¿Realmente no estás molesto conmigo?

—Yo ahora mismo estoy demasiado feliz, siento que por fin la familia está completa.–Suspiró.—Su hermano mayor se ha vuelto demasiado emocional al verlos juntos otra vez. No puedo ocultarlo.

Con los ojos llorosos, Meri de inmediato se abalanzó a abrazar a Julio.

—Mi hermanito es un ángel, nadie volverá hacerte daño. ¡Protegeré la sonrisa de mi hermano!

Julio movió su mano hacia su cabeza, acariciándola suavemente.

—Hermana, yo debería decir esas palabras. Soy tu hermano mayor.
Pero, estoy feliz de oírlo.

Maicol se mostró sorprendido por las palabras de Meri, como si intuyera que algo más grave le hubiera sucedido a Julio.

—Hermano, Meri. ¿Pasó algo que no sepa?

Meri mostró angustia sentándose nuevamente en el sofá.

—No crea que sea el momento de decirlo...

Julio Interrumpió.

—Está bien Meri, ya a pasado mucho tiempo. Ya no es tan doloroso como antes. Maicol también es de la familia.–Aclaro su garganta.—De hecho hace más de tres meses yo iba a casarme, pero mi exnovia me dejó y huyó en pleno matrimonio. Por eso te decía que aún no quería tener esa clase de relación de nuevo.

—Pero hermano, date una nueva oportunidad ¡Sal de citas con alguna mujer buena! Verte sólo ya no es bueno para ti.

—Meri, los corazones de las personas cambian con el tiempo. Ella también era mujer buena, pero cambió sin darme cuenta. Hasta ahora, no sé exactamente la razón que la llevó a tal decisión. Siempre sentí que fue una escusa lo de dejarme por otro hombre, sólo una parte de la verdad, pero nada cambiará incluso si sé la historia completa.

—Lo siento hermano, fui tonta al decirte aquello.

—No tienes la culpa Meri.

Maicol pasó saliva con el rostro cabizbajo. Había sido un verdadero tonto, mostrando la peor parte de él a quién lo había cuidado como un hermano.

—Lo siento tanto hermano, debió ser duro para ti. Yo no sabía que habías pasado por tanto... Además actúe como un acosador...–El rostro de Maicol mostró sorpresa luego de recordar algo importante.—Entonces... ¡Ese idiota!

—¿Eh?

—¿Acaso ese idiota sabe que eres hombre?

Se refiere a Hernán...

—De hecho fue el primero en saberlo.

—¡Aún así me advirtió que no se rendiría contigo! ¿Ese idiota que tan serio va contigo?–Su rostro se mostró asustado.—¡De ninguna manera lo llamaré cuñado!

Así que Maicol sabía de los sentimientos de Hernán por mí.
Espera Mai, ¡¿qué es eso de cuñado?!

—Ese hombre sólo va por la apariencia femenina de nuestro hermano. ¡Ya le advertí que no se atreva a dañar a Julio! Yo no lo permitiré.

—¡¿Tú también lo sabías Meri?!

—Ah...Es muy obvio sus expresiones hacia ti. Mi hermanito sólo tal vez no quiso darse cuenta...

No hermana, mi cerebro solo es muy lento para entender cosas que ponen en peligro mi integridad física.
¿Exactamente cuántas personas lo saben?

—Pero, por lo menos no intentó algo más contigo o te forzó a algo.

Julio se quedó estático, recordando lo que había sucedido hace dos días. Su rostro era una verdadera odisea.

Meri preguntó con una sonrisa forzada.

—¿No te hizo nada verdad?

Julio trató de no mirarla a los ojos.

—¿Qué demonios te hizo?

¡Mi bella hermana se está transformando en un demonio!

Maicol golpeó el sillón con la mano.

—¡¿Ese idiota te hizo algo?!

—Sólo, ¡es algo que ya solucioné!
Sé que se preocupan por mí, pero mis problemas no quiero cargarlas con ustedes. Con su cariño como mi familia, estoy satisfecho sólo con eso.

Maicol miró fijamente a Julio y habló en un tono calmado.

—Hermano, aunque nos quieres mucho. Debes saber que no estás solo. Aunque antes era un niño que no podía defenderse solo. Ahora mismo puedes pedirme lo que quieras. Lo podré hacer, porqué ahora yo podré defenderte.

—Yo también coincido con él, nosotros somos adultos ahora. Si algo te sucede. Nosotros estaremos ahí para defenderte. Es un recompensa, por todo lo que hiciste por nosotros.

El corazón de Julio se estrujó al oír esto.

—Ustedes dicen que han cambiado. Pero siempre serán mis adorables hermanos. No es justo que crecieran... En mis ojos se metió tanto polvo, no he limpiado bien este lugar.... –Julio rio contento sobándose sus ojos para contener las lágrimas.

Ambos lo reconfortaron dándoles palmaditas en el hombro. Meri también sonrió volteando hacia Maicol.

—Maicol, después del todo el desastre que causaste. En verdad me da gusto verte de nuevo.

—Realmente creí que me odiabas ahora...

—Odio a las personas que hacen daño a mi hermano. Pero ya que Julio te perdonó. Yo también lo haré.

Maicol pasó saliva y habló fuerte.

—¡Todo es culpa de eso científico loco que te transformó en esto! Ahora mismo iré para que te vuelva a la normalidad. Mi familia adoptiva tiene muchas conexiones, amenazarlo no será ningún problema.

—Mai, él ya tiene una solución. No será necesario. Lo de irme de viaje es mentira. La razón por la que me voy de la cafetería es porque regresaré a mi condición normal como Julio.

—¿En serio?

—Sí.

—Entonces...

—Pero lo único que te pediré es que no te salgas de ahí. Ese lugar es preciado para mí. No quiero que se convierta en un lugar abandonado por sus empleadores.

Maicol asintió decidido.

—Entiendo. Lo haré, hermano.

Ahora si puedo decir que mi hermano Mai está devuelta.
¡Muy obediente!

—Gracias Mai.–Asintió.—Bueno ahora prepararé bebidas frías.
Tenemos una charla aún más extensa. La mañana es larga.

Meri habló complacida.

—Nuestro hermano Julio siempre será adorable ante mis ojos.

—Pero aún da miedo cuando se molesta enserio...

—Eso fue porque realmente fuiste un verdadero idiota al no reconocerlo.

—Paremos de hablar sobre eso Meri...

—Está bien...

(***)

Echado en el piso de su habitación, Hernán miraba un collar con incrustación de esmeralda, que colgaba de un dedo suyo. Una joya que tenía un valor de afecto profundo, más que su propio valor como joya original.

—¿Exactamente a qué le tengo miedo?

La joya comenzó a moverla como si fuera un péndulo.

—Creí que era porque que no quería que Julia se convierta en Julio para siempre. Pero, porqué siento más miedo que sea Julia completamente. Como si fuera a perderla si es así. No es un simple miedo, es algo que está dentro mío pero no puedo obtener la respuesta. Sea cual sea mi decisión, eso sólo lo puede decidir el original Julio. No quiero que me odie, menos que mire mi yo egoísta.

Su dedo dejó de mover la joya.

—Ahora mismo, sólo necesito salvar a mi familia. Sin embargo, estoy solo. Esperé dos años para que mi padre despierte. Después de oír sus palabras hace un año, este inútil hijo no a conseguido la prueba que los hará libre. Pero moverme de manera de imprudente, sólo significa mi muerte y la de mi familia.

Aquel collar reflejó en los recuerdos de Hernán, ser puesto en su cuello por una hermosa mujer de piel pálida y mirada angelical, idéntica en aspecto a él. «Tus ojos tienen el color de esta piedra esmeralda, feliz cumpleaños hijo.»

La joya fue agarrada completamente en un puño, tornándose el rostro de Hernán angustia y desesperación.

Con el sonido del timbre tocar, Hernán reaccionó levantándose de inmediato y guardó el collar en el bolsillo de su pantalón. Con solo un polo blanco y un pantalón suelto acercó su mano a la manija.

Él no tenía visitas, ni nadie cercano para que lo hiciera. La única persona seria Julia. Pero era imposible una visita de ella a esas horas de la noche, de hecho era imposible que lo visitara en la condición actual de su relación como amigos.

Después de tres segundos de silencio. Hernán habló.

—¿Quién eres?

—Sé que reconoces mi voz.

—...
¿Por qué me visitas?

—Para hacer un acuerdo.
Deberías dejarme pasar, tal vez sea lo que has estado buscando todo este tiempo.

Hernán movió su rostro sorprendido. Agarró con fuerza la manija y abrió la puerta dejándole pasar, cerró la puerta y preguntó sin voltear.

—¿Qué quieres obtener?

—Las condiciones te lo diré después, pero sé que no rechazarás mi propuesta ¿Alguna vez te he fallado? Sé que estás desesperado.

—Una solución..., si mi familia es salvada. Incluso puedo tomar mi vida en juego.

—Buena elección Hernán. Nunca me decepcionas.

Nota de Aru:

Y así iniciamos la tercera temporada~

Ahora sí puedo decir que la historia comenzará a dar marcha. Siempre digo que dejo lo mejor para quienes me siguen hasta el final 😙

Psdta: Aún no vuelvo, sólo que aunque apareceré formalmente un mes después. Por lo menos debería dejar un capítulo para no parecer tan larga la espera y no me olviden :'D (Huye)