-T2-Capítulo 44 ¿Quién soy yo para ti?
🍁 Capítulo 44 «¿Quién soy yo para ti?»
No tuvo en cuenta cuántos segundos estuvo Julio en esa posición, como si estuviera cautivo en los labios de Hernán. No tenía ni idea de cómo pensar e inclusive en usar su fuerza. El sentido de su boca era lo único consciente en ese momento, por lo que actuó por instinto. Apretó sus dientes y mordió el labio inferior de Hernán quitándose casi al instante de él, con la respiración agitada y la mente hecho un caos.
—Tú..., ¡tú!, ¡¿qué demonios crees que estás haciendo?!
Hernán se limpió con su pulgar derecho la sangre que goteaba de su labio inferior, viéndolo fijamente sin responder. Hasta que sus ojos lo miraron arrepentidos.
—Creo que la razón es evidente.
—Tú, acaso realmente tú...–Lo señaló temblando.—¡Creí que éramos amigos!
Antes que Hernán pudiera hablar, el cuerpo de Julio repentinamente se comenzó a transformar en Julia sin aviso previo.
Grato momento en que vienes a mi cuerpo femenino, ¿sabes en el caos que estoy ahora? ¿Sabes que hay un hombre que me acaba de besar aún siendo yo un hombre? ¡Imagínate qué te espera a ti! ¡Estúpido cuerpo!
Esta vez era Julia que se encontraba con los nervios de punta, sabía que si hablaba más antes de poner en orden sus emociones, podría decir demasiadas cosas que se podía arrepentir después.
Giró su cuerpo apartando la vista de Hernán, sentándose en el frío piso con prisa.
—¿Puedes dejarme solo unos minutos? No me hables ¡Enfría tu cabeza!
Sólo con está última palabra, Hernán pasó saliva de forma amarga, sabía lo que había hecho y sabía que no había vuelta atrás.
Y ahí estuvieron los dos, sin hablarse por varios minutos, sólo atentos a que nadie se acerque a ese lugar. Julia se encontraba demasiado inmersa en sus pensamientos. ¿Cuándo podría haber desarrollado esos sentimientos? Si sólo hace unos cuantos meses aclamaban ser enemigos jurados. Incluso siendo actualmente amigos, ¿es porque se convirtió en mujer que confundió Hernán las cosas?
No es que temiera ser juzgado siendo Julio, sólo es que jamás pensó en Hernán de forma romántica.
Hernán dio un profundo suspiro, viendo el despejado cielo. Y dentro de sus profundos recuerdos, la imagen de su primer encuentro con Julio se plasmó de repente en su mente.
Ese día también estaba despejado, Carla en ese tiempo mostraba total felicidad con su actual relación y por primera vez ella le iba presentar al hombre del que tanto hablaba. Hernán jamás le importó o esperó tanto por ver quién era, aunque tenía curiosidad qué tipo de hombre podía tener anécdotas muchas veces divertidas y vergonzosas, que llamara la atención de Carla a ese punto. Cuando Julio apareció en el lugar, estaba hecho un desastre en cuerpo entero. Probablemente había corrido unas tres cuadras y al parecer el auto que le dejó se equivocó de dirección. Incluso Hernán no entiende el porqué en ese momento se sorprendió al verlo y no fue debido al aspecto que tenía, era una sensación familiar y inexplicable. Cuando Julio vió a Carla inmediatamente su expresión brilló de alegría, agitando su mano con una gran sonrisa. Un hombre bajo y sin un buen físico. A Hernán le pareció en ese momento Julio sólo un buen tipo, de carácter muy animado. Pero para su sorpresa cuando lo miró a él, su recibimiento no fue nada agradable. Siendo la primera frase, su actual apodo. De inmediato aquella toda buena impresión, decayó a un cierto desagrado que pensó en ese momento que ni siquiera podrían ser amigos.
¿Y ahora qué se podía imaginar que ese mismo hombre él había besado actualmente?
Era un fatal golpe de la realidad recordar el pasado.
Cuando Julia suspiró de repente, ella habló firme.
—Dime Hernán, ¿quién crees que soy yo? ¿Julio o Julia?
Hernán por un momento pensó que iba Julia salir corriendo por lo sucedido, como una mujer que había sido forzada a un beso. Sin embargo, no esperó una total serenidad y dureza en sus palabras. Y ahora con esa pregunta, no sabía exactamente qué responder.
—¿Crees que el silencio resolverá las cosas? Te hice una pregunta.
Por primera vez, Hernán estaba viendo en vivo y en directo esa personalidad fría y autoritaria que como Julio, siempre mencionó que había dejado atrás en su niñez. Sin embargo, el enojo prevaleció más, que sacó esa personalidad suya como autodefensa.
—Ahora eres Julia.
—¿Frente a tus ojos soy Julia? Entonces, ¿porqué besaste a Julio? Mencionaste antes de besarme: "comprobar algo". Tal vez querías saber si como Julio, sería impropio tener sentimientos por un hombre.
No pensé que fueras alguien tan poco tolerante y superficial.
El cuerpo de Hernán tambaleó un poco.
—Me acabo de dar cuenta, que puede que sí.
Realmente lo admitió...
—Entonces eso quiere decir que tienes sentimientos por mí siendo Julia, ¿no es así?
—Sí.
Realmente me habré visto estúpido rechazando las advertencias y las insinuaciones de Hernán, que ahora soy consciente.
Julia se levantó del piso, dándole una mirada directa hacia sus ojos.
—Entonces te tengo afirmar que te has enamorado de una mujer que no existe.
Hernán no tardó en responder.
—Por supuesto que existe.
—Hernán, si me convierto en un gato. Dime, ¿ahora sería Julio o un gato? Superficialmente soy un gato, pero mi esencia como Julio no cambiará. Si te has enamorado de este cuerpo femenino, entonces te has enamorado de mi superficialmente.
No creí que daría lecciones de vida a un hombre mayor que yo... Tal vez mi cerebro sea tan terriblemente despistado, pero tengo mis propios principios.
—Estoy enojado, confundido y decepcionado, porque yo sí me consideré tu amigo. Eso no quiere decir que ahora te odie como antes. Sólo que estoy poniendo las cosas en claro, sabes que mis gustos son heteros y probablemente tú también lo seas. Pero tampoco te discrimino si es que es así
—No es superficial.
Hernán se levantó del piso, posicionándose frente suyo.
—Yo realmente te admiro por lo que eres, pero también deseé que te quedarás con ese cuerpo. Porque pensé que todo sería más fácil en el futuro si es así.
Julia estiró su mano en su pecho expresando firmeza.
—Hernán, en menos de un mes volveré a ser Julio completamente. Cuando sea así la Julia que te enamoraste desaparecerá ¿Serías tan egoísta de que desearas que me quede con este cuerpo femenino? Siendo Julio estoy cómodo y es como siempre viví, lo único que deseo es que mi vida sea como antes. Por lo menos, lo sea mi propia identidad.
Hernán mostró demasiada sorpresa al oír aquello, si Julia desaparece ¿entonces esos sentimientos suyos también desaparecerán?
—Lo único que te puedo decir ahora es que, no puedo aceptar esos sentimientos tuyos. Por la sencilla razón de que no tengo ningún sentimiento romántico por ti.
—Julia..., no Julio.
Lo siento.
—¿Eh?
¿Herí demasiado sus sentimientos? ¿Oh tal vez fui demasiado agresivo en mis palabras? Creo por ahora esa personalidad sólo debo sacarla en casos de emergencia, me recuerda a mi yo del pasado y eso me desagrada.
—Admito mi egoísmo. Y pensaré seriamente en mis sentimientos. Pero, ¿podemos seguir siendo amigos? Creo que me sentiré fatal si llegas a despreciarme e ignorarme.
Julia no tardó en procesar lo dicho por Hernán, esbozando una mueca de sorpresa.
—Ahora mismo pareces un niño que acaba de ser regañado. ¿Crees que soy una doncella que acabas de manchar su pureza? ¿Crees nunca he besado a nadie antes? Claro que a un hombre no...–Julia apretó sus puños.— ¡Eso no quiere decir que no tengo ganas de golpearte por ello!
Hernán señaló su boca.
—Ya recibí una buena mordida.
Y está hinchado...
—Poste de luz, más te vale que no actúes extraño nuevamente, sino no volveré hablarte. Odiaría estar en malos términos contigo como antes, somos adultos y debemos actuar como tal.
Con sólo oír decirle "poste de luz", nunca pensó Hernán que sentiría alivio al escucharlo, que incomodidad.
—Pequeño gato, eres una persona muy madura. Hiciste que ni siquiera pudiera decir alguna palabra en mi defensa. Te subestimé demasiado.
—Supongo que los apodos no desaparecerán... Es algo raro rechazar a un hombre a mi edad.
—Ni yo pensé ser rechazado por uno. Aunque no es la primera vez que me rechazas.
—¿Qué?
Creo que me entró un poco de pena por esto.... Mejor ni pregunto detalles...
Julia mencionó repentinamente estirando ambos brazos hacia arriba para relajarse.
—Vamos dentro.
—¿El acuario?
—¿Crees que voy desperdiciar una invitación gratis?
El rostro de Hernán se quedó sin habla procesando lo que había oído. «Creo que he recibido un trozo de insensibilidad directo al corazón... A veces puedes ser algo cruel...»
Luego de haberse escabullido de manera exitosa, era el pelirrojo que estaba con la boca abierta, tapando su boca con las dos manos. Su rostro no había sudado tanto como en ese momento de adrenalina. Vradli se encontraba al otro extremo de aquel almacén, en una posición muy incómoda de sentarse, además de que quería ir al baño.
«Nunca pensé que tendría bastante miedo de ocultarme de Hernán, pero ahora mismo escuché demasiado que ni puedo moverme ni un centímetro. Encima estoy en shock ahora mismo, no puedo creer que mis suposiciones eran correctas. Pero esa persona, es realmente increíble a su manera... Ahora entiendo, porqué le llamó tanto la atención a Hernán.»
Nota de Aru:
Es ahí cuando los lectores se dan cuenta que el más denso y del problema resultó ser Hernán, más que Julio Jajaja. Las apariencias engañan... XD
Psdta: A partir de aquí tal vez les parezcan que no tiene sentido algunos pensamientos de Hernán sobre Julia. Pero más adelante tendrán mucho sentido cuando la historia tome sentido y se sepa el porqué de muchas cosas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro