-T2-Capítulo 43 Palabras y acciones sinceras
🍁Capítulo 43 «Palabras y acciones sinceras»
Cuando los minutos pasaron, para el trío de amigos no hubo otra interacción interesante que ver. En ese momento Vradli era ahora quien se preocupaba. Había apostado algo un poco difícil de cumplir con su actual economía. Pero no por eso iba dar cuesta atrás a sus palabras.
Caín se acercó a él y habló con un poco más de calma.
—Vradli, ¿ahora tú sientes miedo?
—Miedo tendría que Hernán nos descubriera.–Moduló una voz tranquila.—¿Tú crees que es fácil para dos hombres manifestar amor en público? Van a tener que obtener el lugar y el momento adecuado.
Anderson lo miró de reojo.
—Bueno, eso es cierto. Pero imaginar a Hernán hacer algo así, ni siquiera puedo imaginarlo...
Vradli rio un poco.
—¿Por qué imaginar, si puedes verlo en vivo?
Caín suspiró cansado.
—En mi caso, ya estoy harto en actuar como un acosador en potencia... Haber si primero no nos sacan de aquí por sospechosos.
Anderson también suspiró.
—Todos lo somos. Unos acosadores con máscaras ridículas.–Señaló a ambos.—Si Hernán está interesado en la pequeña hada, es demasiado bizarro ver también ese interés en un hombre. Fuera de la apariencia de ese chico bajo y su sexo, no es de Hernán jugar con dos personas.
Vradli afirmó con la cabeza.
—Tal vez la respuesta sea aún más bizarra.
En lo más adentrado del acuario, había un gran cuarto en donde techo y paredes estaban rodeadas de peces, todo estaba hecho de un vidrio transparente. La sensación que se tenía al entrar a ese lugar, era como estar dentro del mar en cuerpo entero.
Los peces y diferentes animales acuáticos, nadaban de un lado a otro y sobre sus cabezas.
Julio estaba maravillado en cuerpo entero con aquel espectáculo, sin despegar su vista arriba suyo, deleitándose maravillado con lo que veía, sus ojos parecían brillar con el contraste del agua. Al costado suyo, era Hernán quien disfrutaba de los gestos de Julio, sus ojos estaban dirigidos sólo a una dirección y era el rostro de Julio.
Sólo fue poco después de unos segundos, que el rostro de Hernán vaciló por sus acciones. Después de todo él notó que a quien veía es a Julio. Y que su expresiones deberían ser más profundas sólo cuando viera a Julia, dentro suyo rechazaba cualquier sentimiento por la persona que ahora veía, sintiéndose aún más intranquilo.
Sin embargo, ese día, sin importar la hora, sus pensamientos internos quería decirlo sin vacilar a Julio. Antes que fuera Julio quien sacara conclusiones erróneas de él.
Julio, después de unos largos segundos de perderse en lo que veía, recordó por lo principal en que había ido con Hernán a ese lugar.
De alguna manera me siento intranquilo ahora, ¿un cargo de conciencia? ¿Ideas equivocadas? Ni siquiera a intentado darme bromas molestas siendo Julio y eso es demasiado bueno para mí. Sólo veo a un hombre como cualquiera aquí y ahora, un amigo que me he acostumbrado a ver seguido a pesar de ser molesto algunas veces. Hermana, tal vez tus palabras me hicieron pensar de más. ¡Y siendo Julia sólo me vuelvo aún más susceptible a ser más molestado!
Entonces si vuelvo a la normalidad, sólo puedo asegurar que las cosas serán mejor que ahora.
El trío de amigos miraban a ambos fuera de la entrada del gran cuarto, no podían escuchar nada, pero tampoco notaban que intercambiaran palabras. Incluso para ellos, era distractor el bello espectáculo que había dentro. Pero lo que si notaron fue el rostro confundido de Hernán, arqueaba sus cejas intranquilo alejándose de a poco de Julio.
Pero de repente, lo único que vieron fue a ambos estar de espaldas completamente.
Hernán de a poco se acercó a Julio, sintiendo este algo de intranquilidad por el repentino acercamiento hacia él, hasta que Hernán le susurró sorprendiéndolo.
—Sígueme la corriente.
¿Qué?
Hernán volteó de golpe hacia Julio tomándolo de ambos hombros y bajando su rostro casi a la misma altura del rostro de Julio. Para la visión del trío de amigos, ¡esa postura, ese ángulo, no podría ser otro que un beso!
Tanto Anderson y Caín se abalanzaron hacia afuera y salieron corriendo lo más pronto posible de aquel lugar, no sabían si estaban en shock por ver una escena así o sintieron un extremo miedo que Hernán los haya visto y reconocido. Oh simplemente, eran las dos cosas.
—Qué..., ¿qué acaba de pasar?
—Ellos, se...se...
Vradli moviéndose con tranquilidad, se sacó la máscara y sonrió triunfante.
—Lo que pasó, es que aquí hay un ganador.
Anderson se apresuró hablar.
—Pero, no es posible.
—¿No es posible? Tenemos buena visión, o piensas que alguien se acercaría en esa posición a otro sólo para hablar, ¿verdad?
Caín tiró hacia el tacho de basura su máscara de pulpo, saliendo del lugar de inmediato.
—Esto es demasiado frustrante, me iré a casa.
Anderson también sacó su máscara, guardándolo en su bolsillo.
—Somos hombres de palabra, lo aceptamos, perdimos y cumpliremos...¡También mi iré!
Vradli los vio salir con una expresión relajada, hasta que suspiró.
—Ven porque la fuerza bruta no es esencial en todo. Es evidente que Hernán notó que alguien los vigilaba, pero fue demasiado propicio para mi que él hiciera aquella escena pareciendo un beso. Cuando sólo quería ver quién estaba detrás de él.–Vradli acomodó su cabello con una sonrisa.—Me pregunto que compraré después con ese dinero...
Julio tenía una expresión congelada en ese momento, mientras sentía la respiración de Hernán muy cerca de su rostro. Al alzar su mirada hacia sus ojos estos se notaban feroces y atentos detrás suyo, como si buscara una presa.
¡Demasiado cerca!
¿Qué demonios le pasa?
¡Es como si hubiera visto a un asesino detrás mío!
Las personas alrededor nuestro murmuran sin parar, es una posición demasiado incómoda, ¡reacciona!
—Her... Hernán, si retrocedes y me explicas sería genial.
Cuando Hernán notó lo cerca que estaba del rostro de Julio al bajar la mirada hacia él y escuchar a la gente murmurar con más intensidad. Cierto "miedo" se apoderó de él, como si sintiera que algo incorrecto estuviera haciendo frente a la vista de tantas personas que los veían fijamente, otros con asco y algunos con curiosidad. Él se apartó de inmediato de Julio.
Se adelantó dos pasos de él y paró sólo para hablarle.
—Vámonos, es casi las doce.
Julio aún confundido por su expresión, prendió su celular para corroborar lo dicho por Hernán, estaba a quince minutos de terminar su tiempo como Julio y tenía que irse ya a un lugar seguro.
Dentro de los lugares más alejados del acuario, era un tipo de almacén que se encontraba cerca de los baños que frecuentaban normalmente el personal de limpieza y algunas veces personas con mucha urgencia que se perdían, pero encontraban afortunadamente ese lugar.
Julio aún con tantas preguntas, lo único que salió de su boca fue un suspiro.
Hernán habló primero.
—Alguien nos estaba siguiendo.
Los ojos de Julio se agrandaron.
—¿Eh?
—Sentí que alguien nos vigilaba, así que oculté un poco mi rostro sobre el tuyo para ver quién podría ser, sólo vi sombras irse.
—¿Enserio? ¡Quién tiene tanto tiempo para llegar hacer eso! Si eran ladrones, quedarían en quiebra si intentaran robarnos.
Por todos los medios posibles, Julio intentaba esquivar el detalle de que sus rostros estuvieron demasiado cerca y que la expresión de Hernán no fue nada normal.
—Supongo que esperaremos un poco aquí, ya pronto mi cuerpo será Julia nuevamente...
Hernán sólo asintió.
El ambiente parecía inclinar a algo más tranquilo y silencioso, con un Julio aliviado de que no fue nada de lo que pensaba, que sólo eran simples malinterpretaciones.
Pero tal vez pensó demasiado, cuando Hernán habló de repente.
—Yo realmente quiero comprobar algo y debe ser ahora.
Sin siquiera poder decir alguna palabra de confusión, el brazo de Julio fue estirado con fuerza hacia Hernán, acercándose él hacia su rostro sin vacilación, Julio sintió que sus labios quemaban al ser fuertemente apretados por los de Hernán. Antes que pudiera dar un paso atrás con el shock invadiendo su cuerpo. Su boca sintió por primera vez que era ser besado de forma apasionada y brusca.
Sumergiéndose en ello sin poder reclamar nada.
En ese momento Julio se dio cuenta que todo lo había tratado de ignorar dentro de él sobre Hernán, era totalmente real.
Nota de Aru:
A poco creían que se iban a quedar con las ganas del beso~
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