-T2-Capítulo 39 Dudas y más dudas
🍁 Capítulo 39 «Dudas y más dudas»
Cuando Julio abrió la puerta de su departamento, parecía haber abierto la puerta hacia el infierno, al ver primero el rostro de André.
—¡Adorado cuñado!
—¡Ni te atrevas abrazarme!
—Eh...¿ahora sí eres Julio? Bueno no importa...
—¡Aléjate de mí!
Julio aún sentía cierto escalofrío, al recordar el abrazo de su "adorado" cuñado, como un trauma permanente. Aún después de saber que su figura de hermano mayor, decayó totalmente al saber él su secreto.
—Oh, veo que por fin André te tomó bastante confianza y cariño. Hermanito, ¿acaso rompiste la barrera que tenías con mi esposito?
—Vamos sentarnos, hermana.
Meri mostró un rostro confundido.
—¿Um? ¿Por qué el ambiente se puso tenso de repente?
Luego de explicarle los detalles a Meri de ese "trágico" día, para Julio. Meri sólo señaló a su esposo sorprendida.
—¡¿Eh?! ¿André lo sabe?
—¡Así es! Querida esposita, es cruel guardarme tal secreto.
André mostro un rostro de cachorro herido.
—¡Lo hice por mi hermano! Sabes que no le defraudaría, si me pide algo así. No sabes el esfuerzo que hice para no decirte nada. Lo siento...
—Bueno, no importa. Lo importante es que ahora lo sé.
¡Lo importante es que no digas nada a nadie!
Meri se mostró pensativa, para luego alzar su rostro hacia Julio con algo de seriedad.
—Pero hay algo que me deja muchas dudas en tu relato.
Julio mostró sorpresa.
—¿Qué cosa?
—¿Por qué Hernán estaba a tu lado en ese momento? Es cierto que lo invitaste ya que yo acepté, pero no creí que fueran realmente tan cercanos.
Julio tan sólo suspiró.
—De todas formas él sabe mi secreto y de alguna manera ahora somos amigos. Después de todo, incluso trabajamos en el mismo lugar y también protege mi secreto. Si se podría decir...
André interrumpió alzando el brazo. Moldeando una sonrisa "inocente".
—¿Un amigo le dice a otro amigo, «pequeño gato» de apodo?
¡Porqué estás mencionando eso idiota!
—¿Pequeño gato? A mi hermano, ¿cómo apodo? ¿Él?
Meri meditó por unos segundos dentro suyo. «¡Sabía que ese sujeto era peligroso! Por más guapo que sea, Julio es lento en darse cuenta lo que realmente está pasando alrededor suyo. ¿Cuál es su intención? Hermano, tengo que advertirte.»
—Querido hermano, aunque sé que los rencores del pasado ya quedó todo resuelto. No te dejes manipular por ese sujeto. Ni lo dejes ser tan cercano a ti ¡Te podría hacer algo... impuro!
—¿Impuro?–El rostro de Julio se mostró desencajado.—Hermana, estás exagerando ¡Soy tu hermano mayor! Él es sólo alguien que hace bromas pesadas, no es como si me viera como mujer.
El rostro de Meri mostró no creerle nada.
André agregó:
—Yo no vi eso...
—¡Realmente se confunden!
¡Somos hombres! Él es alguien que ha salido con muchas mujeres, como podría yo...
¿Por qué hay un silencio sepulcral en este momento?
—¡De todas formas! Yo podré regresar a la normalidad en un mes. Por fin, el anciano encontró la forma de ser yo hombre completamente.
André lo miró confundido.
—¿Completamente? Es decir, ¿tienes dos cuerpos? Interesante, creo entender un poco...¡Claro, por eso ahora te veo diferente!
—André, te lo contaré con más calma en casa...–Meri saltó de inmediato hacia Julio, agarrando ambos hombros.—¡Hermano! ¿Es eso verdad? ¡Es genial! ¡Podrás recuperar tu vida normal!
—¡Por supuesto! Comenzaré todo de nuevo, sólo pensaré que estos meses fue unas largas vacaciones.
—¿Entonces renunciarás a tu actual trabajo? –mencionó André.
La euforia de Julio cambió un poco a melancolía.
—Sí, lo haré. Después de todo ahí creen que yo soy una mujer.
—¡Entonces tengo que ir a visitarte! ¡Eso quiere decir que actúas como una mujer! Eso será divertido de...
Meri intercedió viéndolo fijamente.
—Esposo...
—Meri, yo sólo tengo curiosidad. Esposita, nunca hemos ido visitar a Julio en su trabajo.
Ahora con esa información, tengo más ganas de ir. Creo que mencionaste que era una cafetería, ¿no es así Meri?
El pez muere por su propia boca, ¡tengo que hacer algo con esta boca mía...!
—Si mi hermano no quiere que lo visites, no lo hagas. Sabes lo devastado que se ve sólo con que sepas su secreto.
André miró con ojos de cachorro a Julio.
—Cuñado...
Julio no dudó en negarlo.
—Serás un dolor de cabeza. Ni loco te lo diré.
—Esposita, si vamos ahí, sabrás más de las intenciones de su supuesto amigo.
Meri reaccionó al instante.
—Iremos.
André sonrió muy alegre, ante el rostro estupefacto de Julio.
—¡Espera Meri! Te dije que estás equivocada.
—Mi intuición femenina, nunca falla, hermano mío.
¡¡Entonces André no tiene que ir!!
(***)
En la esquina de la cocina, Julia se encontraba en una silla, como si su alma es es escapará de su cuerpo. Sara al notar aquello se acercó de inmediato a ella.
—Julia, ¿estás bien?
—Quiero cavar un pozo y hundirme en el.
—¡¿Tan mal estás?!
—No es nada grave, sólo no estoy de humor.
La chispa de un peor humor, fue prendida con la aparición de Maicol.
—¡Buenas tardes! Hola, Sara.–Maicol se acercó de inmediato a Julia. Estiró ambas manos sosteniendo un regalo, envuelto en papel platinado-Toma.
Julia miró el regalo y luego lo miró a él.
—¿Qué es esto?
—Un regalo.
—¿Por qué? No es mi cumpleaños.
—Cuando alguien te gusta, es normal regalar estas cosas.
Julia realmente no sabía hacer con esa situación, lo único que le calmaba ahora, es que él ya no podría verlo con ese aspecto. Y por fin podría presentarse, como el hermano mayor que fue siempre para él.
Maicol habló en un tono más animado.
—Por lo menos ábrelo, si no te gusta, ¡puedes botarlo!
Julia dudó por un momento, pero realmente no quería expresar rudeza con él. Abrió el regalo, encontrando un collar plateado con incrustaciones de piedra preciosa que resplandecía en un tono rosa.
—Si es con esas intenciones, no lo aceptaré. Sara, a ti te va mejor este regalo, se te verá muy bien.–Puso el collar en su mano.—Te lo regalo ahora a ti, no lo botaré sería un desperdicio.
—¿Eh? Pero, ¡espera Julia...!
Julia sólo salió del lugar manteniendo compostura, aunque en ese momento sólo huyó del lugar para no escuchar más a Maicol.
—Yo...–mencionó nerviosa Sara. —Yo creo que no debería aceptarlo, tómalo.
—No, está bien, si no lo quiere, entonces tenlo tú.
Sara mencionó con sorpresa.
—¿En serio?
—Eres una mujer también, me sentiré peor si lo boto.–Su mirada se dirigió a ella.-Espera Sara, ¿porqué crees que no le gusta estás cosas? Incluso a ti te gusta.
—Tal vez... Porqué. Julia es mayor. Pueda que sus gustos sean diferentes.
—Qué si es dos o tres años mayor. No creo que sea tan distinto a otras mujeres.
—Ella tiene, veintiséis años.
Maicol expresó un tremendo signo de interrogación en su rostro, quedándose paralizado.
—¿Qué?
—¿No lo sabías?
—Sólo sabía que era mayor que yo... Pero no sabía que era tan mayor.–Trató de explicar con sus manos.—¡Su apariencia no puede ser más de veintidós!
—Yo creí también que era más joven, cuando la vi por primera vez –habló en un tono culpable.
—Es siete años mayor...
—Eso es... un poco...
Maicol palmeó ambas manos.
—¡Para el amor no edad! ¿Qué si es diez años mayor? Mientras se vea joven, no hay problema.
¿No es así?
Sara lo miró sorprendida, por lo que al pasar saliva, respondió lo primero que se le vino en mente.
—Creo que uno no debe ver más allá, si realmente le gusta esa persona.
—¡Eso es correcto! –Maicol rodeó con su brazo izquierdo los hombros de Sara. Esto provocó un rubor muy notable en el rostro de la joven.—Me caes bien, creo que por fin puedo confiar en alguien para decir mis penas.
Ella expresó un poco desilusionada.
—Yo..., no creo que sea bueno...
—¡No seas tímida! No te comeré.–Rio en brevedad.—Te ves más bonita cuando sonríes.
Sara se quedó paralizada sin saber que hacer en ese momento, ella también quería enterrar su rostro en cualquier lugar en donde no pueda ser vista. Aunque ahora Maicol sólo la veía como amiga, en el fondo ella tenía más esperanzas que antes. Tal vez, el tiempo sería su único aliado.
Nota de Aru:
Los próximos capítulos habrá más salseo entre los protas, después de 84 años, se los juro(?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro