Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3 Día de problemas


🍁Capítulo 3 «Día de problemas»

Oscuro en partes, confuso, brillante por las luces esparcidas, máquinas extrañas en cada esquina y algo desordenado en su fila de expedientes. Esa era la descripción del lugar de trabajo de aquel científico que tenía ahora en sus manos, el cambio de Julio.

—¿Y todo esto? ¿Cuánto tiempo te tomó construir tantas cosas?– su mirada de impresión era muy evidente, las expresiones y gestos del rostro de Julio es su talón de Aquiles, por lo que mentir no es su punto fuerte.

—Fueron cinco años, luego de mi jubilación. Este proyecto lo tuve en mente desde que era muy joven.

—¿Hace cuanto siglos estamos hablando?–Esbozó una risilla.

—¿Estás tratando de insinuar que soy muy viejo?–Lo apuntó con un destornillador, para luego voltearse y continuar con sus asuntos.—Ya quisieras mi lucidez cuando tengas mi edad.–Se halagó a si mismo con total seguridad— Mírate tú, delgado y bajo, hoy en día las mujeres se fijan en los estereotipos del mundo, si mencionara cuántas personas hoy en día se fija en lo que la persona realmente es. Sería tan mínimo como contabilizar a políticos con valores y ética.

Aquella cruda descripción, hizo que Julio recuerde la razón de su tristeza.

—Carla se fijó en mi por lo que soy, compartimos mucho tiempo juntos. Y ella jamás me discriminó por mi apariencia.

—Tanto así que te dejó, no sé cual es mucho peor.

—¡Aún no sé sus razones!–Cruzó de brazos con un rostro embargado de tristeza. Muy en el fondo, él se aferraba a una fugaz esperanza.

Ante su silencio, el científico comenzó a hablar con más seriedad.

—Tal vez no la conociste lo suficiente. Las personas cambian con el tiempo y eso no te diste cuenta en la mujer que amabas.– Explicó alistando sus utensilios de trabajo. Su experiencia es amplia, lo suficiente para conocer los misterios de la vida y comprender la situación de Julio.

—Yo aún la amo, no pienso quedarme con rencor hacia ella sin conocer las razones de sus acciones.–Estiró su mano hacia un jarrón costoso, cayendo este en el acto y rompiéndose en muchos pedazos. El anciano quedó estupefacto por el suceso.—Después de todo te darán una recompensa gracias a mi.–Se excusó Julio luego de su torpeza, por lo que el anciano científico tan solo expiró por su torpe acción.

—¿Y si te alejas de los objetos valiosos?

—Eso es muy discriminatorio, sabes.

—En serio, hazlo.

—Está bien. Fue mi culpa, disculpa–Retrocedió hacia una esquina vacía.—Ni que fueras a llevarlo a la tumba tus objetos valiosos –murmuró entredientes, subestimando la aún buena audición del anciano, que tan sólo ignoró haberlo escuchado.

Luego de una hora de pruebas y ensayos, por fin pudo terminar de dar los últimos toques a su equipo de trabajo, para descartar cualquier fallo o eventualidad que se presentase en el proceso.

—¿Estás preparado mentalmente?

—¿Quiere que le sea sincero?
No.

—¿En serio hombre? Te di casi una hora para que lo asimiles. ¿Oh, acaso ya te arrepentiste? Ya es casi medio día, si te fijas en el reloj.–Indicó moviendo su cabeza, hacia su reloj viejo que colgaba en su pared.

—¡No, claro que no!
Sólo quería saber, ¿el porqué hace este proyecto? ¿Con qué fin de investigación? Como voluntario y casi sujeto de experimento, debería saberlo.

—«Cambia y vive en quién tú desees» Lo cree para ver que tan adaptable es el cuerpo del ser humano a una alteración de tal magnitud, el ser humano es alguien muy voluble tanto física como mentalmente, pero hoy en día hay muchas cosas imposibles de hacer con los métodos convencionales. Así que hacer un método de mayor duración, sería mi prioridad. Lamentablemente este mundo necesita este recurso hoy en día, yo ayudo dar el siguiente paso a la humanidad.– esbozó un pequeña sonrisa de compasión—Esto tardaría por lo menos un año en completarse.

—¡¿Un año?! ¿Piensa demorar ese tiempo en hacer, lo que tiene que hacer?

—Déjame terminar, jovencito apresurado.–Lo miró alzando sus cejas. Se paró y caminó hacia un dispositivo del tamaño de un ser humano, que pareciera ser una gran cápsula.—Este, es un dispositivo que acelera el complejo proceso de modificación, es algo parecido a lo que llamarían máquina del tiempo, pero sólo que este no sirve para dar saltos en el tiempo, sino que acelera la modificación de las células, claro que me tomó tiempo para asegurarme que no hubiera daños catastróficos en el cuerpo de un ser humano. Te lo estoy diciendo así, porque en mi lenguaje científico, no me entenderías.

Julio mostró su rostro de disgusto por haber sido llamado ignorante, pero su curiosidad es aún más fuerte.

—Eso quiere decir...

—Sólo tomará media hora para completar todo el proceso. Ya está todo preparado, ahí tienes una bata especial.–Indicó con su mano hacia un estante.–Póntelo y comenzaremos con el experimento.

El asustado, pero intrigado Julio, pasó saliva he hizo caso al anciano científico. Agarró la bata con una mirada fija en ella. Quería ese cambio, él mismo quería cambiar tanto física, como mentalmente.

Tranquilo Julio, ya llegamos demasiado lejos. Tengo que confiar en ese anciano. Estará loco, pero se nota su basta experiencia en experimentos como estos ¡Seré otro! Carla me verá con otros ojos, estoy seguro que toda esta pesadilla cambiará después de esto.

—En cinco minutos comenzaremos. Ve a cambiarte en ese cuarto derecho.–Señaló con su arrugada mano.

—Claro...–Agarró la manija del cuarto izquierdo, estaba en la nubes por lo que se confundió de cuarto.

—¡Derecho! ¿No querrás asfixiarte con el hedor del baño?

—¡¿Pero qué demonios?!–Tapó su nariz al darse cuenta que se confundió de cuarto, saliendo disparado al otro cuarto.–¡Ese baño es un ecosistema de bacterias! , ¡pero qué sucio! Parece que siglos no se limpiara. Yo ya decía que los científicos eran cuidadosos y limpios.– Suspiró ante el mal rato—Debo quitarme de la mente este mal presentimiento ¡Voy a obtener ese cuerpo como de lugar!

***

—Primero entra y relájate. Piensa que es un sauna.

El anciano científico, le explicaba a Julio los pasos a seguir para comenzar el proceso de transformación. Antes de que la cápsula cerrara su puerta, Julio alzó su mano para hacerle una última pregunta al científico.

—¿Seguro que no dolerá?

—No, sólo es un experimento que modificará cada célula de tu cuerpo.

—No sabes cómo me tranquiliza eso.–Mencionó Julio en ironía. Finalmente la cápsula se cerró, dejando escapar de el un pequeño vapor. El anciano tan sólo dio una pequeña sonrisa de satisfacción.

—Excelente, tu cuerpo lo soportará. Tienes una gran resistencia, ni tengo que preocuparme por los efectos secundarios–Presionó el botón de inicio sin titubear con una gran emoción. Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo, por lo que la ingenuidad de Julio fue un gran punto a su favor.

Los minutos pasaron muy rápido, el cuerpo de Julio sí estaba reaccionando tal como el anciano lo pronosticó. Julio entró en una especie de sueño profundo, hasta finalmente que los cambios se hicieron notar.
Sus manos y pies se tornaron más delgados, su rostro se volvió mucho más fino de lo que era, su cabello creció hasta su hombro y su cuerpo se volvió una esbelta y delicada figura femenina. A pesar de que el experimento fue un éxito, el anciano científico no mostró estar conforme del todo.

La cápsula se abrió muy lentamente y los ojos de Julio se abrieron a su ritmo. Estaba muy confundido, como si hubiera vuelto a nacer. Hasta que finalmente pestañeó al darse cuenta de que todo había terminado. Miró al científico que mostraba sus ojos muy fijamente a "él", posando su mano en su mentón.

—Digamos que fue un éxito, pero yo esperaba un verdadero cambio. Un cuerpo más...¿perfecto?, tal vez.

—¿De qué está hablando?–Salió Julio de la cápsula con rapidez, sintiéndose muy liviano para su sorpresa.

—Bueno, ¡pero resultó!–Alzó su pulgar.—Desde ahora te quedarás a mi vigilancia, ellos quedarán muy satisfechos con el resultado. Los retoques finales serán fáciles de modificar, no me tomará mucho tiempo.

—¿Me veo bien? ¿resultó?–Saltó Julio de alegría estirando ambos brazos, hasta que notó el peculiar sonido de sus cuerdas vocales— Espera, mi voz ¿No está demasiado suave?–Tocó su cuello y vio sus manos. En ese momento Julio no sabía cómo exactamente reaccionar.

—Creo que es hora de que respires sin alterarte.–Indicó el anciano, bajando y subiendo su mano derecha.

Era hora de dar muchas explicaciones y de poner en manifiesto la frase: "El estafador, resultó estafado"

—¿Puedo verme a un espejo?– Pasó saliva volteando con una sonrisa siniestra hacia el científico.—No, mejor dicho. Dame un espejo.

—Voltea detrás tuyo. Puede que encuentres la respuesta de tus dudas.

Julio volteó muy lentamente con el corazón a mil, su consciencia le dictaba que desde el principio todas sus decisiones habían sido erradas y que su ego fue el causante de su propio desastre. Pudo ver muy claramente la figura de una delicada mujer delante de él, tal vez una melliza suya. Es lo que hubiera deseado creer haber visto, en ese momento.

—Mierda.

Tocó su rostro y se miró avergonzado, con ganas de gritar su desgracia. Giró su cabeza, el cual su criterio de raciocinio se esfumó al verse arruinado.

—¡Viejo! ¡¿Donde está mi perfecto cuerpo masculino?!

—Nunca te dije que mi proyecto era crear un perfecto cuerpo masculino. Lo que muchos desean ahora y que gracias a tu osadía fue posible hacer realidad y comprobarlo. Es que el ser humano, obtenga el cuerpo de su género contrario a una total perfección.–Sonrió con total satisfacción.— ¡Eres el primer ser humano transgénero en su totalidad! Todo de ti, es ahora femenino.

—¡Femenino mis zapatos!
¡Este no era el trato! ¡Es más!
¡Yo no era la persona que debió ser usado como experimento!

—Eso ya lo sabía.–El rostro de Julio mostró una sorpresa total a sus revelaciones—¡Apareciste en el momento más oportuno! Fue fácil convencerte, tú mismo accediste. Un hombre lastimado, puede hacer muchas locuras por despecho.

—¿Fui engañado? ¡Nada concuerda! ¿Entonces cómo sabías mi nombre y apellido?
¿Acaso no era otro quién vendría hoy?

—Historias, textos sin fuentes verdaderas, me preocupa tu ingenuidad, ¿reconoces esta invitación?– alzó un sobre blanco, adornado de dorado en los bordes. Era la invitación de matrimonio del estafado Julio.— Se te cayó. Tu nombre está grabado aquí.

Maldita sea la hora en que guarde esa invitación de matrimonio conmigo.

—No creas que no recibirás nada, aún no se sabe si todo está muy perfecto. Para la ciencia no hay nada perfecto, todo evoluciona, todo ser perfecciona ¡Estaré dispuesto a ayudarte si se te presenta un evento desafortunado!

—Quiero que me devuelvas a la normalidad ¡Este es un evento desafortunado! –Alzó sus brazos—¡Genio!

—Imposible, no hay retroceso a un cuerpo modificado. –Negó con su mano con total descaro.

—Genial, ¿qué más debe pasarme? ¿Qué me deporten? ¿Qué me salgan escamas? ¿Qué una maldita paloma defeque en mi hombro? –Lo último fue hecho realidad por una joven paloma, que es escapó por uno de los orificios del techo. La cordura de Julio tambaleaba a la histeria.

—A veces entran por lo orificios. –Señaló el techo rajado y lleno de orificios por el tiempo.—Tengo que limpiar constantemente, pronto renovaré todo. Eso es bueno.

—¡No me importa lo que le pase a tu laboratorio!–Se limpió con un trapo sucio, para luego salir corriendo en dirección del cuarto en donde se encontraba su ropa de boda. Se cambió con rapidez, dándose cuenta de que ahora su sastre le quedaba más suelto y algo abultado en el pecho. Sin mirar atrás, huyó de aquel científico. Lo último que quería era cometer un asesinato. Tan sólo la mirada del anciano era de un "ya volverá".

Julio corrió sin parar hasta estar lejos de ese lugar, ya era la hora de almuerzo, por lo que su organismo le pedía a gruñidos comida. Bostezó caminando ahora lento, mientras todos miraban extraño ver a una joven andar en sastre.

Alzó su mirada a un puesto de comida, cuando por fin se acercó a ese lugar. Sus ojos reconocieron la figura de su peor enemigo. Estaba ahí, Hernán. Pero su aún, querida Carla, no estaba con él, poco le importó ir directamente a él y agarrarlo del brazo para gritarle:

—¡Tú maldito!
¡¿Dónde está Carla?!

—¿Quién eres tú?

El ahora desafortunado Julio había cavado su propia tumba. Su mano quería golpear a Hernán, y su cuerpo quería salir huyendo al verse humillado, si lo reconoce. Pero tal vez su torpeza y su mala suerte, no sea de todo malo para su futuro.

Nota de Aru:

¿Qué pasará el próximo capítulo?

a) Julio se dará cuenta que Hernán es una buena persona a pesar de todo.

b) Hernán humillará aún más a Julio al reconocerlo y finalmente completará la huida con Carla.

c) Se sentarán a comer Julio y Hernán, porque mucha tienen hambre y eso no se perdona. (Me incluyo)

d) Dejen su amén por Julio.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro