Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29 ¡Sin rencores!

🍁«Capítulo 29 ¡Sin rencores!»

Las luces opacaron un poco su visión al entrar y él sólo atinó a suspirar algo sorprendido.

—De todas las posibilidades que imaginé, que me llevaras a este lugar estaba en la última opción.

—No te quejes, vamos, entremos.

Después del remolino de vivencias e impresiones que vivió Hernán, nunca pensó que Julia lo llevaría a un pequeño bar de regreso a su distrito. No entendía sus acciones, pero de alguna forma se dejó llevar por ella.

—¿Piensas emborracharme? Eh...–Volteó sigilosamente hacia Julia, un tanto en alerta.

—Claro que no, pero yo no tomaré, tú lo harás, es mejor pensar en otras cosas en estas ocasiones.

—Vienes a un bar para no beber, ¿entonces tomarás agua?¡Bien!, iré al gimnasio para comer.– Dijo en sarcasmo riendo en brevedad.

Al parecer ya está de buen humor incluso para hacer bromas, es tan voluble. En serio ni sé el porqué lo traje en el primer lugar que vi.

—Yo tomaré bebidas suaves, cuando bebo demasiado hago muchas cosas que no quiero. Y muy vergonzosas. Lo sé por que me lo contaron, yo no recuerdo nada...–Expiró recordando el pasado.

—Oh, eso es interesante.–La miró de reojo y volteó con una breve sonrisa al posar sus manos en la pequeña mesa redonda —Entonces, ¿me trajiste aquí para hacerme sentir mejor?

—Se podría decir...–Giró completamente hacia él.—¡Vamos Hernán! Somos dos hombres desafortunados..., bueno estoy hablando de mi yo interior, no físico.–Aclaró.—Aquella vez no tuve la oportunidad de desfogar mi frustración y ahora tu rostro mostraba aquello. Sólo pensé en que deberíamos acompañarnos en desgracias así. No sólo lo hago por ti.–Se señaló.

—¿En serio?, después de todas las quejas de molestia de cuando estoy a tu lado, ¿tratas hacerme sentir mejor?–Meditó y asintió con su cabeza.—Realmente eres extraña. Oh diría, muy ingenua.

—No soy un egoísta que piensa en sí mismo, ¿por qué haría lo mismo que tú? Además, estamos a mano con esto, después de todo no podemos llevarnos mal. Trabajamos juntos y te recuerdo que tenemos un proyecto pendiente.

Tras un breve silencio, Hernán respondió con sinceridad:

—Creo que por más que quisiera, en esta forma tuya no hay manera en que me desagrades.

Julia movió ligeramente la cabeza a un lado y sonrió brevemente con cierta incomodidad.

Eso es obvio, no hay manera que te agrade estar muy cerca de un hombre. Sólo que olvidas que lo soy aún con este cuerpo.

—Entonces es muy oportuno seguir de esta forma ¿Qué debería pedir?

—Julia...Nunca pensé decir esto, pero.–Dio una pausa.—Realmente eres una buena persona.

—¿Ah?–Julia rio para su sorpresa.— ¿Recién te das cuenta? Ves que yo no soy el único lento.

Esa era la primera vez que la vio sonreír de esa manera tan vivida, hasta ahora sólo la había visto enojarse. Debía admitir, que realmente tenía una hermosa sonrisa, tal como le dijo Carla hace mucho tiempo, cuando aún ella lo amaba.

—No lo digo sólo por ahora, envidio esa parte amable de ti. Yo no sería capaz de no odiar a alguien que me hizo daño. Pocas veces te he visto ser egoísta. Al cambio yo, desde joven nunca fui en el camino correcto.

—Oh, no sabía que pensabas así.–Se sintió por un momento halagada.—Pero, yo no soy para nada de envidiar, también en mi juventud di muchos problemas en el orfanato, por ello para reformarme me hicieron practicar karate, ya sabes se necesita cierta disciplina. Cuando crecí más me di cuenta de que no obtenía nada siendo un rebelde, por lo que me dedique después a ayudar a cuidar a los niños, incluida Meri. Por ello me acostumbré a poner a las personas que estimo primero antes que a mí, nunca creí que al final, terminaría yendo todo en mi contra.

—Por lo menos tu pudiste salir de aquello.–Susurró Hernán volteando a ella.—Cuando me dijiste aquella ves: "Tú no sabes que es perder a alguien que era tu mundo", en ese momento yo sólo tenía una respuesta. "Nunca he tenido algo así, yo realmente no lo sé." Créeme que ahora mismo, incluso ni con Ayla sentí ese amor. Las palabras que le dije fueron muy sinceras.–Hernán Suspiró mirando el lugar.—siéntete afortunada, es la primera vez que hablo con alguien sobre cosas personales de mí.

—¿Debería estarlo? Tal vez. Después de todo no eres tan diferente a mí, incluso chicos con tu aspecto pueden ser desafortunados. Creo que gozamos de la misma "suerte".

—Ahora que lo dices, ¿me harás pasado tu mala suerte?

—¡Ya quisiera! Pero incluso ahora aún no sé cómo hacer para volver a la normalidad. Un hombre convirtiéndose en mujer, ¿puede ver algo más desafortunado?

—Disculpen, ¿van a beber?–Se acercó el camarero del lugar.

—Eh...a mi das un cóctel suave, el más mínimo de alcohol que tenga y a él...¿Qué vas a querer Hernán?

—Lo preguntas como si fueras a pagar.

—Ah, ¡cierto perdí mi billetera! Pero tenemos estos billetes de aquel hombre, por lo menos será útil en algo.

—¿Cómo comprar un nuevo celular? Es tuyo, no lo gastes.

—No es mío...

—Si realmente quieres invitarme, hazlo con tu dinero. Tráeme una botella de vino, el más añejo que tenga.

De su bolsillo, sacó la billetera azul pérdida de Julia, quién señaló con euforia.

—¡Esa es mi billetera! ¿Por qué lo tienes tú?

—Cuando te vi correr a todo pulmón, noté que esto se te había caído. Así que lo recogí.–Sacó de el cierto billetes, para luego entregarle su billetera y el dinero al camarero.—Gracias por la invitación.

Técnicamente me está robando, pero después de todo yo fui quien lo llevó a este lugar. Sin embargo, ¿tuvo que pedir un vino caro? Aprovechado...
Es cierto, ¡puedo recompensarlo con este dinero!

—Gracias por devolvérmelo, casi vacío, pero gracias. Este fue un regalo de Meri.–Enfatizó.

—De nada...–La miró con curiosidad.—Hasta ahora, realmente no entiendo cómo terminaste así.

—Ah, eso. Te lo diré simple. Fui engañado por un científico loco que me utilizó como ratón de laboratorio y terminé con dos cuerpos.  Ahora tengo un trato con él para que me vuelva a la normalidad. Pero creo que ahora, ese anciano encontró una solución. Sólo debo tener paciencia, mucha paciencia.

Hernán suspiró con su mano apoyada en su rostro y su codo en la mesa.

—Julia, se supone que debo sentirme mal por lo que me pasó. Pero ahora siento más pena por ti. Creo que tomaré en tu nombre.

—Qué considerado...–Dijo en sarcasmo.—Ya verás, yo recuperaré mi vida normal. ¡Pronto Julia desaparecerá!

Tras un breve silencio, Hernán habló con franqueza:

—Por qué, ¿no sólo te quedas como Julia?

La mirada seria de Hernán hacia ella, dio pase a un incómodo silencio, por lo que Julia se apresuró en hablar.

—¡No digas eso ni de broma! Eso me dio escalofríos.–Se abrazó a si misma.

Hernán volteó su rostro y pasó saliva, se sentía extraño por haber dicho aquello. «¿Por qué dije eso? Pero, no estaba bromeando».

El camarero interrumpió, dejando el pedido sobre la mesa redonda.

—Aquí está el vino de mejor calidad y el cóctel suave. No hay vuelto.

—Gracias.

—Ahí se va mi mensualidad de un mes...–Murmuró Julia.

—Entonces bebe, no lo desperdicies.

—No lo haré. No quiero armar una escena.

Hernán se sirvió un vaso lleno de vino, pero el filo del vaso se quedó en su boca, cuando Julia lo miró fijamente sin pestañear.

—¿Qué?

—Yo te he dicho muchas cosas de mí, también dime más de ti. Por ejemplo, ¿y tu familia?

Hernán tomó un sorbo de su vino y comenzó a hablar:

—Tengo una familia común, padre, madre y un hermano menor.

—Oh, son varios. Tienes bastante gente cercana, estoy envidioso. Algún día yo quisiera formar también mi propia familia.–Suspiró.—Bueno, por ahora estoy bien así.

Con algo de incomodidad por su expresión de anhelo, Hernán preguntó:

—¿No tienes a nadie a parte de Meri?

—En el orfanato éramos como una familia, hace tres años el orfanato cerró y nunca más supe a dónde fueron los niños que quedaron.

—Ah. Entiendo. Debió ser difícil.

Después de unos minutos de de tomar las bebidas con más calma. Y ya siendo casi las doce de la noche. Julia se apresuró a despedirse de Hernán.

—Es bastante tarde, será un problema para mí.

—Tú, ¿cambiarás de nuevo?

Si bien ahora no cambiaría de apariencia, ella no quería que se diera cuenta qué pasaba con su cuerpo.

—No...¡Si! Por eso mismo me iré.

Con una buena lucidez aún después de haber bebido más de media botella, Julia vio con cierta admiración su resistencia al alcohol.

—Pero, creo que debemos presentarnos de nuevo.

—¿Presentarnos?–Hernán rio recordando el pasado, aquella vez fue una presentación realmente eufórica.—Aún recuerdo tu presentación la primera vez que nos vimos, ¿cómo fue? «Maldito poste de luz» Ni me diste tiempo para decirte un simple, «hola».

—Ha pasado más de un año, ¿y sigues recordando eso?–Mencionó avergonzada.

—Tengo buena memoria y tu presentación fue realmente única.

—Bueno, entonces.–Estiró su brazo derecho.—Gusto en conocerte, soy Julio.

—Qué formal...–Suspiró.—Bueno, gusto en conocerte soy Hernán, pequeño gato.–Sonrió.

—¡Oye! Pensé que ya no me llamarías así.–Sacudió su mano.

—Me agrada llamarte así.

—Entonces, te seguiré diciendo poste de luz.

—Está bien, sin rencores–Agitó su mano con la de ella.

—Sin rencores.–Repitió Julia—¿Tres minutos para las doce?–Miró el reloj de su celular.— Bueno yo me voy, mañana es un nuevo día y tenemos muchas cosas pendientes con la cafetería. Así que adiós.

—Adiós cenicienta.–Agitó su mano con una expresión divertida.

—¿Ahora soy cenicienta?–Murmuró volteando.

Antes que ella diera un paso más, él la llamó.

—Julia, gracias por decirme la verdad. Realmente me siento más tranquilo ahora, te juzgué mal.

—No fue nada, aunque lo pensé bastante sabes.–Resaltó.—Yo también hice lo mismo, me siento un poco culpable. Sólo espero que de ahora en adelante, las cosas sean positivas para ambos.–Sonrió brevemente.—Bueno, ahora sí me voy.

Los ojos de Hernán vieron salir a una Julia apresurada, hasta ahora no se había puesto pensar que las cosas terminarían bien con su cercanía con ella y mal con Ayla. La vida realmente daba cambios bruscos.

— Si te hubieras presentado así desde un principio, sería un poco diferente nuestra situación actual, tal vez.–Rio en brevedad, para luego poner una expresión seria.—El tiempo pasa demasiado rápido y yo aún no he logrado nada, realmente sigo siendo un cobarde.

Nota de Aru.

Creo que la historia está tornándose un poquito misteriosa~

Desde aquí prácticamente es como si comenzara otra temporada xD

¡Gracias por leer y no olviden votar!😉/

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro