Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25 Revelación


🍁Capítulo 25 «Revelación»

No había algo más tan tortuoso para Julia que aquel dolor abdominal. Pero tener la mirada fija de Hernán, por la curiosidad de lo que tenía decirle, lo era aún más.

Incluso a Sara ya le estaba dando algo de miedo, sus manos sólo se limitaban a lavar los vasos ignorando tal escena. La dueña fue la más interesada por ver tal tensión y sólo atinó a pensar que Hernán estaba más interesado en Julia, sin importarle que había una novia de por medio.

—Sí, estas son las variedades de café frío. Es perfecto para refrescarse.–Julia estaba en su modo trabajo, mostrando una actitud de una empleada muy amable y delicada.

—Entonces me da este.–Señaló la carta.—Gracias señorita.

—Excelente elección, dígame su nombre por favor.

—Es Carlos.

—Muchas gracias por su compra, Carlos. Ya pronto lo llamaran para que recoja su pedido. La atención será inmediata.

—Bien, eso es bueno, estoy algo apurado...–Asintió contento por el rostro "angelical" de Julia.

Cuando Julia se alejaba del campo de visión de los clientes, su expresión se volvía automáticamente tosca.

—Toma, es el pedido de Carlos y este de Stefany.–Entregó los dos pedidos a Hernán, para que lo preparase.

—Que bien te sale fingir una sonrisa después de tantos intentos. Toda una "señorita", buena actuación.–Alzó su pulgar derecho con una sonrisa sarcástica.

—Tú idiota, apúrate que son pedidos caros. Ya pronto cambiaremos de lugar, esta hora ya aparecen más el público femenino.

—Ya voy...–Tomó uno de los vasos y giró hacia Julia viéndola de forma minuciosa.—Insisto a que no te ves bien, pero bueno si dices que estás bien. Entonces estás muy bien.

De forma discreta, Julia se acercó a él para susurrarle.

—Hernán, deja de mirarme tan fijamente, cuando te dije aquello con seriedad, no era para que estuvieras viéndome con un rostro de sospecha toda la tarde.

—Bueno, entonces seguiré con mi labor.–Mostró un rostro de indiferencia hacia ella y una agradable sonrisa a los clientes.

Que rápido te adaptas...

—Disculpa Julia..., ya vino un cliente.–Sara señaló nerviosa a una de las mesas.

—¡Ah!, ya voy Sara.–Julia apuntó la frente y mano de Hernán.—Y tú apúrate.

La tarde pasó muy rápido, pero quien resultó con un gran agotamiento fue Julia. Se dirigió al baño de hombres, pero al ver a Sara cerca, por primera vez fue al de mujeres. Hernán vió aquella escena extraña, ya que ella le repetía que no iría al baño contrario, sin importar qué.

Tengo que cambiarme, técnicamente no estoy haciendo nada malo.

Después de unos minutos, Sara tocó la pequeña puerta del baño en donde se encerró Julia, por ya no salir por mucho tiempo.

—Eh... Julia, ¿te encuentras bien?

—¡Sí!–Habló con una voz de quejido.—No... Bueno, Sara me puedes hacer un gran favor.

—Dime.–Se acercó a la puerta un poco preocupada.

—No tendrás alguna pastilla para el dolor.

—¿Te duele el estómago?

—Sí..., en realidad es más abajo.
Tú sabes. Eso.

—¡Oh!, entiendo. Creo que llevé hoy una pastilla para aquello. Lo tengo en mi bolso, te esperaré en la cocina para que lo tomes. No es bueno aguantarte el dolor.

—Muchas gracias, Sara.

Es realmente una buena chica Sara. Las mujeres están realmente preparadas, se nota que no soy una mujer...

Cuando Sara de dirigió a la cocina, dio un brinco de susto por ver a Hernán parado en una esquina sin moverse. Así que ella se disculpó nerviosa.

—Ah..., perdón me asusté.

—No importa, yo fui quien te asustó.–Antes que ella diera un paso Hernán habló.—Por cierto, ¿sabes qué le pasa a Julia? La noté extraña, desde hace mucho tiempo.

—Ella..., ella.– La voz de Sara sonó temblorosa al ser lo que le sucedía a Julia era algo vergonzoso para ella mencionarlo a un hombre.—Ella, sólo...

—¡Sara!

Otro brinco de susto dio Sara, al escuchar a Julia de manera tan agitada, como si hubiera corrido una maratón entera.

Por ningún motivo iba permitir que algo tan vergonzoso sea revelado a él. Julia se dirigió rápidamente a la joven esquivando a Hernán y le sonrió con amabilidad.

—¿Pudiste encontrarlo?

—Ah..., sí. Debe estar aquí.–Tomó su bolso y sacó una pequeña pastilla de bolsillo pequeño. Sólo uno será suficiente.–Le entregó la pastilla sonriendo con cierto nerviosismo por la mirada fija de Hernán

—Eres mi salvadora Sara, te debo una.

—No es nada.

Sin más Julia se dirigió al dispensador para sacar agua de el. Después de tragar la pastilla respiró hondo, y estiró sus brazos para relajarse. De inmediato señaló a Hernán hacia la salida y que él la siguiera.

—Entonces ya salimos, le avisas a la dueña que ya terminamos de ordenar todo y que avanzaré con las ideas que le dije

—Si, claro.–Asintió.—Ve con cuidado, hasta mañana.–Alzó la mirada a Hernán.—También hasta mañana.

—Cuídate Sara.–Alzó su brazo con una sonrisa.—¿Entonces nos vamos, Julia?

—Ajá, Adiós Sara.

Cuando ambos caminaron una cuadra, en un completo silencio y ya con el cielo oscureciendo. Julia respiró más aliviada por la efectiva pastilla que le hizo efecto.

Pero que bien se siente estar tan liviano, ahora entiendo por qué mi ex novia tenía una caja de estas...
¡No es el momento de recordar aquello! Ahora tengo una cosa peor que enfrentar.

—Ya hemos caminado bastante, ¿no tenías algo que decirme?

—Ah, sí, eso mismo.

—Entonces dilo, ¿qué podría involucrarme? Y que yo no lo sepa.– Mostró un rostro pensativo y la miró fijamente.— ¿Eso?

—¿Qué eso?– Luego de un momento entendió su directa mirada.—No sé lo que estás pensando, sólo tienes ideas raras. ¡Somos hombres poste de luz!

—Tú eres la que se toma enserio las cosas, enojándote por lo que digo.

—Tsk. En eso tienes razón. Pero sí que me da ganas de golpearte.

—Lo harás cuando alcancen mi rostro.

—¡Jajaja que gracioso!– Dijo en sarcasmo.—Haber si después sigues con esa sonrisa

—¿Um? Entonces dime, ¿qué es lo que querías decirme?

—Mira Hernán, sabes que no somos los mejores amigos, por que ni lo somos. Hemos tenido muchas diferencias.

—Comenzando por la altura

—¡Ajá!–Alzó la voz ignorando su comentario.— Lo que trato de decir es que lo que te diré es algo que será con toda la sinceridad posible, la verdad es que ni quiero involucrarme en tu vida privada. Pero dada las circunstancias, esto es más por mi cargo de conciencia.

—Bien Julia, ¿entonces?

Ella tomó una gran bocanada de aire y habló:

—Eh, imagina a tres manzanas. Dos en buen estado y uno medio ya para la otra.

—¿Qué?

—Que lo imagines, entonces la manzanita joven le gusta mucho la otra manzana, aunque sólo por fuera se ve bien.–Aclaró viéndolo.—Entonces, de repente se aparece la manzana intrusa y al parecer también le gusta.–Movió sus manos de manera confusa.

—¿Es enserio Julia?

—Y bueno...

—Julia, sólo dime las cosas directamente. No soy un niño para no comprender.

—Sí, eso mismo.–Lo señaló sin mirarlo a los ojos.—Eh...

—Enserio, respira y sólo dilo. Parece que te fueras a morir del nerviosismo.

—Lo que pasa es que...Quiero aclarar que esto no lo hago sin ninguna mala intención. Tú, sólo no reacciones tan mal.

—Ya Julia, las personas ya están viéndote extraña.

—Sí, claro. Es que tu...

—Julia.– Es rostro de Hernán se acercó al de ella tomando su mentón y esta lo miró sorprendida por su repentina acción, de hecho sintió como si fuese acorralada. Por lo que su rostro sudoroso se intensificó más.—Sólo dímelo de una vez.

—Es Ayla...¡Tu novia te engaña con otro!–Con la repentina revelación de Julia, junto al rostro lleno de pequeña gotas de salpicadura de saliva al estar cerca de quien habló a todo pulmón, y la gente viéndolo con pena. Hernán quedó paralizado y Julia se sintió más libre.—Eso mismo, listo, lo dije. Ya está, lo hice. Tachado.

Luego de unos segundos de alivio, Julia tapó su boca por la no tan discreta revelación, que expuso a Hernán a la muchedumbre de gente curiosa.
En esa ocasión, fue la primera vez que provocó un rostro de cierto enojo en Hernán.




Nota de Aru:

¡Este arroz ya se coció! XD

No olvides dar tu voto de apoyo 😋/

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro