Capítulo 22 ¡Tapar y huir!
🍁Capítulo 22 «Tapar y huir»
—¿Esto es una especie de reunión familiar?–Habló André confundido y viendo fijamente a Hernán.—Por si las dudas, soy su novio, su futuro esposo.–Señaló a Meri con ambas manos.
—Lamentablemente.–Agregó Julio.—Igual lo quiere Meri.
—Claro que sí hermanito, yo quiero a todos, ha excepción de él.–Señaló al intruso.
—Sigan con lo suyo, yo sólo esperaré.–Se sentó en una de las sillas que se encontraba al costado del mueble, en donde se sentó Julio.
—Mas te vale no interrumpir.–Lo miró de reojo.
—No lo haré. Pero tendrás que apurarte.–Señaló el reloj que ya daba las 11:10 am.
¡Tengo menos de una hora!
Meri dió un análisis profundo a lo que veía y no era errado intuir que su cercanía se debía a que su hermano, había sido expuesto ante Hernán. «Mi hermano está siendo arrastrado por este hombre, espero que ya no tenga ninguna comunicación con esa mujer, aunque es su amigo. Debo admitir que tengo un poco de pena, de los tremendos cachos que le está poniendo su novia...»
—Oye Julio, ¿es un amigo tuyo?–Preguntó André.—Yo pensé que no tenías ninguno.
Ahí va la sinceridad molesta de este cuñado, que no quiere llegar al altar.
—¿Amigo? Ni llegamos a eso.– Rió un poco.
—No me puedes negar así Julio.–Posó su mano sobre su hombro.
—¡No digas cosas que se puede malinterpretar!–Volteó de inmediato hacia él .—Además, prometiste no interrumpir.
Hernán volteó su rostro hacia la ventana sin ponerle atención a lo que decía él. No dio ninguna respuesta, estaba cumpliendo el trato, Julio sólo arqueó una ceja de frustración por dejarlo hablando solo.
—Oh. No sabía que eras así Julio, no te preocupes, no tengo prejuicios.–Sonrió André con aire de burla.
André, tu realmente desconoces el peligro.
—¿Por qué se burlan de él? –intervino Meri.—No tengan ideas equivocadas, aunque es pequeño y parezca un adolescente, es muy fuerte. Tan admirable mi hermanito.
Aunque el rostro de Hernán no se veía, él ya había dibujado una sonrisa en su rostro y su cuerpo tambaleó un poco por aguantarse la risa, debido a la sinceridad de Meri, en ese momento, no podía estar más de acuerdo con ella.
—Gracias Meri...–Sonrió con algo de incomodidad.—Y tú André ¿Sabes que está en juego tu matrimonio? Parece que realmente te olvidaste lo que te dije esa vez.
—Esta bien..., sigue hablando cuñado.–Enderezó su postura.
Mirando de reojo, Hernán se atrevió hablar mirando el piso.
—Julio, algo se te cayó en el piso.
—¿Eh? ¿Qué cosa?–Buscó con la mirada.
—Tu paciencia.
No hacia falta decir aquello, cuando era evidente que él lo sacaba de sus casillas. Julio de inmediato alzó la mirada y lo señaló con algo de frustración.
—¡La perdí cuando te conocí!
—Y yo que pensé que la perdiste cuando me conociste.–Afirmó André.
—Eres el complemento perfecto.–Suspiró con lo brazos cruzados.
—¿En serio? A mi me cae bien tu amigo. Sólo no te vayas fijar en mi novia, que ahí se muere toda la amistad.
—No hay problema, tengo novia y tenemos algo en común. Molestar a Julio.–Hernán sonrió gustoso viendo a André.
Dios los crea y el diablo los junta.
—¡André!
La futura novia no dudó en llamarle la atención, era ella o hacerse amigo de un posible enemigo. Como si se hablarán psíquicamente, André afirmó y prosiguió a callarse.
—Mi hermano es la persona con más paciencia que conozco. Me cuidó a mi y a muchos niños de nuestro orfanato. Ahora sólo queda en nuestra memoria aquel hogar.
Un olor delicioso y que provocó que más de una barriga sonara, se plasmó en el ambiente.
—Es carne..., ¿es en esa bolsa?
—¡Oh!, te lo traje para invitarte. Está realmente deliciosa...–Su subconsciente por fin reaccionó al recordar para lo que en verdad vino.—¡Las invitaciones! Pasé todo esto, por sólo traerte las invitaciones
—¿Pasaste todo eso?
—No es nada Meri, mira las invitaciones. Yo elegí el diseño, son como las que te gusta.
Meri abrió las invitaciones, y asintió satisfecha y contenta.
—¡Si! Están hermosas.–Lo miró de reojo con una sonrisa tímida.— Hermanito...Espero que esto no te haga recordar aquello.
—No, ya ha pasado el suficiente tiempo como para volver a recordarlo. Es tu matrimonio.
—¡Entonces nuestro matrimonio se hará!, gracias cuñado, cuidaré bien a Meri.–Abrazó a Meri con todo su cariño.
—Si no lo cumples, te irá muy mal ¡Te maldeciré todos dias!—Señaló a su cuñado, con los ojos fijos en su rostro. André sabía de qué las palabras de su cuñado no eran simples palabrerías.
—Por favor no, creo que con un golpe tuyo estaré bien.
—André no creo que estés "bien" luego de un golpe suyo.—Meri apretó sus cachetes.—Así que pórtate bien cariño.
—Lo que tu digas futura esposa.–Habló con dificultad y con un poco de miedo, no sólo era Julio quien lo maldeciría, su novia era muy carismática, pero tenía su carácter.
—Puedo dar crédito a ello.–Murmuró Hernán viéndolos de reojo.
Cuando él volteó hacia la pared y vio la hora se alarmó por Julio, faltaba poco para las doce y él ni cuenta se había dado. A veces él podía ser muy despistado y de eso valía mucho su mala suerte.
—Bueno Meri, toma esta porción de carne, come bien, tu novio puede sobrevivir con un poco de comida.
Ante lo dicho, André sólo rio.
—Tan cruel como siempre cuñado ¡Nunca cambie!
—Jura que no lo haré.–Asintió sonriente.
Después de que Meri recibiera la pequeña porción, Julio sintió ser cubierto con algo en la cabeza. De inmediato reaccionó con algo de pánico. Hernán lo había cubierto con su casaca, ya que se estaba transformando en una mujer. Meri también vio sorprendida la escena, pero al ver el gesto de Hernán y verlo señalar el reloj, ella comprendió de inmediato la situación.
—¡Vamos Julio!–Lo arrastró hacia la puerta.—Deja a los novios ser, ya cumpliste tu deber. Tenemos que ir a trabajar.
Agarrando ahora a Julia del brazo, abrió la puerta despidiéndose de todos, pero Hernán no cálculo bien y golpeó parte de la frente de Julia contra la pared, quejándose ella por tal golpe.
—¡Eso dolió!
—Lo siento.–Murmuró.—Muévete hacia la izquierda.
André quedó atónito al haber escuchado una voz femenina, conjunto con aquella escena, que más parecía un secuestro al paso.
—¿Acabo de escuchar la voz de una mujer?
—¡Ah!, debe ser porque estás nervioso, muy nervioso. Sí, es eso.–Alzó la porción de carne.— ¿No quieres comer?
—Sí, pero ¿Estás segura que tu hermano estará bien?–Señaló la puerta.
—¡Claro que sí!, pero.–Apretó su puño.—El enemigo de mi hermano, siempre será mi enemigo. Por más guapo y alto que sea.
Aquella último frase, fue un ultimátum para su novio.
—Pero a mi también me odia.–Se señaló asustado.—¿Entonces me odiarás?
—Tu eres la excepción amor.–Tocó su mentón.—Si te odiara, créeme que hace mucho tiempo que te hubiera golpeado, hasta el punto de dejarte en coma ¡Ahora a almorzar!
Dentro de la mente de André, sólo había un pensamiento. «Estoy pensando seriamente en cuidar mi integridad física».
Nota de Aru:
Salvado por la campana y por Hernán, ¿ustedes creen que André realmente no sospecha nada de su cuñado? ¿Cuál crean que sea su reacción cuando lo llegue a descubrir?
¡No dejen de apoyarme si les gusta esta bizarra historia 😂!
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