Gulf estaba llegando a su casa después de un cansado día de trabajo, desde que quedo embarazado y volvio al trabajo, comenzó a reducir su jornada lo mas que podia, con el fin de disfrutar de sus hijos, después de todo muchas de las cosas que hacia las podia hacer perfectamente desde casa.

En esos momentos se escuchaba la música alta que venia del piso de arriba, con su Lamai entrando a la adolescencia eso se había vuelto normal, al igual que pasara tiempo metida en su cuarto chateando con sus amigas en el celular que se les ocurrió comprarle, tambien era normal que su hermoso Alexander de catorce años saliera con sus amigos a jugar en alguna casa videojuegos o ir al cine, como lo había hecho ese día con Mild, el tiempo en que sus dos pequeños corrían hacia la puerta a recibirlo había acabado... Pero los pasos rápidos que venian de la cocina lo hicieron sonreir, aun tenia un bebé que se alegraba cada vez que llegaba.

-¡Papi!

El pelinegro espero pacientemente a que apareciera el cuerpecito que contenia esa dulce voz, amaba a su bebé demasiado, era un sentimiento diferente a lo que había sentido cuando conocio a sus otros hijos, jamás pensó que disfrutaría la etapa del embarazo, principalmente porque siempre había sido el primero en hablar de todos los riesgos que este implicaba para él, lo cual olvido aquella vez que escucho por primera vez los latidos del corazon de su bebé... Sacando de su cerebro todas las inseguridades que tenia, había una vida que estaba creciendo dentro de él, no lo había buscado pero estaba feliz de que hubiese sucedido.

En ese momento se dio cuenta que no había algo más importante que cuidar esa vida que crecía dentro de él; y no solo él lo pensaba, la familia igual, por ello cuando le dieron de alta del hospital todos se aseguraron de que se mantuviera en cama, Sunan y Sari estaban al pendiente de hacerlo dormir cada vez que Mew saliera para el trabajo, Kulap también iba todas las tardes para ayudar a Mirian con los niños y que estos no estuvieran encima de Gulf apenas llegarán de la escuela.

En ese tiempo Samantha había sido de gran ayuda también, ya que se encargaba de que Kulap y Sari no exageraran en sus cuidados, su papá Bass solo le hacia compañía mientras le mostraba catálogos de muebles y ropa para bebés, a él no le importaba que  no supieran el sexo, Bass solo reclamaba su derecho como el abuelo favorito a tener voz y voto en la decoración de la habitación.

Estaba vigilado la mayor parte del día, incluso su esposo era quien lo acompañaba a qué tomara un baño en las noches, y si era sincero, las primeras semanas esos cuidados estuvieron bien, acepto cada una de las exageraciones de la familia, incluso que sus hermanos entrarán y salieran de su casa cada vez que les daba la gana, la verdad es que los entendía, pero llegó a un punto en qué los mando a todos a volar.

Por Dios estaba embarazado, no invalido, la amenaza de aborto había cesado, estaba agradecido por todas las cosas que estaban haciendo por él, pero ya necesitaba retomar su vida y por ello volvió al trabajo a pesar de la protestas de Sari, Sunan y Bass.

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-No tienes que ir a trabajar, utilizas tus encantos y convence a Earth para que te dé más días libres -Protesto Bass mientras desayunaban -Además yo sé que él dijo que podías tomarte todo el tiempo que quisieras, estás embarazado.

-Tu lo has dicho, estoy embarazado no invalido.

-¡Debes cuidarte!, Tienes que tener cuidado con tu presión, aún está ligeramente alta -Protesto ahora Sunan -Además no es como si necesitaras trabajar, con lo que recibes de tu parte del negocio familiar puedes vivir cómodamente.

Gulf rodó los ojos -¿Crees que no lo sé?... Por supuesto que lo sé, pero soy un doncel autosuficiente, trabajo porque me gusta, no porque me vaya a volver millonario con lo que hago.

-Entonces reduce tus horas de trabajo- le exigió su padre.

-Por Dios, se estan escuchando... Hay miles de mujeres y donceles que trabajan jornadas completas sin ningún tipo de inconveniente estando embarazados, allí tienen el ejemplo de mi amiga Yaya que trabajo hasta sus últimos meses e iba a tener gemelos, así que no voy a ser el primero ni el último en hacerlo.

-¡Yo sé eso!, Pero tú no tienes la necesidad de trabajar...

-Papá...

-Solo has tenido un par de semanas de reposo... Necesitas más tiempo... No fue un juego lo que sufriste.

-Ya hablé con mi doctora y me dijo que estaba mejor... Que podía trabajar siempre y cuando mantuviera el estrés lo más bajo posible y créanme lo cumpliré al pie de la letra, yo también quiero que mi bebé nazca saludable.

-Igual creo que es demasiado pronto para que vuelvas - bufo Bass que estaba de parte de Sunan -Aun no hemos escuchado lo que Mew tiene que decir al respecto - prosiguió con la esperanza de que su yerno les diera la razón.

Ante esas palabras Gulf rodó los ojos y miro a su esposo que se había mantenido en silencio y que en esos momentos bebía café y ayudaba a Lamai con su comida sin ninguna preocupación.

-¿Boo te molesta que vuelva al trabajo?- le pregunto él directamente.

-Si quieres ir a trabajar... Puedes hacerlo, yo no tengo ningún problema, pero si estoy de acuerdo en que no debes exigirte demasiado y evitar las presiones... Nuestro pequeño cacahuate debe estar tranquilo- respondió el castaño levantándose y dejando su taza en el fregadero.

-¿Cacahuate?- pregunto sorprendido el pelinegro, el no tenía conocimiento de ese apodo.

-Asi le pusimos - intervino Lamai -Lo llamamos así porque en la foto de su ecografía está muy pequeñito como un cacahuate esa fue mi idea, papá lo quería llamar frijolito.

-Pero yo la apoye y ganó cacahuate- le dijo Alexander con una sonrisa.

-Y yo me resigne, eran dos contra uno, es un buen nombre por el momento... Cómo dije mientras que tú y cacahuatito estén bien no tengo problema alguno con que regreses al trabajo, Firts tiene órdenes de llamarme si te estás pasando de la raya... si es así, yo mismo te iré a buscar y te traeré de regreso a la cama.

-¡Firts trabaja para mí!

-Lo sé, pero tienes a mi bebé dentro de ti, así que no dudes que iré si te presionas demasiado con tus labores.

-¿Y si cuando llegue te digo que no es necesario?, Que eres un exagerado.

-Igual te traeré a casa, así te tenga que cargar.

-¿De verdad?- lo reto cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

-Por supuesto - reafirmo su respuesta levantandolo de su asiento y abrazándolo de la cintura -Será mejor que no sigas protestando porque puedo cambiar de parecer y llevarte ahora mismo devuelta a la cama y me aseguraré que nadie te deje salir de la habitación.

-¿Es una amenaza Suppasit?

-No, es una promesa.

Fin Flash Back

Gulf aún recordaba la risa de sus hijos y su papá Bass, después de que Mew le dejara las cosas claras y le diera un beso dulce en los labios, que puso incómodo a su padre Sunan que terminó saliendo de la cocina.

Cabe  mencionar que esa actitud despreocupada de su esposo, solo fue una fachada que uso en la casa para beneficio de sus suegros, ya que él fue el encargado de llevarlo al trabajo, irlo a buscar a la hora de almuerzo para comer juntos, regresarlo al trabajo e irlo a buscar a la hora de la salida puntualmente, era un sobreprotector total y siendo honesto eso le encantaba, el ver a Mew en modo protección era adorable.

Por fin pudo divisar a su bebé de pequeñas piernas asomándose por el pasillo, con su  cabello negro perfectamente arreglado y su fisonomía siendo una mezcla perfecta de ambos, con tres años recién cumplidos era una bolita de energía.

-¡Papi!- grito antes de abrazarse a sus piernas.

-Hola mi bebé, ¿Cómo estuvo tu día?- le pregunto mientras besaba su mejilla a modo de saludo ya en sus brazos.

-Ben papi, Adex no me tizo lleva a cine con él, y mi mana no me quiede abir la peta, Mirian ijo que la dejada sola y Madi me preparo un patel de pocholate gande.

-¿Muy grande?

-Shi, ¿Te lo comes comigo?- pregunto mientras abría sus brazos para decirle que tan grande era su pastel.

-Por supuesto mi amor, vamos a la cocina- le hizo cosquillas con una gran sonrisa.

La forma en la que hablaba su bebé era lo más lindo del mundo, tenía pocas palabras en su vocabulario pero le daba grandes explicaciones, que a Mew y a él les encantaban, podían pasar horas escuchando la narración de su día sin ningún problema, no se cansaban de ello.

En eso la puerta de la casa fue abierta nuevamente anunciando la llegada de Mew, lo cual causo un nuevo grito de felicidad de su bebé, la misma que expresaban Lamai y Alexander cuando eran más pequeños y llegaban a casa.

-¡Papá, papá, papá!- reboto en sus brazos llamando a su esposo.

-¿Cómo está mi pedacito de cielo?- le pregunto el castaño mientras tomaba a su bebé en brazos y le daba unos cuánto besos a modo de saludo.

-Estoy ben, ¿Comes comigo y papi?

-Claro amor- le contesto Mew mientras se acercaba a Gulf y le dejaba un sonoro beso en su mejilla que causó que su pedacito de cielo soltara una risita, en definitiva era la combinación perfecta de ambos.

-Ire por Lamai para que nos acompañe- dijo ahora el pelinegro subiendo las escaleras.

-Esta bien, te esperamos en la cocina, tengo mucha hambre.

-Yo tamben teno hambe.

Gulf solo rodó los ojos al escuchar a dos de sus amores, esas declaraciones no le sorprendían hace mucho había aprendido que el estómago de su esposo y de sus tres hijos no tenia fondo, podían pasar todo el dia comiendo y no llenarse nunca, asi que sin darle mucha importancia a sus comentarios subió las escaleras en busca de su hija que ya no bajaba y lo saludaba como era debido, cada dia se convertía en una señorita, ya no era su pequeña que podia cargar y llevarla en brazos a todos lados, con 11 años recién cumplidos estaba muy cambiada, ya en su habitación no reinaba la decoracion de Mulan, ahora podías ver muchos pósters de sus bandas favoritas y actores de sus series preferidas.

Suspirando llego a su puerta y toco lo suficiente fuerte como para que lo escuchara, eso era otra cosa, se había acabado el tiempo en el podia ingresar sin permiso, la música se fue detenida y su hija inmediatamente abrió la puerta.

-Hola papi- saludo ella con una sonrisa- Ya estaba a punto de bajar.

-¿Entonces vienes a comer con nosotros?

-Por supuesto- se abrazo a la cintura de Gulf, ya estaba grande pero aun le encantaba abrazar a su papi y asi bajaron las escaleras en silencio hasta que en medio del camino Lamai le dijo -Papi, puedo pedirte algo...

-Claro

-Podrían tratar de no hacer ningún gesto cuando le den de comer a...

Y sus palabras fueron interrumpidas por la llegada de su hermano -¡Llegue!, y traje palomitas.

-¡Adex!- se escucho un grito contento de bebé.

Lamai se rió y bajo las escaleras para encontrarse con sus hermanos en medio de la sala, tomo el bote de palomitas para que Alexander pudiera cargar a esa personita que había robado el corazón de todos en la familia apenas nació. Gulf viendo la imagen de sus tres hijos no pudo evitar recordar la alegria de sus niños grandes al descubrir el sexo del bebé, fue un momento de emoción y decepción al equivocarse.

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Una tarde después de que sus padres fueran a la cita medica sin ellos, ambos pequeños esperaban pacientes a que su papi colocara unos cupcakes sobre la mesa, perfectamente ordenados, con los cuales según ellos asi descubrirían el sexo del bebé.

-No entiendo, ¿porque no podemos tomarlos directo de la caja?- pregunto Lamai desesperada queriendo saber quien tenia razón.

-Porque se hara como yo quiera, ahora espera o sino no te dejare que comas alguno- le hablo Gulf que a veces tenia unos cambios de humor repentinos, la doctora decía que era normal, solo eran las hormonas del embarazo hablando por él, pero la realidad es que estaba muy sensible.

-Esta bien- contesto ella no llevándole la contraria .

Mew entre tanto saco algo de leche de la nevera y le sirvio un vaso a casa uno, ya les iban a dar una sobredosis de azúcar, por lo menos tenian que darles algo para contrarrestarlo un poco; el pelinegro termino de colocar los cupcakes sobre la mesa  y vió a sus hijos que estaban esperando pacientemente a que los dejaran tomar uno.

-Bien, ya estamos listos... agarran uno lo muerden y el relleno les dirá si es niña o niño -les explico dejando que tomaran uno cada uno.

Los niños emocionados mordieron el pequeño pastel llenandose la boca de crema y migas de ponqué, esperando ver quien de los dos tenia la razón, la batalla no había cesado desde aquel dia en el hospital, ninguno quería dar su brazo a torcer, al observar los cupcake  ambos niños quedaron decepcionados pues sus rellenos eran de color blanco.

-Eso es trampa... ¿Porque los rellenaron de blanco?- protesto Alexander sin dejar de comer, no iba a perder la oportunidad de saborear esa delicia dulce.

-Claro que podemos, asi es más divertido- le paso el pelinegro una servilleta a su pingüinito para que se limpiara.

Lamai solo tomo otro, suspirando al saber que iban a tardar un rato en descubrir que era, tenia razón se comieron todos los cupcake que había puesto su papi en la mesa y todos tenian relleno blanco, haciéndoles pensar que quizás el bebé no se había dejado ver y aun no sabían el sexo, hasta que se dio cuenta de algo.

-¿Porque ustedes no han comido los suyos?

-No lo se, quizás no queremos ver el relleno -hablo Mew despreocupadamente.

-Es blanco, todos son blancos - rodó los ojos Alex

No obstante, ambos se quedaron sorprendidos al ver las sonrisas burlonas de sus padres, dejaron los cupcake  que tenian a medio comer y tomaron esos queriendo saber cual era su relleno...

Fin Flash Back

Su recuerdo fue interrumpido por la voz de su esposo que llegaba de la cocina -Ya basta de palomitas ... debes acabarte lo que hay en tu plato, no salir corriendo cada vez que escuchas la puerta -regaño a su bebé.

-¡Yo quiedo paomitas!, dame apomitas- estiro su manita hacia su papá que había decomisado el bote.

El pelinegro sonrió al ver el chantaje emocional que estaba usando, el cual se lo habian enseñado Alexander y Lamai a su hermana menor.

Porque si, habian tenido una preciosa niña, el relleno rosa aquella vez habia sorprendido a ambos niños de manera diferente, su pingüinito estaba emocionado porque habia tenido razón y tenia una hermanita y Lamai habia fruncido el ceño al saberse equivocada, pero luego coloco una enorme sonrisa en su rostro, tendria una hermanita con la cual podria jugar a las muñecas, Mew y él se habian convertido en los padres de dos pequeñas y un niño adorable que no paraba de llamarlos papi y papá desde aquel dia en el hospital.

Mas tarde en la noche, Mew escucho la discusion entre Lamai y Alexander que se peleaban por el baño del pasillo, lo cual no entendia ya que cada uno de ellos tenia su baño privado en sus habitaciones... desde que eran un poco mayores habian comenzado a preferir ese baño alegando que era mas grande y espacioso.

-Es mi turno de lavarme los dientes primero- escucho los gritos de Lamai.

-Ayer fue tu turno, ademas yo llegue primero- replico Alexander.

-¡Hiciste trampa!

-Pero igual yo llegue primero.

-¡Eres un tonto!

-Quizas pero yo llegue primero y usare el baño antes que tu.

El golpe de la puerta cerrandose y su hija tocando la misma pidiendo que le abriera fue lo proximo que escucho, ya se habian acostumbrado a ese tipo de discusiones, que ya no les daban tanta importancia, sus hijos podian haber crecidos, pero seguian siendo los mismos niños consentidos que discutian por todo; el suave ronquido de su pequeñale recordo que debia llevarla a su cuna e irse a su habitacion en donde su adorado esposo lo esperaba, pero le era muy dificil soltar a su niñita, sobre todo cuando veia lo grandes que estaban Alexander y Lamai, ya no eran sus pequeños que los necesitaban para algunas cosas.

Ya no iban a sus habitaciones y los arropaban para que se durmieran, en sus propias palabras ellos ya eran grandes y no tenian porque hacerlo, eso era solo para bebés, ya su hijo tampoco dejaba que Gulf besara su frente en público... en definitiva su pingüinito estaba creciendo demasiado rapido para su gusto, a Lamai todavia podian mimarla de vez en cuando, pero ya no le leían cuentos por la noche, ni se quedaban hasta que se durmiera en su habitación, ahora se quedaba despierta hasta tarde y tenian que regañarla para que apagara las luces.

Las cosas habian cambiado, pero estaban bien con ello, sabia que no podia hacer que sus hijos dejaran de crecer, pero mientras su princesita estuviera pequeña disfrutaria de dormirla en sus brazos al máximo, salio de la habitacion y se encontro con sus hijos aún en el pasillo.

-¿Que hacen aqui?, ya deberian estar durmiendo, mañana deben ir a clases.

-Es que Alexander tarda demasiado, es muy lento- protesto Lamai.

-Eso no es cierto... la lenta eres tu- protesto Alex abriendo la puerta.

-No me importa quien sea lento- intervino Gulf parandose en el marco de la puerta de su propia habitación -Termina de lavarte los dientes Alexander y a la cama, Lamai te quiero en tu cama en menos de tres minutos también... No entiendo porque se pelean por ese bendito baño si tienen uno en sus habitaciones.

-Es que...

-Es que nada hagan lo que les dije y a dormir- a veces les tocaba ser un poco duros con ellos ya que siempre querian salirse con la suya.

El castaño no pudo evitar reir disimuladamente, le encantaba como su esposo con una sola orden los ponia a marchar como soldados para hacer lo que les habia indicado, y asi se fue con su esposo nuevamente a la habitación de la mas pequeña de la familia.

-Amor espero que no se te haya olvidado colocarle el pañal a nuestra nena, no quiero mañana enontrarla mojada en su cuna- le advirtio el pelinegro.

-No te preocupes ya se lo puse.

Gulf asintio y se acerco a la cuna -Sigo sin poder creer que haya nacido de mi- susurro tomando su manita gordita y dandole un pequeño beso.

-Por supuesto que nacio de ti, lo hizo gracias a mi super semilla que supero una vasectomia- hablo Mew abrazandolo desde atrás y dandole un beso en el cuello.

-¡Como digas!, me voy a la habitación te espero alla- le hablo Gulf a su esposo sabiendo que este querria dar una última comprobacion antes de salir de alli.

Mew volvio a contemplar a su pequeña, aquella que habia traido felicidad a esa casa, incluso para sus hermanos mayores, que la adoraron desde que estaba en el vientre, aunque Lamai habia pedido que la cambiaran por un niño cuando se entero del sexo que tendria, no le gustaba perder, pero despues se calmo y ayudo con la busqueda de posibles nombres.

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-Hola papá tenemos una lista de posibles nombres- hablo Alexander entrando con su hermana al estudio con un cuaderno y un lápiz en sus manos.

-¿Dónde está su papi?- pregunto Mew si iban a tener esa discusión  su Bii también debía estar presente.

-Esta dormido- respondio Lamai tambien con algunas hojas en su poder -Ibamos a despertarlo pero la señorita Mirian no los prohibio.

-Por supuesto, hay que dejar que su papi descanse, ultimamamente ha estado más cansado de lo nomal.

-Es que el trabaja mucho- hablo Alexander -¿las personas embrazadas no deberian dejar de trabajar?

-En algunos casos, pero su papi quiere trabajar hasta el final, debio de haber dejado el trabajo hace un mes... pero quiere dejar todo al dia por el tiempo que se va asusentar.

-¿No puedes pedirle que se quede en casa? -pregunto ahora Lamai sentandose en sus piernas -Me gusta encontrarlo cuando llego a casa y tomarme una siesta con él.

-¿Quieres que le diga a tu papi lo que tiene que hacer?

Esa pregunta quedo en el aire y se hizo un silencio en el estudio, los tres pensando en la reacción que tendría el pelinegro si llegaban a plantearle la idea, terminaron riendo sabiendo que eso no iba a pasar, no habia manera en la que ellos le dijeran a Gulf que era lo que tenia que hacer, era muy testarudo y siempre tomaba sus propias decisiones.

-¿Que nombres tienen?- pregunto el castaño curioso, queriendo saber a que conclusión habían llegado sus hijos.

-A mi me gusta Darina- leyo Alex el primer nombre en su lista.

-No ese no- protesto Lamai cruzandose de brazos.

-¿Porque no?, es un lindo nombre a mi también me gusta- le dijo Mew no entendiendo porque no le parecia.

-No papá, ese nombre significa la que posee bienes, yo no quiero que mi hermanita lleve ese nombre... y mucho menos que signifique eso, ella debe llevar un nombre bonito tambien en significado.

-¿Que nombres tienes tú?

La niña se encogio de hombros y comenzo a recitar su larga lista que iban desde nombres como Ploy, Keyla y muchos más, que no lograron convencer a su papá y hermano, entonces cansada la pequeña sugirio que le pusieran Lamai segunda, recibiendo una bola de papel en su cabeza a modo de protesta por parte de Alexander, los dias siguientes los habian pasado buscando nombres para ponerle a la bebé sin encontrar uno digno para proponerle a Gulf.

-Yo ya tengo el nombre de la bebè- les dijo el pelinegro desde el marco de la puerta una noche cuando los decubrio buscando nombres.

-¿Y cual es papi?- preguntaron al unisono los niños.

-Lo descubriran cuando su hermanita nazca.

-Para eso falta mucho- protesto Lamai colocando su mano en el vientre abultado de su padre -Nosotros queremos saberlo ahora, estoy segura que mi hermanita quiere que lo sepamos ahora.

-Pues no, ustedes ya deberían estar en sus camas dormidos y no aqui buscando nombres de bebé, se quedaran con la duda, ahora vayan a sus habitaciones.

-¿Yo tambien tengo que esperar?- pregunto Mew cuando los niños salieron del estudio.

-Si, hiciste que los niños estuvieran despiertos despues de su hora, tu tambien tienes que esperar.

Fin Flash Back

Mew se rió de ese recuerdo, porque despues en la oscuridad de su habitacion su adorado Bii le revelo el nombre que habia pensado para su hija y viendola ahora en su cuna dormidita, no podia dejar de pensar que era el perfecto para su niñita.

-Descansa mi amor- le dio un ultimo beso en su mejilla y salio de la habitacion.

Yendose a donde estaba el amor de su vida, que seguramente lo estaba esperando impaciente para tener una de esas noches que tanto les gustaban a ambos.

Primera parte del epilogo espero que les haya gustado, mañana revelaré el nombre de la bebé 🤭🤭