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Capitulo 8

La semana siguiente Firts apuntaba rápidamente los puntos que debía cambiar en un informe, Gulf se iba ausentar solo por un par de horas del trabajo, pero tenía una junta programada con Earth y quería que todo estuviera listo para cuándo volviera al trabajo, la junta no era ese día pero quería estar prevenido por su surgía alguna eventualidad.

Pero su teléfono repicando interrumpió todo lo que le estaba diciendo a su asistente, observó la pantalla y se dio cuenta que se trabajaba de una llamada del colegio, había pasado un tiempo en el que no habían tenido una llamada de la directora y pensaron que las cosas se habían calmado con su pingüinito, pero esa llamada estaba seguro tenía que ver con el y la paz y tranquilidad que disfrutaban se había acabado.

-Gulf Suppasit- respondío al tercer repique.

Las reacciones al escuchar lo que su hijo había hecho en el colegio hicieron que First se inclinara levemente pata intentar escuchar lo que la secretaria de la directora le estaba diciendo al pelinegro, era sorprendente como un niñito serio y dulce podía ser capaz de hacer semejante travesura.

Gulf estaba preocupado, sorprendido y bastante molesto, ni siquiera sabía con qué cara vería a la directora, el que siempre tenía todo bajo control, ahora solo quería que la tierra se lo tragara porque se le caía la cara de vergüenza por lo que su hijo había hecho.

-Voy para allá- fu todo lo que pudo decir colgando la llamada.

-¿Necesita que lo ayude en algo?- pregunto Firts preocupado viendo su cara.

-Si, avísale a Earth que me surgió un problema en el colegio de los niños, llamaré si no puedo llegar a la junta -dijo mientras tomaba sus cosas y comenzaba a caminar hacia la puerta, menos mal que ahora el era su jefe y no Jackson porque estaba seguro que se enfrentaría a muchos problemas en su trabajo si dejaba un mensaje como ese.

-Claro yo le doy su mensaje pero,¿Los niños están bien?

-Si solo... Que Alexander ha dejado escapar a la serpiente del laboratorio- le dijo antes de terminar de salir dejando a su asistente sorprendido.

El pequeño ya estaba en la recepción de la dirección y movía sus piernas nerviosamente mientras que Mild jugaba con sus manos, ambos esperaban pacientemente que fueran llamados, quien iban pensar que dos niños que llevaban su uniforme impecable y con cada cosa en su sitio, con cara de ser bien portados, que no rompían ni un plato, fueran los autores del caos que se había desatado en el laboratorio.

El profesor solo se había descuidado por un minuto, solo un minuto para llamar a un encargado de sistema que lo ayudara con el proyector del salón de clases para que todo se descontrolara, ese día estarían hablando de los animales y sus partes, por ello necesitaba la ayuda audiovisual para que siguiera mejor lo que les estaba diciendo; para que el salón terminará siendo un lío de gritos de niños asustados y subidos en sus asientos, una serpiente arrastrándose por el suelo y varios ratones blancos corriendo por el lugar buscando no ser devorados.

-¿Crees que nos expulsen?- pregunto Mild rompiendo el silencio.

-No lo se- se encogió de hombros Alexander -Solo recuerda decir que Dominic tuvo la culpa.

-¿Creerán en nuestra versión?- volvió a preguntar Mild nervioso, era la primera vez que lo llamaban a la dirección.

-Espero que si, o por lo menos que ayude a qué nuestro castigo no sea tan malo.

-Solo espero que tengas razón.

La madre de Mild fue la primera en llegar, la mujer se veía que la habían sacado de una sesión en el gimnasio, eso le hizo recordar que cuando Gulf ocupaba el que tenían en casa, Mew siempre lo acompañaba y cerraba la puerta prohibiendoles entrar, cuando salían ambos estaban sudados, agitados y muy despeinados.

-¿Esta bien niños?- pregunto la mujer parándose frente a ellos -¿Que paso amor?

-Fue un accidente mami- respondió Mild sonrrojado.

Alexander asíntio rápidamente haciendo que la mujer suspirara y se dirigiera a la secretaria, quien la hizo pasar inmediatamente con la directora, Mild entro con ella, dejando al pequeño solo esperando que llegarán sus papás.

Unos minutos después, Mild y su madre salieron de la oficina, su amigo tenía los ojos rojos mientras su madre tenía el ceño fruncido, algo le decía que su mamá lo había regañado, así que muy probablemente estaban metidos en serios problemas.

-Cuando me dijiste que habías conseguido un amigo pensé que solo compartirían las galletas que preparo y guardo en tu lonchera todos los días, que iría a casa y pasarían horas jugando videojuegos, no que terminarían dejando libre una serpiente- protesto la mujer buscando algo en su bolso -Te aseguro que tú padre sabrá de esto y no esperes que interceda por ti en el castigo que te va a dar- le dijo a su hijo mientras marcaba un número en su celular.

-Esta bien mami- dijo en voz baja el niño resignado a su destino -Adiós Alex.

-Adiós.

Alexander suspiro al quedarse solo con la secretaria que escribía algo en su computadora, Mew y Gulf se estaban tardando un poco, ya deberían estar allí y dejarlo salir de la incertidumbre de lo que le diría la directora.

Mew fue el primero en llegar, nunca le había dado tanto miedo verlo como en ese momento, quizás si Gulf hubiera sido el primero en llegar o lo hubieran hecho juntos, el podría calmarlo dándole un beso o jalandolo de la corbata hasta acercarlo a su rostro, Mew siempre sonreía cuando Gulf hacia eso, pero ahora no estaba y se tendría que enfrentar solo a su enojo.

-¿Dónde está Gulf?- pregunto queriendo saber porque no estaba allí.

-Se quedó atrapado en el tráfico- respondió el castaño cruzándose de brazos para luego pregúntar: -¿Porque lo hiciste?, Quiero que me digas la verdad antes de entrar a esa oficina, estarás en menos problemas si eres tú el que me dice exactamente que pasó y no la directora.

-Solo fue un accidente.

-Necesito que me digas más que eso Alexander.

-Fue un accidente- repitió poniéndose de pie -No fue mi intención hacerlo... Solo paso.

La secretaria los hizo pasar a la oficina, Mew lo tomo de la mano y lo ayudo con la mochila, lo estaba trantando igual que siempre lo cual le indico al niño que no estaba molesto; la oficina de la directora era grande y la mujer que normalmente sonreía hasta donde el botox la dejaba, que siempre hablaba amablemente con los estudiantes por los pasillos, ahora estaba con la cara sería.

-Gracias por venir señor Suppasit, lamento que está reunión se deba a malos asuntos otra vez.

-¿Que hizo Alexander exactamente?

-En este caso creo que una imagen vale más que mil palabras- respondió la mujer girando el monitor de su computadora y con un clic el vídeo de las cámaras de seguridad comenzó a reproducirse.

Mew observó atentamente el vídeo, se trataba del laboratorio del colegio, los niños estaban sentados tranquilos viendo como si profesor batallaba con el proyector, en ese momento Alexander cerro los ojos al ver cómo el profesor salía del salón, ya sabía lo que iba a pasar y no se vería nada bien para él.

Dominic se levantó de su asiento y camino hacia la mesa de Alex donde tiro sus cuadernos y lápices; Alexander inmediatamente se puso de pie y comenzaron a discutir, Dominic era más alto que él, pero eso no lo intimidó, Mew pudo observar como el otro niño colocó sus manos en la cadera y comenzó a burlarse, no se podían escuchar las palabras que decía, pero solo bastaba para ver su mirada de superioridad y los manos de Alexander para saber que no era nada bueno.

Después que Dominic termino con sus burlas se alejo riéndose, todos los niños comenzaron a hablar en voz baja, Mild había tomado a su amigo de la chaqueta para que volviera a tomar asiento, pero este se negó y camino hacia el reptiliario en donde estaba la serpiente descansando, lo abrió y sin ningún tipo de arrepentimiento saco a la pequeña víbora del profesor que no llegaba a treinta centímetros y con paso firme se acercó a Dominic, que al verla grito y comenzó a llorar.

Dominic se arrastraba por el suelo intentando alejarse de Alexander y la serpiente, sin embargo Alex no se echaba para atrás y no lo dejaba en paz, pero de un momento a otro el pingüinito tropezó con una de las mochilas de sus compañeros y termino soltando la serpiente sin querer, haciendo que el bravucón de Dominic se paralizará del susto y sus compañeros se subieran a sus sillas y comenzarán a gritar.

-Por lo que pudimos ver Alexander quiso defenderse de Dominic - hablo la directora pausando el vídeo -Pero no es la forma de hacerlo, la serpiente no es venenosa porque no está permitido tener una de ese tipo en una institución donde hay niños, es una especie bastante dócil e inofensiva, pero ya que todos estaban asustados ninguno recordó ese pequeño detalle que se les dice el primer día de clases cuando se les presenta a los animales del laboratorio.... Después de eso que acabamos de ver Mild tiro la jaula de los ratones blancos, para intentar que la serpiente se distrajera cazandolos, el profesor por fin vivió y pudo calmar la situación, pero como comprenderá el daño ya estaba hecho.

-¿Que tienes que decir al respecto Alexander?- le pregunto Mew volteandose a verlo.

-Yo iba a regresarla a su lugar... Solo quería que Dominic dejara de molestarnos, siempre lo hace.

-Mild no me quiso decir que fue lo que te dijo Dominic que te molesto tanto- hablo la directora con voz suave -Corazon necesito que me digas que fue.

-No tiene importancia.

-Alexander...- lo llamo Mew con voz fuerte.

No obstante el niño no dijo nada, sin importar que los adultos esperaran una respuesta que lo liberará del castigo, el no se las dio se mantuvo callado, no quería decírselos y no iban a lograr convencerlo, el no repetiría esas palabras.

-Incluso sus compañeros de clases se niegan a decirnos lo que dijo Dominic- hablo otra vez la directora aceptando que el niño no diría nada -Sin tener pruebas que lo defiendan voy a tener que suspenderlo por lo que resta de semana.

-Pero es martes- protesto Alexander -Y mañana es miércoles de pizza en la cafetería.

-Pues lo siento, mañana no vendrás al colegio- le respondió la directora para luego dirigirse a Mew - Le mandaremos sus tareas al correo electrónico que nos proporcionaron cuando lo inscribieron.

El castaño solo asintió estando de acuerdo, para luego observar a su hijo de reojo, estaba furioso, quería agarrarlo y hacer que le dijera que era lo que ese niño le había dicho y lo había puesto tan de malas.

-Ese niño, Dominic ¿Recibirá algún castigo por acosar a mi hijo?

-Por supuesto señor Suppasit, está institución no aprueba ningún tipo de bullying y aunque Alexander lo atormentó con la serpiente, los niños de la clase se han puesto a su favor, han relatado cada una de las cosas que Dominic les ha hecho.

-De acuerdo- dijo poniéndose de pie -Lamento mucho el caos que mi hijo ocasionó, y le prometo que no volverá a suceder si de mí depende.

-Eso espero señor Suppasit, yo entiendo que él aún es un niño pequeño y quiso atormentar al niño que lo acosa con la serpiente, pero debe entender que está es la última advertencia que recibirá , la próxima vez ya no será un castigo, por ahora puede llevárselo a casa.

-Entiendo señora directora, tendré una sería conversación con mi hijo.

Alexander no protesto cuando Mew tomo su mano y lo saco de la oficina de la directora, tampoco pronunció palabra cuando tuvo que correr para poder seguirle el paso, ni muchos menos cuando al subir al auto no se ofreció ayudarlo con el cinturón y cerró la puerta con más fuerza de la necesaria.

-Mew...

-Dijiste que fue un accidente.

-Y lo fue... Yo no quería soltarla pero me tropecé y se me resbaló de las manos.

-La sacaste de su lugar Alexander, eso es lo que cuenta... Lo hiciste con toda la intención - el castaño apretó el volante molesto.

-¡Me estaba molestando!

-Lo se, pero no es la forma de arreglar las cosas, contestar una agresión con otra no es la manera, no esta bien, eso solo ocasionará más agresión.

-¡Es la única forma en la que me se defender!- protesto cruzándose de brazos para luego añadir en voz baja -Asi era en las casas de acogida.

-¡Ya no estás en una casa de acogida!- grito Mew frustrado porque todavía su pingüinito no terminará de entender que ya no estaba en esos lugares, que los tenía a ellos para que lo defendieran.

Ese grito había asustado a Alexander, que no había visto nunca a Mew tan molesto, ninguno de los dos volvio a decir algo, el pequeño se mantuvo viendo por la ventana todo el camino negandose ver al castaño mientras se secaba las lágrimas que cruzaban su rostro, lo había decepcionado y por eso Mew estaba molesto con él.

Gulf esperaba pacientemente a que los dos hombres de su vida llegarán a casa, había recibido el mensaje de Mew en donde le decía que era mejor que se fuera directo a la casa porque el estaba más cerca de la escuela.

Vio el auto estacionarse y en lugar de su esposo ayudar a su hijo como siempre a bajar, solo le abrió la puerta y dejo que el solo lo hiciera, Alex corrió directo a la casa, ignoro su presencia corriendo escaleras arriba hacia su habitación, antes de que pudiera seguirlo la mano de Mew se lo impidió.

-Dejame que yo maneje esto Gulf pro favor.

El pelinegro observó el ceño fruncido de Mew, así como se le marcaban la vena de su frente, no recordaba la última vez que lo había visto tan furioso... Bueno si lo hacía, había sucedido en la universidad, cuando lo había encontrado en la cama con otro chico del cual ni siquiera recordaba su cara y nombre.

En ese momento todavía no eran pareja oficialmente, a ninguno les interesaba serlo, fue al comienzo de su acuerdo de ser amigos con derecho, pero eso no evitó que su hombre le rompiera le rompiera la nariz y le dejara el ojo morado, después de eso lo había esposado a la cama y habían tenido sexo tres veces seguidas.

Y en cada una de las embestidas le decía que prometía hacerle lo mismo a todo chico que osara tocarlo, mirarlo, besarlo o intentar llevarselo a la cama, no eran una pareja pero quería un trato exclusivo, quería ser el único que estuviera dentro de su cuerpo, pero a pesar de que conocía su lado violento estaba seguro que no le haría nada a su pingüinito, era su Mew, el hombre que amaba más que a nada en el mundo y si no había golpeado a su hermano aquel día en la oficina, mucho menos lo haría con su hijo.

-Esta bien, amor- suspiro asintiendo el pelinegro -Solo no seas muy duro con él, aún es muy pequeño.

-¡Dejo libre una serpiente Gulf! Y tú no viste las imágenes de la camara de vigilancia, atormentó a ese niño con ella, se lo merecía, pero estoy seguro que le ha creado un trauma.

-Lo se- se pasó las manos por la cara Gulf frustrado -Dejare que arregles las cosas a tu manera, lo prometo, pero déjame ir contigo.

El pelinegro siguió a su esposo escaleras arriba, abrieron la puerta de la habitación de Alexander sin tocar antes, porque sabían que no los dejaría pasar, lo encontraron sentado en la cama con su peluche de Pablo el pingüino entre sus brazos, el se quedó en el marco de la puerta dejando que Mew ingresará y hablara con el.

-Tu tablet y tú consola de videojuegos quedan confiscadas- declaró Mew tomando la tablet de la cama -No vas a leer ni vas a tener una historieta nueva por dos meses.

-Pero Mew, está semana sale...

-No me importa Alexander, fue muy grave lo que hiciste, agradece que tú castigo solo dure dos meses.

-Gulf...- trato apelar con su otro padre.

Este solo observó el puchero de su pequeño pingüinito, quería ir allí, abrazarlo y quitarle la tristeza de sus ojos, podía interceder y regresarle todo a su hijo, pero entonces no estaría aprendiendo ninguna lección y Mew se molestaría con él por quitarle autoridad, además de que si Lamai hubiese hecho algo parecido, también estaría la misma cantidad de tiempo castigada, sin muñecas y sin poder ver televisión.

-Lo siento Alex, pero quizás así piensas mejor las cosas antes de actuar como lo hiciste hoy.

-¡Esto es muy injusto!

-No lo es, sacaste una serpiente e intimidaste a un compañero de clases, y aunque efectivamente fue un tropiezo por el que la soltaste, esa serpiente no debio de estar en tus manos en primer lugar, pusiste en peligro a tu grupo de clases y hasta que no me digas que fue lo que te dijo ese niño, el castigo seguirá en aumento.

-¡No puedes hacer eso!

-¡Claro que sí! Soy tu padre y yo decido cuál va ser tú castigo.

Mew salio de la habitación llevándose a Gulf con él, mientras Alexander se quedaba llorando en la cama, estaba enojado por perder sus privilegios, no tendría el último número de la historieta del hombre araña y su Mew estaba molesto con él, pero esa era la única forma que conocía para defenderse de todo aquel que se burlaba de él.

En la cena Lamai comía sus vegetales ignorando el hecho de que su hermano no estaba sentando en la mesa y que solo su abue Bass estaba comiendo con ella, el hombre había llegado esa misma tarde encontrándose con el problema, sabía perfectamente lo que había hecho Alex, todos en la escuela lo sabían, el chisme había corrido como pólvora.

-¿Alexander estará castigado por mucho tiempo?- pregunto la niña después de limpiarse la boca.

-Tal vez, lo que hizo fue demasiado peligroso, aunque no fue tan malo como lo que tú abue Sunan y yo hicimos en nuestra juventud.

-¿Eras un niño travieso abue?

-Por supuesto que lo era- sonrió orgulloso -Una vez llene el asiento de una de mis profesoras de pegamento, cuando la mujer se levantó no podía hacerlo estaba completamente pegada en el asiento, también una vez tome tinta del mismo color que los borradores y cuando la profesora quiso darse cuenta ya la pizarra estaba manchada.

-Pero eso no es tan malo como soltar una serpiente en el laboratorio.

-Por supuesto que no, pero recuerdo cómo Sunan una vez dejo un cerdo suelto en la escuela y metió un mapache en los ductos de ventilación, el pobre animal termino en la cocina y tuvieron que clausurar la escuela por una semana mientras desinfectan y lo sacaban del edificio.

-¿Toda una semana?

-Si así fue, lo travieso está en las venas Kanawut.

-Pero yo no soy traviesa abue Bass- protesto la niña con un puchero -¿Entonces no soy una Kanawut como papi?

-Quizás te pareces mas a la personalidad de la madre de Gulf, ella era muy tranquila y hermosa.

-¿Gulf la quiere así no la conociera?

-Claro que lo hace, yo siempre le conté cómo era su madre, Tida era una mujer excepcional hubiera sido una excelente madre- Suspiro Bass recordando a la dulce mujer que había perdido su vida tanto tiempo atrás -Pero eso ya es pasado, lo importante es que tu tienes que ser una niña buena y no darle problemas a tus papis, creo que dos meses es mucho castigo para tu hermano, pero no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo.

-Pues yo creo que tendría que tener más meses de castigo- respondió Lamai encogiéndose de hombros.

-¿Porque lo dices?

-Porque así y podré ver lo que quiera en la televisión y Alex no podrá hacer nada para evitarlo.

Bass no pudo dejar de soltar una carcajada, incluso cuando Alexander apareció buscando comida no dejo de reír, definitivamente amaba mucho a sus nietos, adoraba sus ocurrencias y lo mucho que hacian feliz a su hijo.

El pingüinito se nos metió en problemas ¿Podrá librarse del castigo? ¿Que le habrá dicho Dominic?

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