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Capitulo 3

Al dia siguiente en el colegio Alexander veía como su hermana Lamai ir de stand en stand junto a sus amigas viendo todo lo que tenian para ofrecer, a veces sentía un poco de envidia de ella por lo facil que podía hacer amigos, todos en esa escuela la querian y le hablaban, su personalidad era ser muy dulce y sociable, le caía bien a todo el mundo, él no sabia serlo, lo había intentado por Gulf y Mew, lo había hecho por ellos, pero era muy difícil  cuando estaba acostumbrado a estar solo y sus compañeros de clase lo desesperaban.

Por ello estaba solo caminando viendo todo sobre los clubes pero sin acercarse hacer alguna pregunta, ninguno llamaba su atención, sabia que le había prometido a Mew intentarlo pero era muy difícil acercarse a preguntar algo cuando no le gustaba ninguno.

-Hola Alexander- se le acerco su maestra viendo como el niño vagaba solo sin acercarse hacer alguna pregunta -¿Ya encontraste un club que te guste?

-No... ninguno llama mi atención.

-¿Porque?, si tienes muchas opciones ...

-Ya le dije, no me gusta ninguno.

-Bien entonces dime: ¿Que te gusta hacer en las tardes cuando llegas del colegio?, eso nos puede dar una pista de que club puede gustarte.

-No lo se- se encogió de hombros el niño -Me gusta ir a la tienda de cómics con Mew, me gusta sentarme en la oficina de la casa y ver a Gulf trabajar cuando llega temprano, sentarme a ver caricaturas con mi hermana, jugar con Chopper en el patio a pesar de que la señorita Mirian nos regañe por ensuciarnos o simplemente sentarme a leer algún libro en mi habitación.

-Bueno, alli tenemos un indicio, sabemos que te gusta leer... podrías unirte a l club de lectura de la escuela.

-No, a mi me gusta leer solo y las historietas solo las leo con Mew... No me gusta que me digan que debo leer y cuantos capitulos.

-Esos son buenos argumentos para no unirte, ahora dime: ¿porque te gusta ver a tu papi trabajar?

-Porque él es muy inteligente y sabe hacer muchas cosas que yo no se.

-¿Y el trabaja mucho con la computadora?

-Si su trabajo lo hace que la use mucho, aun no se como puede entender todos esos números que ve alli pero lo hace, me gustan las matemáticas... Pero no entiendo todos lo que el sabe, no soy tan inteligente.

Esas palabras hicieron que la maestra sonriera teniendo una idea de algo que le iba a gustar mucho al niño, asi que lo tomo de la mano y el dijo: -Ya se que club te va a gustar...

Esa misma noche cenaban amenamente, Bass estaba acompañándolos había llegado esa misma tarde después de haber dejado a su último novio en una villa italiana después que esté le pidiera matrimonio, Gulf solo había rodado los ojos cuando lo vio en la sala intuyendo qué hacía allí, Mary le comunico que las maletas ya estaban en la habitación de invitados.

También recordaba las breves palabras que habían intercambiado: -Recuerdo aquellos viejos tiempos cuando después de una de tus rupturas me llevabas de viaje a la playa, o a cualquier lugar que se te ocurriera, ahora solo te vienes a mi casa, como han cambiado las cosas.

-Podría irme a cualquier spa a relajarme, pero eso me impediría pasar tiempo con mis nietos, además puede que me agrade tu suegra Kulap, pero no puedo permitir que ella y su esposo se conviertan en los abuelos favoritos, tengo que defender mi lugar y el de Sunan- le había contestado Bass con una sonrisa restándole importancia a lo que había ocurrido.

Ahora todos estaban compartiendo la mesa , disfrutando de la buena comida que preparaba Mary, Lamai y Alexander estaban muy animados ya que sus papás no habían almorzado con ellos,y por ello aún no habían tenido tiempo de contarles cómo había ido su día, además de que ambos habían extrañado poder comer con ellos como todos los días.

-¿Cómo les fue en el colegio?, El abuelo Bass está un poco desinformado sobre lo que han hecho en estos días- hablo el hombre con una sonrisa mientras veía a sus nietos.

-Hoy escogimos nuestros clubes y yo me quedé otra vez con el de fútbol, pero también me uni al de teatro- le dijo Lamai orgullosa -Papi dijo que seré perfecta en la actuación y no se porque lo dice si yo nunca he actuado en nada- frunció el ceño pensativa.

-Yo tampoco tengo la menor idea de porque diría eso tú papi hermosa, pero estoy seguro que lo haras de manera brillante -le aseguro sabiendo porque Gulf le había recomendado ese club ya había visto alguno de los dramas que la pequeña armaba cuando quería conseguir algo -¿Y tú pequeño caballero con cara de que no me comeré los vegetales de mi plato?- se dirigió ahora hacia Alexander que estaba apartando todo lo que no se quería comer con el tenedor.

El pequeño solo levantó la vista algo sonrojado al saberse descubierto, viendo como todos lo observaban apartando los vegetales.

-Es que no me gustan abue... Mew y Gulf me obligan a comerlos- le dijo con un puchero.

-Y tienen razón debes comerlos, ¿Cómo crees que conservo mi belleza después de tanto tiempo?- le dijo Bass al pequeño mientras se comía lo que estaba en su plato demostrándole lo sabroso que eran.

-Yo sé cómo la conservas abue- hablo Lamai inmiscuyendose en la conversación- Lo haces con la ayuda del botox y a tratamientos fáciales... Bueno eso dice mi papi.

Bass fulminó con la mirada a su hijo que se reía junto a Mew, eso la niña se lo había oído decir a Guif una vez que estaba  molesto y había peleado con su papá.

-Eso no puedes negarlo papá, el botox y los vegetales hacen que te conserves joven y guapo.

-Si burlarte... Pero en unos años ya te veré pidiéndome ayuda con el botox y los tratamientos... Y cuando eso pase no te daré el número de mi doctor.

-Yo no lo necesito, me siento bien tal como soy; además Mew no me va a dejar de querer, de todos modos yo tengo mi propio dermatólogo que me ayuda con mi piel.

Después de esas palabras Bass se quedó callado y solo se dedicó a comer junto con los demás, hasta que el silencio fue interrumpido por la voz de Alexander.

-Me aceptaron en el club de matemáticas; no sabía a qué club unirme pero la maestra me ayudó a buscar uno y me dijo que ese era perfecto para mí... Ya que soy demasiado terco para aceptar un no por respuesta y eso lo necesitaban en el equipo, además el profesor que lo dirige me dijo que si soy el mejor en el examen que nos hicieron puedo ser el capitán... Y estoy seguro que todas mis respuestas fueron correctas, así que creo que seré el capitán del club de matemáticas.

-No tengo ninguna duda de que eras todo un Kanawut- dijo Bass chocando los cinco con el -Es fabuloso tener otro pequeño genio en la familia.

-¿Quién es el otro abue Bass?- pregunto Lamai llevándose un bocado de comida a su boca.

-Tu papi por supuesto, debieron verlo cuando era joven era todo un niño bien portado y usaba  camisas mangas larga y pantalones de vestir, solo le faltaba usar frenillos... Aunque esos los uso una temporada cuando estaba en la secundaria, pero para ese entonces ya vestía más a la moda.

-¡Ya basta papá!, Los niños no necesitan saber nada de eso- protesto Gulf después de ver a Mes riendo porque imaginaba la situación.

-No te pongas así hijo, te veías encantador... Bueno para mí lo hacías aunque para los demás eras un incomprendido.

-¿Papi era incomprendido?, ¿Que significa ser incomprendido?- pregunto Lamai ladeando la cabeza sin entender.

-Después te mostraré una foto y entenderás a qué me refiero con esa palabra.

-¿Yo también puedo verla?- pregunto Alexander queriendo ver cómo era el pelinegro a esa edad.

-Por supuesto, se las enseñaré después de que muestres ese perfecto examen que te hará ser capitán del club de matemáticas.

Alexander asíntio de acuerdo con lo dicho para luego seguir comiendo,  sería capitan y vería una foto de su... Gulf cuando era un incomprendido aunque el tampoco supiera a qué se refería su abue con eso.

Después de ese día el pequeño milagrosamente había controlado su carácter, se mantenía ocupado haciendo los problemas matemáticos que su profesor le dejaba, no tenía tiempo para comportarse mal, además de que tal como lo había dicho se había convertido en el capitán del club de matemáticas siendo la mejor calificación de los niños que habían optado por el puesto.

Por fin Mew y Gulf podían ver a su pingüinito tranquilo y feliz en casa, las cosas marchaban bien, demasiado bien para ser verdad; y no tuvo que esperar mucho tiempo para darse cuenta que su paz se había terminado cuando una tarde Lamai había llegado del colegio saltando llamando a su papi.

-¿Que ocurre?- le pregunto Gulf tomándola en brazos deteniendo el rebote feliz que tenía la niña -Respira tranquila y cuéntanos qué te tiene tan contenta- le insto el pelinegro que no quería que su euforia le provocara un ataque de asma.

-¡Hay un campamento!- exclamó la pequeña emocionada.

-Yo no quiero ir- se negó Alexander.

Para luego cruzarse de brazos y fruncir el ceño mientras que Mew y Gulf le explicaban que quizás no podían evitar que fuera si ese campamento estaba metido en el plan de estudio de ese año.

-Deberías ir pingüinito, estoy seguro que será divertido y aprenderás nuevas cosas referentes a la naturaleza.

-Puedo aprenderlas en la escuela Gulf, sin necesidad de ir a un estupido campamento; no quiero ir... No necesito ir a un bosque en donde pueden haber animales peligrosos, además ¿Que pasa si una araña se mete en mi oreja por dormir al aire libre?

Al escuchar eso Lamai bajo su euforia y se negó a ir también, ella le temía a las arañas y después de escuchar eso no quería arriesgarse a tener un encuentro cercano con una, entonces ahora no solo tenían a un niño que no quería ir, sino a sus dos hijos temerosos escondidos en sus habitaciones.

-Hermosa eso que dijo tu hermano no va a pasar, no habrá ninguna araña metida en tu tienda de campaña- le hablo Gulf un rato después cuando subió a su habitación.

-¿Cómo lo sabes?

-Muy simple, te compraré repelente para insectos que pondrás alrededor de tu tienda de campaña y los encargados se asegurarán que no haya ningún bicho se acerque a ustedes.

-¿De verdad?

-Por supuesto, además estoy seguro que no será algo parecido a cuando vamos a la casa del abuelo Sunan, jugaras con tus amigas, aprenderás cosas nuevas, verás estrellas antes de dormir y comerás muchos malvaviscos junto a una fogata.

-¿Crees que pueda ver una estrella fugaz?

-No lo se, pero si pones mucha atención puede que te encuentres una.

-Entonces si quiero ir- acepto abrazando a su papi Gulf -¿Mi tienda puede ser de princesas?

-De lo que tú quieras hermosa, ahora bajemos y comamos un poco de helado antes de que papá y Alex se den cuenta.

Lamai tomo la mano del pelinegro y bajaron a la cocina, le encantaba comer helado de contrabando con sus papis; pasados unos días Alexander aún se negaba a ir, pero al colegio considerar el campamento como actividad fundamental a la que los niños debían asistir, no tuvo otra opción más que aceptar que tendría que ir.

Pero aún seguía quejándose por ello, "los mosquitos me van a picar", "¿Y si hay osos?", "No me gusta la naturaleza" esas y otras frases soltaba el niño mientras comenzaban los preparativos para el viaje de campamento.

-Eres un miedoso Alex- se burlaba Lamai- Si quieres yo puedo cuidarte de los mosquitos, incluso si quieres puedes dormir conmigo.

-!Oye!, ¡Yo no soy ningún miedoso y tampoco voy a dormir contigo!

-Yo solo decía, pero si prefieres puedes llevarte a tu peluche de Pablo el pingüino para que te haga compañía en la noche.

Lamai no había olvidado lo ocurrido el día de lluvia, lo sacaba cada vez que quería molestarlo y estaba lloviendo, incluso cuando solo era una leve llovizna la que caía, definitivamente ella no perdía una oportunidad de meterse con su hermano, afortunadamente el pequeño ya lo había superado con ayuda de su psiocloga y no le molestaba lo que decía su hermana, había entendido que ya no estaba en una casa de acogida y se mantendría caliente, seco y cuidado en su nuevo hogar, también ayudaba que Gulf cada vez que llovía iba a la habitación a ver cómo estaba ayudándolo a dormir rápidamente.

Esa mañana de domingo Mew había salido con él al centro comercial para comprar todo lo que les faltaba para que se fueran de campamento, la pequeña había preferido irse de día spa con Bass y Gulf.

-Creo que tenemos todo- dijo el castaño revisando su lista después de casi hora y media buscando todo lo que le había anotado su esposo que debían comprar.

Alexander solo asintió algo distraido, porque estaba contento revisando la linterna de los vengadores que Mew le había comprado, en esos momentos lo único que le interesaba era jugar con ella y ver cómo cambiaba la luz a distintos colores.

-¿Mew?, ¿Mew Suppasit?

El aludido giro y vio a un viejo amigo de la universidad llamado James, fueron inseparables desde la primera vez que se vieron, ambos estudiaban lo mismo así que estaban en el mismo grupo de estudios, tenían las mismos profesores así que era imposible no verse todo lo tiempo.

Fueron amigos y un poco más que eso algunas noches de borrachera, pero a pesar de todo eso siguieron siendo amigos, o lo fueron hasta que cierto pelinegro apareció en su vida; James había cortado comunicación con él después de que se había enganchado con Gulf, él no creia que su Bii era lo suficiente bueno para ser su pareja y no tuvo pudor de repetirlo más de una vez incluso delante de Gulf.

En aquellas oportunidades el pelinegro ni siquiera se inmutaba por sus palabras, pero cuando hicieron oficial su relación, Gulf por fin le confesó que se moría de celos cada ves que James hablaba de las noches que habían pasado juntos, aún recordaba como si fuera ayer sus palabras:

-Cuando el decía esas cosas en mi presencia cuando tu y yo solo teníamos sexo o al menos así lo definíamos, no tenía derecho para reclamarte como mío, pero ahora lo eres y te advierto que ese estupido conocerá quien es Gulf Kanawut, si vuelve a mencionar lo mucho que le gustaba cuando le metías tus dedos en su culo para prepararlo, esos dedos ahora son solo míos y no quiero que estén en el trasero de nadie más.

Lo último que había sabido de James fue que se había casado y se había mudado a los Estados Unidos después de graduarse, era una sorpresa verlo justamente en ese lugar después de tanto tiempo.

-Años sin verte Mew.

-Lo mismo digo James, ¿Que te trae por Tailandia?

-Me divorcie del idiota de mi marido y conseguí un trabajo aquí, siempre me gustó mi país, como su gente, además de que aquí están todos mis recuerdos y varios de ellos me gustaría volver a experimentarlos- le dijo el hombre con una sonrisa mientras se le insinuaba.

Mew conocía perfectamente ese tipo de sonrisas, la había visto muchas veces en la cara de su esposo cuando quería ser travieso sin importar que los niños estuvieran despiertos y pudieran entrar en la habitación en cualquier momento... Y vaya que habían sido traviesos.

La linterna con la que jugaba el niño dejo de funcionar y Alex frunció el ceño, se había descompuesto, tenía que decirle a Mew que le consiguiera otra, estaba por estirar la mano y jalarlo del pantalón para llamar su atención cuando noto que estaba acompañado.

Observó al hombre alto y pelirrojo que le sonreía a Mew igual que lo había Gulf; era demasiado alto y tenía que levantar por completo su rostro para poder verlo a la cara, solo le había dado un vistazo para saber que no le gustaba y no pudo evitar compararlo con Gulf.

Cuando el cabello de Gulf era negro y bien arreglado, el de ese hombre era rojo y risado, su Gulf olía a fresas y tenía una sonrisa muy bonita, además de que no le sonreía a cualquiera solo lo hacía para Mew, Lamai y él; ese tipo olía como si se hubiese tirado un gas, además de que su sonrisa era demasiado grande y estaba usando un labial de color, cuando Gulf solo usaba un bálsamo de labios que tenía un tenue brillo que casi no se notaba haciéndolo ver varonil y elegante.

En definitiva no le gustaba el hombre que estaba frente a ellos, pero podía tolerarlo cómo lo hacía con sus compañeros de colegio, Alexander observó como estiraba su mano y tocaba el hombro de Mew, nadie, absolutamente nadie podía tocar a su Mew, solo Gulf y Lamai podían hacerlo.

-Mew- llamo jalandolo del pantalón con un poco de fuerza -Quiero irme a casa.

James se sorprendió al escuchar y ver el niño que lo observaba con la boca fruncida, gesto que conocía muy bien, eso lo hacia Gulf cuando no le gustaba algo... conocía muy bien Gulf Kanawut y siempre había disfrutado molestarlo.

-¿Quién es este pequeño niño?, Es muy guapo.

-Es mi hijo, Alexander.

-Por eso es tan guapo, lo saco de ti Mew- sonrió dándole una pícara sonrisa -Es sorprendente que lograras convencer a Kanawut de arruinar su estupenda figura.

-Logre convencerlo que fuera completamente mío- se encogió de hombros el castaño sin aclarar que su niño era adoptado, él no tenía porque saberlo.

-Mew...- volvió a llamarlo Alexander sin soltar su pantalón, un gesto posesivo que no paso desapercibido para James -Quiero irme a la casa.

-Claro campeón, fue un gusto volver a verte James, pero tenemos que irnos.

-¡Oh si claro!, No hay problema, pero debemos juntarnos en algún otro momento, ya sabes recuperar el tiempo perdido...- hablo mientras sacaba un papel y escribía su número telefónico.

-Claro le diré a Gulf.

-Por supuesto, será un placer volver a verlo, adiós pequeño fue un placer conocer a un hijo de Mew...

-Tenemos que irnos James- lo interrumpió el castaño viendo sus intenciones de acercarse al niño y darle un beso en la mejilla -Hasta luego.

Se despidió llevándose a su hijo rápidamente, Alexander no protesto cuando Mew lo hizo caminar rápido para llegar a las cajas y alejarse de James, estaba feliz de estar lejos del hombre que no le había gustado.

Unas horas más tarde Gulf se dejaba caer en boca abajo sobre la cama exhausto, no lograba recordar cómo hacer para mover sus piernas, ni siquiera las podía sentir, definitivamente Mew lo había roto.

-Wow... ¿A qué se debió esto?

-¿Acaso no puedo hacer el amor con mi esposo?- le devolvió la pregunta Mew atrayendolo hacia él y comenzando a besar nuevamente su sensible cuello.

-Si, pero normalmente cuando pregunto cómo estuvo tu día no me atacas hasta dejarme casi invalido, creo que ahora sí hubiéramos traumado a los niños si mi papá y Mirian no se los hubiera llevado a pasear con Chopper y ni se diga que menos mal que Mary está disfrutando su día libre, sino que pena con la mujer.

-No te había visto en todo el día, además sabes que me encanta tu piel después de que vas al spa.

-No se... Pero presiento que me estás ocultando algo.

-Para nada amor... No es un secreto que yo te deseo todo el tiempo...

Gulf asintió apoyando esa rotunda verdad, sabían que había algo más pero en ese momento no tenía cabeza para reflexionar sobre ello, tenían la casa para ellos solos, algo que pocas veces solía ocurrir desde que ya no eran solo dos.

Media hora después el pelinegro luchaba nuevamente con sus piernas para que le respondieran y lo dejarán salir de la cama, Lamai lo estaba llamando para que la ayudara con su baño, la limpieza que le habían dado en el spa a la niña la había perdido después de que encontrara un charco de lodo, en el que ella su pingüinito y Chopper se metieron a jugar, cuando Bass y Mirian se dieron cuenta de lo que hacían ya era demasiado tarde.

-Ve al baño y comienza a quitarte la ropa, no la pongas en el cesto déjala a un lado que ya yo voy- le dijo mientras se terminaba de incorporar con un poco de incomodidad en la cama.

Antes de que sus hijos llegarán a su vida podía quedarse acostado y descansar después de que Mew lo atacará de esa forma, ahora tenia una pequeña saltarina y un pingüinito gruñón que debía atender, después de un minuto sus piernas por fin le respondieron, se levantó y fue al baño a limpiar un poco el desastre que era para luego ir en busca de su pequeña, Bass estaba recargado en la pared contraria del baño del pasillo que era donde se había dirigido Lamai ya que no querían ensuciar su cuarto.

-No tuve tiempo de evitarlo, cuando nos dimos cuenta ya ambos habían empezado una pelea con bolas de lodo, esos niños tienen el Kanawut tatuado en ellos aunque no lleven nuestra sangre, Sunan y yo hacíamos lo mismo cuando éramos niños.

Gulf solo asíntio y entro al baño encontrándose con los dos niños en ropa interior, sus rostros y manos estaban cubiertos de lodo seco y que decir de sus cabellos, eran un completo desastre.

-¿Dónde está Mew?- pregunto sin saber si reírse de ellos o regalarlos.

-Esta bañando a Chopper- respondió Bass desde la puerta -El pobre perrito quedó peor que ellos, ya que creyeron que era conveniente hacerlo rodar por el lodo.

-¿Y que hacías tu mientras tanto?- le pregunto levantando una ceja viendo lo limpio de su atuendo.

-Mirian y yo los detuvimos apenas nos dimos cuenta, bueno yo los grabé mientras ella los detenía, pero después ayude.

Gulf solo negó volteando a ver a sus hijos que tenían plasmada una sonrisa de inocencia, aunque estuvieran llenos de lodo.

-Creo que si fueron capaces de revolcarse en el lodo- les dijo el pelinegro mientras habría la llave de la regadera -Un campamento no será nada para ustedes, de hecho siento un poco de lástima por los profesores que van a ir.

Ambos solo rieron y entraron a la bañera cuando Gulf se los ordenó, tenía que sacarles la mayor parte del lodo antes de enviar a cada uno a su baño privado para que terminaran de bañarse sin la ropa interior.

Cuando se acercaba la hora de dormir Alexander se acercó a la oficina donde estaba Gulf, toco la puerta y después que esté lo dejo entrar, ingreso luciendo su pijama y sus pantuflas listo para irse a la cama.

-¿Que ocurre cielo?

No dijo nada y solo camino directo hacia a él, no lo hizo hacia la silla que estaba frente al escritorio, ni al sofá como siempre lo hacía, se fue directo a sentarse en sus piernas sorprendiendo al pelinegro que no se los esperaba, por lo general el tenía que cargarlo pata lograr que se sentarán de esa forma, hasta ahora era la primera vez que lo hacía por iniciativa propia.

-Estoy un poco enojado con Mew.

-¿Porqué?- pregunto intrigado el pelinegro.

-Hoy un hombre se le acercó en el centro comercial y no me gustó.

Gulf era un doncel fuerte, independiente y seguro de si mismo; sabía que su esposo que se encontraba bañándose en esos instantes porque Chopper lo había ensuciado mientras lo limpiaba, y que lo había llevado al séptimo cielo esa misma tarde, estaba loco por él, pero eso no evitaba que el gusanito de los celos apareciera; ahora sí entendía porque lo había atacado apenas estuvieron solos, pero en lugar de subir y exigirle una explicación a su querido esposo, primero debía ocuparse de hablar con su pingüinito.

-¿Cuéntame exactamente que pasó?...

Cuando tuvo todos los hechos llevo a su niño a la habitación y se fue hacia la de él, encontrándose que Mew aún seguía en el baño, así que se paró en el marco de la puerta y le pregunto:-¿Cómo es eso que estabas hablando con un hombre de sonrisa fácil en el centro comercial?

Mew se quedó de piedra al oir esa pregunta -No es lo que crees Gulf- fue lo único que se le ocurrió decir.

-Eso no fue lo que me dijo Alexander- se cruzó de brazos el pelinegro -En sus propias palabras me dijo que le sonreías y reías con otro hombre, que te toco en el hombro y te veía con deseo.

-¿Cómo sabe nuestro hijo que me veía así?- pregunto desconcertado el castaño de que su pequeño supiera diferenciar ese tipo de miradas.

-¡Entonces si es cierto!- afirmó Gulf entrando por completo al baño.

-Alex lo malinterpreto- se defendió Mew viendo que había metido la pata- El solo se acercó y me saludo, no voy a negar que si hizo unos cometarios, pero yo no les di importancia, se trataba de James, sabes muy bien que él quedó en el pasado después de que tú apareciste, no existe doncel, hombre o mujer en el mundo al que yo pueda amar o desear más que a ti, aunque no se cómo pingüinito pudo reconocer ese sentimiento por parte de él.

Gulf solo se rió para alivio de su esposo -Supe de quién se trataba apenas Alex me lo describió, solo me dijo que ese hombre tenía la misma mirada que te doy cuando cierras las puerta de la oficina y la única mirada que tengo en esos momentos es ...

-La de te voy a montar hasta que me canse- termino la frase Mew tomándolo de la cintura -James solo se acercó a saludar, pingüinito lo malinterpreto.

-Lo se, no te preocupes, pero nuestro niño no lo sabe y está muy molesto contigo.

-¡Ay no!- gimió Mew escondiendo su cara el cuello de su esposo.

-Necesitas hablar con el, yo intenté explicarle que no había pasado nada, pero creo que necesita oírlo de la boca de su papá.

-Esta bien, hablaré con él- hablo el castaño mientras acariciaba la espalda de Gulf por debajo de la franela que llevaba puesta.

-Tienes que ir ahora Mew- le ordenó el pelinegro separándose.

-Pero... me di cuenta que no tienes ropa interior bajo ese short de pijama, dejarte en este momento sería un pecado.

-Seguiré estando sin boxers después de que hables con nuestro hijo.

-Pero no será lo mismo, yo ya me habré vestido- trato de convencerlo con un puchero.

-Deja de protestar y ve con pingüinito, yo estaré aquí esperando por ti, el está molesto y herido, sintió celos, verdaderos celos y no es como sino lo hubiéramos hecho hasta el cansancio por la tarde.

-Esta bien iré, pero cuando regrese te quiero desnudo en la cama...ahora sí no te podrás levantar de ella.

-Aqui te estaré esperando, anda y habla con nuestro hijo.

Mew le dio un último beso en los labios antes de ir en busca de ropa para ir hablar con su pequeño posesivo y celoso hijo, debía dejarle claro que a la única persona que amaba era a Gulf y nadie podía cambiar eso.

-¡Papi ven a leerme un cuento!

Escucho el grito de Lamai haciendo que sus esperanzas de tener a su esposo solo para el esa noche murieran, ya no iba a ocurrir nada entre ellos cuando regresará a la habitación porque su princesa iba a retener por un rato largo a Gulf antes de por fin quedarse dormida.

¿Problemas? 🤔🤔🤔



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