Capitulo 2
Los niños ya estaban subidos al auto de Mew e iban en camino a la escuela, Alex seguia molesto, llevaba todo el camino con el ceño fruncido.
-No quiero ir- dijo el niño de repente.
-¿Porque?- le pregunto Mew sin apartar la vista del camino, estaban con tiempo de sobra y en poco metros ya verían las puertas de la institución.
-Porque la escuela es tonta.
-¿Cómo lo sabes, si hoy es tu primer día?
-Solo se que será así, ¿Porque no regresamos a casa?- pregunto el niño volviendo a cruzarse de brazos.
Mew solo nego con su cabeza sabiendo que era porque su papi Gulf no los estaba acompañando a su primer dia de clases, Lamai lo había tomado mejor, ella entendió porque su esposo no podía estar presente, además de que ayudo a la causa que el pelinegro se quejara de lo inconsciente que era Jackson; Gulf estaba tan molesto que hasta el mismo temió por lo que le fuera hacer a su jefe, ese hombre todavía no había conocido a Gulf molesto y ese dia lo iba hacer por primera vez.
Alexander era otra historia, desde que Gulf dejo la casa el niño había estado molesto y con los brazos cruzados, estaba furioso con su papi y porque negarlo él tambien estaba molesto con su esposo, una cosa era entenderlo, otra muy distinta era no sentirse frustrado y enojado porque se estaba perdiendo un dia importante para sus hijos.
En esos momentos la única feliz era Lamai, que iba en su asiento ajena a los sentimientos de su hermano y padre, al llegar al colegio lo hicieron de la mano de Mew; su pequeña conocía perfectamente el edificio asi que no tardaron en encontrar su salón rápidamente.
-Adiós hermosa, papi y yo estaremos en casa cuando llegues.
-Lo se papá... Papi Gulf ya me lo dijo antes de irse, cuando llegue les contare como estuvo mi dia, deséame suerte.
Asi la niña entro a su salon para reencontrarse con sus amigas, mientras Mew volvio a tomar la mano de Alexander y dirigirse a buscar su aula de clases, la cual fue algo difícil de ubicar sobre todo sin la ayuda de su reacio niño que seguia enfurruñado, pero no tardaron tanto y lo encontraron en el segundo piso del edificio, y al igual que cuando dejo a Lamai se agacho a su altura y le dijo:
-Pórtate bien, estaremos en casa cuando salgas... Si no sabes cual es el autobús que debes tomar le puedes pedir ayuda a alguno de los profesores o simplemente buscar a Lamai.
-Yo no quiero estar aqui, mejor llévame a casa y dejame con la señorita Mirian- pidió el niño con los brazos cruzados.
-Se que estas molesto porque Gulf no vino, quiero que sepas que yo tambien lo estoy... pero esa no es razón para querer irte a casa y no tengas un buen dia en la escuela aprendiendo y conociendo a otros niños que se pueden convertir en tus amigos, también esta la posibilidad de que escojas un club deportivo asi como Lamai esta en el de futbol, tu tambien puedes intentarlo alli si quieres y cuando llegues a casa Gulf y yo estaremos felices de escuchar todo lo que hiciste hoy.
-Entonces no me dejaras volver a casa ¿verdad?- suspiro el niño descruzando sus brazos.
-No campeón, necesitas quedarte en la escuela.
-Ya que... Nos vemos mas tarde.
-Ten un excelente dia y trata de hacer algún amigo.
Alexander no dijo nada mas y entro al salon en donde ya estaban varios niños sentados en sus lugares hablando entre si, el camino y se sentó en uno de los primeros asientos junto a un niño que no hablaba con nadie, Mew lo miro una última vez y se fue rumbo a la salida.
Era la primera vez que dejaba a su pingüinito en la escuela, después de tanto tiempo por fin podía vivir esa primera vez de llevarlo a la escuela, sabiendo que cuando regresara a casa estaría esperando por él para que le contara como había ido su dia, asistirían a reuniones escolares, en definitiva serían participes de la vida de su niño, pero igual seguia molesto porque Gulf no estaba alli con el viviendo ese hermoso momento.
-Lo vas a pagar caro Gulf- murmuro entrando al auto -Lo vas a pagar condenadamente caro Gulf, no debiste contestar esa llamada sin ver primero quien era.
A la hora de la salida y regreso a casa, Lamai fue la primer en correr a la puerta de entrada segundos después de bajarse del autobús, saludo rápidamente a Mirian y salio corriendo hacia la sala en donde estaba segura que la estaban esperando sus papis, lo cual era cierto ambos estaban sentados en el sofá listos para el torbellino que era su pequeña.
-Tuve un dia ¡ESPECTACULAR!- grito la niña emocionada- Hoy hice dos nuevas amigas... un niño me pidió ser su novia, pero yo le dije que no podía porque yo solo quería a mis papás y a mi hermano... además de que no puedo tener novio hasta que cumpla por lo menos 30 años.
-¡Esa es mi niña!- hablo orgulloso Mew mientras la tomaba en brazos para darle un beso en la mejilla -Sigue asi debes mantenerte alejada de los niños.
-Por supuesto papá, yo siempre te hago caso.
Al contrario de su hermana Alexander se tomo su tiempo para llegar a la sala, dejo su mochila en uno de los muebles y se paro con los brazos cruzados y el ceño fruncido frente a Gulf, que le estaba terminando de dar un beso de bienvenida a Lamai.
-¿Como te fue en tu primer dia cielo?- le pregunto el pelinegro a su hijo, intentando acercarlo hacia el, pero Alexander solo se echo hacia atras y salio de la sala rumbo a las escaleras- Voy por él- le dijo Gulf a su esposo -Cuando regrese, tu me puedes contar a mi como fue tu dia- le hablo a la pequeña antes de seguir los pasos de su hijo mayor.
Lamai solo asíntio emocionada diciéndole todo lo que había hecho a Mew; a la niña ya se la había pasado el enojo con su papi o bueno nunca había existido en primer lugar ya que ella entendió las razones de porque el pelinegro no había ido a llevarlos al colegio, en cuanto a Mew este también ya estaba contento con él gracias a que habían llegado un poco antes de la hora de salida de los niños y se habían encerrado en el baño de la planta baja, en donde Gulf le había dado una buena mamada a modo de disculpa, mucho fue que Lamai no los encontró alli todavía, si apenas le dio tiempo a él de limpiarse los labios y a Mew de volver a guardar su pene dentro de los pantalones; hay que mencionar que Gulf se tuvo que conformar con un mas tarde de su esposo y pensar en algo muy desagradable para que bajara su propia erección.
Sin embargo, su pingüinito seria un hueso duro de roer para que lo perdonara, temía perder el poco progreso que había tenido con su niño y todo por la estúpida junta de Jackson que no necesitaba de su presencia ya que todo se había resuelto rápidamente, al llegar a la puerta del niño toco dos veces antes de recibir el permiso de su hijo para que entrara, al hacerlo lo encontró sentado en la cama con uno de sus libros tapándole la cara.
-¿Sigues molesto conmigo pingüinito?- le pregunto sentandose junto a él.
-No estoy molesto, ¿porque debería de estarlo?
-Yo lo estaría si mi papi hubiera hecho lo mismo que hice yo...
Alexander no le dijo nada y siguió viendo su libro sin leer, solo lo tenia para usarlo como una barrera y no mirar a Gulf.
-Lo siento cielo... pero es que debía ir al trabajo, era muy importante para mi jefe que estuviera presente.
-¿Eso era mas importante que yo?
-¡No!, nada es mas importante que tu...
-Si eso que dices fuera verdad, entonces hubieras ido conmigo hoy a la escuela- le recrimino el niño mirándolo a los ojos y apartando por fin el libro.
-Lo siento de verdad, yo tambien odie no estar alli contigo ¿me perdonas pingüinito?- le acaricio la mejilla en un gesto de cariño.
El pequeño lo miro fijamente, estaba molesto con él, furioso definía mejor lo que sentía, pero al sentir la tibia mano del pelinegro sobre él se estaba calmando lentamente; durante mucho tiempo estuvo solo y cuando se enojaba, no había nadie que le preguntara como se sentía o tratara de contentarlo, a nadie le importaba porque estaba enfadado, pero Gulf siempre se iba detrás de él cuando se molestaba y trataba contentarlo de la mejor manera posible, lo cual tambien lo enojaba ya que siempre conseguía calmarlo rápidamente.
Le enojaba que Gulf no hubiese estado con él , que no estuviera alli para defenderlo de los niños mas grandes, no tenerlo con el cuando tenia un mal dia, le enojaba incluso darse cuenta de que no podía enfadarse por mucho tiempo con él, le molestaba que le gustara que aun lo llamara pingüinito, pero nada podía hacer el quería mucho a Gulf asi que solo suspiro y asíntio haciendole saber que estaba perdonado.
El pelinegro solo sonrió para luego preguntar: -¿Quieres contarme como fue tu primer dia de clases cielo?
Alexander solo rodó los ojos y se puso de pie para dejar el libro en el estante y decirle: -Mis compañeros son unos tontos y no quiero volver a la escuela...
Esas palabras no se cumplieron y el niño siguió asistiendo a sus clases pero era un caos total, el colegio lo fastidiaba y aburría; sin embargo, los profesores lo adoraban a la misma vez que los desesperaba, Alexander hacia todo lo que quería, si quería pasar el dia dibujando lo hacia, realizaba la tarea cuando quería, en pocas palabras hacia lo que le daba la gana y nadie le decía nada y por ello ya estaba en sus sesiones con la psicóloga escolar esperando que su actitud se fuera corrigiendo con el tiempo.
En ese caos que era el día a día del pequeño, solo los profesores de arte y matemáticas sabían lidiar con él manteniéndolo concentrado en la clase, Mew y Gulf habían tenido que ir mas veces de las que hubieran deseado a la dirección por alguna cosa que había hecho su lindo pingüinito, el cual era muy brillante y salia muy bien en todos sus exámenes y clases, pero era todo un revoltoso en el salon.
Por el contrario Lamai seguia siendo toda una niña bien portada en el colegio y se reía cada vez que su hermano era castigado por algo que hubiera hecho y mas cuando le enviaban tarea extra como toda hermana menor; ellos se habían convertido en esa clase de hermanos que se molestaban cada vez que tenian la oportunidad de hacerlo y después andaban juntos jugando o viendo la televisión sin ningún problema.
Ya había pasado un mes desde que habían reiniciado la escuela y ya se estaban preparando para iniciar la feria en donde todos podían escoger el club escolar al que querian pertenecer ese año, todos estaban emocionados porque como niños grandes ellos podían elegir a que club pertenecer y entre ellos estaba Lamai que tenia muchos folletos, sin saber por cual decidirse y por ellos estaba decidida a inscribirse en todos, sin importar cuanto su papi intentara convencerla que debía escoger solo uno.
-No, yo quiero todos papi- le dijo con sus ojos brillantes a Gulf mientras estaban en su habitación conversando de su elecciones para clases extracurriculares.
-Lo se hermosa que quieres ir a todos pero no creo que se pueda, que te parece si escoges solo dos... los que mas te gusten, si puedes con ellos dos este año, el próximo te dejo entrar en uno mas para que sean tres y asi cada vez que pases de grado vamos agregando uno hasta que completes todos- le propuso el pelinegro trantando de convencerla sabiendo que no iba a poder hacer todas las actividades y que se terminaría quedando al final con tan solo tres de ellas.
La pequeña solo se lo quedo observando para luego mirar los folletos que tenia en la mano, dejándose caer en la cama de manera exagerada -¡Es una decisión muy difícil!- suspiro mirando concentrada las hojas con lindos colores y fotos -Todos me gustan, se ven divertidos y podré hacer muchos amigos... Se sentirá mal si escojo a dos como mis favoritos- se llevo las manos al corazón de manera dramática.
Gulf solo se rió y tomo el folleto del grupo de teatro -Creo que esté club y el equipo de fútbol son suficientes para ti este año.
-¡Pero yo no sé actuar!, Aunque sería divertido interpretar algún personaje.
-Creeme hermosa el club de teatro es perfecto para ti; ese y el de fútbol harán que agotes toda esa energía saltarina que tienes- le afirmó el pelinegro dándole un beso en la frente.
-Yo no diría que es hermosa, sino una pequeña molestia que no sabe cuando callarse y estar por todas partes saltando -hablo Alexander entrando en la habitación.
-¡Oye! Y tú eres un gruñón que todo le molesta- replicó la niña aún sentada en la cama.
Gulf solo nego con la cabeza sus hijos siempre eran así, se insultaban pero cinco minutos después ambos estarían tumbados en la cama viendo caricaturas y pidiéndole a Mary que les lleve galletas y leche como aperitivos.
Ellos eran tal para cual, aunque en esos momentos ambos estaban en extremos opuestos en la elección de los clubes, mientras Lamai estaba emocionada sin saber que hacer, Alexander estaba un poco negativo y ninguno parecía gustarle, no importaba cuánto Gulf intentaba convencerlo de que escogiera uno o que Mew le hablara de las ventajas de cada uno de ellos, incluso su hermana le había dicho que entrara al equipo de fútbol de varones y así ambos tendrían a la misma hora en las prácticas.
Pero simplemente el niño no se decidía por uno -No lo se Mew, ninguno me gusta, ¿Y si no entro a ninguno? ¿Y si no soy bueno en nada?- le dijo unas horas más tarde a su papá mientras volvían a revisar los folletos.
-Eso es imposible, tienes que ser bueno en algo... Mañana habrán muchos Stands y estoy seguro que alguno te va a llamar la atención, puedes acercarte y preguntar; sino te gusta pues pasas a otro y si al final del día no te gusta ninguno, entonces no entras a ninguno y listo, no habrá problemas con ello.
-¿Ustedes no se molestaran sino entro a ninguno?
-Porsupuesto que no, queremos que hagas lo que tú quieras... Pero igual queremos que les des una oportunidad y no los descartes sin siquiera mirar, no te cierres porque quizás no estás viendo todas las opciones.
-Esta bien, te prometo que miraré y veré si me gusta algo- se encogió de hombros y tomo una historieta que tenía en la cama- ¿Podemos leerla de nuevo?
-Esta bien, solo una vez más antes de dormir o papi se enojara porque no te duermas temprano en día de escuela.
El pequeño asintió y se recargo en el hombro de Mew mientras comenzaba a leerle de nuevo, esos eran los momentos que aprovechaba para sentir cerca a su niño.
Minutos más tarde el castaño cerro la puerta de la habitación dejando a su pequeño dormido, al entrar a su cuarto se encontró con Gulf sentado en la cama con la laptop sobre sus piernas.
-Estos días te he visto todo el tiempo pegado a ese aparato- le dijo cerrando la puerta.
-Estoy trabajando, esto es por culpa de la estúpida junta del sindicato a la que me obligó Jackson a ir.
-Lo se y que yo recuerde aún no has terminado de disculparte conmigo, esa mamada no fue lo único que me prometiste.
-Ya sabes que los niños llegaron y no pudimos continuar y estos días no hemos tenido ninguna oportunidad de estar a solas- le respondió Gulf sin apartar la mirada de la pantalla.
-Pues no veo a los niños en este momento, creo que deberías dejar eso y cumplir con tu promesa- le dijo Mew quitándose la ropa.
-Dame un minuto amor, deja que terminó esto y soy todo tuyo.
-¿Eso que estás haciendo es más importante que tú esposo?, Dudo que exista algo más importante que yo...
-No lo es, pero es algo que tengo que terminar para no oír nuevamente los reclamos de Jackson.
-Yo quiero que lo dejes, es un momento para nosotros- le hablo Mew subiéndose a la cama y colocándose en frente de su esposo, solo los separaba la laptop.
-Espera un momento amor, deja que termine.
-Gulf...
-Dos minutos y soy todo tuyo.
-Ya eres todo mío, solo quiero que dejes eso y me prestes atención... Quiero tiempo de calidad con mi esposo- le respondió el castaño con un puchero.
Gulf al oir esas palabras bajo la tapa de la computadora y le dio un beso, no fue lento ni suave, Gulf empleo su lengua a fondo para que Mew supiera que el también quería lo mismo esa noche; el castaño se aprovechó de la situación y lo tomo de la nuca profundizando aún más el beso, quería que su esposo le prestará atención y para ello debía hacer que dejara el trabajo de lado, pero el beso que tan fácil comenzó, rápido termino cuando el pelinegro se dio cuenta de las intenciones de Mew.
-Solo dos minutos amor.
-Gulf...
-Enserio solo serán dos minutos más y prometo que te lo compraste con creces.
-Pues tendrás que hacerlo, porque me estás haciendo esperar- hablo nuevamente Mew mientras se dejaba caer en la cama y se quitaba el boxer dejando su erección al descubierto, la cual comenzó a masturbar como una manera de hacer que su adorado esposo soltara la laptop.
-No me lo vas a poner fácil ¿Verdad?- suspiro Gulf viendo las acciones del otro.
-Yo solo estoy aquí esperando por mi esposo- respondió el castaño sin dejar de mover su mano de arriba hacia abajo -Termina eso que estás haciendo rápido, para que me ayudes con este problema que tengo entre mis piernas.
Gulf solo negó con la cabeza y siguió escribiendo, no había pasado un solo minuto cuando su adorado esposo comenzó a soltar gemidos de placer, haciendo que desviará su mirada al sube y baja que hacía con sus manos sobre el hinchado pene, definitivamente no iba poder concentrarse en lo que estaba haciendo, por lo que cerro el computador de golpe dejándolo sobre la mesita de noche y procedio a desnudarse a si mismo antes de subirse sobre Mew.
-Mas te vale que valga la pena Suppasit- susurro antes de acercarse a sus labios para darle un beso.
-¿A quien quieres engañar?, Sabes que siempre vale la pena- le contesto Mew luego de separarse del beso.
Momento que aprovecho para invertir las posiciones y comenzar a besar nuevamente al pelinegro quien correspondió con la mismas intensidad cruzando sus brazos por la nuca del castaño, mientras se movían rozando sus erecciones creando así una deliciosa fricción que los tenía completamente excitados.
Mew comenzó a pasear sus manos por toda la piel de su esposo, con firmes caricias queriendo que esté comenzará a sentir muchas sensaciones en su cuerpo que lo llevarán al borde la locura, los besos se habían cada vez más intenso hasta que Gulf algo desesperado volvió a colocarse arriba de su esposo para comenzar a bajar con una camino de besos por todo su pecho hasta llegar a su objetivo.
Tomo la erección que se presentaba ante sus ojos orgullosa entre sus manos, para comenzar a masturbarlo pasando su lengua por la punta del mismo sin llegar a meterselo dentro de la boca.
-Amor, si lo vas hacer hazlo de una vez. Déjame sentir esa boca deliciosa sobre mi una vez mas- pidió Mew disfrutando de lo que le hacia el pelinegro.
-No seas impaciente Boo todo a su debido tiempo - le replicó Gulf con una sonrisa pícara.
Para luego comenzar a lamerlo desde la base hasta la punta en varias ocasiones hasta que por fin se decidió y se lo metió enteró, sacándole un sonoro gemido a su esposo que comenzaba a retorcerse por la forma deliciosa en la que esté lo estaba tomando.
-¡Ah! Siii... Si sigues así Bii voy a terminar en tu boca y no quiero eso...
-Yo tampoco- le respondió Gulf soltando la erección con los labios hinchados.
Mew volvió a darles la vuelta y besarlo disfrutando de su propio sabor desde los labios de su esposo, que estaba desesperado necesitando atención en su propio miembro, cosa que no le negó su Boo que lo tomo en sus manos para masturbarlo logrando que si hermoso hombre se retorciera bajo sus manos.
Busco el lubricante que siempre guardaban en la mesita de noche y tomo un poco en sus dedos para comenzar a preparar la dulce entrada de su Bii que lo estaba llamando a gritos.
La preparación fue hecha de manera lenta y tortuosa, quería vengarse por haberlo dejando esperando mientras se perdía en su trabajo, cuando creyó que estaba listo, sin ningún miramiento coloco su miembro y comenzó a empujar en la dulce entrada completamente estirada que estába esperando para ser llenada.
El vaivén de caderas había comenzado rápidamente llevando a Gulf al borde la locura, porque Mew había encontrado el punto exacto que lo hacia delirar de placer, no era la primera vez que lo hacia... Pero para él las veces que tenía sexo con su marido las convertía en momento especial para ambos porque se estaban demostrando cuánto se querían.
-¡Ahhh Boo!...¡Siiii!... Sigue así... me encanta -hablo entre jadeos Gulf que estaba disfrutando de todo lo que le estaba haciendo.
Mew no dijo nada y solo se acercó para besarlo nuevamente mientras tomaba una de sus piernas y la colocaba en su cintura para lograr que llegara con más profundidad en su interior, las embestidas se volvieron más rápidas y desesperadas.
Sacando gemidos de parte y parte, estaban llegando a su propio paraíso en esa cama que había sido testigo de muchos encuentros como ese... El castaño cada vez incrementaba los movimiento de cadera sintiéndose al borde del órgasmo, así que tomo la erección de su esposo y comenzó a masturbarlo hasta hacerlo llegas al éxtasis antes que él.
Esas era una de las cosas por las que siempre se preocupaba Mew cuando hacían el amor, se aseguraba que su marido disfrutará cada uno de sus encuentros... la sobrecarga de sensaciones hicieron que Gulf se arqueara dejando salir un sonoro gemido soltando toda su semen en las manos de su esposo.
A quien no le importo lo que sucedía y lo siguió embistiendo hasta que el mismo llegó a su propio órgasmo transportandolo al mismo lugar que aún estaba el pelinegro, que respiraba erráticamente debajo de él, eso había sido intenso para ambos y les había demostrado que la llama del amor aún seguía viva.
Por su parte Mew salio de su interior viendo como su semen escurría del rosado agujero de su esposo que respiraba aún con dificultad, con mucho pesar se levantó de la cama y fue por una toalla para limpiar a Gulf y así poder dormir lo que quedaba de noche y poder levantarse cuando su despertador sonara dentro de unas pocas horas, ya que la madrugada los había sosprendido haciendo el amor.
Después de limpiarlo el castaño tomo los pantalones de pijama de ambos y ayudo a su Bii a colocarselo para luego ponerse el suyo propio, eso lo hacian previniendo de que alguno de sus hijos tocará la puerta y así poder atenderlo rápidamente.
Se acurrucaron en el medio de la cama sin ningún problema para luego quedarse dormidos con una sonrisa en sus rostros, pensando cada uno en lo mucho que se amaban, lo cual expresaron en voz alta antes de dormirse completamente con un tierno beso.
Ya al día siguiente se preocuparían por el trabajo inconcluso y por unos pequeños que escogerían sus clubes escolares para ese año escolar.
Hola a todos segundo capítulo algo hot 🤭🤭
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