Kulap observo la cantidad de regalos que habían debajo del árbol de Navidad, todos perfectamente envueltos en hermosos papeles de regalo y etiquetados con el nombre de su dueño, incluso si su vista no le fallaba había algunos cuantos con su nombre y el de Dave.

Cuando su hijo hizo acto de presencia abrazando a Gulf de la cintura,se dio cuenta de lo diferente que todo era con la familia Kanawut, ellos habían bajado usando solo sus batas en dos tonos de azul uno oscuro para su hijo y claro para el pelinegro, pero las dos prendas se complementaban porque ambas tenían bordado en el pecho izquierdo la palabra "Sr. Suppasit" , al girar su mirada y ver la actitud relajada de su esposo, le dio a entender que se sentía cómodo con todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, era tan diferente a lo que estaba acostumbrada, pero no era malo se sentía más cálido y hogareño de lo que le gustaba pensar.

-¿Quién va primero? -pregunto uno de los niños desde su lugar.

-Puedo ser yo- hablo Bass llegando a la sala con el cabello completamente revuelto se notaba que acababa de despertar -Yo quiero mis regalos.

-Fuiste el último en llegar abue Bass- protesto Lamai -Asi que eres el último en recibir tus regalos son las reglas.

-Estupidas reglas, ¿A quien se les ocurriría? - murmuró molesto mientras caminaba al sofá en donde estaban sentado Mew y Gulf - Quítate has espacio para tu padre.

Kulap se rió ante su actitud infantil y también porque era gratificante ver cómo Bass podía mandar al pelinegro y este obedecía inmediatamente, las virtudes de ser padre.

-La primera ves que vi sentado a mi niño con tu hijo, te juro que quise castrarlo, el es mi único doncel así que tenía que cuidarlo- hablo Sunan desde su lugar bebiendo su café negro.

-Estoy agradecido de que tuviéramos solo varones- le respondió Dave también tomando su café- Menos mal que no tuvimos alguna niña o un doncel, me libere de pasar por la angustia de que algún hombre llegara a la casa queriendo pedirme su mano- se estremeció nada más de pensarlo.

Kulap aún no entendía como su esposo y su consuegro se habían hecho muy amigos en tan corto tiempo, parecía que se conocieran de toda la vida, desde que estaban allí no había pasado día en el que ambos no se perdieran por algunas horas y regresaran tiempo después con algunas botellas de cerveza vacía, luego de pasar la tarde presumiblemente en las caballerizas o en el río.

Los más pequeños abrieron sus obsequios chillando de felicidad, cada vez que veían lo que había dentro de cada uno de sus paquetes, llenando la casa de risas y gritos de algarabía por haber recibido su recompensa después de portarse como unos niños buenos todo el año.

Todos los presentes habían recibido un regalo que iban desde joyería, viajes,tarjetas de regalos, invitaciones para ir algún spa, ropa... Incluso ella y Dave habían recibido un viaje con todos los gastos pagos en un crucero por Europa, pero en su mayoría pequeñas joyas y tarjetas de regalo, al igual que un pase por un año a un spa que sospechaba era regalo de Gulf, lo cual agradeció silenciosamente a su yerno, porque había pasado mucho tiempo desde  la última que había tenido a alguien arreglando su cabello profesionalmente.

Solo quedaban dos pequeños obsequios debajo del árbol, dos pequeñas cajas con un moño rojo , una un poco más grande que la otra.

-Los dos son para tío Gulf- dijo uno de los niños.

-Pero si él se porto mal, yo escuché cuando él tío Mew dijo eso durante la noche, el dijo que recibiría su castigo, Santa no tenía porque traerle nada- hablo ahora Lisa desde su asiento, haciendo que Kulap se sonrrojara y que Bass soltara la risa sin pudor alguno.

-Los grandes reciben otra clase de castigo corazón y estoy seguro que Gulf lo recibió anoche, durante tooooda la noche- respondió Daniels a su hija meneando las cejas causando la risa en todos los adultos de la sala.

El pelinegro solo se encogió de hombros sin darle ninguna importancia a lo que decía, en cambio decidió lanzarle una réplica a su hermano mientras se acomodaba su cabello - No es mi culpa que tus castigos solo duren cinco minutos.

Los únicos que no entendían nada eran los niños que tenían el ceño fruncido sin entender a qué se refería los adultos, pero antes de que Daniels pudiera seguir con la pelea tonta con su hermano menor, Sunan decidio intervenir y le ordenó a Gulf que abriera sus regalos.

Kulap volvió a sonreír espectante compartiendo el mismo sentimiento de Bass que también sonreía desde su lugar, mientras observaban como Gulf desgarraba el papel de la caja marcada como número uno encontrándose con una tarjeta la cual abrió, dejándolo completamente sorprendido, lo cual lo llevo abrir rápidamente la segunda caja sin ningún tipo de cuidado viendo un hermosos anillo de compromiso en ella.

-¿Que significa esto? -pregunto viendo el tercer anillo que recibía por la misma razón.

-Bueno- hablo Mew tomando la caja de sus manos y poniéndose sobre una rodilla frente a él -Santa se enteró de lo mucho que nuestros padres deseaban estar en nuestra boda, por eso me ha ayudado a pedirte que te vuelvas a casar conmigo.

Dave sostuvo por el hombro a su esposa quien estaba al borde de su asiento espectante por la respuesta del pelinegro, era tonto hacerlo porque sabían que iba a ser un si rotundo, ¡Ya estaban casados! Y no una sino dos veces, esa iba a ser su tercera boda; Gulf ahora entendía todo el misterio que había a su alrededor desde que habían llegado al rancho, todos estaban involucrados en esa sorpresa y el jamás imagino que se trataba de eso.

-Dios Mew eres un idiota- respondio Gulf sonriendo -Pero eres mi idiota y sabes muy bien que la respuesta siempre será si, ni siquiera tienes que preguntar.

Se inclino y le dio un beso inocente, acto para todo público, las niñas suspiraron de alegría porque la escena se parecía mucho a los cuentos de hadas que les leían, entretanto los niños solo pusieron una cara de disgusto al ver la muestra de afecto, la mayoría estaba en la edad de decir que no querían a las niñas porque tienen piojos.

-Esta bien es suficiente- intervino Sunan -Aun no me acostumbro a ver esas muestras de afecto delante de mi, aún eres mi niño pequeño.

-Ya papá cálmate, que sabes muy bien que esos dos están pensando hacer cosas peores cuando estén solos en su habitación- hablo Malee antes de reír, siendo secundado por Bass, Dave y Sari que sabían muy bien de las andadas de la pareja.

-¡Nos vamos a casar en siete días!- hablo el pelinegro leyendo bien la invitación de su boda.

-¿Porque no?, Ya estamos casado solo tendremos otra ceremonia simbólica.

-Porque me voy a casar contigo con la familia presente, tus padres incluso están aquí, entonces quiero tener un hermoso traje ese día y no hay tiempo para ir a buscar uno.

-Eso está resuelto hijo- hablo Bass tranquilo -Yo mismo escogí tres que se que te van a gustar y te van a quedar perfectos, bueno quizás haya que hacerle algunos arreglos, solo tendrás que decidirte por uno, quien mejor que yo para escoger que ponerte, yo conozco tus gustos a la perfección.

-¿Tenían todo planeado?

-Por supuesto- respondió ahora Sari- Desde el momento que tú padre se enteró que se habían casado sin nuestra presencia nuevamente, por eso te pedí que hablaras con Dave y Kulap para que vinieran, Sunan me dijo que sí ellos no estában no querrías llevar a cabo está tercera boda.

-No puedo creerlo, yo tratando de averiguar que me escondían y era todo esto.

-Sip, hicimos un buen trabajo- dijeron todos orgullosos.

-Amor yo lo supe tan solo hace dos semanas y solo porque necesitaban que consiguiera un anillo, sabes que yo siempre estoy dispuesto a casarme contigo las veces que sean necesarias, así que no tuve ningún problema en cumplir con mi parte del plan.

-Quisiera estar molesto con todos ustedes por planear mi boda sin consultarmelo -hablo cruzándose de brazos - Pero los perdonaré si me dicen en donde planearon que será mi luna de miel.

-Van a ir a una isla nudista - hablo alegre Bass como si se tratara de lo más normal del mundo, pues el era el artífice de ese apartado.

Gulf decidió omitir el hecho de que el y Mew ya habían estado en una, al escuchar el gruñido inconforme de Sunan, quería que su esposo se mantuviera completito y no castrado por su padre porque no le parecían esos planes.

-Tranquilos solo irán a una hermosa isla en Grecia, nada de nudismo, Bass solo está jugando, ustedes decidirán si llevan a los niños con ustedes - intervino Sari tratando de calmar el ambiente.

-¡Será su luna de miel!, Lo último que querrán es salir de su habitación, los niños regresan conmigo a Bangkok, junto con Dave y Kulap, cuando lleguemos allí ya estará Mirian y me ayudara con ellos, ustedes regresaran justo dos días antes de que tengan que volver al trabajo.

-Por lo visto, tienen todo fríamente calculado hasta el más mínimo detalle - dijo Gulf cruzándose de brazos porque ya no quedaba nada que decidir para su propia boda- Quiero ver mis posibles trajes ahora.

Bass tomo la mano de su hijo y se lo llevó casi a rastras a su habitación en donde guardaba celosamente los tres trajes que había comprado en Nueva York en su último viaje, las mujeres se fueron tras ellos querían dar su opinión y ayudarlo a escoger el mas idóneo para la ceremonia.

Dos días después Alexander entro a la casa en busca de su hermana Lamai, nadie sabía en donde se había metido esa niña, no estaban jugando a las escondidas, tampoco la había visto jugando con sus otras primas a las muñecas y mucho menos estaba con Gulf porque el estaba dándole muchos besos a Mew cerca de las caballerizas, el no había dejado de darle besos desde que le había pedido matrimonio, no entendían porque debían hacerlo de nuevo sí ellos ya se habían casado en el viaje que habían hecho a la playa, pero entendía que todos allí estaban muy felices con la noticia, por eso no dijo nada y se unió a la felicidad de los demás, salió de sus pensamientos y frunció el ceño, ¿En donde estaba su hermana?, No podía encontrarla por ninguna parte.

Al ser su hermano mayor el era el encargado de cuidarla y buscarla, Lamai podía estar haciendo cualquier cosa en ese momento, por ello fue a su habitación encontrándose con su maleta de Peppa la cerdita abierta en la cama, no sabía porque estaba allí, ambos habían desempacado hace días y habían metido toda su ropa en el armario, definitivamente no podía entender porque Lamai la había sacado de nuevo.

Salió de si habitación y se fue a la de Mew y Gulf para ver si estaba allí, pero solo encontró a Hazard durmiendo sobre la almohada de Mew.

-¿Has visto a Lamai?- le pregunto a su gato, ganandose un pequeño maullido en respuesta -Esta bien, no te preocupes seguiré buscándola, solo no te hagas pipi en la cama, Gulf y Sari se enojara si lo vuelves hacer.

Recibió otro maullido en respuesta y salio de la habitación, estaba por bajar las escaleras cuando una bolita de algodón llamo su atención, podía ignorarla y pasarla por alto pero estaba fuera de la habitación de su abue Bass y aún recordaba como peleó a Sari por no decirle que su sweater estába descocido.

No sabía de que podía ser, pero si sabía que su abue Bass iba a estar muy molesto si alguna de sus prendas estaba rota, así que abrió la puerta con mucho cuidado y entro olvidando tocar antes, mala idea debió hacerlo, porque de ese modo hubieran escondido los pedazos destrozados de su adorado Pablo el pingüino.

Su amado peluche azul, aquel con el que dormía todas las noches, el mismo que no había podido encontrar desde antes que hicieran el viaje y que Mirian y Mary habían buscado hasta el cansancio por toda la casa, estaba allí, con todo su cuerpo desgarrado, con la mitad de su algodón perdido y con su pico desilachado, era la peor imagen que había visto en su corta vida.

-¡Arruinaste a Pablo el pingüino!- grito entrando a la habitación.

-Fue un accidente - respondió Lamai bajando de la cama -Chopper se metió a tu habitación cuando iba a pedirte prestado tu peine porque no encontraba el mío, me di cuenta que entró conmigo cuando vi que tenía a Pablo y salió corriendo, lo persegui intentando quitárselo pero pensó que estaba jugando y... Pablo el pingüino murió.

Alexander tomo la cabeza que Lamai sostenía en sus manos, notando la aguja e hilo que estaban en la cama, habían intentado arreglarlo, pero eso era imposible su pingüino ya estaba perdido, no había forma que quedara bien nuevamente.

-Te odio.

-Alex...

-Por tu culpa se arruinó mi pingüino.

-Arruinaste a pingüino, por no estar pendiente lo perdí...

-¡Fue un accidente! no quise que esto pasara- lloro Lamai.

-Pero paso y por eso te odio.

-¡Fue un accidente!- repitió ella desesperada.

-Aqui el único que tiene derecho a llorar soy yo, yo perdí a mi pingüino tu no.

-¡Lo siento!

-¡Eso no arregla nada!

-¿Y que quieres que haga? Fue un accidente Alex, sabes que yo jamás quería que algo como eso pasara.

-Pues ahora no lo sé...

-¡Nunca lo haría!- grito ella molesta -No puedes pensar eso de mi, solo fue un accidente.

-No te creo- se cruzó de brazos el niño.

-Soy tu hermana.

-Si lo fueras no hubieras permitido que Chopper tomara a Pablo el pingüino.

-¿Cuántas veces tengo que repetirte que fue un accidente?

-No te creo, y te odio por lo sucedido.

-Pues yo te odio por no creerme.

-No me importa, yo te odio más.

-Ustedes ya paren - intervino Bass -Esta no es la manera de arreglar las cosas, son hermanos y ustedes no se odian solo están molestos el uno con el otro por lo sucedido, tienen que sentarse y hablar como los niños buenos que son y arreglar el problema.

-¿Que vamos arreglar?, No hay manera de recuperar a Pablo el pingüino y eso no se lo voy a perdonar, ella sabía lo importante que era ese peluche para mí.

Alexander salio de la habitación corriendo, chocando en su huida con Sari y Deina que subían con cestas de ropa limpia, las cuales terminaron en el suelo cuando él paso a toda prisa.

-Alex, ¿Que te pasa?

El niño ignoro la pregunta y salió de la casa, no quería tener a nadie cerca en ese momento, necesitaba estar solo con lo que quedaba de pingüino, todo era tan injusto, el siempre cuidaba de Lamai, intentaba ser un buen hermano mayor, siempre estaba pendiente de que Chopper no estuviera cerca de sus muñecas, pero ella no estuvo atenta e hizo que perdiera su posesión más preciada.

-¿Pingüinito?- pregunto Gulf extrañado al ver a su niño.

Alexander se detuvo al escuchar su voz, Gulf caminaba con Mew, ambos tenían el cabello despeinado y sus ropas arrugadas, además de que ambos tenían sus labios hinchados.

-¿Que sucede pingüinito?- pregunto ahora Mew preocupado al verlo llorar.

Alexander no respondió, solo le mostró la cabeza de su peluche y no hizo falta decir más nada, porque sus lágrimas le nublaron la mirada lanzándose a los brazos de Gulf que lo recibió rápidamente pata consolarlo.

Escondió sus cara en el cuello del pelinegro mientras sentía como Mew le acariciaba la espalda, escucho a lo lejos los sollozos de Lamai que seguramente lo había seguido, las preguntas de sus tíos y primos, así como a Bass intentando explicar la situación.

Todo era tan injusto, oculto mejor su rostro en el cuello de su Gulf no quería ver a nadie ni que nadie lo viera... vio como Mew tomaba la cabeza de Pablo el pingüino de dónde la había tirado y suspiro triste, a él también le dolía perderlo; Mew y Gulf lo entendían, sabían por lo que estaba pasando en esos momentos y solo el sentir los besos de Gulf en su frente y las caricias de Mew en su espalda hacían que su dolor disminuyera un poco, ellos estaban junto a él.

Horas después Gulf entro a la habitación de Lamai, su pingüinito por fin estaba dormido en la habitación de ellos con Mew velando su sueño, después de haber llorado tanto, se había calmado lo suficiente para poder descansar.

Alexander les había contado su versión de los hechos, había estado llorando por Pablo el pingüino hasta que sus ojos estuvieron completamente hinchados, él también quería llorar, pero debía de mantenerse sereno para darle fuerzas a su niño, tenía que ser su fortaleza.

Y por eso necesitaba hablar con su pequeña, entendía y sabía que había sido solo un desafortunado accidente, su niñita también necesitaba consuelo, sobre todo porque su hermoso hijo aún no podía entender... que fue eso un accidente, solo un accidente y que el no odiaba a su hermana.

-Hola hermosa.

-Hola papi- respondió la pequeña con la voz quebrada desde su cama.

-Ya Alex me contó lo que pasó.

-Fue un accidente- dijo inmediatamente la niña sentándose en la cama -Te juro que yo intenté quitárselo a Chopper, pero no pude, apretó sus dientes más fuerte sobre él.

-¿Porque no fuiste inmediatamente con Mirian?, O simplemente me dijiste a mi o a papá.

-Tenia miedo... Sabía que Alexander se molestaría y se pondría triste, yo no quería que eso pasara- respondió ella con voz baja mirándose las manos.

-Hermosa yo sé que tus intenciones fueron buenas - la tomo en sus brazos para que quitará la cara triste y supiera que no estaba molesto con ella - Yo se que eres la niña más dulce del mundo y que amas mucho a tu hermano.

-¡Claro que lo amo!... Por eso no quería verlo triste, yo traje a Pablo el pingüino aquí para que el abue Bass lo arreglará, el dijo que podía repararlo.

-¿Lo llamaste?

-Si, por eso lo traje escondido en la maleta de mis juguetes, el decía que podía arreglarlo, pero cuando lo vio me dijo que era más difícil de lo que pensaba y en ese momento fue que entro Alex ... Yo solo quería arreglar a pingüino.

Gulf consoló a su hija, debía arreglar las cosas entre sus hijos pero en ese momento no sabía cómo hacerlo, su niño estaba muy dolido, Pablo el pingüino era un objeto muy especial para ellos, representaba el primer juguete que le habían regalado años atrás y que los unió en su ausencia, tenía un gran trabajo en sus manos, pero sabía que tarde o temprano todo se resolvería favorablemente.

Primer capítulo de la semana un poco agridulce, fue feliz porque Mew y Gulf se casarán nuevamente y triste por lo que pasó con el peluche de pingüino, pieza clave en la relación Mew- Gulf- Alexander.