Capitulo 13
Había llegado el nuevo día y Gulf protesto cuando su alarma sonó mas pronto de lo que hubiera deseado, el dolor de cabeza y el mal aliento le recordaban que ya no tenía 20 años, ahora la resaca le daba más fuerte y por más tiempo.
-Termina de apagar esa mierda- protesto también Mew cubriéndose con la almohada tratando de sofocar el ruido.
Por fin el pelinegro alcanzo la alarma y la apagó detestando por completo la hora que marcaba, suspirando se quitó el cabello que tenía pegado de la frente, tenía mucho dolor en el cuello y parte de su espalda por la posición en la que había dormido, se quitó las mantas y se dio cuenta que aún tenía la ropa del día anterior toda arrugada, sonrió al recordar que después que lograron entrar en la habitación se quedaron dormidos tan solo dos minutos después, ni siquiera alcanzaron a quitarse la ropa.
-Se nos va a ser tarde- hablo sentándose en la orilla de la cama -Vamos a bañarnos, como quisiera ser los niños en este momento y no tener que salir tan temprano de la casa.
-Yo igual, ¿Que te parece si te conviertes en mi sugar daddy?- pregunto Mew aún con la cabeza metida debajo de la almohada -Tu te vas a trabajar a partir de hora y yo te espero en casa con solo los boxer puestos dispuesto a darte buen sexo.
-¿Cómo el de anoche?- le pregunto Gulf quitándole la almohada de encima -Por que todavía me acuerdo que alguien me prometió que me haría sudar y no cumplió, para ser mi mantenido al menos tendrías que ser joven.
-¡Aún lo soy!
-Si eso es lo que quieres creer- murmuró nuevamente el pelinegro levantándose de la cama -Vamos sugar baby, es hora de levantarse, ve y prepárame el desayuno.
Así se fue directo al baño y comenzó a descartar la ropa con olor alcohol que aún llevaba, viendo por el reflejo del espejo como Mew lo observaba desde su lugar en la cama, su hombre tenía el cabello revuelto, los ojos rojos, con la corbata colgada en su cuello todavía; incluso con la resaca y pareciendo más un zombi que persona, seguía amándolo y deseándolo por completo, tal vez...
-¿Me estás esperando para que me una a tu baño?- pregunto desde su lugar el castaño -Si es así, yo estaría más que encantado.
-Pensé que como mi sugar baby tendrías que saber lo que yo deseo, aún antes de que yo lo pensara... En estos momentos me estás decepcionando mucho Boo.
Se giro dispuesto a meterse por completo en la ducha y sonrió suavemente cuando escucho como era cerrada la puerta del baño.
-Aqui estoy Bii, hay que poner manos a la obra o los niños pueden interrumpirnos y es mi deber como tú sugar baby complacerte y no decepcionarte.
Gulf se carcajeo sin poder evitarlo, aunque termino arrepintiendose rápidamente después de que el dolor de cabeza le recordara que reír en ese momento no era buena idea, pero mientras Mew preparaba la temperatura del agua para que se mantuviera perfecta, pensó que incluso con ese dolor infernal de cabeza que tenía, la vida era buena si tenía a su esposo junto a él, no lo cambiaría por nadie en el mundo.
Lamai entro a la cocina y se encontró con la grata sorpresa de ver a su padre acorralando a su papi contra la encimera mientras lo besaba castamente en los labios, ahora entendía porque Alex estaba feliz mientras se cepillaban los dientes, diciéndole en varias ocasiones que el sabía algo de suma importancia primero que ella.
-¡Buenos días!- dijo alegre mientras se acercaba a sus padres.
-Buenos días hermosa- respondió Mew besando su mejillas dejando que ocupará su lugar en la mesa del desayuno -Lo siento porque ayer ya no pude verte cuando llegue del trabajo.
-No importa, ¿Tenías mucho trabajo?
-Pueden decirse que si- respondió con una media sonrisa el castaño.
Gulf solo asintió a lo que había dicho su esposo sonriéndole de manera divertida, había extrañado eso de ellos, como parecían comunicarse sin necesidad de palabra alguna, era como si tuvieran un lenguaje secreto que ellos solo conocían.
-Recuerdo que hoy vendrá la abuelita Kulap para ir con ustedes al centro comercial- hablo el pelinegro dejando su taza de café en el fregadero -No le den mucha guerra, pórtense bien que que la señorita Mirian irá con ustedes y nos contará todo.
-Esta bien, me portare bien- respondió rodando los ojos Lamai sin entender porque le pedían que se comportará si ella siempre lo hacía -¿Puedo desayunar con helado?
-No, ese no es un buen desayuno además de que hoy amaneció el clima frío, parece que lloverá.
-Pero, papi...
-Ya te dije que no cariño, no queremos que enfermes a tan solo una semana de la navidad.
-¡Ya estamos cerca de navidad y no hemos puesto el árbol!- dijo horrorizada la niña al darse cuenta de la fecha en que estaban- Tenemos que buscar el árbol y los adornos para ponerlo lo más pronto posible.
-Hermosa, este año no pondremos el árbol de Navidad.
-¿Porque?- pregunto ahora alarmada -¿No quieres que Santa venga a casa?, Necesitamos el árbol, sino donde Santa va a dejar nuestros regalos.
-Tranquila amor, no tendremos árbol porque iremos a casa del abuelito Sunan a pasar Navidad, si ponemos el árbol no estaremos aquí para disfrutarlo.
-¿Entonces si tendremos árbol?
-Si, habrá uno en casa de tu abuelo y allí Santa te dejará todos los regalos que le pediste.
-¡Siiii!
-Pero no te dejará el reno, no te emociones mucho... Ya te explique porque Santa no puedo regalarte uno de sus renos.
-Puedo ser muy convincente papi, yo creo que cuando lea mi carta verá que soy una niña buena y que lo voy a cuidar muy bien , y me dejara tener uno de sus renos - le replicó la pequeña con dulzura batiendo sus pestañas -Si no puedo tener helado, ¿Puedo comer cereal con chocolate?
-No, porque después vas a ser todo un torbellino por exceso de azúcar y terminarás volviendo loca a tu abuela- le beso Gulf su mejilla -Mary te está preparando tu comida, tendrás pan tostado con tocino y huevo.
-¿Puedes decirle que solo me sirva tocino?
-No señorita, tienes que comerte lo que Mary te va a poner.
-No puedes culparla por intentarlo -murmuro Mew bebiendo lo último que quedaba en su taza de café -Ire a ver qué hace Alexander, ya debería estar aquí, nosotros tenemos que irnos y después se enojara sino nos despedimos de él.
-Esta bien, date prisa acuérdate que me tienes que dejar a mi en la oficina hoy -hablo el pelinegro sirviéndole jugo a Lamai.
-Lo se.
La pequeña vio como su papá se fue de la cocina en busca de su hermano, dejándola sola con su papi que estaba concentrado sirviéndose otra taza de café, no entendía porque les gustaba tanto esa bebida si sabía muy mal.
-¿Ya amas a papá otra vez?- pregunto Lamai causando que Gulf casi se atragantara con el café.
-Corazon yo nunca deje de amar a tu papá.
-Pero estaban enojados.
-Lo se, pero los papis a veces se enojan, discutimos, nos enojamos, nos gritamos, pero no debes dudar del amor que le tengo a tu papá, yo lo amo con todo mi corazón y eso no va a cambiar, estaremos juntos toda la vida.
-¿Seguro?
-Completamente, papá, Alex y tu viven en mi corazón permanentemente.
-Eso está muy bien, papi, yo también te amo mucho.
Mew encontró a su hijo con medio cuerpo debajo de la cama.
-¿Que haces?- le pregunto viendo lo que estaba haciendo.
No hubo respuesta solo un quejido por parte del niño, por lo que se apresuró a sacarlo de allí, al tenerlo en brazos, Alexander se sobaba la cabeza en donde se había golpeado.
-¿Estás bien?, ¿Que hacías metido allí abajo?
-Buscaba a Pablo el pingüino- le dijo con un puchero -No puedo encontrarlo, lo deje en la cama antes de ir al baño y ahora no se dónde está.
-Lo encontraremos, ya sabes que a tu hermana le encanta jugar con él, ahora ve abajo que papi está esperándote.
-¿Ya estás bien con Gulf?- pregunto antes de salir de la habitación el pequeño -Ni a Lamai, ni a mí nos gusta verlos enojados.
-Lo se campeón, pero no deben preocuparse por eso, no será la primera vez que peleemos, pero no tengas dudas que siempre lo resolveremos, nunca dejaremos de amarnos.
-Algo parecido nos dijo la abuelita Kulap, que los adultos a veces pelean pero después se arreglan- le dijo Alex tomado de su mano bajando las escaleras -Incluso cuando hablamos con el abue Bass, el nos dijo que siempre era divertido un poco de enojo en una pareja, porque las reconciliaciones eran mejores, pero no entendí... ¿Porque son mejores?
-Porque se resuelven los problemas, por eso son mejores- respondió el castaño recordando la reconciliación que tuvo con su esposo en la oficina la tarde anterior.
-Eso tiene sentido- ladeó la cabeza Alexander sopesando lo que le había dicho el castaño.
Nada más llegar a la cocina el pequeño corrió a besar y abrazar a Gulf, para después sentarse en su puesto y pelear con su hermana para que no robara su tocino.
-Pórtense bien, no le den tanta guerra a su abuela y a Mirian y no se hagan los inocentes conmigo que conozco esas caritas - les recordó Gulf terminando de recoger algunos documentos en su maletín.
Mew y Gulf se despidieron de ambos besando sus mejillas y deseándole un buen día antes de abandonar la casa, Mew sostuvo a Gulf de la cintura antes de llegar al auto y lo beso disfrutando de sus suaves labios.
-Te amo- le dijo el pelinegro al separarse.
Ambos escucharon el gritó alegre de sus hijos que chocaban las manos detrás del ventanal, pero huyeron a esconderse al verse a descubiertos.
-Yo también te amo Bii, pero ahora debemos irnos antes de que se nos haga tarde.
Gulf asintió y subió al auto, sonriendo cuando Mew alcanzo su mano y la sostuvo durante todo el trayecto.
El castaño dejo a Gulf en su trabajo justo a tiempo y se fue al de él llegando también dentro del horario, aún le dolía un poco la cabeza pero no era nada que no pudiera soportar, así que se sentó a revisar sus pendientes para dejar todo listo para salir de vacaciones de navidad, cuando escucho que su puerta ser abierta, era Gaby que entro a su oficina con dos cafés en sus manos, llevaba unos enormes lentes de sol y mucho perfume en su persona.
-¿Que tal estas?- pregunto la mujer sentándose en la silla del frente de su escritorio -Debo admitir que nunca había conocido a nadie que tuviera la misma resistencia que yo al alcohol, Gulf si que me dio pelea, termine muy ebria y perdí mi teléfono.
-Lo siento por lo de tu teléfono.
-No te preocupes, se puede reemplazar- le resto importancia al hecho de que ya no tenía su celular -Realmente me divertí mucho ayer, fue una gran idea que llevarás a Gulf contigo, necesitaba divertirme después de haber terminado con mi ex, pretendía tener unos tragos tranquilos contigo para después cada quien irse a su casa, pero la presencia de tu esposo lo hizo mejor.
-Por cierto, lo siento por eso, te dejo justo en navidad.
-No te preocupes, ya eso está olvidado, no vale la pena seguir lamentándose, además Gulf me dio un consejo realmente útil ayer por la noche.
-¿Y eso sería?
-No te lo diré- rodó los ojos ella -Eso es algo entre Gulf y yo.
-Si mal no recuerdo, fui yo el que te metió en el taxi anoche, así que creo que merezco saberlo.
-Yo también merezco muchas cosas, pero no las tengo - se puso de pie para irse -Solo vine a traerte ese café y agradecerte por una divertida noche, dile a Gulf que me llame, creo que por fin he encontado a mi compañero de parranda.
-Vas a ser una mala influencia para mí esposo- respondió Mew tomando un sorbo de café.
-No digas tonterías, simplemente encontré a mi complemento, como dicen por allí siempre hay un roto para un descosido y en este caso lamentablemente es tu esposo, así que tendrás que quedarte con los niños mientras Gulf y yo salimos.
Mew río mientras Gaby salía de su oficina, ella era una buena amiga y aún encontraba gracioso que su Bii hubiera actuado todo celoso por su causa, aunque ese incidente había logrado que su pelea por fin terminará, le hubiera dado las gracias a su jefa, pero ella ya tenía el ego por los cielos como para que se lo aumentará.
Ese mismo día en la tarde dos niños curiosos estaban sentados en la sala de la casa con su tablet, viendo vídeos cuando a Lamai se le ocurrió una importante pregunta después de que una palomita de maíz se le quedará atascada en una de sus muelas.
-¿Crees que el hada de los dientes guarde los dientes en su casa?, ¿Su casa tendrá forma de diente?, ¿Sus muebles tendrán también forma de dientes?
-No creo que eso sea posible Lamai, son demasiados dientes los que ella recoge y tampoco creo que exista una casa con esa forma.
-¿Porque no?- pregunto nuevamente la niña ladeando la cabeza.
-Porque sería muy evidente en donde vive, y todos querrían ir a visitarla.
-¿Has buscado su casa?,tal vez si tenga forma de diente y le gusten las visitas de los niños.
-No lo he buscado, pero aún así no creo que exista una casa en forma de diente, y tampoco creo que le gusten la visitas sino porque debemos de estar dormidos para que venga a buscar nuestro diente.
-¿Podemos buscar?, Papá dice que podemos encontrar las cosas si buscamos con mucho cuidado.
-¿Y como vamos hacer eso?, No nos dejan salir solos de casa.
-Pues con tu tablet- respondío Lamai rodando los ojos -Pondremos hada de los dientes en el buscador y seguro nos apareceran imágenes de su casa.
-Puede que tengas razón, pero ve por la tablet de Mew, allí tenemos más posibilidades de conseguir algo que en la mía, Gulf le puso un bloqueo de niños, así que es limitado lo que puede buscar.
-¿Porque tengo que ir a buscarla yo?
-Porque fuiste la de la idea.
Lamai refunfuño, pero igual fue en busca de la tablet de su papá que como siempre estaba en la mesita que estaba afuera de la puerta de la oficina, en donde ella podía tomarla sin ningún problema cuando quisiera jugar en ella, regreso junto Alexander y desbloqueo la pantalla.
-Busca hada de los dientes- ordenó la niña entregándole la tablet a su hermano.
El obedeció escribiendo en el buscador y esperaron a que cargaran los resultados de la búsqueda, el niño frunció el ceño al notar los videos que le aparecieron al principio de las respuestas.
-Tal vez alguien grabó su casa -hablo Lamai -Veamos el vídeo y sabremos si su casa tiene forma de diente.
Alexander asíntio y espero pacientemente que la página cargará, la música tenebrosa comenzó a sonar, causando que los vellos de su piel se erizarán y tragaran duro por la expectativa de lo que aparecería en el vídeo.
Este por fin se reprodujo mostrándoles distintas escenas, una más escalofriante que la otra, hasta que ya no pudieron soportarlo más y salieron corriendo dejando la tablet en el sofá, subiendo las escaleras en busca de sus padres que ya se encontraban en casa, no les importaba que la señorita Mirian les había ordenado no molestarlos, en esos momentos tenían mucho miedo como para seguir las reglas impuestas.
Lamai abrió la puerta de la habitación, pero se detuvo al ver cómo su papi gritaba asustado y se cubría con las sábanas.
-No, ¡Fuera!- gritaron al mismo tiempo cuando Alexander también intento ingresar a la habitación.
Ambos niños se congelaron en su lugar, sin entender porque ellos estaban en la cama tan temprano, aún ni siquiera habían cenado.
-¿Porque no tiene ropa?- pregunto la niña al notar que no tenian sus camisas puestas -¿Están teniendo una pijamada?
-No seas tonta Lamai, no pueden estar teniendo una pijamada, ellos siempre duermen juntos- rodó los ojos Alexander notando también que se encontraban si camisa y solo cubiertos por las sábanas de la cama.
-No estoy hablando contigo tonto, además yo no sé como son las pijamadas, tal vez en ellas no se usa ropa.
-Eso no sucede en una pijamada- protesto Alex cruzándose de brazos.
Mirian apareció enseguida llevándose a los niños, estaba un poco sonrrojada al ver la situación en la cual los pequeños habían encontrado a sus jefes, definitivamente no los podía perder de vista ni por un segundo, siempre se metían en algún problema cada vez que ella daba la espalda.
Ninguno de los dos niños pudo protestar, debido a que Mirian los había sacado rápidamente de la habitación y se los había llevado a la sala y por la forma en que los estaba jalando supieron que estában en problemas, nunca debieron intentar buscar la casa en forma de diente, no importa que tan genial había sonado la idea, ahora sabían que había sido muy malo hacerlo.
Después de la partida de sus hijos Gulf se dejó caer en la cama suspirando, sintiendo como la excitación de hace tan solo uno segundos terminaba de abandonar su cuerpo, ¿Cómo se les pudo olvidar cerrar la puerta con seguro?, Sentía que tenía las mejillas sonrrojadas y no se debía precisamente a la pasión, ni al esfuerzo físico de cabalgar sobre su esposo.
Sus hijos casi los habían visto teniendo relaciones sexuales, aún eran muy pequeños para saber de esas cosas, ¿Que hubiese pasado si lo hubieran encontrado aún subido sobre Mew?; Definitivamente aún no estaba listo para explicarles porque los padres necesitaban tiempo a solas, sin que los hijos interrumpieran, Bass se lo había contado a él cuando tenía diez años y lo encontró de manera bochornosa con un italiano del cual ya ni se acordaba del nombre.
-Nunca he sentido tanta vergüenza en mi vida- se quejo Gulf después de recuperarse un poco del susto -Ni siquiera me sentí así cuando Bass llegó aquella vez al departamento por sorpresa y nos encontró en pleno acto.
-Si lo recuerdo, el solo se burló y nos dejó para que terminaramos y nos fuéramos a dar una ducha, créeme puedo con una burla, no con mis hijos preguntando ¿Porque estoy desnudo, cubierto con una sábana y tengo una almohada en la entrepierna?
-Al menos nos encontraron cuando estábamos comenzando una segunda ronda y en la posición de misionero, dándonos tiempo de taparnos cuando sentimos que abrían la puerta, no se que hubiéramos hecho si hubiesen entrado veinte minutos antes.
-Creo que esté momento queda entre las cinco cosas más vergonzosas que me han pasado en la vida.
-¿Tienes una lista?- pregunto curioso Gulf.
-Claro.
-¿Y que ocupa el primer lugar de esa lista?
-Recuerdas el... - se aclaró la garganta Mew antes de continuar -¿El vídeo aquel que hicimos?
-Mierda si, lo borré ese mismo día temiendo que volviéramos a pasar por la misma angustia.
-Si lo se, pero el saber que casi fue expuesto ante la clase simplemente es...
-¡Dios si!, Fue la primera y única vez que me sentí tan expuesto en mi vida, en ese momento te odie por haberme convencido de que nos grabaramos.
-Yo lo único que podía pensar era en qué verían a mi hombre desnudo - le dijo Mew recordando ese momento.
-En ese momento todavía no éramos nada y si hubiese sabido que pensabas en mi como tuyo, hubiera dejado que lo proyectarán.
-Eres un descarado.
-Pero aún así me amas.
-Eres el amor de mi vida- le aseguro tomándolo de la cadera y dándole vuelta para posicionar su semi erección en su trasero -Debes admitir que en aquel momento ya eras mío, aunque todavía no lo habías admitido, tú fuiste mío desde las primera vez que estuvimos juntos.
-No mi amor, en realidad el que fue mio fuiste tu, lo hiciste desde el momento que puse mis ojos sobre ti, recuerda que fui yo el que se acercó con el viejo truco de tirarte mi cerveza encima.
-No me importa como haya sido, solo se que estás conmigo para toda la vida.
Gulf sonrió y se restregó sintiendo como el pene de sus esposo crecía al sentír la fricción con sus nalgas, el estaba listo para recibirlo de nuevo, volteo su cabeza y capturó los labios de su esposo, empezó a dominar el beso como aquella primera vez en donde quiso dejarle en claro a aquel castaño quien era el que mandaba.
-Tenemos como cinco minutos antes de que alguno de nuestros hijos se le escape a Mirian y venga a tocar nuestra puerta- le dijo Mew mientras se separaba y comenzaba a dejar besos por su cuello dejando una que otra marca de posesividad.
-Ya soy todo un experto en rapiditos mi amor, ahora entra de una vez en mi sostenme y no dejes que grite, no quiero tener que explicarle a nuestros pequeños que estoy teniendo un orgasmo.
-Tampoco me gusta la idea de que nos vuelvan a descubrir, ahora acomodate que no tenemos mucho tiempo.
El pelinegro se posicióno mejor y tomo la erección de su esposo entre sus manos y la dirigió a su resbaladiza entrada que aún estaba preparada después de sus recientes actividades, se lo introdujo dentro de si mismo y comenzaron nuevamente la danza más vieja del mundo y que tenían bien estudiada, tomaron un buen ritmo en el cual los dos se sintieron completamente satisfechos, eso sería rápido, solo esperaban que sus curiosos hijos nos los volvieran a interrumpir...
Un poco más de la reconciliación de Mew y Gulf 🤭🤭
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