T R E V O R

—¿Quieres que te acompañe? —dijo Noelle mirando por la ventanilla del auto.

Suspiré profundamente y sonreí de costado.
—No hace falta, debo ir sólo.

Me bajé del auto y caminé por un largo sendero de arbustos.
Acomodé el ramo de margaritas en mi mano y apreté mi mandíbula. Estaba nervioso y algo ansioso.
Comencé a buscar su nombre en un paraíso colorido de flores y lleno de lápidas, hasta que la vi.
Me incliné sobre mis rodillas y limpié un poco de la tierra que cubría sus iniciales.

—Hola —sonreí y sentí un pequeño dolor en el pecho —. Perdón por la demora —coloqué el ramo de margaritas y con una risa improvisada me senté de piernas cruzadas —. Traje tus favoritas, me costó conseguirlas en la mayoría de las florerías no había de éstas, pero en fin aquí están —bajé la mirada y noté la carta que le había escrito —. Veo que Noelle te trajo la carta, espero que donde sea que estés hayas podido oír mis palabras —mis ojos comenzaron a picar y negué lentamente —. Me prometí que no voy a llorar... Te amo tanto que me duele, no quiero irme y saber que te dejaré aquí sola, pero más allá de eso sé que siempre estarás conmigo. Te pido perdón por el desastre que hice un par de meses atrás, no era yo, me perdí y estaba cegado pensando que podía arreglar algo que claramente era imposible. Gracias por ser la mejor parte de mi vida, dejaste marcado en mí un capítulo muy hermoso y especial, que nunca olvidaré —me puse de pie y le sonreí una vez más —. Prometo que vendré a visitarte, lo prometo.

Me regresé hasta el auto, en donde Noelle me esperaba en silencio, y antes de decir algo sentí que el sonido de mi celular.
Alcé una ceja medio confundido.

—¿Quién es? —dijo Noelle algo extrañada.

—Un número de la cárcel —arrugué mi entrecejo y acepté la llamada.

Bajé la mirada y sentí que un vacío desaparecía de mi pecho.
Sonreí a medias y encendí el auto.

—¿Qué pasó? ¿Está todo bien? —dijo algo preocupada.

—Todo está más que perfecto.

El auto siguió su rumbo hasta desaparecer, el sol poco a poco se fue ocultando y salió la luna, esta vez le tocaba a darle luz a la noche.
Y tal vez tenía que ser así, una historia de amor que no se pudo dar como el sol y la luna,  que en su pasado eran amantes pero cuando se dieron cuenta de que juntos no podían brillar, decidieron separarse, pero eso no quiere decir que nunca se volverán a ver, de vez en cuando se juntan en un eclipse y permanecen así  durante dos horas, dos horas en donde su amor da una sombra cálida.

F I N

Nota autora:
Hola amores, aquí les dejo el final de AHOGADOS. Fue un proceso bastante largo, pero al fin y al cabo pudimos darle un final a lxs personajes.
Estoy muy feliz con el resultado y por sus mensajitos de apoyo. Estaré toda mi vida agradecida por su apoyo, y nuevamente pido disculpas por mis actualizaciones tardías.
Nos leeremos pronto y les mando un abrazo fuerte a cada unx de ustedes (mis lectorxs que me bancan a muerte) ❤️
Secuestrada y ahogados me acompañaron en un largo periodo de mi vida y es muy especial para mí compartirlo con cada personita de esta plataforma, me encariñé tanto con los personajes que siento que ellos también están muy agradecidos por todo su cariño.
Eternamente de ustedes, Vale💫