A pesar de que esa noche Jaehyun estuvo con Doyoung unas horas, gracias a su compañera Miyeon, no lo disfrutó sinceramente gracias al constante toque en la puerta.

Chaeyoung insistía en que Jaehyun saliese a trabajar, tanto que hasta lo logró, y Miyeon no pudo hacer más.

Gracias a la molestia producida por los abusos de Chaeyoung, y la ceguera que envolvía a Jaehyun cuando de la rubia menor se trataba, Miyeon dejó el departamento. Antes de hacerlo, se despidió debidamente de Doyoung e informó que continuaría ella en su casa.

Al día siguiente, Jaehyun dejó una nota a Doyoung diciendo que esa noche intentaría volver temprano, lo cual hizo.

Acompañado de Chaeyoung.

Según Jung, ella era muy considerada al ofrecerse a ayudarle, más él no tenía ni idea del trato que le proporcionaba a Kim.

Las visitas nocturnas por parte de Chaeyoung con motivos de "ayuda" siguieron, tanto que pasó una semana y aún continuaban. Jaehyun dejó de asomarse de vez en cuando a la habitación, y pasaba varias madrugadas trabajando con Chaeyoung en la sala.

Doyoung se sentía solo, y una segunda opción.

La única compañía que recibía el pelinegro era de su mejor amigo Taeyong.

Doyoung iba todos los días a la casa del castaño, quien le recibía con una sonrisa. Allí se olvidaba momentáneamente de Chaeyoung y Jaehyun.

Pero cuando estaba solo en el departamento, su mente era inundada de Chaeyoung y Jaehyun riendo juntos, Chaeyoung y Jaehyun escuchando música mientras trabajaban, y... Chaeyoung y Jaehyun bailando la música en lugar de trabajar.

Doyoung sentía un remolino en su interior, por una parte su mente le pedía que confiase en Jaehyun. No obstante, también su mente le gritaba que Chaeyoung era una - palabras que no puede repetir- y que debía alejarla de Jaehyun.

Él no sabía qué hacer y dudaba que se atreviera a pedir ayuda... solo se mantendría callado.

En algún momento, Jaehyun verá lo mala que es Chaeyoung.

ꕤ

Jaehyun está acostumbrado al intenso trabajo que hace en la empresa, y lo hace sin descansar, por lo que puede que en ciertas ocasiones su cuerpo se agote y le obligue a tomar un tiempo.

Pero en esa empresa, Jaehyun se siente muy solo.

Le hace falta su Doyoung. Él solo puede pensar en los tiernos mofletes de su novio pintados de rosa cada que terminan un lindo beso. O los adorables detalles que Doyoung suele hacerle, que van desde una carta a mano a sus galletas favoritas, y otras cosas más privadas.

Miyeon era su única amiga en el trabajo, más ella siempre estaba ocupada. Y cada que estaba desocupada, él se encontraba atestado en papeles.

Pero las cosas cambiaron desde que a Chaeyoung la transfirieron a su edificio. Ya no estaba tan solo en los descansos.

Chaeyoung es muy adorable, Jaehyun piensa que es muy comprensiva con él. Y ella lo escucha sin quejarse cuando le habla, sin parar de Doyoung.

En variadas ocasiones, Chaeyoung le ha ayudado con los formatos de ciertos archivos que son muy complejos para él.

También es muy divertida, le hace reír demasiado. Además, a Jaehyun le gusta la manera en que ella sonríe, sus ojos se esconden mientras lo hace, y sus mejillas se tornan rojas cuando lo hace por demasiado tiempo.

Pero, ¿cómo sabe él eso?

Ha pasado mucho tiempo con ella desde que se conocieron.

Ella le ha invitado a varios lugares. Sin embargo, se niega a todas por la falta de tiempo libre.

Sino aceptaría sin problemas.

Ese día, a él le tocaba ir por las malteadas de la cafetería, por lo que se encaminó a ello, dejando a Chaeyoung esperando en su oficina.

Ella miraba todo como siempre sucede cada que Jaehyun la dejaba sola. Chaeyoung, al notar una foto de Doyoung en uno de los estantes de Jaehyun, gruñó y volteó de ella, provocando que no quedase a la vista.

En cierta medida, la rubia estaba emocionada, por lo que no dejaba de balancear sus piernas que colgaban de la silla de Jaehyun.

No pasó mucho tiempo para que la puerta se abriera con Jaehyun trayendo las bebidas.

— Jaehyunie, tengo algo que enseñarte, pero no sé cómo lo vayas a tomar.

ꕤ

— ¡Doyoooooung!

Taeyong corría tras Doyoung, quien había tomado su celular cuando él estaba a punto de tomarle una foto a Bella.

— Eres un aburrido llorón, no me prestas atención. Ya no te voy a visitar, jamás —sentenció el azabache, frunciendo su ceño con frustración. Taeyong estúpido.

Lee se detuvo abruptamente, mirando a Doyoung, sorprendido. ¿hablaba en serio?

El chico no pudo evitar darse un autoregaño, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué se sintió tan mal la sola mención de que Doyoung no le vuelva a visitar? Lee tragó pesado, no podía ser. Se estaba ilusionando sin darse cuenta.

— ¿Qué te sucede, tonto? —Doyoung continúa mirándole, en espera de que vuelva a correr tras él.

Al notar que en serio no lo hará, se vuelve hasta quedar frente a Taeyong tomando su mano para lograr depositar el celular en ella.

Llevaban una semana viéndose todos los días. Doyoung se sentía bien, acompañado. Sentía que eran niños nuevamente. Estando juntos siempre.

También no pensaba demasiado en Jaehyun y la mujer esa.

No lo hagas, Taeyong. pensaba una y otra vez viendo tentativamente los labios rosados y brillantes de Doyoung. Él quería hacerlo, pero no podía.

Ser egoísta estaba muy mal.

Suspiró rendido. Y con una sonrisa agria se alejó de Kim.

— Debo llevarte a casa. Ya es tarde.

— Puedo irme solito —refutó el menor.

— Es peligroso —no dijo más, y salió por la puerta con la mochila de Doyoung en su hombro.

No pasó mucho para que Doyoung corriera tras él.

Caminaron en silencio, Doyoung al pendiente de no pisar las rayas del suelo. En algunas ocasiones se quedaba muy atrás, por lo que se apresuraba dando zancadas hasta estar a la par de Taeyong.

Ya en frente del edificio, Lee bajó la mochila de su hombro, pasándola a Doyoung. Quien le miró agradecido, y preparado para despedirse.

Pero Taeyong le detuvo cuando intentó abrazarle— Creo que Jaehyun te espera, Doyoungie.

Doyoung inconforme negó— Jaehyun aún no llega, tranquilo —y se impulsó contra el cuerpo de Taeyong, abrazando en contra de lo antes dicho.

Tras ello, Lee se fue pensativo. Y Doyoung entró al departamento.

Se sorprendió al ver las luces encendidas, ¿será que Jaehyun...?

La emoción cubrió sus otros sentidos, y lo único que hizo Doyoung fue correr en dirección a la habitación. No habían rastros de la bruja, lo que significaba que Jaehyun había llegado solo. Solito para él.

Prendas de Jaehyun estaban regadas por el suelo, cada vez que avanzaba habían más. Primero la corbata en las escaleras; luego la camisa al final de estas, el cinturón en el pasillo y el pantalón frente a la puerta de la habitación que compartían.

Doyoung detalló cada una con extrañeza, y procedió a entrar a la habitación. Cuando lo hizo lo único que pudo notar fuera de lo común era el sonido de la ducha abierta.

Caminó hacia allá con el pensamiento de al fin estar con Jaehyun.

Sí estaba duchándose, por lo que soltó una risa traviesa, ¿qué sucedía si él entraba con Jaehyun?

Comenzó a despojarse de sus delicadas ropas color pastel, y se posó frente a la vidriera que los dividía.

Antes de poder entrar se escuchó la voz grave de Jung— Me estoy duchando, Doyoung.

Se detuvo un momento, era obvio que lo hacía, él lo estaba viendo. Intentó entrar una vez más.

— Dije que me estoy duchando, espera a que termine.

— Pero, Jae, yo quiero-...

Un estruendo se escuchó antes de soltar— ¡Maldita sea, Doyoung! Solo vete a la habitación de una buena vez.