
Capítulo 94
Izuku nota el cómo aún entre sus brazos, éste captura una de sus manos y la entrelaza con la suya, mientras le da pequeños besos sobre su cabellera.
—Todo estará bien... Confía en mí, Deku. —ronronea el rubio ceniza cerca de su oreja, con profundo amor transportarse desde su corazón hasta los mismos labios del pecoso.
Izuku sonroja y se embriaga también de aquella sensación que Bakugou le transmite. Aún no entiende su reacción, pero acaba simplemente dejándose llevar.
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Torneo de matemáticas
Luego de una larga y tortuosa semana, la primera mañana del día lunes desprendía aires frescos llenos de renovación. Las aves mueven sus alas con energía mientras los primeros rayos solares cubren sus plumas, haciéndolas parecer cada vez más brillantes.
Luego del intenso entrenamiento, todos parecían estar listos para dar el gran salto. Algunos aún con grandes ojeras y secuelas en sus manos y mentes.
—Hoy de nuevo soñé que resolvía ejercicios matemáticos. —suelta Kaminari con su mirada cansada, mientras lanza un bostezo.
Kirishima Eijirou a su lado le mira enternecido. —Viejo, eso no es soñar. —responde instantáneo.
Kaminari lanza aire pesado por sus narices. —Es una pesadilla...
Kirishima asiente mientras lanza un suspiro con sus manos entrelazadas tras su nuca
—Yakuza-sensei lo dio todo. —dice observando a sus alrededores. —Tanto así que aún no se ve por aquí.
Son las 08:40 y de a poco los estudiantes de la UA llegan a la academia como punto de encuentro, en espera de que los buses de acercamiento lleguen.
Mineta aproxima a ambos con su rostro chupado y sus manos temblorosas. — ¿Ya ven? Me dio artritis. —lanza el de cabellos violetas con apariencia catastrófica.
Kirishima Eijirou le mira detenidamente. —Ah, un par de tetas a la derecha. —señala con su diestra a su lado.
Mineta se renueva y sus ojos abren al instante en que sus manos relucen joviales otra vez. — ¿¡Dónde!?
Kaminari lanza una carcajada al instante en que le da una palmada en su espalda. —Eres un muy mal actor. Espero y no obtengas el papel principal de la obra que tenemos que hacer o Shinsou-sensei llorará sangre.
Mineta lanza un gruñido bajo mientras se cruza de brazos. — ¡Como sea, Yakuza-sensei se pasó con nosotros esta vez! —exclama molesto mientras golpea su pie firme en contra el suelo. — ¡Todo porque somos unos retrasados!
— ¿Retrasados? —inquiere Izuku con sus ojos curiosos.
—Ah, Midoriya. —dice Kirishima al instante que alza su mirada y le ve al frente.
— ¡Tú también lo eres, Midoriya! —reitera Mineta al instante en que le observa. — ¿¡Y por qué te ves tan radiante!?
Midoriya Izuku ríe tranquilamente. —Estoy emocionado por el torneo de matemáticas. —confiesa pasando su mano tras su nuca mientras saca su pequeño bloc de apuntes. — ¡Incluso volví a a anotar por décima vez todas las fórmulas! ¡Las he memorizado al pie de la letra!
Mineta le mira impactado. —Estás loco.
— ¡Ese es el espíritu de un guerrero! —interviene Inasa con su rostro radiante, cargado de energía. — ¡Demostraremos lo inteligentes que somos los estudiantes de la U.A!
—Buenos días, Izuku. —se integra Todoroki Shoto con su cabello un tanto despeinado.
Midoriya sonríe en cuanto le ve llegar con su rostro cansado y aprovecha de acomodar sus cabellos de forma paciente. — ¿Dormiste mal, Todoroki-kun? —inquiere curioso.
Inasa parece observar de forma directa e interesada el rostro adormecido del heterocromático, al instante en que siente que sus músculos tensan.
—Sí, dormí diez horas y me siento muy cansado. —responde a su lado.
— ¿¡Diez!? —exclaman todos al unísono.
Todos los estudiantes llegan somnolientos, algunos con crisis de pánico y la gran mayoría con sus niveles de ansiedad a tope.
Izuku no puede evitar no buscar a sus alrededores al responsable de tal actividad, pero aún si ya han llegado los enormes autobuses frente a todos, no le encuentra.
—Bakugou... —susurra al instante en que Todoroki le mira silencioso.
— ¿Qué esperas, Midoriya? —inquiere Todoroki rompiendo el silencio. —Es hora de subir.
Izuku le mira dudoso por un segundo, mientras sonríe nervioso. —I-iré al baño, no demoro. —dice al instante en que se pierde a través de los pasillos.
Todoroki le observa correr y asiente silencioso, al instante en que siente una mano sobre su hombro de forma intensa.
— ¡¡Todoroki!!
Es Inasa quien le ve de forma excesivamente amigable, casi como si se tratara de un perrito contento que recibe a su dueño.
Todoroki Shoto le observa en absoluto silencio y serio.
— ¿¡Cómo estás para el evento de hoy!? —inquiere Inasa enérgico sin quitar su mano de su hombro, a su lado.
—Bien. —suelta Todoroki comenzando a avanzar notando el cómo aquel joven de cabellos cortos le sigue en silencio.
Los ojos de Inasa desvían un segundo, pensativo y dudoso ante la actitud frívola y desinteresada del joven heterocromático. Pero su impulsividad es más grande.
— ¡Si ganamos hoy, te invitaré una comida, la que tú quieras! —suelta amigable.
Shoto le mira curioso. —Que sea soba. —suelta sin más subiendo al autobús.
A Inasa le brillan sus ojos en cuanto escucha algo positivo salir de sus labios. — ¿Te gusta la soba?
—Sí. —responde Shoto sentándose tranquilamente en el autobús, mientras observa paciente hacia los pasillos de la U.A por la ventana en espera del regreso de Izuku.
— ¡Inasa! ¿¡Qué esperas!? —exclama un compañero de su clase subiendo al bus de al lado.
El pelinegro le mira instantáneo en cuanto escucha su nombre. — ¡Ah, sí! —suelta al instante en que se va.
Su compañero le mira una vez se sienta a su lado curioso, observándole completamente serio y tenso, en silencio absoluto.
— ¿Qué pasó?
De Inasa sale aire decidido de sus narices. — ¡Yo juro que ganaré esto, sea como sea! —exclama completamente decidido.
Su compañero le mira con sorpresa, jamás había visto a Inasa tan serio y decidido como en ese mismo instante.
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En algún punto de la ciudad, en un apartamento en particular, Bakugou Katsuki seguía enrollado entre las sábanas.
Su teléfono suena y suena, pero solo salen quejidos somnolientos de sus labios.
Es cuando aquel sonido es realmente insoportable que logra abrir sus ojos cansados con evidente molestia.
— ¿¡Qué demonios quieres!? —exclama molesto sin siquiera saber quién es, asumiendo que lo más probable es que se trate del idiota de Kenjirou.
— ¡Katsuki! ¿¡En dónde estás!?
Es la voz de Midoriya Izuku en el otro lado de la línea. Su tono se escucha evidentemente angustiado.
— ¿Deku? —inquiere mientras niega y se sienta en la cama somnoliento y con sus ojos adormecidos. — ¿Que en dónde estoy? En mi apartamento.
— ¡¡Son las nueve de la mañana, los buses de acercamiento ya están por marchar y acabo de escuchar a Aizawa-sensei decir que te va a matar!! —exclama el pecoso infartante dentro del baño.
— ¡Mierda! —exclama Bakugou saltando de la cama y observando que su despertador por algún motivo se había congelado.
Lo toma entre sus manos y lo zamarrea en el instante en que nota que sus pilas estaban secas como pasas.
— ¡Traicionero de mierda! —exclama estampandolo contra el suelo y correr en busca de lo más cercano que vió para vestir.
...
Cuando Izuku está por salir del baño, siente pasos insistentes a través de los pasillos.
— ¿¡Por qué demora tanto!? —exclama Aizawa perdiendo la cabeza mientras arrastra un saco gigante.
— ¿Crees que se haya arrepentido? —inquiere Nezu caminando a un lado de Aizawa mientras mueve sus manos temblorosas. —Sin él no podremos participar y los estudiantes ya están dentro de los autobuses. —añade con su voz angustiada.
—No lo sé. —responde seco con evidente molestia al instante en que nota un mechón verde sobresalir del baño. — ¡¡¡Midoriya!!! —gruñe instantáneo con sus ojos irritados.
Izuku sobresalta y con temblores sale del baño. — ¿S-sí?
— ¿¡Por qué sigues aquí!? —regaña el pelinegro molesto. — ¡¡¡Ve a los autobuses en este mismo instante!!! —exclama fiero notando cómo el pecoso se encuentra nervioso.
— ¡¡S-sí, lo siento!! —chilla firme al instante en que huye del lugar.
—Mocosos de mierda, un día de estos me matarán de un infarto y seré profundamente agradecido de alcanzar el anhelado sueño eterno. —lanza Aizawa a regaña dientes mientras arrastra el saco con enojo.
—Shota-kun, si eso sucediera yo estaría muy triste. —responde Nezu a su lado.
— ¿Y? —lanza Aizawa avanzando hasta los buses. — ¿No falta ningún mocoso por subir? —agrega observando al profesor de ciencias, Ryuu, justo abajo de los buses con un listado.
—No, exceptuando el responsable principal del evento. —responde Ryuu sintiendo como Nezu escala sobre él y queda sobre sus hombros.
—Katsuki-kun llegará. Yo lo sé. —responde Nezu siendo un manojo de nervios. — ¿Y su amigo tampoco está por aquí? —inquiere el director curioso observando a todas las direcciones.
Ryuu niega. —Kenjirou llegará al evento principal. —responde serio avanzando hasta los buses una vez notó a Aizawa guardar el enorme saco en el maletero.
—Bien, no podemos esperar más. —suelta Aizawa observando su reloj. —Nos vamos.
Siendo las 09:07 de la mañana, los autobuses comienzan su marcha.
Izuku Midoriya pasa sus manos de forma insistente sobre sus piernas, sentado a un lado de Todoroki quien le mira preocupado.
—Midoriya. —interrumpe el heterocromático agarrando una de sus manos. — ¿Qué pasa?
El pecoso suda frío mientras siente su corazón en su garganta. — ¿Uh? N-nada, supongo que estoy nervioso por el evento... —responde instantáneo mientras en su mente se repite una y otra vez la voz somnolienta de Bakugou.
—Katsuki, ven rápido... —piensa angustiado mientras observa las calles pasar veloces.
— ¿Oyeron? Dicen que Yakuza-sensei no vendrá. —rumorea Ashido asientos más atrás.
— ¿¡Ehh!? —suelta Kirishima observándola. — ¿Él haría algo así?
Ashido se encoge de hombros. —No lo sé...
— ¡Él no lo haría! —exclama Izuku dándose la vuelta observando a ambos con su ceño fruncido. — ¡Katsuki-sensei definitivamente llegará! —añade decidido.
— ¿Katsuki-sensei? —inquiere curiosa Tsuyu girando su cabeza levemente.
— ¡Ah, es decir, B-Bakugou-sensei! —corrige el pecoso instantáneo al instante en que Ashido le observa empatica.
— ¡Midoriya tiene razón, Bakugou-sensei jamás nos abandonaría en algo tan importante! —responde Ashido a su lado.
— ¡¡Cierren la boca!! —exclama Aizawa con sus ojos irritados. — ¡Centrense en rendir en este evento!
Todos erizan y rápidamente regresan a sus asientos, mientras Aizawa mira de forma sutil a Midoriya Izuku, quien continúa sobando sus piernas nervioso.
—Él lo llamó Katsuki-sensei... —piensa a sus adentros el pelinegro sin quitar su mirada sobre él.
...
Habían llegado al gimnasio de proporciones exageradas. En aquel lugar, veinticinco academias de todo Japón participarían en busca del triunfo.
En tal lugar de colores plateados y de ambientes frívolos por las amplias áreas, el sonido de la música pre torneo se hace presente.
Todos los estudiantes de la UA avanzan con sus tutores en busca de su zona asignada, mientras una multitud de personas esperan pacientes en las gradas y observan el show.
— ¡¡¡Izukuuu!!! ¡¡¡Izuku!!!
Midoriya observa curioso hacia los alrededores escuchando aquellos gritos.
— ¡¡¡Mamá está aquí, cariño!!! ¡¡Aquí, aquí!! —exclama Inko Midoriya saltando desde las gradas y moviendo sus brazos con una cinta en su cabeza, teniendo el nombre de su hijo como apoyo.
Izuku sonríe al instante en que le saluda enérgicamente en el momento justo en que escucha un grito de proporciones gigantescas interrumpir.
— ¡¡¡¡SHOOOOOOOOTOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
Todoroki Shoto eriza con evidente incomodidad en cuanto escucha aquel grito, pero lo ignora.
— ¡¡AQUÍ, SHOTOOOO, ESTOY AQUÍ!! —insiste Todoroki Enji al instante en que lanza una bengala roja y un guardia se le acerca.
—Señor, ese tipo de conductas están prohibidas dentro del recinto.
Aizawa observa aquella situación mientras nota como su padre hace caso omiso al guardia y sigue gritando el nombre de su alumno.
—Todoroki, tu padre está por allá. —le informa lo obvio a aquel joven que está erizado y dándole la espalda a las gradas como si su vida dependiera de ello, con un enorme sonrojo cubrir su rostro. —Salúdalo, está preparando otra bengala. —aconseja.
Todoroki Shoto cierra sus ojos y alza su mano al instante en que su padre parece gritar otra vez. — ¡¡ÉL ME SALUDÓ, MI HIJO ME SALUDÓ!! ¡¡SHOOOOTOOOOO!!
Todoroki Shoto niega profundamente avergonzado al instante en que el show comienza.
— ¡¡A continuación, el desfile de las mascotas que participarán en el torneo!! —exclama el presentador con su micrófono. — ¡Tienen cinco minutos para presentarse, repito, cinco minutos!
Aizawa y Nezu se miran entre sí con evidente ansiedad. El show estaba por comenzar, si Katsuki Bakugou no se presentaba en cinco minutos, no podrían participar.
Todos los estudiantes se ven ansiosos y preocupados, ya todos sabían que Bakugou Katsuki no estaba.
—Iré afuera. —responde Aizawa frustrado esperando que ocurriera un milagro.
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— ¡¡¡POR UN DEMONIO, CRUZA MÁS RÁPIDO VIEJA!!! —exclama Bakugou en su motocicleta, con sus cabellos desordenados y con su buzo a medio poner mientras observa a una ancianita con un bastón cruzar y apenas.
— ¿¡Qué no ves que estoy haciéndolo, delincuente!? —exclama la anciana con molestia.
El rubio ceniza lanza un chasquido de lengua al instante en que se baja de la motocicleta y corre donde la mujer, la coge en brazos y la deja en el otro extremo.
— ¡No tengo tiempo para esperar a que acabes de cruzar, ¿sabes?! —gruñe al instante en que corre a la motocicleta y deja a la ancianita completamente despeinada por el impulso de la motocicleta que se pierde a toda velocidad por las calles.
— ¡¡DELINCUENTE MAL EDUCADO!! —exclama la ancianita ya al otro lado de la acera alzando su bastón.
Bakugou Katsuki estaciona su motocicleta cuando ya casi son las 09:30.
No alcanza siquiera a bajarse bien cuando Aizawa lo coge del brazo y corre con él hacia dentro.
— ¿¡Qué demonios!? —exclama Katsuki siendo arrastrado a la velocidad de la luz y de pronto verse en los vestidores.
— ¡¡No hay tiempo, solo haz lo tuyo!! ¡Luego habrá tiempo para que nos expliques qué demonios te pasó! —exclama Aizawa al instante en que acaba y le empuja de una patada potente al escenario.
Allí, Bakugou Katsuki completamente sonrojado ve veinticuatro diferentes mascotas que le miran en silencio.
Todo el recinto de pronto queda en absoluto silencio ante su llegada.
Incluso se escucha la tos de una de las personas en las gradas, haciendo el momento más incómodo de lo que ya era.
— ¡¡Ah, pero qué vemos aquí!! —exclama el presentador mientras Bakugou es iluminado por la luz del escenario. — ¡La mascota de la UA ha llegado cuando faltaban apenas y tres segundos para presentarse! —agrega mientras todas las miradas de aquel enorme evento están sobre él. — ¡Adelante!
Bakugou Katsuki, casi tan rojo como un tomate y sintiendo que todo su cuerpo es una bola peluda, avanza con molestia mientras su mente no hace más que maldecir a todo ser viviente de la tierra.
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Holis, paso por aquí para entregar un par de anuncios.
Primero debo expresarles algo que ya todos saben, esta historia me está saliendo increíblemente larga. Cuando comencé tenía una idea vaga de lo que quería hacer pero ya ven que se me ha escapado de las manos. Y como mi mente siempre ama llevarme la contra, entre más pensaba en que debo acabarla, más ideas me trae, dios mío.
Es entonces que:
1) Estoy pensando seriamente en publicar una precuela de este fic, ya que hay muchas cosas que quiero explicar del pasado para que se entienda, pero si lo hago por aquí evidentemente seguirá siendo demasiado larga y eso me hace sentir un poco incómoda.
2) Estoy evaluando no exceder del capítulo 150 para finalizar este fic.
Desde ya doy las gracias a todas las maravillosas personas que me han acompañado en este largo proyecto por años, yo comencé a escribir este fic creo que por ahí cuando tenía 17 años, ahora que ya tengo 25 no saben lo mucho que lo atesoro. Aún si he tenido bajas y evidentes hiatus, ustedes han estado siempre presentes, muchas muchas gracias ❤️.
Es por eso mismo que me gustaría saber qué opinan al respecto, sobre todo en el primer punto de comenzar un fic con el pasado de este universo. ¡Gracias!
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