24. Lo que anhelaba tener
Él, era ese café caliente que disfrutas cada mañana.
Él, era el paraíso y el infierno andante.
Él, era un tormento de alegría pero un ciclón en sus días de furia.
Él, era brisa veraniega: cálida y satisfactoria que a mi cuerpo mojaba cada amanecer.
Él, era lo dañino y lo que para mí estaba bien.
Él era todo lo que anhelaba pero no podía tener.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro