Pasaron casi 10 meses después de aquella ola devastadora, todo se había convertido en una pecera y muchas personas ya se habían acostumbrado a su nuevo estilo de vida, al principio cuando todo estaba en penumbra poco a poco una lluvia de grandes cristales pesados cayeron desde el cielo. Los cuales al entrar al agua se incrustaron el los edificios que apenas quedaban en pie y que hoy en día están como nuevos al igual que las calles y casas solo que todo estaba sumergido; dichos cristales se expandieron iluminando todo a su paso además de haberse convertido en una gran fuente de energía.

Boruto yacía dormido en en lo que era antes el parque que mas amaba cuando era niño escondido entre un gran césped el cual así como los humanos muto adaptándose a las propiedades del agua, en realidad todo ser vivo cambio por completo. el cabello rubio como el mismo sol se ondeaba entre las plantas largas las cuales destellaban un verde claro muy suave, en ese mismo parque fue cuando hace diez meses se encontraba con mitsuki y hablaban de sus preocupaciones. El mismo día que sus sentimientos fueron correspondidos con amor y también el día en que lo perdió absolutamente todo, a sus padres y a su querida hermanita.

Removiéndose incomodo no pudo evitar despertar asustado con la respiración acelerada tomando impulso quedo estático a una distancia alejada del parque mirando a todos lados. —¡mama, papa, hima! —. Gritó histérico con las manos en el pecho el joven uzumaki, buscando a su familia la cual ya no existía.
—boruto, esta bien, tranquilo, fue una pesadilla. Estoy aquí contigo —. Intentó calmar el albino quien presenció todo ya que estaba a su lado viendo el paisaje el cual cambio por completo.
—¡no, no esta bien mi familia esta atrapada necesito salvarla!—. Exclamó el ojiazul entrando en pánico, cosa que fue evitada ya que el albino lo abrazo con fuerza para calmarlo.
—shh, estoy aquí boruto, no te dejaré solo—. Dijo con dulzura el ojidorado quien sentía como la respiración de su amigo se relajaba mientras que a la vez este lo abrazaba con fuerza.
—los extraño tanto mitsuki—. Soltó entre sollozos el adolescente recordando como había perdido a su familia.
—lo se...—. Siguió el albino besando la cabeza del chico escuchando como este ahogaba su dolor en su pecho.

*flashback*

Ambos adolescentes después de ver todo el domicilio uzumaki hecho escombros la esperanza en boruto se había desaparecido y lo único que lo impulsaba a creer que todo estaba bien era el peliceleste, pero muy en el fondo sabía que algo estaba mal y que por alguna razón mitsuki estaba al frente de todo el tiempo, estaba seguro de que quería evitar que viera algo terrible para no salir herido y fue así como pensaba que sucedió. Al revisar entre las paredes que aun quedaban en pie de lo que una vez fue su casa estaba hima completamente inconsciente de su cabeza la sangre que salía se mezclaba con el agua desvaneciendola, la pequeña niña se había golpeado con fuerza debido a la devastadora ola.

El rubio al ver a su hermana de esa manera nadó con un gran impulso tomándola en brazos para ayudarla.
—hima... Himawari, por favor despierta, ¡por favor!— pidió entre gritos mientras que el albino llegaba hasta el mirando a la pobre niña la cual estaba pálida y sin signos de estar con vida; usando sus conocimientos en primeros auxilios dio a conocer que la niña ya no tenía pulso alguno.
—boruto, estan... —. Intentó decir mktsuki pero no pudo seguir.
—¡no lo digas!, por favor no...— gritó con desesperación abrazando a la niña que una vez fue su hermana, viendo lo que una vez fue su hogar y lo que una vez fue su vida.

Paso el rato y lograron con un gran esfuerzo enterrar el cuerpo de la niña junto a los de sus padre quienes fueron hallados sin vida debido a que una enorme viga los atravesó a ambos en el estomago, ambos adultos se estaban abrazando y a simple vista se veía que Naruto intento proteger a hinata, pero fue en vano; murieron sin contemplación amándose entre aquel desastre.

*fin flashback*

Desde ese día boruto tenia la misma pesadilla de siempre, como las olas chocaban contra el mundo, el estando en casa, su padre gritándole que protegiera a su hermana mientras veía como a este lo atravesaba una viga intentando cubrir a su madre para protegerla siendo víctima también de aquella tragedia, el tomando a su hermanita en brazos la cual estaba sin vida, todo se repetía sin parar hasta llevarlo al borde del colapsó o mas bien del insomnio, e allí el porque hizo una parada en su viejo parque para dormir, pero una vez mas la pesadilla lo despertó entre jadeos y dolorosos recuerdos, es como si su mente lo castigara por no haber estado allí para poderlos ayudar.

*

En casa de mitsuki el chico comía fruta de la profundidad, una especie de planta nueva que sabia a lo que mas te gustaba, otra rareza que apareció en todo el desastre, simplemente crecían entre los cristales que cayeron hace meses y al parecer la fruta crecía en cualquier lugar sin importar que, esa era su única fuente de alimentación ya que al tocar la fruta y pensabas que comida querías probar esta inmediatamente ajustaba su sabor a tus gustos, era una verdadera locura.
—deberías irte a descansar, te has agitado mucho—. Ordenó el albino mordiendo una fruta la cual le sabia a manzana.
—estoy bien mitsuki, en serio—. Respondió con una sonrisa cansada pero sincera el uzumaki, pero a leguas sus ojeras lo hacían ver como una persona sin vida.

El albino obstinado miro a bortuo con seriedad y tomando de la oreja al ojiazul en forma de regaño lo llevo hasta la habitación de un impulso cerrando tras de si la puerta, la mirada dorada de mktsuki perforaba al chico haciéndolo sentir desesperado, el albino tenía un gesto preocupado y los brazos cruzados mientras que su cabello flotaba en diferentes direcciones, ante aquella penetrante vista al rubio no le quedo de otra que bajar la mirada afligido por lo que estaba sintiendo.

Tomando impulso el peliceleste llego hasta el quedando a solo unos centímetros de su cuerpo, ver a boruto así lo hacia sentir mal y triste, con una de sus manos tomó con delicadeza el rostro del chico e hizo que esos ojos azules conectaran con los suyos instante en que la cara del uzumaki se encendió por la vergüenza.
—lo se estoy horrible, no me mires así—. Suplicó boruto agarrando la mano que lo sostenía con delicadeza.
—sabes que te amo—. Soltó mitsuki besando la mejilla del rubio con cariño — y esas ojeras son tan lindas como tú. —continuó brindándole una cálida sonrisa.
En la cara del uzumaki se dibujo una torpe sonrisa apenada y sus ojos brillaban de felicidad, este no pudo evitarlo y se abalanzó hacia el albino besándolo con pasión siendo correspondido con amor.
—siento mucho preocuparte tanto, yo también te amo—. Respondió el rubio al separarse del beso abrazando con fuerza al albino, este nunca lo dejo solo y lo cuidaba mucho. Era su única compañía y desde luego el amor de su vida.
—boruto, quiero que descanses pero; para ello tengo que agotar tu energía —. sentenció mitsuki besando la muñeca de boruto dejando un chupetón allí, volviendo a besar los labios de su querido rubio.