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10

–Jungkook ahh espera.

–Me vuelves loco, te deseo tanto.

–Yo también, pero pueden vernos.

El auto de Jungkook se llenó de gemidos. Ya que al llegar a la casa de Taehyung el azabache lo tomó de la cintura y lo subió sobre su regazo. Ahora estaban en el asiento del conductor abrazados y besándose mientras Jungkook le apretaba las nalgas. Amaba tocarlo ahí y sentir lo grande que tenía aquella zona.

–Espera -Taehyung se alejó -aquí no. 

–¿Porque?

–Porque es incómodo, entremos a la casa -se abrazó al cuerpo contrario, vio al azabache asentir y sintió cómo bajaban del auto juntos con él abrazado a Jungkook como si fuera un koala.

Al entrar a la casa, Jungkook quiso llevarlo al sofá pero el rubio no se lo permitió, entre medio de jadeos le decía que lo lleve a la habitación, y por su puesto Jungkook no esperó dos veces para cumplir su petición y como conocía el camino más que bien en pocos segundos ya estaban en la cama de Taehyung.

Jungkook estaba tan metido en el placer que no se dio cuenta del ambiente tan cautivador que tenía la habitación. Ni del aroma tan exquisito que el lugar tenía pues Taehyung se dio el tiempo de conseguir las velas con los aromas más deliciosos y dulces del mundo. Al encenderlas eran simplemente perfectas. A parte el piso y la cama tenían una decoración sutil y bonita. El rubio colocó algunos globos dorados en las esquinas de la cama y algunos pétalos de rosa que decoraban las sábanas. 

Del techo colgaba algunas letras que formaban la frase:

"Happy birthday Jungkookie" 

Y por supuesto que no se olvidó de dejar a la vista algunos juguetes sexuales. Quería que esa noche sea inolvidable.

–¿Te gusta tu regalo? -hablaba mientras sentía como Jungkook lo apretaba contra su miembro y se frotaba contra él.

–Me encanta.–Taehyung sonrió complacido y por su puesto que sabía que no se refería a nada de la decoración. –¿No crees que te has portado muy mal? –se alejó levemente y regresó a morder sus labios.

–No lo creo –le respondió. 

–Jungkookie –se alejó algo molesto, su rostro mostraba un hermoso puchero que hacía que el castaño muera de ternura. –¿Cómo que no? Primero ingresas a un desconocido a nuestro grupo. Luego me ofendes insinuando que tengo algo con Song Kang y para finalizar invitas a ese tipo a la fiesta donde se supone, estaríamos solo amigos.

Jungkook maldijo cuando el rubio se alejaba. Le encantaba sentirlo cerquita. Pero gracias a eso pudo notar lo bonito que su amigo decoró su habitación. Ese gesto le encantó. Taehyung siempre lo sorprendía. –No lo invité –lo miró –Tae te prometo que no lo hice. Eunwoo llegó y bueno tampoco iba a prohibirle la entra....

–No lo menciones –lo tomó de la camisa, luego pasó sus manos por el cuello contrario y lo abrazó, hizo algo de fuerza para que el castaño caiga de espaldas y luego se posicionó encima de él –no menciones a ese idiota. No ahora Jungkook.

Jungkook tenía sus ojos más que abiertos, su boca ligeramente abierta mientras un pequeño hilo de saliva salía de sus labios. Ver a Taehyung en esa posición era demasiada tentación y a parte le encantaba. –y quien quiere hablar de él –lo tomó de la cintura y lo apagó a su cuerpo –quien porque claramente yo no. Tengo cosas mucho más importantes y deliciosas que hacer.

Taehyung sonrió en grande y sin pensarlo se lanzó a devorar la boca de JungKook. Sentía cómo su amigo le sacaba la ropa mientras apretaba su delicada piel con fuerza. –No tan rápido –lo alejó, el rubio mordía su labio inferior con deseo. Quería que lo tome y le de muy duro pero también estaba su orgullo de por medio y eso era demasiado importante como para no hacerle caso. –Primero me vas a pedir perdón, pídeme perdón por ser tan idiota. 

A Jungkook no le costaba nada hacer eso, el rubio le hacía pedir perdón por cualquier cosa. Aunque sea insignificante. Así que hacerlo una vez más no era nada. –perdón –lo tomó nuevamente del cuello y juntó sus labios con los contrarios, creando un beso apasionado. 

–Pero así no. –Taehyung necesitó mucha fuerza de voluntad para alejarse nuevamente –quiero que sufras mientras me pides perdón. Sino no hay chiste.

–Pero Tae –lo miró asustado –¿me trajiste para darme mi regalo de cumpleaños o para darme una tortura?

El rubio sonrió al escuchar eso –las dos cosas. –Se levantó de la cama y caminó con una gran sonrisa en su rostro, se acercó a la mesa y tomó algunas cosas, entre ellas chocolate, fresas, hielo y un vibrador. No era la primera vez que usaba uno de esos aparatos en el cuerpo de Jungkook, le encantaba ver su cara de sufrimiento y satisfacción a la vez.

Regresó a la cama, subió nuevamente sobre su  amigo y empezó a desvestirlo mientras dejaba traviesos besos sobre su piel. Al tenerlo completamente desnudo pasó saliva, ver el miembro de Jungkook le fascinaba, siempre le parecía tan malditamente perfecto.

–¿Qué me vas hacer? –el castaño lo miró ansioso.

–Algo que te va encantar.  –se lanzó a su cuello y empezó a dejar mordidas y chupetones.

–Tae, marcas no –se quejó mientras soltaba gemidos de placer. –Luego todo el mundo empieza con las preguntas.

–Cállate –siguió en lo que estaba, pero esta vez con más fuerza, quería que esas marcas queden muy visibles. A parte le encantaba hacer lo que el castaño no quería, disfrutaba mucho en darle la contra. –tú solo disfruta. Desde ahora tienes prohibido hablar.

Jungkook asintió sin decir palabra. No le gustaba que nadie lo doblegue y lo maneje como un títere pero cuando se trataba del rubio se convertía en un completo estúpido.

Taehyung continuó con su labor, mordió todo del cuerpo de Jungkook, cuello, pecho, abdomen, brazos. El rubio lo marcó con su linda boquita por donde más pudo. Luego creó un camino de besos, disfrutaba tanto besar aquella  piel, amaba su aroma. Y sentir como el castaño se retorcía por su caricias lo llevaba al extasis. 

–Ahhhh –Jungkook apretó sus ojos con fuerza, la corriente eléctrica que sentía su cuerpo era tan placentera. –mierda si, sigue bonito sigue. No sabes cuanto me pones.

Taehyung amaba aquel apodo, cada que lo escuchaba una gran sonrisa se formaba en su rostro. Tomó las fresas y el chocolate y empezó a untarlo por el cuerpo contrario, cuando llegó al pene de su amigo mordió su labio inferior, ansiaba tanto probarlo pero antes quería jugar con su cordura por lo que tomó el hielo y empezó a dar suaves pasadas por el abdomen, luego tomó el vibrador y al encenderlo en el más bajo nivel lo acercó al miembro de Jungkook, con solo tocarlo el castaño soltó un fuerte gemido.

–Ahhh Dios.

–¿Te gusta? –sonrió Taehyung, subiendo de velocidad al vibrador. –¿Quieres sentirlo más?

 A Jungkook no le gustaba que lo penetren, su función en la cama siempre era de activo, pero no se podía negar a los deseos de su mejor amigo y a parte no era la primera vez que tenían esa clase de juegos.

–Haz conmigo lo que quieras. 

El rubio subió la velocidad del aparato que tenía en sus manos, pasando el vibrador por los testículos, haciendo presión cuando llegaba a su entrada. Ver a Jungkook delirar de placer no tenía precio.

–Mierda Tae, dame una mamada, hazlo.

–Dije que te callaras –lo besó, tomando al castaño de sorpresa. Mientras con su mano ejercía presión del vibrador contra su entrada.

–Tae –Jungkook lo apretó contra su cuerpo, no veía la hora de entrar en ese rubio y darle tan duro para que al siguiente día no pueda ni caminar, pero sabía que su amigo estaba jugando con su paciencia. –Me enloqueces –habló contra su boca –quiero devorarte.

–No tan rápido –se alejó y siguió con su juego de enloquecerlo, con ese vibrador lo apretaba contra el cuerpo contrario y subía las velocidades muy rápidamente. Al verlo completamente fuera de sí llevó dos de sus dedos a la entrada de Jungkook lentamente los metió y luego con la ayuda del vibrador entró nuevamente, hizo un par de movimientos y escuchó como el castaño soltó fuertes gritos de placer.

–Ahhhh mierda mierda, si si. 

Taehyung sonrió victorioso, acercó la mano que tenía libre y tomó el miembro de su amigo Lo empezó a acariciar y darle masturbaciones más que placenteras. 

Las manos del rubio eran tan buenas, Jungkook siempre sentía que moría y volvía a revivir cuando su amigo lo tocaba y ni se diga cuando le daba una mamada. 

El rubio acercó su rostro al pene de Jungkook y sin el menor aviso lo lamió y siguió frotando su mano, cada vez más fuerte para que el placer sea más grande.

–Ahhhh Dios me voy.... Que rico, no puedo. Mierda me voy a....

–No se te ocurra, si te corres no vamos a hacer nada más y ni pienses que me voy a dejar follar. Debes soportar.

–Ahhh –gritó, aguantando lo más que podía.

–Buen chico –le sonrió cuando vio el esfuerzo que hacía su amigo –amo que me obedezcas. –Frotó el pene un poco más con su mano y luego lo tomó con su boca. Lo succionaba tanto que sentía como le llegaba a la garganta. Repitió esa acción varias veces, metiendo y sacándolo de su boca. Le regalaba unas mamadas tan deliciosas que Jungkook sudaba de tanto placer.

–Ahora si quiero escucharte –habló el rubio y volvió a meter el pene en su boca y con su mano masturba sus testículos. –Pídeme perdón.

–Ahhhhh –era lo primero que salía de la boca del castaño. -ohhh Dios ohhhhh.

–Habla Jungkookie, –lamió el miembro y de una sola bocanada lo metió a su boca.

–Perdón, perdón perdón. Ahhhhh Santa mierda.

–No –lo miró con una sonrisa ladina –así no, dime que nunca más se te va ocurrir dudar de mí y tampoco vas hacer cosas que me molesten.

–Si si, mierda mierda –se movía tanto que parecía que en cualquier momento exploraría.

–Dilo Kookie, vamos dímelo, –lo tocaba con más ganas, tomaba su miembro y con la ayuda del vibrador lo apretaba contra su entrada. El castaño ya estaba viendo doble por no poder descargarse.

–Ahhh que rico. Lo haces tan bien. Bonito perdón –habló sin dudar –perdón perdón no pasará nunca más. No dudaré, no haré nada. Ahhhhh mierda.

Taehyung sonrió complacido porque a pesar de que su amigo habló tan rápido le entendió. Se alejó un segundo tomó un lanza confeti que estaba al pie de su cama y mientras le seguía dando mamadas lo explotó dejando caer serpentina por todos lados.

–Feliz cumpleaños Kookie –fue lo último que dijo cuando sintió que su amigo se corrió en su boca y por su puesto él no dudó en tragarse todo ese semen, tan caliente y delicioso que ni loco desperdiciaría ni una sola gota.

Jungkook quedó algo aturdido, la descarga fue tan grande y placentera que todo su cuerpo quedó temblando. Pero regresó tan rápido a la realidad al momento que sintió que su amigo se lanzó con fuerza hacia a él y le comió la boca en un beso tan necesitado para los dos.

En la cama eran muy apasionados y hasta románticos, las caricias y los besos hablaban por si solos. No necesitaban decirse nada. Su cuerpo hablaba mejor que ellos. 

El castaño lo apretó tanto contra su cuerpo que sentía como ese vibrador estaba entre ellos moviéndose y regalándoles deliciosos momentos de excitación. –Te voy a dar tan duro –lo tomó de la cintura y rápidamente le dio la vuelta –me voy a hundir en ti como si no hubiera un mañana. Quiero que grites mi nombre tan fuerte que no puedas hablar después –se lanzó al cuello del rubio y empezó a besarlo como solo él sabía hacerlo. Con cada beso sentía como le clavaba sus uñas en la espalda. –¿Quieres que use el vibrador? –habló contra su pecho, no podía dejar de besar ese cuerpo tan perfecto.

–No –le respondió seguro –quiero sentirte solo a ti. Tómame Jungkook. Soy tu regalo de cumpleaños. Dame fuego. Hazme encenderme de pasión.

Jungkook no esperó dos veces, ya estaba preparando sus dedos luego de esa petición. Porque aunque quería embestirlo fuerte tampoco iba a lastimar al rubio, debía prepararlo. Ingresó sus dedos, haciendo movimientos suaves y luego movimientos en forma de tijera. Cuando ya lo sintió listo entró en él, Taehyung gimió al sentir la intromisión. Y maldijo por sentirse tan bien ahí dentro. Ese cuerpo lo recibía tan malditamente bien que no quería salir de ahí nunca.

Empezó a embestirlo suave. Frotando su cuerpo contra el de su amigo. Movió sus caderas en círculos pequeños y cuando sintió que los dos estaban listos para más. Subió de velocidad. Colocando sus manos sobre la cama y moviéndose fuerte y rápido.

–Ahhhh –Taehyung tenía sus ojos cerrados. Las sensaciones que experimentaba eran tan perfectas.

–Si eres mi regalo, quiero que lo hagamos toda la noche –lo embistió más fuerte, moviendo su trasero tan jodidamente caliente que el rubio sentía que se desmayaba por el orgasmo que sentía, –quiero probarte cada segundo, quiero que seas mío y que no descansemos en ningún maldito momento.

–Ahhhh e-so me encan-ta –habló entrecortado. Jungkook lo penetró un par de veces más y luego de unos segundos los dos alcanzaron el orgasmo. El primero en correrse fue Taehyung seguido por Jungkook. 

Los dos cuerpos seguían juntos. Con su pecho subiendo y bajando por todas las emociones que sentían y con el sudor cayendo por su frente. Taehyung iba a decir algo pero Jungkook lo tomó por la cintura. Salió de él y lo cargó hasta la puerta al llegar ahí lo estampó contra la fría madera, escuchando como el rubio soltaba gemidos por lo frío que debió sentir su piel contra el objeto.   

Sin previó aviso entró en él nuevamente. Empezó a penetrarlo fuerte, haciendo que la espalda del rubio suba y baje por las embestidas. –Kookie, si ahí ahí –hablaba entre medio de gritos cuando sentía como Jungkook tocaba su próstata. Siempre lo cogía tan bien que el rubio se sentía completamente lleno.

–Ahora quiero escucharte yo –lo embestía mientras con su boca devoraba sus pezones. Poniéndolos tan rojos que de verdad quería comérselos.

–Ni lo pienses –fue lo único que el rubio dijo, sabía perfectamente a qué se refería y pedir perdón para él era algo demasiado difícil.

–Dímelo –lamió su pecho –tú sabes que te portaste mal conmigo. Fuiste muy pesado y caprichoso. 

–Ahhhhhh mmmmgghh –gritó con fuerza cuando su amigo incrementó la fuerza de las estocadas. El placer era tan bueno que lo último que quería era que termine.

–Dilo –habló con la voz más ronca y Taehyung sintió que se derretía.

–Perdón –habló bajito, casi imperceptible.

Jungkook lo escuchó pero hizo como que no. –¿Qué? Dilo bonito.

–Perdón –gritó –perdón Kookie. –Jungkook sonrió más que feliz le encantaba doblegar a Taehyung y sabía que eso solo lo lograba en la cama por lo que esos momentos jamás los desaprovecha. Lo tomó de las caderas y movió su cuerpo con más fuerza. Las estocadas sonaban en el momento que sus pieles chocaban. 

El cuarto se llenó de gemidos y gritos de placer. Jungkook hizo suyo a Taehyung en la cama, contra la puerta. En la alfombra. En una mesa. Es decir no hubo lugar de esa habitación que no hayan usado para demostrar lo que los dos sentían cuando estaban juntos. Porque esas pieles se chocaban y no querían separarse más. 

Al siguiente día

–Buenos días –habló el castaño al ver que su amigo se removía contra su cuerpo y abría perezosamente sus ojos –¿un mañanero?

–Ni loco –lo miró –anoche me rompiste. Te di gusto en todo. Quisiste coger hasta sobre mis peluches y acepté. Ahora por tu culpa deben tener semen. Idiota.

–Eso no importa –lo abrazó –te compro otros y ya.

–Más te vale que sea así, tonto.

–¿Esa es la manera de saludarme? Muy mal bonito. Vas hacer que te castigue –lo subió sobre su cuerpo y empezó a besar su cuello. Amaba el aroma de Taehyung. Era tan dulce y delicioso.

–Voy a bañarme –se alejó suavemente y se levantó de la cama –no se te ocurra ir detrás de mí. De verdad me duele el culo Jungkook y debe estar tan rojo cómo mis pezones. 

El castaño no dudó en levantarse y abrazarlo por la espalda –rojo o lo que sea, este culito es hermoso –lo apretó y le dio una pequeña nalgada.

–Ya –lo miró.–Kookie voy a bañarme, si también quieres hacerlo ve a otra habitación. De verdad quiero recuperar mi trasero antes de dártelo otra vez.

Jungkook asintió en medio de una carcajada pero antes de que su amigo se vaya lo tomó de la mano y habló –gracias por lo de anoche. Amé tu regalo. La decoración, el detalle y sobre todo tú, todo fue perfecto –lo atrapó y lo abrazó, escondiendo su rostro en el cuello del rubio –si no hubieses estado conmigo en mi cumpleaños, jamás te lo hubiese perdonado.

–Eso nunca pasará. Puedo estar muy enojado contigo pero tu cumpleaños es sagrado para mi.

–Y el tuyo para mi –le sonrió.

Taehyung se acercó y depositó un dulce beso en sus labios –todo lo hice con mucho cariño Kookie.

–Lo sé, gracias.

Taehyung lo besó otra vez y se alejó –ve a tu casa Kookie. Más tarde nos vemos.

–No creo que nos veamos –le respondió –debo ir hacer las maletas para ir a la casa de Jin y supongo que tú debes hacer lo mismo.

–Si pero creo que lo haré en la noche.

–Bien –se vistió lo más rápido que pudo –entonces nos vemos bonito. Descansa.

–Si –se sonrojó, cada vez que le dice bonito algo se enciende en Taehyung pero no sabe que.

–Por cierto –lo miró antes de irse –como te dije antes tú y yo compartiremos habitación. Prepárate para tener sexo mañana, tarde y noche.

–Estás loco –soltó una risita –recuerda que dijeron que el compañero de habitación será decidido por sorteo y no creo que tengamos tanta suerte.

–Eso me vale mierda –le sonrió –no sé cómo pero tú y yo compartiremos habitación. Eso te lo firmo bonito. –Sin decir más salió de la habitación, dejando a Taehyung sonriendo como idiota. Ya que al entrar a la ducha se negaba abrir la llave aún no quería que ese aroma de Jungkook se despegue de su piel. 

Era algo raro, Taehyung lo pensaba pero luego llegaba a la conclusión que no querer eliminar el olor de su amigo era porque lo quería y no tenía nada de malo. Era su mejor amigo pero eso no quería decir que quiera tener su aroma impregnado en su piel por otro motivo.

¿O si?

Definitivamente no, solo quería conservar ese aroma un poquito más por lo delicioso que apercibía. Pero estaba consiente que esos momentos que vivía con Jungkook, solo era sexo y nada más. El mejor sexo del mundo si, por su puesto que si, pero eso no quitaba que todo era un simple placer momentáneo que no quería que termine pero que sabía que todo eso no podía durar para  siempre.

Hola hola gente linda, por fin pude actualizar. La verdad que estoy pasando momentos difíciles. Trabajo todo el día y cuando llegó a mi casa no hay luz. Así que actualizar se me esta complicando mucho. Esto de la luz es un problema en todo mi pais pero bueno les agradezco mucho por la paciencia.

Los extrañé, leer sus comentarios me encanta y me motiva a crear mas capítulos.

Gracias por seguir aquí, acompañándome en cada capitulo, espero que este cap les haya gustado. Cuídense.

Los quiero. Ale

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